El esquema de un capítulo puede ser una herramienta muy eficaz. Puede ayudarte a organizar el material de forma tal que sea fácil de entender. Además, un esquema puede ser realmente útil para ayudarte a encontrar los puntos principales de un capítulo y para ayudarte a estudiar para los exámenes. Algunas veces, los profesores podrían pedirte que hagas un esquema para calificarlo. Sigue los siguientes pasos para redactar un esquema organizado y útil, ya sea para uso personal o calificado.

Método 1
Método 1 de 3:
Escribir el esquema

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    Hojea el material. Un esquema es una forma útil de ayudarte a resumir información. El primer paso para entender el capítulo es leer el material. Hojear significa pasar las hojas, leyendo de prisa algunos pasajes de manera algo superficial.[1]
    • Concéntrate en los términos clave. Muchos libros de texto ponen las palabras importantes en negritas para ayudarte a localizarlas rápidamente.
    • No pases mucho tiempo tratando de leer cada palabra. En la primera lectura del material, examina la información para que tengas una idea sobre lo que se trata en el capítulo.
    • Al hojear el capítulo, lee la introducción y la conclusión. Además, lee una o dos oraciones de cada párrafo. Trata de descubrir cuáles son los puntos principales del capítulo.
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    Dale formato al esquema. Una vez que entiendas los conceptos básicos del capítulo, será momento de preparar el esquema. El formato de la mayoría de los esquemas utiliza una combinación de números y letras. Normalmente, los puntos principales se indican con números romanos y los subpuntos, con letras.[2]
    • Por ejemplo, si escribes el esquema de un capítulo acerca de la Guerra Civil Americana, al empezar querrás organizarlo según sus puntos principales.
    • Podría ser algo así: I. Los orígenes del conflicto; II. Batallas importantes; III. Impacto en el norte; IV. Impacto en el sur; V. Reconstrucción.
    • Cuando tengas los puntos principales, puedes agregar subpuntos. En I. Los orígenes del conflicto, podrías agregar A. Esclavitud; B. Derechos de los estados.
    • Asegúrate de que los puntos principales del esquema se basen en los puntos principales del capítulo. Podrías evaluar la posibilidad de utilizar los subtítulos del capítulo con puntos principales del esquema.
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    Escribe el esquema. El esquema incluirá componentes adicionales. Después de que tengas el formato, puedes trabajar en la redacción de la introducción. La introducción del esquema debe tener un párrafo de extensión.[3]
    • Lo más importante que debes incluir en la introducción es la declaración de la tesis. La tesis es el argumento o el punto principal del capítulo.
    • Por ejemplo, en el capítulo sobre la Guerra Civil, la tesis podría ser que "la Guerra Civil fue una victoria para el Norte, porque contaron con más recursos materiales, como los metales, y una base demográfica mayor".
    • Rescribe la tesis en tus propias palabras e inclúyela en la introducción. Además, la introducción debe ofrecer una breve reseña de los puntos más importantes del capítulo.
    • La introducción debe estar al inicio del esquema. Una vez que la termines, podrás completar los numerales y los números con los puntos principales.
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    Anota el esquema. Un esquema eficaz deber ser sucinto. No tienes que rescribir el capítulo entero. Sin embargo, para aportar una idea clara de lo que trates de abarcar, querrás agregar información suficiente a cada uno de los puntos.[4]
    • Un apunte es un comentario o explicación para cada uno de los subpuntos.
    • Por ejemplo, en I. Los orígenes del conflicto; A. Esclavitud, podrías comentar algo como: "El Sur se resistía a reformar la sociedad sin cuatro millones de esclavos. Además, esta fue una de las causas ideológicas de la guerra.
    • Los apuntes deben brindar información suficiente para que sea útil, pero no tanta que te abrume cuando trates de revisar el esquema. Dos o tres oraciones serán adecuadas.
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    Sé flexible. Será bueno que tengas un idea bastante clara sobre cómo quieres que luzca tu esquema. Sin embargo, también debes permanecer abierto a los cambios. Sé flexible cuando trabajes en el esquema, así podrás darle la forma que mejor se ajuste a tus necesidades.[5]
    • Deja espacio para agregar algunos puntos. Quizá originalmente hayas planificado tener solo cinco puntos principales y luego te des cuenta de que en realidad tienes que cubrir seis.
    • Sigue adelante y agrega un punto adicional. Solo asegúrate de que lo que agregues realmente tenga que ser un punto principal; si funcionaría igual de bien como un subpunto, probablemente sea mejor que lo incluyas como tal.
    • Además, puedes eliminar material, Quizá tu primera impresión haya sido que la guerra submarina fue un factor importante en los resultados de la Guerra Civil. Si luego cambias de opinión, puedes eliminar ese punto.
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    Sigue las instrucciones. A veces, el profesor podría asignar un esquema a modo de tarea calificada. Es una manera útil de ayudarte a aprender nuevas habilidades. El esquema, además, puede ayudar a tu profesor a determinar si te has concentrado en los conceptos correctos.[6]
    • Completa todos los requisitos. Si el profesor pide un esquema de ocho puntos, entonces el esquema debe tener ocho puntos.
    • Pide aclaraciones. Si tienes preguntas acerca del formato del esquema, pide algunos lineamientos específicos al instructor.

