Si tu perro se ha vuelto muy delgado, tendrás que aprender las formas apropiadas de “engordarlo”. La clave para engordar a un perro es alimentarlo con porciones pequeñas y con frecuencia, darle suplementos para corregir cualquier insuficiencia dietética y asegurarte de que lo hayan desparasitado adecuadamente. Sin embargo, si tu perro tiene poco apetito, la pérdida de peso no tiene explicación, tiene diarrea o parece estar mal de alguna forma, siempre haz que un veterinario lo revise. Sin importar la causa, es importante mantener el peso de tu perro en un rango saludable, ya que esto ayudará a garantizar que se desarrolle y que tenga una vida larga.

Método 1
Método 1 de 4:
Determinar la causa de la pérdida de peso de tu perro

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    Determina si hay una razón lógica por la que tu perro tiene un peso bajo. Si sabes por qué tu perro tiene un peso bajo, como en el caso de una perra que recientemente parió a una camada de cachorros golosos y fuertes, o de un perro rescatado que fue maltratado, entonces engordarlo será algo simple.
    • Asegúrate de supervisar al perro con peso bajo para que puedas detectar cualquier problema que podría ser fácil de resolver. Por ejemplo, si tienes varios perros, la respuesta puede ser tan simple como que los otros perros están tomando la comida del perro con peso bajo.
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    Evalúa la salud general de tu perro. Todos los tipos de enfermedades pueden interferir con la capacidad del cuerpo para procesar la comida y aprovechar sus nutrientes, lo que provoca una pérdida de peso. Si este es el caso, lo más seguro es que el perro mostrará algunos signos incluidos la pérdida del apetito, el aumento de sed, la pérdida de energía, vómitos, diarrea o un cambio en la forma de su cuerpo.
    • Las condiciones que pueden causar una pérdida de peso incluyen falta de enzimas pancreáticas, diabetes mellitus, enfermedad hepática, enfermedad renal, cáncer y enfermedad inflamatoria intestinal.[1]
    • Una vez más, si notas alguno de estos síntomas, lo mejor es acudir a un veterinario.
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    Haz que un veterinario revise a tu perro. Si sospechas que tu perro está enfermo o si notas una pérdida de peso sin explicación, lo mejor es consultar con un veterinario. Si de repente tu perro tiene poco apetito sin motivo aparente, lo mejor también es consultar con un profesional antes de que el problema se salga de control. Cuando el veterinario te indique que no hay ningún problema y sepas que solo tienes a un perro quisquilloso, contarás con una variedad de estrategias que pueden ayudarte a mejorar su apetito.[2]
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Método 2
Método 2 de 4:
Ajustar la cantidad de calorías que le das a tu perro

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    Compara el peso real de tu perro con el peso ideal de su raza. Es fácil pensar que un perro tiene peso bajo, cuando en realidad podría ser un poco menos pesado que un perro obeso de la misma raza que conozcas. Quizás tu perro está bien, ¡pero es el otro perro el que está demasiado gordo!
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    Revisa los ingredientes en el empaque de la comida para saber si son adecuados para el peso ideal de tu perro. En el caso de los perros delgados, pero tienen mucha energía y producen heces sólidas, el primer paso es revisar que estén recibiendo suficientes calorías por comida. Un perro puede perder peso debido a que usa más calorías de las que consume. Esto puede ser sencillo, como cuando el perro no consume suficiente comida. Si este es el caso, será de utilidad aumentar el tamaño de su porción.
    • La forma más simple de hacerlo es comparar el peso ideal de tu perro con la porción de comida recomendada en el empaque de la comida.
    • Si tu perro pertenece a una raza específica, en Internet encontrarás mucha información sobre el peso ideal de esa raza. Elige el peso que deseas para tu perro, en lugar de colocar el peso que tiene en ese momento. Por ejemplo, si tienes un labrador macho, un peso de tamaño promedio debe pesar hasta 40 kg.
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    Compara lo que le dabas de comer a tu perro con la cantidad de comida recomendada. Mide una porción habitual de la ración diaria de tu perro con base en el peso. Toma nota del peso de la comida y compáralo con la cantidad recomendada en el empaque de la comida.
    • Es interesante señalar que algunas de estas recomendaciones en realidad exceden en 25 % a lo que el perro necesita (suelen ofrecer una porción generosa, en lugar de una escasa).
    • Si vas a darle a tu labrador 400 g de croquetas al día y el empaque recomienda darle 500 g al día, significa que estás alimentando a tu perro con 20 % menos calorías de las que se recomiendan, por lo que perderá peso. Puedes rectificarlo fácilmente aumentando la cantidad de su ración diaria de alimento.
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    Decide en qué cantidad aumentarás la ración de comida de tu perro. Esta puede ser una decisión difícil, ya que cada comida contiene cantidades diferentes de calorías y el tamaño de los perros varía mucho. Como regla general, aumenta la cantidad de comida por no más del 10 % de la cantidad original.
    • Por lo tanto, si alimentabas a tu perro con 400 g al día, un 10 % adicional agrega otros 40 g, los cuales dividirás en dos comidas, cada una con cantidades adicionales de 20 g.
    • Aliméntalo con esto por 2 o 3 días y verifica que el perro no tenga diarrea. En este punto, puedes agregar otro 10 % y así sucesivamente.
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    Aumenta de forma gradual la cantidad de comida que le das a tu perro. Darle mucha más comida a tu perro de forma repentina perturbará el equilibrio de sus intestinos y causará diarrea. Es mucho más seguro aumentar de forma gradual el tamaño de la porción y supervisar al perro cuando vaya al baño para asegurarte de que está adaptándose.
    • Si la diferencia en la ración no es mucha, divide la cantidad adicional en dos comidas. Si la diferencia es mucha, agregar una comida adicional (en lugar de aumentar el tamaño de las comidas que ya le das) será mejor para el cuidado de sus intestinos.[3]
    • Si al perro le da diarrea, perderá nutrientes valiosos y tus esfuerzos serán en vano.
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Método 3
Método 3 de 4:
Cambiar la dieta de tu perro

