Un exfoliante con sal es excelente para exfoliar y humectar la piel. Puedes preparar el tuyo en casa con algunos ingredientes sencillos, y puedes usar recetas o experimentar con tus propias creaciones. Puedes agregarles colorantes y aromas a los exfoliantes con sal caseros, así les darás colores interesantes y aromas relajantes o revitalizantes. Una vez que hayas perfeccionado tu receta, podrás colocar tu exfoliante con sal en frascos adornados para crear obsequios adorables.

Ingredientes

Exfoliante con sal básico

  • 1 taza (300 g) de sal
  • ½ taza (120 ml) de aceite
  • de 5 a 15 gotas de aceites esenciales (opcional)

Exfoliante con sal y cítricos

  • ½ taza (120 g) de sal marina fina
  • ½ taza (120 ml) de aceite
  • 1 cucharadita (2 g) de cáscara de frutas cítricas

Exfoliante con sal y coco

  • 2 tazas (400 g) de aceite de coco
  • 1 taza (240 g) de sales de Epsom
  • de 8 a 10 gotas de aceites esenciales

Exfoliante con sal para la grasa

  • ½ taza (150 g) de sal kosher
  • ¾ de taza (180 ml) de aceite de semillas de uva
  • 3 cucharadas (45 ml) de jabón de castilla líquido
  • 12 gotas de aceites esenciales

Exfoliante con sal y café

  • 2 tazas (480 g) de sal marina fina
  • ½ taza (30 g) de café instantáneo
  • ½ taza (100 g) de aceite de coco

Exfoliante con sal y menta

  • 1 taza (240 g) de sales de Epsom
  • 1 taza (190 g) de sal marina de grano grueso
  • ⅓ de taza (80 ml) de aceite de semillas de uva
  • 6 gotas de aceite esencial de menta
  • 4 gotas de colorante alimenticio de color rojo

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar un exfoliante con sal básico

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    Escoge la sal. La sal usada para crear un exfoliante eliminará la piel muerta y dejará la piel suave y lisa. Existen diversos tipos de sal que puedes usar, incluida la de mesa, la marina, la del Himalaya, la del mar Muerto, la kosher y la de Epsom.
    • La sal marina y la de Epsom son algunas de las que se usan mayormente en estos exfoliantes. El tipo de sal que uses no será tan importante como el tamaño de su grano. Para preparar este tipo de exfoliante, escoge una sal finamente molida en lugar de una de grano grueso, ya que exfoliará con más eficacia.
    • También puedes combinar diferentes tipos de sales en un solo exfoliante.
    • Asimismo, puedes reemplazar parte de la sal de la receta o su totalidad con azúcar blanca o rubia, café, avena o cáscara de nuez molida.[1]
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    Escoge un aceite base. Esta base permitirá que los ingredientes del exfoliante se combinen adecuadamente y también te humectará la piel. Puedes usar aceites especiales o uno que tengas en la alacena. Para no resbalarte en la ducha, escoge un aceite poco espeso o de consistencia media que pueda eliminarse con facilidad. Puedes usar alguno de los siguientes:[2]
    • El aceite de semillas de uva y el de jojoba son líquidos poco espesos y tienen aromas muy suaves.
    • El aceite de almendra dulce tiene una consistencia media y un aroma leve.
    • El aceite vegetal, el de oliva y el de canola tienen una consistencia media y poco aroma.
    • El aceite de coco tiene una consistencia media y un aroma dulce muy fuerte.
    • El aceite de maní, el de nuez de nogal y el de avellana son poco espesos o tienen una consistencia media, y poseen un aroma a nuez.
    • El aceite de castor es espeso y difícil de eliminar.
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    Personaliza el exfoliante con fragancias. Un exfoliante con sal solo requiere sal y un aceite; no obstante, puedes agregarle fragancias y aceites esenciales si deseas cambiar su aroma. Puedes escoger fragancias que te gusten, que sean adecuadas para diferentes estaciones o que sean específicas para una determinada festividad. Cerciórate de que sean adecuadas para la piel.
    • Los aceites cítricos como los de limón, naranja y toronja son frescos y energizantes, y son excelentes para elaborar exfoliantes con temáticas de primavera y verano.
    • Los aceites de flores (como la flor de cananga, las rosas y los geranios) son dulces y veraniegos.
    • Los aceites de menta y canela son revitalizantes y también son excelentes para preparar exfoliantes de Navidad e invierno.
    • La lavanda, la vainilla, la manzanilla y el incienso pueden brindar fragancias muy relajantes.[3]
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    Mezcla los ingredientes. Guarda tu exfoliante en un frasco de vidrio con tapa hermética. Vierte la sal en el recipiente y luego agrega el aceite base. Por último, agrega algunas gotas de aceites esenciales o fragancias hasta lograr el aroma y la intensidad que desees. Bate bien la mezcla antes de usarla.[4]
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    Guarda las sobras del exfoliante con sal. Coloca la tapa hermética cuando termines de usar el exfoliante. Guárdalo en un lugar seco y fresco, como la despensa del baño. La sal es un conservante; por ello, el exfoliante podría durar 1 o 2 años sin echarse a perder.[5]
    • El azúcar también es un conservante, pero un exfoliante hecho con azúcar solo durará unos meses.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar recetas de exfoliantes con sal

