Si tuviste la mala suerte de encontrarte con el apósito adhesivo de otra persona en la playa, la piscina o la ducha del gimnasio, sabrás que con frecuencia pierden su adherencia cuando están mojados. En realidad, esa no es su peor propiedad, ya que debes cambiarlos con regularidad para favorecer la curación. Sin embargo, hay algunos momentos en los que te gustaría que se mantuviesen en tu dedo o rodilla cuando están mojados. Afortunadamente, hay varias opciones que valen la pena probar.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Conseguir la mejor adherencia

  1. 1
    Prepara la piel. En primer lugar, si puedes lograr que el apósito adhesivo se pegue mejor a la piel, tendrá más probabilidades de mantenerse en su lugar cuando se moje. Ese procedimiento puede hacer que sea más difícil retirarlo sin dolor, aunque hay métodos aprobados por wikiHow para lidiar con ese problema.
    • Antes de colocar el apósito adhesivo, aplica una cantidad pequeña de tintura de benzoína (la cual está disponible en la mayoría de las farmacias) sobre la piel y deja que se seque hasta que esté ligeramente pegajosa. Con frecuencia, esa técnica se utiliza en entornos médicos para asegurar la adherencia de las almohadillas para monitores cardíacos e implementos similares.[1]
    • El alcohol para frotar puede ser ligeramente menos efectivo, aunque eliminará los aceites de la piel y la preparará para una buena adherencia. No obstante, debido a que el alcohol para frotar también puede disolver los adhesivos de los apósitos, solamente utiliza una cantidad pequeña y deja que la piel se seque posteriormente.
  2. 2
    Incrementa la superposición cuando sea posible. Sin importar lo bien que prepares la piel, un apósito adhesivo siempre se pega mejor a sí mismo en comparación con lo que sucede con la piel. Un apósito mojado tendrá mejores probabilidades de mantenerse en su lugar cada vez que puedas superponer las tiras adhesivas.
    • Sin lugar a dudas, la zona más probable en la que puedes superponer un apósito adhesivo es el dedo. Sin embargo, a pesar de estar adherido a sí mismo, todavía puede desprenderse del dedo fácilmente. Para reducir esta posibilidad, asegúrate de envolverlo ceñidamente, aunque no tanto como para restringir el flujo de sangre. Si la yema del dedo se vuelve morada o comienza a dolerte, estará demasiado ceñida.
    • Otro truco para mantener el apósito en su lugar implica cortarlo en tiras adhesivas en ambos lados de la almohadilla, lo cual creará un diseño cruzado con las cuatro tiras adhesivas que tengas.[2]
  3. 3
    Usa apósitos adhesivos impermeables. No muchas marcas de apósitos adhesivos que prometen ser impermeables en realidad lo son, así que su efectividad en mantener la suciedad del agua y los gérmenes lejos de la herida es cuestionable. Sin embargo, tienden a adherirse un poco mejor que los apósitos comunes.[3]
    • Los apósitos impermeables tienden a tener un adhesivo más fuerte, el cual los mantiene en su lugar por más tiempo cuando están expuestos a la humedad. En realidad, algunas marcas de apósitos tienden a dejar un poco de residuo adhesivo sobre la piel cuando los retiras.
    • Ten en cuenta que la función principal de un apósito es mantener a los gérmenes alejados. Además, los apósitos adhesivos impermeables comunes tienden a no cumplir su función de evitar que los líquidos llenos de gérmenes ingresen a una herida cubierta. Debes reemplazarlos con frecuencia, como lo harías con un apósito adhesivo normal, incluso si se pegan mejor.
  4. 4
    Refuerza el apósito adhesivo. Si en verdad quieres mantenerlo en su lugar y no te preocupa ocultar su existencia, puedes reforzarlo colocándole envolturas adhesivas o no adhesivas.[4]
    • En el caso de un apósito más grande para rodilla, puedes usar una venda enrollable hecha de tela elástica. Envuélvela ceñidamente alrededor del apósito adhesivo (pero no lo hagas tan ajustadamente como para obstaculizar el flujo de la sangre). Luego, mantenla en su lugar con un poco de esparadrapo (o una cinta adhesiva de tela similar).
