¿Alguna vez has querido un color en particular de sombras en crema pero no has podido encontrarlo por nada? Por suerte, es posible elaborar tus propias sombras en crema con unas sombras comunes antiguas y unos cuantos ingredientes más. Asimismo, puedes reemplazar las primeras con pigmentos cosméticos en polvo. Este artículo te mostrará algunos métodos para elaborar tus propias sombras de ojos en crema.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar una loción

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    Encuentra un frasco pequeño con una tapa que se ajuste bien. Este debe tener el tamaño suficiente para contener entre ½ y 1 cucharadita de líquido. No te conviene que sea tan grande que las sombras queden como un bulto en el fondo. Si el frasco es demasiado grande, tus sombras en crema podrían secarse. Algunas opciones para tener en cuenta son:
    • estuches limpios para lentes de contacto;
    • frascos pequeños de pintura hechos de plástico (que se encuentran en tiendas de manualidades y de arte);
    • frascos para maquillaje (que se encuentran en Internet o en tiendas de productos de belleza).
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    Asegúrate de que todos tus instrumentos y frascos estén limpios. Lávalos con detergente y agua, y después sécalos con papel toalla. Si tus implementos no están limpios, las sombras de ojos podrían contaminarse. Cuando esto sucede, podrían provocarte infecciones graves.
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    Raspa las sombras de ojos y viértelas en un frasco con la ayuda de una cuchara. Trata de sacar aproximadamente ¼ de cucharadita de este producto. Puedes utilizar un solo color o mezclar dos o más para crear un tono personalizado.
    • También puedes utilizar pigmentos cosméticos en polvo que encontrarás en Internet o en tiendas de productos de belleza.
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    Tritura las sombras hasta convertirlas en un polvo fino. Utiliza un mondadientes o la base de una cuchara para realizar esta tarea. Cerciórate de que el polvo sea muy fino y de que no haya pedazos o acumulaciones. Si los dejas en la mezcla, las sombras saldrán granuladas.
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    Agrega ¼ de cucharadita aproximadamente de una loción sin aroma y de color blanco. Asegúrate de que esta sea apta para utilizarla alrededor de los ojos. Si no estás segura de que lo sea, compara la etiqueta donde están los ingredientes con la de una crema de ojos. Si ves algún ingrediente en la primera que no esté incluido en la segunda, no la utilices.[1]
    • También puedes utilizar vaselina o bálsamo labial.[2]
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    Revuelve los dos ingredientes con un mondadientes. No debe quedar ninguna acumulación o pedazo y el color debe ser uniforme, sin rayas.
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    Modifica la consistencia, si fuera necesario. Si las sombras están muy secas, agrégales un poco más de loción. Del mismo modo, si están muy cremosas, añádeles un poco más de sombras.
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Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar manteca de karité

