La bruschetta, un aperitivo italiano tradicional, ha avanzado mucho desde los días de un simple pan tostado con ajo. En este artículo, aprenderás a hacer una bruschetta tradicional cubierta con tomate y también obtendrás algunas ideas para otras coberturas que puedes usar.

Ingredientes

Bruschetta tradicional[1]

  • 1 pan baguete francés o pan italiano similar
  • 1/4 de taza (60 ml) de aceite de oliva
  • 1 a 4 dientes de ajo, cortados por la mitad (opcional)
  • sal y pimienta recién molida (opcional)

Cobertura de tomate y albahaca[2]

  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 5 dientes de ajo picados
  • 940 g (2 pintas) de tomates uva rojos cortados por la mitad
  • 1 cucharada de vinagre balsámico
  • 16 hojas de albahaca cortadas en rodajas delgadas
  • sal y pimienta al gusto
  • 2 cucharadas de queso parmesano rallado (opcional)

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar y tostar el pan

  1. 1
    Precalienta el horno a 230 °C (450 °F).
  2. 2
    Corta un baguete en rodajas de 1 cm (0,5 pulgadas) de grosor. Si quieres obtener la mayor área superficial, haz el intento de cortar el pan en diagonal en lugar de en línea recta de arriba a abajo.
  3. 3
    Cubre un lado de cada rodaja con aceite de oliva usando una brocha de repostería. No es necesario que cubras ambos lados con aceite de oliva. El aceite ayudará a crear una "barrera" entre el pan y la cobertura y evitar que se torne muy pastoso.
  4. 4
    Coloca las rodajas con el lado del aceite de oliva hacia abajo sobre una bandeja para horno. Quizás debas hacer varias tandas dependiendo del tamaño de tu bandeja para horno y la cantidad de rodajas que tengas.
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    Hornea las rodajas en la rejilla superior del horno por entre 5 y 6 minutos. La rejilla debe estar a entre 10 y 12 cm (4 a 5 pulgadas) de la fuente de calor. Sácalas cuando los bordes se tornen de color marrón dorado.
    • Asimismo, puedes tostarlas bajo un asador por 3 minutos, dándoles vuelta una vez.[3]
    • Si quieres una bruschetta más suculenta, derrite un poco de mantequilla en una sartén grande y calienta las rodajas de pan en la sartén por ambos lados hasta que tengan un color marrón dorado.[4]
  6. 6
    Dispón la bruschetta con el lado aceitado hacia arriba sobre una fuente. Después de este punto, puedes empezar a preparar la cobertura tradicional de tomate y albahaca o bien puedes usar una distinta y más singular.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Hacer la cobertura de tomate y albahaca

  1. 1
    Dora el ajo en una sartén pequeña a fuego medio alto. Para empezar, calienta 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén pequeña y luego añade 5 dientes de ajo picados. Revuelve y fríe ambos ingredientes juntos por 1 minuto. Retira el ajo cuando se dore pero no dejes que adquiera un color demasiado marrón.
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    Transfiere el aceite y el ajo a un tazón de mezclar y déjalos enfriar. Ten cuidado de que el tazón tenga el tamaño suficiente como para que quepa el resto de los ingredientes. A la larga, mezclarás todo en este tazón.
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    Corta 940 g (2 pintas) de tomates uva rojos por la mitad. Si quieres una cobertura más única y colorida para la bruschetta, puedes usar 470 g (1 pinta) de tomates uva rojos y 470 g (1 pinta) de tomates uva amarillos.[5]
  4. 4
    Corta un poco de albahaca en rodajas delgadas. Toma unas cuantas hojas de albahaca y apílalas. Luego, enróllalas como un burrito y un rollo de canela. Con un cuchillo afilado, corta la albahaca en rodajas delgadas y angostas. Repite este paso hasta utilizar todas las hojas de albahaca.
  5. 5
    Añade los tomates cortados por la mitad, el vinagre balsámico, la albahaca, la sal y la pimienta al tazón de mezclar.
    • Si quieres una bruschetta más sabrosa, añade 2 cucharadas de queso parmesano rallado.[6]
  6. 6
    Espera entre 1 y 2 horas. De este modo, los tomates tendrán el tiempo suficiente para absorber todos los sabores.[7]
  7. 7
    Esparce la mezcla de tomate sobre la bruschetta justo antes de servir. Ten cuidado de esparcirla sobre el lado aceitado, ya que el aceite ayudará a evitar que el pan se torne demasiado pastoso.[8]
    • Asimismo, puedes servir la mezcla en un tazón con una cuchara para que así tus invitados puedan tomar la cantidad que quieran.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Hacer otras coberturas

