Para hacer muescas en madera puedes utilizar un taladro de banco. Debes instalar guías laterales en la mesa para que puedas mover la pieza de madera en línea recta. Coloca una broca Forstner en el taladro y ajusta el tope de profundidad de perforación adecuada. Para extraer la mayor parte de la muesca debes perforar varios agujeros superpuestos. Luego, elimina las imperfecciones con un formón, una lima y un papel de lija.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el taladro

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    Instala una broca Forstner o de tres puntas en el taladro. Si encuentras una broca ya instalada en el taladro y no es la que necesitas, debes retirarla. Escoge una broca de aproximadamente 3,2 mm (1/8 pulgadas) más pequeña que el ancho de la muesca que quieres hacer.[1]
    • Por ejemplo, si quieres que la muesca terminada mida 25 mm (1 pulgada) de ancho, escoge una broca de 22 mm (7/8 pulgadas).
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    Ajusta el tope de profundidad. Una forma de hacerlo es colocar una marca en el borde de la pieza de madera que señale la profundidad que deseas alcanzar. Luego, alinea la broca con el borde de la pieza y baja la manivela hasta que coincida con la marca que has hecho.[2]
    • El espesor de la madera que uses y la profundidad de la muesca que quieras hacer determinan el tope de la profundidad de la perforación.
    • Si tu taladro no permite ajustar un tope de profundidad, tendrás que calcularlo manualmente cada vez que perfores.
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    Instala una guía para la pieza de madera que vas a cortar. Con el taladro desconectado, coloca la madera debajo de tal manera que la broca la ajuste en el lugar donde se hará la muesca. Haz una guía con una tabla, ajústala a la mesa usando prensas. Una guía es un borde recto y fijo que te permite perforar una muesca recta en la madera.[3]
    • Si tienes una guía instalada en el taladro de banco, ajústala a la posición adecuada.
    • Cuando hagas los agujeros, debes deslizar la madera sobre la mesa. Es por esto que es importante tener una guía que evite que la madera salga del lugar.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Perforar la muesca inicial

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    Marca los extremos de la muesca en la madera. Antes de empezar a perforar, mide la longitud de la muesca en la madera. Marca los extremos con un lápiz. Luego haz un agujero en la madera con un punzón o un clavo, con la ayuda de un martillo. Esto te ayudara a alcanzar los puntos correctos.[4]
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    Perfora los extremos primero. Coloca la madera en la mesa de tal manera que la broca es té alineada a uno de los extremos. Enciende el taladro y bájalo hacia la madera. Después de perforar la primera vez, levanta el taladro. Mueve la madera con cuidado hasta el otro extremo y alinea la broca. Perfora nuevamente.[5]
    • Si has ajustado el tope de profundidad, baja el taladro hasta que lo alcances. Si no lo has ajustado, baja el taladro hasta la profundidad que desees.
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    Perfora agujeros sobrepuestos a lo largo de la muesca. Coloca la madera de tal forma que la broca apunte hacia el interior de uno de los extremos. Baja el taladro para hacer un agujero. Mueve la madera para hacer otro agujero superpuesto al anterior. Repite este procedimiento hasta que hayas perforado los suficientes agujeros como para obtener una muesca tosca de extremo a extremo.[6]
    • No es necesario superponer demasiado los agujeros como para alcanzar la mitad del anterior. Solo asegúrate de hacerlo lo suficiente como para obtener una línea continua.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Suavizar la muesca

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    Usa un formón afilado para quitar las puntas que quedaron entre los agujeros. Al perforar quedaron algunas puntas entre los agujeros. Afila el formón antes de comenzar este paso. Empújalo contra la madera partiendo desde encima de las puntas. Retira todo el exceso de los bordes de la muesca hasta que estén casi planos.[7]
    • Para comenzar esta parte del proceso, puedes retirar la madera perforada del taladro de banco y trabajarla en otra mesa.
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    Usa una lima plana para eliminar las imperfecciones. El formón elimina las puntas grandes que quedan entre los agujeros, pero los bordes de la muesca todavía están toscos. Utiliza una lima para que estos queden casi completamente planos.[8]
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    Completa el proceso con un papel de lija. Para obtener una muesca con los bordes perfectamente planos y suaves, no hay mejor opción que un papel de lija que elimine cualquier imperfección restante. Envuelve una broca con un pedazo de papel de lija, colócala dentro de la muesca y muévela de arriba hacia abajo por todos los bordes hasta que estés satisfecho con el resultado.[9]
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Cosas que necesitarás

  • madera para perforar
  • tabla para la guía
  • prensa
  • broca
  • taladro de banco
  • cinta métrica
  • lápiz
  • punzón o clavo y martillo (opcional)
  • formón
  • lima plana
  • papel de lija

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Categorías: Carpintería
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