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    Asegúrate de que todos tus instrumentos y frascos estén limpios. Si no es así, tus sombras de ojos podrían contaminarse, lo que provocará irritaciones e infecciones. Lava todos tus implementos con detergente y agua; después, sécalos con papel toalla.
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    Agrega 8 perlas de cera de abeja y 1 cucharadita de manteca de karité en una taza medidora de vidrio. Esta mezcla creará la base de tus sombras de ojos. El recipiente debe ser de vidrio, pues lo pondrás más adelante en el microondas. Después, el pico te ayudará a verter el líquido en un frasco.
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    Calienta la cera de abejas y la manteca de karité en el microondas hasta que se hayan derretido por completo. Después de cada 10 segundos, saca la taza medidora del microondas y revuelve los ingredientes, lo que contribuirá a que se derritan de manera más uniforme. Pon la taza de vuelta en el microondas y caliéntala 10 segundos más. Te tomará entre 1 y 1 ½ minutos para que ambos ingredientes se derritan por completo.
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    Incorpora 1 cucharadita de glicerina y ¼ de cucharadita de aceite de vitamina E. También puedes utilizar 24 gotas de aceite de jojoba y 12 de aceite de vitamina E [3] en lugar del ¼ de cucharadita de este último.
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    Tritura entre 2 y 2¼ cucharaditas de sombras de ojos. Raspa y vierte en un plato la cantidad necesaria para llenar entre 2 y 2¼ cucharaditas. Tritura las sombras hasta convertirlas en un polvo fino con la ayuda de un mondadientes o el extremo de una cuchara. Cerciórate de que no queden acumulaciones ni pedazos o tus sombras terminarán grumosas y granuladas. Puedes utilizar un solo color o combinar varios para crear un tono personalizado.
    • A algunas personas les parece que las sombras se oscurecen al asentarse. Por lo tanto, piensa en utilizar un tono más claro del que quieras.
    • Si no puedes encontrar ningún color de sombras que te guste, reemplázalas con 2 a 2¼ cucharaditas de pigmentos cosméticos en polvo.[4] Puedes comprar este producto en Internet o en una tienda de productos de belleza.
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    Agrega las sombras en la mezcla de base y revuélvelas hasta que se hayan combinado de manera uniforme. No deben quedar bultos, pedazos o acumulaciones; la consistencia debe ser uniforme. Asimismo, asegúrate de que el color quede parejo, no deben quedar rayas ni ondas.
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    Vierte las sombras en un frasco pequeño con una tapa que se ajuste bien. Este debe tener el tamaño necesario para que las sombras lo llenen por completo (unos 5 g). Estas no deben quedar en el fondo del frasco formando un bulto. De ser necesario, utiliza una cuchara para pasar las sombras al frasco.
    • Los estuches para lentes de contacto y los frasquitos para pintura son buenas opciones de recipientes.
    • También puedes comprar frascos para maquillaje por Internet y en tiendas de productos de belleza.
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    Deja que las sombras se asienten. Al principio el producto tendrá una consistencia mayormente líquida debido a la cera de abejas y la manteca de karité derretidas. Tomará aproximadamente un día para que los ingredientes se endurezcan y adquieran una consistencia cremosa.
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Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar alcohol isopropílico

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    Asegúrate de que todos tus instrumentos y frascos estén limpios. Lávalos todos con detergente y agua. Después, sécalos con papel toalla. Si tus herramientas están sucias, las sombras de ojos se contaminarán, lo que podría provocarte infecciones graves.
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    Escoge un frasco pequeño para tus sombras. Puedes utilizar cualquier envase, siempre y cuando sea suficientemente pequeño y tenga una tapa que se ajuste bien. Este debe ser capaz de contener entre ½ y 1 cucharadita de líquido. El frasco no debe ser tan grande que las sombras queden en el fondo formando un pequeño bulto.
    • Los estuches para lentes de contacto sirven como unos recipientes para sombras excelentes.
    • También puedes utilizar frasquitos hechos para guardar pinturas, que podrás conseguir en tiendas de artículos de arte.
    • Asimismo, puedes comprar envases de maquillaje por Internet y en tiendas de productos de belleza.
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    Raspa un poco de sombras y ponlas en el frasco. Necesitarás la cantidad suficiente para llenar ¼ de cucharadita. Puedes utilizar un solo color o varios para crear tu propio tono. Si no puedes encontrar unas sombras del color que quieras, utiliza pigmentos cosméticos en polvo que podrás conseguir en Internet o en tiendas de productos de belleza.
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    Tritura las sombras hasta convertirlas en un polvo fino. Asegúrate de que no haya acumulaciones o pedazos; de lo contrario, tus sombras se verán apelmazadas al final.
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    Incorpora un poco de alcohol isopropílico. Agrega la cantidad suficiente para que las sombras queden suspendidas en él. De ser posible, utiliza un alcohol isopropílico al 91 %.[5]
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    Incorpora el aceite de vitamina E. Sigue agregándolo y revolviéndolo hasta obtener una buena textura cremosa. También puedes utilizar aceite de argán, jojoba o almendras dulces en su lugar.[6]
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    Revuelve la mezcla hasta que empiece a separarse. Se verá grumosa, debido a que el exceso de alcohol isopropílico subirá a la superficie.
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    Deja que la mezcla se asiente por unos minutos. Así le darás suficiente tiempo al alcohol isopropílico para flotar en la superficie. El resto habrá unido el aceite y las sombras.
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    Utiliza un pañuelo de papel tisú para absorber el exceso de alcohol. Dóblalo para formar un cuadrado y sumerge la esquina en la mezcla. Una vez que haya absorbido un poco de alcohol, gira el cuadrado y sumerge la otra punta. Sigue haciéndolo hasta que haya desaparecido todo el exceso de alcohol. De ser necesario, utiliza un nuevo papel tisú cuando el que estés usando se ensucie mucho.
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    Deja las sombras descubiertas durante tres a cuatro horas para que puedan secar. Es posible que cuando se asienten se vean granuladas, pero se esparcirán de manera uniforme. Una vez que esto suceda, puedes tapar nuevamente el frasco.
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Consejos