    • En el caso de las vendas más pequeñas, puedes usar cinta adhesiva de tela por sí sola para sostener el vendaje en su lugar. Eso podría hacer que retirarlas sea incómodo. Sin embargo, recuerda los consejos para quitar apósitos de una forma menos dolorosa.
    • No obstante, recuerda no usar este refuerzo como una excusa para no cambiar el apósito con frecuencia, especialmente cuando esté muy mojado.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 2:
Cuidar la herida de manera apropiada

  1. 1
    Mantén la herida húmeda pero el apósito seco. Algunas personas creen que es mejor dejar que un corte pequeño o un rasguño se sequen y formen costra, aunque se ha probado que eso es falso. Una herida húmeda y protegida se cura mejor, así que el trabajo del apósito es evitar que se seque y que la humedad externa (que puede transportar gérmenes) ingrese.[5]
    • Si tienes un corte menor o un rasguño, simplemente limpia el área con agua y jabón. Luego, sécala con un paño limpio, aplícale un apósito que cubra toda la herida (con un poco de espacio de adicional) y encaje ceñidamente sobre ella.
    • La efectividad del apósito para crear un sello contra los gérmenes se reduce sustancialmente cuando se moja, ya que la humedad puede filtrarse a través o debajo de él. Procura mantenerlo seco cuando sea posible.
  2. 2
    Reemplaza el apósito regularmente. Incluso si la idea de retirarlo del antebrazo (junto con un mechón de vello del brazo) te da miedo, debes cambiarlo al menos una vez al día. Simplemente porque un apósito continúe pegado en su lugar después de veinticuatro horas no significa que sea sensato dejar que siga pegado por más tiempo.[6]
    • Reemplaza el apósito tan pronto como sea práctico, cada vez que se ensucie o se empape. La mayoría de los consejos para mantener un apósito adhesivo mojado en su lugar, solamente deben usarse como medidas temporales hasta que tengas la oportunidad de cambiarlo.
    • Reemplazarlos con frecuencia no solamente reduce la infiltración de gérmenes, sino que te permite monitorear el proceso de curación. De ese modo, no lo mantendrás puesto más tiempo de lo necesario.
  3. 3
    Cubre los apósitos adhesivos. Cuando sea práctico hacerlo, la mejor forma de mantener un apósito (y la herida subyacente) seco es colocar una barrera entre él y la humedad externa. Si vas a estar afuera en condiciones de lluvia, incluso las prendas de vestir, como los pantalones largos o los sombreros de ala ancha, pueden ser útiles.
    • Por ejemplo, en caso de que tengas una herida en la mano, puedes ponerte un guante desechable mientras prepares la comida.[7] También puedes hacerlo mientras tomes una ducha, o incluso recurrir a una bolsa de plástico ceñida a tu muñeca.
    • Puedes usar la bolsa de plástico en la ducha en caso de que tengas un apósito en el pie o la parte baja de la pierna. No mantendrá toda el agua afuera, aunque desviará la mayor parte de ella.
  4. 4
    Explora otras opciones de apósitos disponibles. Si no puedes evitar que la zona con el apósito se moje y que las vendas comunes o impermeables permanezcan en su lugar, hay otras opciones que puedes considerar. Usarlas puede ahorrarte un poco de tiempo adicional entre cambios de apósitos.
    • Los apósitos hidrocoloides crean un sello hermético alrededor de la herida, el cual mantiene alejados a más gérmenes y tienden a mantenerse en su lugar más tiempo. Se utilizan con frecuencia en entornos hospitalarios para mantener las vías intravenosas en su lugar y para cuidado postoperatorio. No obstante, también puedes comprarlos para uso doméstico.[8]
    • Los apósitos líquidos (como el cianocrilato) funcionan casi como si colocaras un pegamento impermeable sobre la herida. Probablemente este tratamiento no sea práctico para todas las heridas, aunque permanecerá en su lugar y funcionará bien en la mayoría de cortes y rasguños menores.[9]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, autores voluntarios han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo.
Anuncio