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    Dale a tu perro alimentos ricos en vitamina B. El hígado es uno de los alimentos más ricos en vitamina B12. Puedes darle a tu perro hígado cocido de ternera o de pollo dos o tres veces a la semana, como un bocadillo entre comidas.
    • Por ejemplo, debes alimentar a un perro de 10 kg con 50 a 70 gramos de hígado cocido.
    • Los huevos también tienen un alto contenido de vitamina B12. Además, contienen mucha vitamina A, riboflavina, folato, vitamina B12, hierro, selenio y ácidos grasos. Dale a tu perro huevos crudos, agregando uno a su comida para perro tres veces a la semana.
    • Recuerda agregar estos alimentos de forma gradual, para que no le causen malestar estomacal.
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    Haz que tu perro empiece a consumir de forma gradual comida para perro con alto valor energético. La comida para perro con alto valor energético tiene un alto contenido de calorías y puede ser absorbida y asimilada por el cuerpo con más facilidad. Esto evitará que el perro adelgace y luzca demacrado, y será de ayuda para darle a tu perro delgado un peso adicional.
    • En Estados Unidos, las buenas marcas incluyen a Science Diet High Energy ® de Hill’s y a Veterinary Diet High Energy de Royal Canin.
    • También puedes tratar de cambiar la comida de tu perro por una para cachorros. La comida para cachorros contiene más calorías que la comida normal, ya que está diseñada para saciar las necesidades elevadas de energía de los cachorros en crecimiento. La desventaja es que la comida para cachorros suele ser rica en calorías y puede causar malestar estomacal en algunos perros.
    • Dásela de forma gradual, agregando una cucharada en la comida que le das actualmente, y aumentando poco a poco la cantidad que le das en 4 o 5 días. Observa las heces del perro y si presenta diarrea, deja de darle la nueva comida.
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    Cambia la comida húmeda por una seca, o viceversa. Imagínate comiendo la misma comida seca, el mismo cereal o la misma sopa día tras día; probablemente te aburrirías de ello. Los perros pueden experimentar un aburrimiento similar con su comida. En ocasiones, cambiar su comida enlatada seca por una húmeda, o viceversa, será de ayuda y hará que tu perro empiece a comer nuevamente.
    • Sin embargo, ten en cuenta que los alimentos enlatados contienen muchas menos calorías que la comida seca. Por el mismo volumen de croquetas secas, la comida húmeda contiene solo un cuarto de la cantidad que estas aportan, así que una pequeña croqueta seca equivale a mucha comida húmeda. Esto se debe a que la comida húmeda está compuesta por un 60 a 80 % de agua; por lo tanto, a pesar de ser más apetitosa, corres el riesgo de llenar el estómago del perro con agua y darle calorías inadecuadas.
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    Alimenta a tu perro con tus recetas caseras aprobadas por el veterinario. Alimentar a tu perro con recetas caseras puede ofrecerle variedad a la dieta de tu perro, lo que hará que esté más interesado en su comida.
    • Aquí te brindamos una receta que pertenece a Founder's Veterinary Clinic, ubicada en Brea, California. Esta receta es para un perro de 10 kg y puedes dividirla en dos para un perro de 5 kg, o puedes duplicar la cantidad para un perro de 20 kg. La comida para perro consiste en 100 gramos de pollo cocido sin piel, 1 taza de arroz integral cocido, 1 taza de arvejas y zanahorias, 1 cucharada de aceite vegetal y 1/4 de cucharadita de sustituto de sal. Cocina todos estos ingredientes y mézclalos.
    • Prueba otras recetas como la de comida para perro con pollo y arroz o una dieta de comida cruda.
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Método 4
Método 4 de 4:
Garantizar la salud básica de tu perro

