Un facial con bicarbonato de sodio es un método económico, natural y efectivo para nutrir, proteger y sanar la piel. Puedes crear simples faciales con bicarbonato de sodio y agua, o puedes combinar el bicarbonato de sodio con limpiadores faciales y otros ingredientes naturales. Lee los siguientes consejos para aprender a hacerte una limpieza facial con bicarbonato de sodio.

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer y usar un facial básico

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    Empieza con una cara limpia. Antes de usar el bicarbonato de sodio como facial, asegúratede que tu cara esté limpia y libre de aceites o suciedad. Limpia tu cara usando agua tibia y el limpiador facial que usas.
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    Prepara una pasta con bicarbonato de sodio y agua. Necesitas 3 cucharaditas de bicarbonato de sodio y una cucharadita de agua. Mezcla ambos ingredientes hasta obtener una pasta. El bicarbonato de sodio es un gran exfoliante; también tiene propiedades antisépticas y combate los hongos, lo que lo hace perfecto para combatir las espinillas y los puntos negros.[1] [2]
    • Asegúrate de usar bicarbonato de sodio y no polvo para hornear o detergente.
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    Aplica la mezcla en tu cara usando tus dedos. También puedes sumergir la esquina de una toalla húmeda en la mezcla y usarla para aplica la pasta en tu piel. Evita las áreas sensibles alrededor de tus ojos y boca, pero enfócate en las áreas donde aparecen los puntos negros, como la nariz. Masajea tu cara durante unos 5 minutos, solo ten cuidado de no frotar tu cara con fuerza.
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    Enjuágate la cara con agua tibia. Asegúrate de quitarte toda la mascarilla. A veces, pequeñas partículas de bicarbonato de sodio pueden quedar atrapadas entre tus cejas.
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    Seca tu cara. Usa una toalla suave y limpia, y gentilmente seca tu cara con ella. No te frotes la cara.
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    Termina aplicando un humectante y un tónico. El humectante ayudará a que tu piel luzca y se sienta suave mientras que el tónico ayudará a restaurar el balance de pH de tu piel así como a cerrar los poros.
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    Considera la posibilidad de convertir este facial en parte de tu rutina del cuidado de tu piel. Tu piel se puede beneficiar de esta gentil exfoliación de vez en cuando, solo evita usar esta mascarilla todos los días. En cambio, limítate a usar esta mascarilla no más de tres veces por semana.[3]
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer y usar un exfoliante facial

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    Empieza con una cara limpia. Lava tu cara usando agua tibia y tu limpiador facial favorito. Enjuaga tu cara y seca gentilmente tu cara usando una toalla suave y limpia.
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    Prepara una taza de té de manzanilla. Coloca una bolsita de té de manzanilla en una taza y llénala con ¼ de taza (56 mililitros) de agua hirviendo. Para sacarle provecho al té, cubre la taza con un plato pequeño y déjalo reposar de 5 a 10 minutos.[4] Necesitas un té de manzanilla concentrado para esta receta. Deja que el té se enfríe antes de añadir el resto de los ingredientes.
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    Muele un poco de avena en una licuadora. Mide un poco de avena y muélela varias veces en la licuadora hasta que quede finamente molida. Necesitas ½ taza (40 gramos) de avena molida. La avena actuará como limpiador y humectante, mientras que al mismo tiempo exfolia ligeramente la piel.[5]
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    Crea una pasta usando la avena molida, un poco de miel y el bicarbonato de sodio. Necesitas ½ taza de avena molida, 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y 1 cucharada de miel pura. Mezcla todos los ingredientes en un tazón hasta obtener una pasta.
    • Para que la mascarilla sirva como exfoliante, añade 2 cucharadas de azúcar blanca.
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    Añade el té de manzanilla. La mezcla que acabas de preparar estará un poco seca para usar como mascarilla, así que necesitas humectarla un poco añadiendo un poco de té de manzanilla. Empieza añadiendo 2 cucharadas y mezclándola con una cuchara. Si la mezcla todavía está muy seca, añade un poco más. Continúa haciéndolo hasta obtener la consistencia deseada. La pasta debe estar lo suficientemente suave para que la puedas aplicar fácilmente en tu cara, pero no demasiado líquida como para que escurra.
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    Prepara tu cara para la mascarilla. Humedece un poco tu cara con agua tibia. Recoge tu cabello y aléjalo de tu cara y coloca una toalla al frente de tu blusa para no mancharte. También puedes usar esta mascarilla en la ducha, para que sea más fácil de limpiar.
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    Gentilmente aplica la pasta en tu piel. Aplica la mascarilla en tu cara usando tus dedos o una toalla húmeda. Asegúrate de evitar las áreas sensibles alrededor de tus ojos y boca. Deja la mascarilla en tu cara unos 5 minutos.
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    Enjuaga tu cara. Salpica tu cara con agua tibia para quitar gentilmente la mascarilla. Si todavía hay residuos de miel en tu piel, puedes limpiarte la cara con tu limpiador facial favorito.
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    Considera usar después un humectante y un tónico. El humectante ayudará a que tu piel luzca y se sienta suave mientras que el tónico ayudará a acondicionar tu piel y a cerrar los poros.
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Método 3
Método 3 de 3:
Hacer y usar un facial a base de miel