  1. 1
    Prepara unas cuantas rodajas tostadas de baguete y luego añádeles la cobertura que desees. En esta sección, encontrarás varias recetas distintas de coberturas para bruschetta que oscilan desde dulces y dulces y saladas hasta saladas.
  2. 2
    Prueba con un simple condimento de ajo, aceite de oliva y sal. Corta un diente de ajo por la mitad y frótalo sobre el lado aceitado de las rodajas tostadas de pan. Para terminar, rocía con aceite de oliva y espolvorea sal o pimienta o ambas.
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    Utiliza una cobertura de gorgonzola y miel en caso de que te guste lo dulce y salado. Coloca un poco de queso gorgonzola sobre el lado aceitado de cada rodaja de pan. Hornea, asa o tuesta a la parrilla el pan con el lado que tenga el queso hacia arriba por unos minutos más hasta que el queso se haya derretido. Transfiere las rodajas de bruschetta a una fuente y rocía miel sobre cada una. Sírvelas de inmediato.[9]
    • Necesitarás alrededor de 225 g (8 onzas) de queso gorgonzola y 3 cucharadas de miel.
    • Si quieres una textura crujiente adicional, puedes añadir un poco de nueces o pecanas picadas encima.
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    Obtén otra combinación de salado y dulce usando requesón y mermelada. Unta 2 cucharadas de requesón sobre cada rodaja de pan, añade 1 cucharada de mermelada a cada una y sirve.[10]
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    Utiliza una combinación clásica de salmón y queso crema. Unta queso crema sobre las rodajas de pan y luego extiende una rodaja de salmón sobre cada una. Para terminar, espolvorea un poco de eneldo.[11]
  6. 6
    Prueba un poco de prosciutto, duraznos y queso de cabra si quieres un sabor más único. Coloca un poco de queso de cabra sobre las rodajas tostadas de pan y coloca una rodaja de prosciutto sobre el queso. Añade dos rodajas delgadas de durazno y termina con una rociada de aceite de oliva y una pizca de sal marina. Sirve de inmediato.[12]
  7. 7
    Prueba con requesón y limón si quieres algo ácido. Mezcla 225 g (8 onzas) de requesón y la ralladura de un limón en un tazón pequeño. Añade sal y pimienta al gusto y úntalo sobre las rodajas tostadas de pan. Termina con una rociada de miel y espolvoreando un poco de tomillo. Sírvelo en tanto aún esté caliente.[13]
  8. 8
    Prueba con fresas y azúcar en caso de que seas goloso. Corta una cantidad suficiente de fresas en rodajas como para cubrir la parte superior de las rodajas tostadas de pan. Espolvorea generosamente las fresas con azúcar, enciende el asador y calienta las bruschettas por alrededor de 2 minutos o bien hasta que el azúcar se caramelice.[14]

Consejos

  • La bruschetta es muy simple, por lo que vale la pena invertir en ingredientes de buena calidad y resaltar los sabores frescos.
  • En caso de que tengas tiempo para escurrir los tomates en un colador, se recomienda que lo hagas. Mientras más secos estén los tomates, la bruschetta quedará menos pastosa.

Cosas que necesitarás

  • horno
  • bandeja para horno
  • cuchillo

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