Método 2
Método 2 de 3:
Leer con mayor eficacia

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    Analiza el capítulo. Los esquemas son una gran manera de ayudarte a aprender y a retener el material. Además, puedes aprender cómo mejorar tus habilidades de lectura de forma tal que puedas convertirte en un aprendiz más eficiente. Hay varias cosas que puedes hacer para leer más rápido y retener más información al mismo tiempo.[7]
    • Para leer con eficacia, no tienes que concentrarte en cada palabra del capítulo. En vez de ello, hojea rápidamente el capítulo para conseguir un panorama claro del material a cubrir.
    • Eso no significa leer de forma descuidada. Simplemente significa leer con el fin de encontrar la información específica.
    • Cuando hojees el material, ten en cuenta tus objetivos de lectura. Por ejemplo, si buscas información sobre las causas de fondo de la Guerra Civil, no te atasques en un párrafo acerca de la distancia a la cual puede disparar un rifle.
    • Leer con mayor eficacia te ayudará a descubrir qué material corresponde al esquema. Cuanto más eficaz seas al leer el material, más fácil será resumir el capítulo.
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    Concéntrate en la introducción y en la conclusión. Con frecuencia, la introducción y la conclusión son las partes más importantes de un capítulo, un libro o un artículo. En la introducción, por lo general el autor expone la tesis y otros puntos importantes. La conclusión debe reiterar esos puntos.[8]
    • Lee la introducción y la conclusión primero. Ello te ayudará a distinguir los puntos principales y sabrás en qué concentrarte cuando leas el resto del texto.
    • Busca los hitos. Con frecuencia los autores te ayudarán al establecer claramente qué es lo más importante.
    • Por ejemplo, una oración que empieza con "Sostendré..." es una buena señal de que la tesis vendrá a continuación. Además, es mejor que tomes nota de los párrafos que empiecen con frases como "Es importante entender..." o "Uno de los puntos principales es...".
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    Lee activamente. No dejes que tus ojos solo se deslicen sobre las palabras sin concentrarte realmente. Leer es una actividad que demanda que te involucres con el contenido. Para ayudarte a leer con mayor eficacia, trata de usar el siguiente método:[9]
    • "Investiga". Examina el material y presta cuidadosa atención a la introducción, a la conclusión y a los subencabezados.
    • "Pregunta". Escribe cualquier pregunta que tengas acerca del material que hojeaste.
    • "Lee, declama y revisa". Para responder las preguntas, lee cuidadosamente cada sección.
    • Declama las respuesta en voz alta. La verbalización puede ayudarte a retener el material; luego, revisa tus notas.
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    Haz notas. A medida que leas, asegúrate de tomar notas. Trata de desarrollar el hábito de usar el esquema como un método para tomar notas. Tus notas serán mucho más útiles si puedes darles un formato.[10]
    • No trates de escribir todo lo que leas. Concéntrate en anotar los puntos principales, así como cualquier pregunta que tengas.
    • Prepara el esquema antes de leer completamente el capítulo; luego, a medida que leas, podrás llenar los numerales y las letras.
    • Evita resaltar en exceso. Para muchos estudiantes el resaltado es muy útil. Solo asegúrate también de leer y retener, y no solo marcar los pasajes.

Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar los mejores métodos de estudio

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    Revisa el material frecuentemente. Un esquema puede ser una de las herramientas más útiles al momento de estudiar para un examen o escribir un documento; si se le usa en combinación con otros métodos, incluso puede ser más eficaz. Otra forma de ayudarte a tener éxito es mediante la elaboración de un cronograma.[11]
    • Revisa tus notas varias veces a la semana. Es mejor estudiar durante pequeños intervalos que tratar de "saturarte" durante varias horas seguidas.
    • Separa de 10 a 15 minutos diarios, durante casi toda la semana. Utiliza ese tiempo para revisar tus resúmenes y cualquier otra nota.
    • Revisa tus notas después de clases. Retendrás mejor el material si lo revisas dentro de las 24 horas siguientes de haber hecho el esquema o tomado las notas.
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    Haz un plan de estudios individual. Estudiar puede ser difícil y, a veces, incluso aburrido. Trata de buscar formas de adecuar tus sesiones de estudio que tomen en cuenta tu personalidad. Por ejemplo, si te encanta estar al aire libre, trata de leer afuera.[12]
    • Tal vez seas una persona muy sociable. Pide a algunos compañeros de clases formar un grupo de estudios contigo.
    • Busca métodos que te sean útiles. Por ejemplo, quizá aprendas mejor si haces tarjetas didácticas que acompañen tus resúmenes.
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    Elige el ambiente adecuado. Es importante que prestes atención a lo que te rodea mientras estudias. Busca una habitación que no sea muy ruidosa. Evita ver televisión cuando revises tus resúmenes.[13]
    • Asegúrate de que la temperatura de la habitación sea agradable para ti. Si tienes mucho calor o mucho frío, tu mente divagará.
    • Procura tomar un refrigerio ligero antes de estudiar. Un plátano o algunas nueces te darán energía y te ayudarán a concentrarte.

Consejos

  • No compliques lo simple.
  • Tómate el tiempo suficiente para hacer el esquema. No te apresures.
  • Encuentra el estilo de esquema que sea adecuado para ti.

Acerca de este wikiHow

Michelle Golden, PhD
Coescrito por:
Doctorado en Inglés, universidad Georgia State
Este artículo fue coescrito por Michelle Golden, PhD. Michelle Golden es profesora de inglés en Athens, Georgia. Recibió su maestría en educación de maestros de artes lingüísticas en 2008 y recibió su doctorado en inglés en la Universidad Georgia State en 2015. Este artículo ha sido visto 49 535 veces.
Categorías: Escritura