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    Empieza lavándote la cara. Antes de usar este facial, tu cara necesita estar limpia y libre de aceites o suciedad. Lava tu cara con agua tibia y un limpiador facial. Enjuágate la cara con agua tibia y date ligeros golpes con una toalla para secarte.
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    Humedece una toalla. Sumerge una toalla en agua tibia y exprímela para que no esté empapada. Necesitas que la toalla esté húmeda pero no que esté escurriendo.
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    Vierte un poco de miel en una esquina de la toalla. Necesitas ½ cucharadita de miel pura. La miel no solo va a deshacerse de cualquier espinilla que tengas y de las bacterias que causan los puntos negros, sino que también ayudará a humectar tu piel.
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    Añade un poco de bicarbonato de sodio. Necesitas ½ cucharadita de bicarbonato de sodio. El bicarbonato de sodio actuará como un ligero abrasivo y ayudará a exfoliar tu piel.
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    Mezcla ambos ingredientes hasta crear una pasta. Puedes usar tus dedos o simplemente doblar la toalla sobre la mezcla de bicarbonato de sodio y miel, y masajear hasta obtener una pasta.
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    Humedece tu agua y date un ligero masaje con la toalla. Asegúrate de aplicar la mezcla en toda tu cara, evitando los ojos y la boca. No talles con fuerza o puedes irritar tu piel.
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    Enjuaga tu cara. Gentilmente salpica tu cara con agua tibia y masajea la piel para quitarte la mezcla.
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    Prepara un tónico. Necesitas ¼ de taza (56 mililitros) de agua y 3 cucharaditas de vinagre de cidra de manzana. Vierte ambos ingredientes en una botella limpia y agita para combinarlos. Es probable que el bicarbonato de sodio altere el pH de tu piel, pero el vinagre de cidra de manzana ayudará a balancearlo.
    • Este tónico es perecedero y necesitas mantenerlo en el refrigerador si no lo vas a usar.
    • Considera añadir 5 gotas de aceite de esencia de romero al tónico. El aceite de esencia de romero tiene propiedades conservantes y antibacterianos.
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    Aplica el tónico. Humedece una bola de algodón con el tónico y aplícalo gentilmente en toda tu cara, enfocándote en la frente, las mejillas y la nariz. Evita las áreas sensibles alrededor de tus ojos y tu boca.
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Consejos

  • Puedes usar una simple pasta de agua y bicarbonato de sodio como mascarilla esparciendo la mezcla por toda tu cara (evitando los ojos y la boca). Déjate la mascarilla unos 30 minutos.
  • Puedes convertir cualquier limpiador facial en exfoliante añadiendo un poco de bicarbonato de sodio. La próxima vez que te laves la cara, simplemente añade a tu limpiador facial un poco de bicarbonato de sodio y úsalo para lavar tu cara.
  • Además de ayudar a combatir el acné, el bicarbonato de sodio puede ayudar a mejorar ciertas condiciones de la piel como eczema y psoriasis.
  • Aplicar tratamientos de bicarbonato de sodio a la cara puede ayudar a aliviar la piel irritada debido al sol o a mordeduras de insectos.
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Advertencias

  • El bicarbonato de sodio puede irritar la piel sensible. Considera realizar una prueba primero en la parte interior de tu codo, aplica un poco de la mezcla para el facial y déjala unos cuantos minutos. Si no se irrita tu piel después de un par de horas, entonces es seguro usar el facial.
  • Evita tallarte fuertemente la cara con el bicarbonato de sodio. Esto puede irritar tu piel.
  • Si el facial te empieza a picar o a quemar, enjuaga tu cara de inmediato.
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Cosas que necesitarás

Facial básico[6]

  • 3 cucharaditas de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharadita de agua

Exfoliante facial [7]

  • De 2 cucharadas a ¼ de taza (56,25 mililitros) de té de manzanilla, concentrado
  • ½ taza (40 gramos) de avena, molida
  • 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
  • 1 cucharada de miel
  • 2 cucharadas de azúcar blanca (opcional)

Facial de miel[8]

Ingredientes para la mascarilla facial

  • ½ cucharadita de miel
  • ½ cucharadita de bicarbonato de sodio

Ingredientes para el tónico

  • ¼ de taza (56,25 mililitros) de agua
  • 3 cucharaditas de vinagre de cidra de manzana
  • 5 gotas de aceite de esencia de romero (opcional)

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