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    Dale a tu perro suplementos de vitaminas. Las vitaminas B intervienen principalmente en los sistemas enzimáticos que aumentan el apetito de tu perro y en el metabolismo energético de las grasas, las proteínas y los carbohidratos. En resumen, ellas facilitan la conversión de las fuentes de energía como las grasas, las proteínas y los carbohidratos, brindándole a tu mascota la energía que necesita para su crecimiento y su mantenimiento. El exceso de energía provocado por el aumento del apetito y de consumo se convertirá luego en grasas y evitará el catabolismo de los músculos, o su desgaste.
    • En Estados Unidos, las mejores vitaminas de complejo B incluyen Pet-Tabs® y LC-Vit®.[4] Asegúrate de seguir las instrucciones del empaque.
    • En el caso de los cachorros, se recomienda el uso de multivitamínicos líquidos como LC-Vit® (3 ml diarios).
    • Otra opción es llevar a tu perro a un veterinario y hacer que le inyecten vitaminas de complejo B, si no tienes tiempo para darle suplementos de vitaminas a diario. El régimen consiste en una inyección, una vez a la semana por cuatro semanas. Si el apetito del perro no ha mejorado al final de este periodo, es probable que más inyecciones no sean beneficiosas.
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    Desparasita a tu perro con un medicamento desparasitante. Es conveniente desparasitar con frecuencia a tu perro, ya que los parásitos compiten por el alimento en los intestinos de tu perro y causan malas condiciones corporales, succionando silenciosamente los nutrientes de tu perro. De modo irónico, es probable que un perro con una gran cantidad de parásitos tenga una barriga prominente, pero los huesos de las costillas y las caderas pierden la cobertura de grasa y lucen separados.[5]
    • Elige un desparasitador de espectro amplio que cubra a todos los tipos de parásitos. El praziquantel (Canex®) es un buen ejemplo de un desparasitador de amplio espectro.[6]
    • En el caso de los perros de tamaño mediano, puedes usar Canex® en una dosis de 1 tableta por cada 10 kg de peso corporal. En los perros de tamaño grande, puedes usar Canex ® en una dosis de 1 tableta por cada 20 kg de peso corporal. Para los perros más pequeños, puedes darles la mitad de una tableta de Canex® para perros de tamaño mediano.
    • Si es la primera vez que vas a desparasitar a tu perro, puedes hacerlo tres veces con un intervalo de dos semanas. A partir de la primera vez, puedes desparasitarlo cada seis meses o hasta dejando un año.
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    Dale a tu perro suplementos energéticos. Los perros que son activos, que trabajan, dan de lactar, viajan con frecuencia o que están adaptándose a un nuevo hogar suelen adelgazar y perder el apetito. A estos perros se les puede dar suplementos energéticos que contienen carbohidratos y vitaminas fáciles de absorber.
    • Un buen ejemplo de suplemento energético es Nutri-Plus Gel®. Puedes darle a tu perro 1 o 2 cucharaditas por cada 5 kg de su peso corporal o 10 cm (3,9 pulgadas) de gel al día (usando el aplicador de gel plástico o el dosificador suministrado).
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Advertencias

  • Evita alimentar en exceso a tu perro. Lo perros que se vuelven obesos suelen tener más problemas de salud.
  • Si sigues estos pasos y aun así tu perro no aumenta de peso, llévalo de inmediato a un veterinario para que lo revise.
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Referencias

  1. Small Animal Internal Medicine. Nelson & Couto. Editorial: Mosby
  2. Small Animal Internal Medicine. Nelson & Couto. Editorial: Mosby
  3. Small Animal Internal Medicine. Nelson & Couto. Editorial: Mosby
  4. http://www.petsmart.com/dog/vitamins-supplements/cat-36-catid-100060)
  5. Small Animal Internal Medicine. Nelson & Couto. Editorial: Mosby
  6. https://www.zoetis.com.au/products/340/canexreg.aspx

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott, miembro del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios, es una veterinaria con más de 30 años de experiencia en cirugía veterinaria y práctica en animales de compañía. Se graduó de la Universidad de Glasgow en 1987 con un título en Medicina y Cirugía Veterinaria. Ella ha trabajado en la misma clínica de animales en su ciudad natal durante más de 20 años. Este artículo ha sido visto 345 061 veces.
Categorías: Perros
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