Cómo hacer una caja

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Las cajas vienen en todas las formas, tamaños y materiales. Hacer una caja es una excelente forma de aprender los conceptos básicos para trabajar con madera o metal. Estos proyectos son sencillos de completar y pueden familiarizarte con la maquinaría y las herramientas relacionadas con el trabajo. Sigue esta guía para hacer cajas simples que tengan una gran cantidad de usos.

Método 1

Método 1 de 2:
Hacer una caja de metal

1
Consigue chapa de metal. Necesitarás un tipo de metal que sea lo suficientemente grueso como para que tu caja sea resistente, pero a la vez delegado para que pueda doblarse. El metal para tuberías es un buen material. Comienza con una pieza rectangular.
2
Mide los cortes y pliegues. Dibuja una línea en tu chapa de metal para designar la ubicación de los cortes y los pliegues. Tendrás que doblar los cuatro lados para crear las paredes de la caja, así que mide cuatro líneas iguales paralelas a los bordes. Estas líneas marcarán el lugar en el que se doblarán las paredes.
- También tendrás que doblar hacia la parte superior de cada pared para ocultar los bordes afilados. Dibuja una línea paralela a una distancia corta por debajo de cada uno de los bordes.
- Marca cuadrados iguales en cada esquina del rectángulo. Este cuadrado puede ya haberse formado gracias a las líneas de doblado que dibujaste anteriormente. Deberás cortar este cuadrado para crear solapas que se conviertan en los lados de la caja.
3
Corta los cuadrados. Sujeta la chapa de metal con abrazaderas a la mesa de trabajo para que no se sacuda o vibre durante el proceso de cortado. Utiliza una sierra de vaivén u otra sierra para metal y trabaja lentamente para asegurarte de cortar líneas rectas.
4
Dobla los bordes superiores. Una vez que todos los cuadrados estén cortados, te quedarás con las cuatro solapas. Tendrás que doblar los bordes de dichas solapas para hacer bordes suaves en la parte superior de la caja. Coloca el primer borde en una plegadora. Asegúrate de que coincida con la línea que mediste anteriormente. Dobla el borde a 90°, lo que creará una orilla.
- Si no tienes una plegadora, pon la chapa en el borde de una mesa y coloca un pedazo de madera encima. Sujeta la madera a la mesa con una abrazadera lo más fuerte posible. El pedazo de madera actuará como el puntal de la plegadora, permitiéndote doblar el metal con la mano o con un mazo.
5
Martilla la orilla hacia abajo. Sigue con el proceso de doblado al martillar las orillas hacia abajo de modo que queden al ras con la solapa. Repite este proceso en las cuatro solapas.
6
Dobla las paredes hacia arriba. Ahora que la parte superior de las paredes está terminada, es momento de comenzar a levantarlas, alineando la línea del doblez que mediste anteriormente. Dobla la pared hacia arriba en un ángulo de 90°. Repite este proceso para cada pared.
7
Asegura las esquinas. En este punto, tu caja debe verse casi completa. Las cuatro paredes deben estar hacia arriba y los bordes superiores deben estar doblados. Ahora necesitarás asegurar las esquinas con piezas de metal más pequeñas.
- Mide la altura de la caja. Corta cuatro tiras de metal, cada una del largo suficiente para llegar desde la base hasta la parte superior de la caja y lo suficientemente anchas para que puedas doblarlas a la mitad y fijarlas (por lo general, a alrededor de 2,5 cm o 1 pulgada en cada lado, por lo tanto, debe tener unos 5 a 7 cm o 2-3 pulgadas de ancho total).
- Coloca cada tira a lo largo en la plegadora con la mitad adentro y la otra mitad hacia afuera. Dobla cada una en un ángulo de 90°
8
Coloca las láminas de sujeción en las esquinas. Una vez que las hayas doblado, coloca las láminas de sujeción en cada esquina de la caja y perfora agujeros a través de dicha lámina y de la caja. Haz dos agujeros en cada lado del pliegue e inserta remaches en cada uno de ellos. Utiliza un martillo de bola o pistola de remaches para fijarlos.
- Una vez que fijes todos los remaches, la caja estará completa.
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Método 2

Método 2 de 2:
Hacer una caja de madera

1
Mide la madera. Necesitarás asegurarte de que todas las paredes tengan la misma altura. Las paredes opuestas deben tener la misma longitud. También necesitarás una pieza como base que encaje dentro de la caja terminada.
2
Prepara las esquinas. En los extremos de cada una de las piezas que serán las paredes corta en un ángulo de 45° desde el interior de cada borde. Estos ángulos de 45° se encontrarán y formarán bordes alineados sin mostrar ningún indicio de la veta.
- Utiliza una caja de ingletes para crear ángulos exactos. Esto dará lugar a junturas continuas. Asegúrate de modificar la longitud total de las piezas de pared cuando cortes en un ángulo de 45°.
3
Coloca un pedazo largo de cinta de embalaje. Junta cada pared de extremo a extremo sobre la cinta de modo que los bordes se toquen. Los pedazos deben estar colocados de una manera que parezca como si las paredes de la caja estuvieran “desenrolladas”.
4
Pega la parte inferior a una de las paredes. Deja que el pegamento seque y aplica una presión constante con la ayuda de una abrazadera. Una vez que el pegamento haya secado, aplícalo al resto de los bordes expuestos de la base.
5
Aplica pegamento en las esquinas. Aplica un pegamento fuerte para madera en las esquinas de 45°. Lima los bordes antes de aplicar el pegamento con el fin de mejorar el agarre de las uniones.
6
Enrolla las paredes. Con la cinta de embalaje aun colocada, enrolla las paredes de modo que los ángulos de 45° encajen entre sí. Si realizaste las mediciones correctamente, la base de la caja debe encajar a la perfección en las paredes. Sujeta los lados firmemente y deja que el pegamento seque.
7
Agrega una tapa. Puedes crear una tapa simple al medir un trozo de madera que se extienda un poco más allá del borde de la caja. Pega pedazos pequeños de madera alrededor del borde del pedazo nuevo para evitar que la tapa se caiga.
8
Decora la caja. Puedes lijar los bordes si te gustaría que sean más curvos. Pinta la caja de acuerdo a tu gusto.

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