  • Si vas a utilizar bálsamo labial o vaselina, puedes derretirlos en una olla para baño María antes de agregarles las sombras, pues así será más fácil mezclar los ingredientes.
  • Puedes comprar sombras de ojos baratas en una farmacia o utilizar alguna que se haya roto o partido.
  • Puedes comprar frascos pequeños para maquillaje por Internet o en tiendas de productos de belleza.
  • Las tiendas de insumos de arte venden frasquitos de plástico hechos para guardar pintura que sobra. Su tamaño no supera el de tu dedo pulgar y son ideales para las sombras en crema.
  • Puedes comprar perlas de cera de abeja por Internet o en tiendas de arte.
  • Puedes encontrar glicerina en Internet o en tiendas de arte.
  • Si no puedes encontrar un color de sombras de ojos que te guste, utiliza pigmentos cosméticos en polvo, que vienen en colores mate y metálicos (los metálicos a menudo se conocen como “mica” o “polvo de mica”). Podrás conseguirlos en Internet o en tiendas de productos de belleza.
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Advertencias

  • Considera realizar una prueba en tu piel antes de utilizar las sombras de ojos. Coloca un poco del producto en la parte interior de tu codo y espera varias horas. Si no presentas ninguna reacción o irritación, no habrá problemas en que utilices las sombras.
  • Las sombras en crema suelen agrietarse después de un tiempo, en especial en los días calurosos. Para que se vean frescas por más tiempo, puedes espolvorearles encima un poco de polvo fijador traslúcido.
  • Ten cuidado al utilizar loción, bálsamo labial y vaselina como base de tus sombras, pues estos productos generalmente no están hechos para aplicarse en los ojos y podrían provocarte irritación. Si tienes los ojos sensibles, sería mejor que utilices otra base.
  • Todos tus frascos y tus instrumentos deben estar limpios. Lávalos antes de utilizarlos, aun si parecen limpios. Incluso los frascos sellados que compras en las tiendas tendrán que lavarse, pues así evitarás la contaminación.
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Cosas que necesitarás

Con una loción[7]

  • una loción sin aroma y de color blanco, apta para los ojos
  • sombras de ojos
  • un frasco pequeño con tapa
  • un mondadientes

Con manteca de karité[8]

  • 8 perlas de cera de abeja
  • 1 cucharadita de manteca de karité
  • ¼ de cucharadita de aceite de vitamina E
  • 1 cucharadita de glicerina
  • 2 a 2¼ cucharaditas de sombras de ojos
  • cucharas medidoras
  • una cuchara para mezclar
  • una taza medidora de vidrio
  • pipetas de transferencia de plástico de 3 ml, graduadas
  • un frasco pequeño con tapa
  • un microondas

Con alcohol isopropílico[9]

  • alcohol isopropílico
  • aceite de vitamina E
  • sombras de ojos
  • un frasco pequeño con tapa
  • mondadientes

Acerca de este wikiHow

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