Las regaderas no siempre son el artículo más económico en un centro de jardinería. Puedes regar las plantas con un cubo, pero te arriesgas a hacerlo en exceso o dañarlas. Por suerte, es fácil hacer una regadera de una de las botellas de plástico que tienes en casa. Lo mejor de todo es que ayudas al medio ambiente porque estás reciclando.

Método 1
Método 1 de 3:
Construir una regadera básica

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    Encuentra una botella de plástico que puedas utilizar y retira la etiqueta. Si la botella está sucia por dentro, llénala de agua, cierra el tapón y agítala. A continuación, tira el agua. Hazlo tantas veces como sean necesarias hasta que la botella esté limpia por dentro. Cuando hayas terminado, retira la etiqueta y elimina cualquier residuo de pegamento.
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    Decide dónde vas a colocar los agujeros en los laterales de la botella. Utiliza un rotulador permanente para dibujar un cuadrado en el lateral de la botella, justo debajo de donde empieza a curvarse hacia arriba en forma de cúpula. También puedes señalar el lugar con cinta de carrocero. El cuadrado no debería ser más largo que tu dedo.
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    Utiliza un clavo o una tachuela para taladrar agujeros en el cuadrado. Separa los agujeros tan regularmente como puedas. Necesitarás hacer cinco filas de cinco agujeros cada una, con un total de 25. Si el plástico es muy grueso, calienta el clavo con una llama durante unos diez segundos. Sujeta el clavo con unas tenazas para no quemarte.[1]
    • Mueve el clavo para poder retirarlo de la botella.
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    Recorta un agujero para verter en el lado opuesto de la botella. Gira la botella de modo que los agujeros estén al otro lado. Dibuja una "u" de 2,5 cm (1 pulgada) en el otro lado de la botella. Asegúrate de que la parte superior de la "u" toca el extremo inferior de la cúpula de la botella. Córtala con una cuchilla.
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    Decórala si quieres. La regadera está más o menos terminada, pero puedes hacerla más atractiva si la decoras. Dibuja diseños de temática de jardín con rotuladores permanentes. También puedes colocar adhesivos si lo prefieres, pero ten en cuenta que podrían caerse si se mojan.
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    Cierra la botella firmemente y llénala por el agujero en forma de "u". Llena la botella hasta que el nivel del agua llegue a entre 1,3 y 2,5 cm (1/2 a 1 pulgada) por debajo de la fila inferior de agujeros. Si quieres, puedes añadir algo de fertilizante hidrosoluble al agua.
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    Inclina la botella sobre las plantas para regarlas. Sujeta la botella por los lados e vuélcala. Asegúrate de que los agujeros estén en la parte inferior y el agujero de verter en la superior. Una vez hayas terminado de regar, vuelve a enderezar la botella.
    • Rellénala según necesites.

Método 2
Método 2 de 3:
Construir una regadera grande

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    Elige una botella grande con asa y con un tapón enroscable. Las garrafas de detergente o de leche son buenas elecciones. Las de agua grande o de zumo quizá también funcionen, siempre y cuando tengan asa. Lo más importante es comprobar que el tapón se enrosca. Un tapón que puedes abrir o cerrar por presión no funcionará, debido a la presión de agua.
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    Limpia la botella y retira todas las etiquetas. Esto es especialmente importante si estás reciclando una botella de detergente. La forma más fácil de limpiar la botella es rellenarla parcialmente con agua, cerrar el tapón firmemente, agitarla y luego verter el agua. Cuando hayas terminado, retira la etiqueta y cualquier residuo de pegamento.
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    Haz agujeros en el tapón con un clavo. Deja el tapón en la botella. Utiliza en clavo para hacer agujeros en él. También puedes utilizar una aguja o una tachuela. Haz tantos agujeros como quieras.
    • Si es muy difícil perforar el tapón, calienta el clavo sobre una llama primero. Sujeta el clavo con unas tenazas para no quemarte los dedos.[2]
    • Si la botella tiene un tapón muy grueso (como uno de detergente), utiliza un taladro con una punta de 0,3 cm (un octavo de pulgada) en su lugar.[3]
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    Valora la posibilidad de hacer un agujero sobre el asa. Hazlo con un taladro y una punta de 1,3 cm (media pulgada). Esto hará que el agua fluya de forma más suave y ayudará a rebajar la presión.[4]
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    Rellena la botella con agua. Desenrosca el tapón y llena la botella con agua del grifo o la manguera. Ciérralo de nuevo cuando hayas terminado. Cuánto la rellenes depende de cuánto peso puedas transportar. Cuanto más la llenes, más pesada resultará.
    • Si has utilizado un taladro, necesitarás enjuagar la botella primero para eliminar el polvo del plástico.
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    Utiliza la regadera. Asegúrate de que el tapón esté fuertemente enroscado. Utiliza el asa para transportar la garrafa hasta la planta. Sujeta la garrafa con la otra mano por la parte inferior e inclina el tapón hacia abajo.[5]

