Los niños son curiosos por naturaleza y están en proceso de aprender los límites. Si sorprendes a tu hijo dibujando en las paredes, recuerda no reaccionar con enojo. En vez de eso, usa un lenguaje sencillo para detenerlo y llevarlo a un espacio adecuado de dibujo. Recuérdale que te encanta que dibuje siempre y cuando no lo haga en las paredes.

Método 1
Método 1 de 2:
Responder a los dibujos en las paredes

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    Usa un lenguaje sencillo para hacer que deje de dibujar en las paredes. Tan pronto como veas que el niño escriba o dibuje en la pared, dile serenamente que se detenga. En vez de aleccionarlo sobre por qué no debe escribir en las paredes, usa oraciones cortas para hacer que se detenga.[1]
    • Por ejemplo, di algo como "Suelta el crayón, por favor. Las paredes no son para dibujar".
    • En el caso de niños más grandes, es mejor usar un menor número de palabras. Por ejemplo, "¡Los crayones son para el papel!".
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    Pídele al niño que te ayude a limpiar la pared. Hazle saber al niño que no está en problemas por hacer garabatos, pero que no debe hacerlos en la pared y que ahora la pared necesita limpieza. No uses la limpieza como castigo, de lo contrario, puede asociar el dibujo con el castigo.[2]
    • Por ejemplo, di algo como "Esta pared está manchada con crayones ahora. Por favor, ayúdame a limpiarla. Luego podemos ir a dibujar en papeles en la mesa".
    • Agradécele al niño cuando te ayude a limpiar sus garabatos. De este modo, reforzarás la idea de que prefieres las paredes limpias y harás que sus acciones parezcan valoradas.
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    Lleva al niño a un espacio de dibujo apropiado. Es importante que le digas que dibujar y hacer garabatos es algo bueno siempre que lo haga en el lugar adecuado. Una vez que le hayas dicho al niño que deje de hacer garabatos en las paredes, muéstrale en dónde puede hacerlos.[3]
    • Puedes decir algo como "Vamos al caballete para que pueda verte dibujar".
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    Evita reaccionar con enojo cuando el niño haga garabatos. Si ves que ha hecho dibujos en las paredes, nunca lo golpees ni le grites. Reaccionar con enojo puede dañar la relación y hacer que sea más probable que el niño continúe dibujando en las paredes para provocar una reacción.[4]
    • Está bien que le digas al niño que te da pena que haya dibujado en las paredes. Tu tristeza puede transmitirle el mensaje de que debe ser más considerado.

Método 2
Método 2 de 2:
Estimular un dibujo adecuado

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    Mantén los materiales artísticos problemáticos fuera de alcance cuando no se usen. Al enseñarle al niño a no dibujar en las paredes, asegúrate de que no tenga acceso a los materiales artísticos sin supervisión. Ponlos en un anaquel alto, en una gaveta con un candado o en el armario de una habitación cerrada.[5]
    • Compra materiales artísticos lavables como crayones, marcadores y pinturas no tóxicas. Los materiales lavables serán más fáciles de limpiar de las paredes si tu hijo comete un error.
    • No dejes que el niño use plumas y marcadores indelebles para escribir o dibujar.
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    Quédate con el niño mientras dibuje. Puede tomar algo de tiempo para que aprenda que las paredes no son para dibujar. Mientras tanto, siempre supervísalo mientras dibuje, pinte o coloree. Corrígelo con delicadeza si se aleja de su espacio de dibujo.[6]
    • Por ejemplo, si se levanta y se acerca a la pared con un marcador en la mano, di algo como "Debes volver al papel. Los marcadores no son para las paredes". Luego, agradécele o felicítalo cuando empiece a usar el papel.
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    Instala un caballete o coloca un bloc de papel grande sobre una pizarra. Algunos niños prefieren escribir en las paredes porque es más fácil estar de pie para dibujar que estar sentado. Para que puedan dibujar más fácilmente, coloca un caballete o una pizarra resistente contra la pared. Coloca un bloc de papel grande en el caballete o en la pizarra.[7]
    • Si usas la pizarra, asegúrate de que no se caiga ni se deslice en dirección al niño.
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    Ofrécele pizarras blancas con marcadores que se puedan borrar. Si al niño le encanta llevar marcadores a las paredes, dale una pizarra grande en la que pueda dibujar. Coloca marcadores de borrado en seco que no sean tóxicos y enséñale a borrar sus dibujos una vez que haya terminado de hacerlos.[8]
    • Recuerda mantener los marcadores fuera del alcance del niño cuando haya terminado de dibujar en la pizarra blanca.
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    Muéstrale al niño otros lugares aceptables para dibujar. Es posible que el niño escriba en las paredes porque le parezcan un lugar divertido o inusual para crear. Lleva al curioso dibujante afuera y permítele usar tiza o pintura para aceras en la acera o en el patio. Si es invierno, dale agua de colores para que pinte la nieve. Durante la hora de juego, dale papeles de distintos colores y texturas para que experimente.[9]
    • Si deseas un espacio interno divertido, compra crayones o pinturas para el baño y deja que el niño dibuje en la bañera durante la hora del baño.
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    Felicita al niño cuando use un espacio designado para dibujar. Los niños responden bien al estímulo positivo, así que es importante que recompenses una buena conducta cada vez que la veas. Al niño le gustará saber que valoras sus dibujos y que te interesan.[10]
    • Por ejemplo, obsérvalo colorear durante uno o dos minutos en un caballete o un bloc de notas. Luego di algo como "¡Me encanta verte escribir en ese papel tan bonito!".

Consejos

  • Sé constante y paciente con el niño. Puede ser difícil para él comprender la diferencia entre dibujar en una y otra superficie.
  • Considera la posibilidad de conservar las obras de arte del niño para su álbum de bebé o para usarlas como papel de regalo para los abuelos.

Acerca de este wikiHow

Catherine Palomino, MS
Coescrito por:
Director de guardería infantil
Este artículo fue coescrito por Catherine Palomino, MS. Catherine Valadez Lopez es la directora de una guardería infantil en Nueva York. Recibió su maestría en educación primaria en el Colegio Profesional CUNY de Brooklyn en 2010.
Categorías: Vida familiar