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    Usa un exfoliante con cáscara de frutas cítricas. Los exfoliantes cítricos son geniales para la mañana, ya que son frescos y revitalizantes. Estos también son buenos para después de ejercitarte o tomar una siesta. Prepara un exfoliante con frutas cítricas mezclando los siguientes ingredientes en un frasco de vidrio:[6]
    • sal marina fina;
    • aceite de almendra dulce o jojoba;
    • la cáscara de una naranja, un limón, una lima o una toronja; o las cáscaras de estas frutas combinadas.
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    Prepara un exfoliante placentero con sal y aceite de coco. El aceite de coco refresca y humecta la piel, por lo que es un aceite nutritivo que puedes agregarles a los exfoliantes con sal. Combina aceite de coco, sales de Epsom y de 8 a 10 gotas de aceites esenciales en un frasco de vidrio; y bate hasta lograr una consistencia uniforme.[7] Estas son los aceites esenciales adecuados para este exfoliante:
    • aceite de vainilla
    • aceite de pachulí
    • aceite de naranja
    • aceite de rosa
    • aceite de geranio
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    Prepara un exfoliante con sal para la grasa. Este exfoliante es genial para lavarte las manos luego de cocinar, arreglar el patio o realizar algún mantenimiento en el garaje. El jabón de castilla líquido incluido en la receta hará que no necesites usar otro jabón, y la sal eliminará la suciedad.[8]
    • Mezcla la sal, el aceite de semillas de uva y el jabón en un frasco de vidrio. Agrega 12 gotas de aceites esenciales. Bate para combinar los ingredientes y guarda el exfoliante en los lavabos de la cocina, el baño, la lavandería y el cuarto de servicio.
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    Despierta con un exfoliante con sal y café. Este exfoliante es otra manera genial de iniciar tu mañana, y puede ser una alternativa a los exfoliantes cítricos que las personas suelen usar. Prepáralo de la siguiente manera:[9]
    • Mezcla la sal y el café.
    • Agrega aceite de coco a temperatura ambiente (este será suave y fácil de batir).
    • Bate para mezclar los ingredientes.
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    Crea un exfoliante de menta navideño con bastones de caramelo. Este colorido exfoliante con sal es un obsequio genial para Navidad. Para prepararlo, combina las sales, el aceite y 6 gotas de aceite de menta en un tazón para mezclar. Bate pata mezclar los ingredientes y luego divide la mezcla vertiendo la mitad en otro tazón.[10]
    • Pinta un lote con el colorante alimenticio de color rojo. Bate para distribuir el color de forma uniforme en toda la mezcla.
    • Toma una cuchara y aplica una capa de exfoliante rojo en el fondo de un frasco de vidrio. Presiona esta capa. Aplica una capa de color blanco sobre la de color rojo. Sigue alternando los colores de esta forma hasta que el frasco esté lleno o te quedes sin exfoliante.
    • Puedes usar otros colorantes para teñir los exfoliantes con sal, como los tintes líquidos de uso autorizado que estén hechos con agua (para los colores vibrantes) o la mica en polvo perlado (para los colores brillantes y pálidos).[11]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Usar exfoliantes con sal

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    Humedécete la piel. Toma un baño o una ducha. Báñate por unos minutos para hacer que tu piel se humedezca. Esto te permitirá extender el exfoliante por toda tu piel con más facilidad.
    • Para exfoliarte solo los pies o las manos, llena una cubeta o un tazón con agua y remójatelos por unos minutos.
    • También puedes aplicarte un exfoliante con sal en el rostro, pero ten mucho cuidado y no te lo apliques en los ojos. Llena un lavabo con un poco de agua y humedécete el rostro con las manos o un paño.
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    Frótate la piel con el exfoliante con sal. Abre el frasco del exfoliante y bate la mezcla con una cuchara. Toma una cucharada (15 g) de exfoliante con sal y aplícatelo en la palma de la mano. Frota con cuidado el exfoliante en las áreas resecas o ásperas de la piel, como las manos, los pies y los codos.[12] Frota en movimientos circulares por 1 o 2 minutos para exfoliar y eliminar la piel muerta.
    • Si vas a aplicarte un exfoliante con sal en el rostro, ten mucho cuidado cuando te frotes la piel. Evita que el exfoliante te entre a los ojos.
    • Es importante que uses una cuchara para extraer el exfoliante; de lo contrario, las bacterias, el jabón y el agua de tus manos podrían contaminar la mezcla.
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    Enjuaga el exfoliante. Enjuaga el exfoliante con agua corriente luego de frotarlo en tu piel con cuidado. Si te estás bañando, sumerge el área exfoliada debajo del agua y enjuaga la sal.
    • En el caso de los tipos normales de piel, no se deberá usar un exfoliante con sal ni exfoliarse más de 2 veces a la semana.[13] Si te exfolias en exceso, esto puede provocar resequedad, enrojecimiento, comezón y sensibilidad en la piel.
    • En el caso de la piel grasosa, usa un exfoliante con sal 2 o 3 veces a la semana.
    • En el caso de la piel reseca, solo usa el exfoliante con sal una vez a la semana o según lo necesites para eliminar la resequedad en la piel.
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Consejos

  • En lugar de una cuchara, puedes usar una concha marina como un implemento lindo y creativo con el cual extraer el exfoliante.
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Advertencias

  • No apliques un exfoliante con sal en cortes o raspaduras, ya que la sal causará escozor.
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Acerca de este wikiHow

Diana Yerkes
Coescrito por:
Profesional en cuidado de la piel
Este artículo fue coescrito por Diana Yerkes. Diana Yerkes es la esteticista principal en Rescue Spa en la ciudad de Nueva York, Nueva York. Diana es miembro de Associated Skin Care Professionals (ASCP) y tiene certificaciones de los programas Wellness for Cancer y Look Good Feel Better. Recibió su educación en estética en el Aveda Institute y el International Dermal Institute. Este artículo ha sido visto 105 549 veces.
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