Método 3
Método 3 de 3:
Construir una regadera controlada por el pulgar

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    Encuentra una botella o garrafa grande de plástico. Puedes utilizar cualquier tipo de botella. Una garrafa grande sin asa funcionará tan bien como una de leche con asa. Incluso puedes utilizar una botella de agua normal.
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    Limpia la botella. Rellena la botella con agua y cierra el tapón firmemente. Agítala y vierte el agua. Hazlo unas cuantas veces hasta el agua salga limpia. Si hay una etiqueta, retírala y elimina cualquier residuo de pegamento.
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    Taladra un agujero en el tapón de la botella. El tamaño del agujero no importa, pero necesita ser lo suficientemente grande como para poder cubrirlo completamente con el pulgar. Lo ideal sería algo de en torno a 0,5 cm (3/16 de pulgada).[6] Si el agujero es demasiado grande, no conseguirás sellarla correctamente.
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    Haz entre seis y quince agujeros en la parte inferior de la botella. Si está hecha de plástico blando, puedes hacerlo con un clavo o una tachuela.[7] Si la botella está hecha de plástico más grueso, necesitarás un taladro con una punta de entre 0,1 y 0,3 cm (1/16 a 1/8 pulgadas).[8]
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    Rellena la botella en un cubo. Llena un cubo grande con agua. Coloca el tapón en la botella y sumérgela en agua. Cubre el agujero del tapón firmemente con el pulgar y levanta la botella.[9]
    • Si el cubo es más profundo que la botella, métela solo tres cuartos.
    • La botella se llenará solo hasta el mismo nivel de agua que hay en el cubo.
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    Suelta el tapón para regar las plantas. Transporta la botella a la planta y levanta el pulgar. Esto eliminará la presión y permitirá que el agua fluya de la botella. Cuando quieras detener el flujo de agua, simplemente vuelve a cubrir el agujero con el pulgar.[10]

Consejos

  • Agrega un fertilizante hidrosoluble al agua.
  • El mejor momento para regar las plantas es temprano por la mañana o a última hora de la tarde.
  • Si quieres regar más rápido y más abundantemente, hay más agujeros y más grandes. Si quieres regar de forma más ligera o si estás regando plantones, utiliza menos agujeros y más pequeños.
  • Pinta la regadera con pintura en espray cuando hayas terminado. Puedes hacerlo del color que prefieras. Un color metálico, como el oro, quedaría genial.[11]
  • Dibuja diseños sobre la regadera con pintura acrílica y luego rocíalo con un sellador acrílico transparente para proteger los dibujos.[12]
  • Si vas a perforar el tapón, puedes considerar colocar los agujeros en forma de un bonito diseño, como un círculo, un corazón o una estrella.

Advertencias

  • Evita utilizar agua que esté demasiado caliente o demasiado fría. Esto podría matar las plantas.

Cosas que necesitarás

Construir una regadera básica

  • una botella de plástico
  • un clavo o una tachuela
  • un rotulador permanente
  • un cuchillo afilado o una cuchilla
  • rotuladores o pegatinas (opcional)

Construir una regadera grande

  • una garrafa vacía con tapón enroscable
  • un clavo o un taladro eléctrico
  • agua

Construir una regadera controlada por el pulgar

  • una botella de plástico con tapón
  • un taladro eléctrico y puntas
  • un clavo o una tachuela (opcional)
  • cubo
  • agua

Acerca de este wikiHow

Maggie Moran
Coescrito por:
Especialista del hogar y jardinería
Este artículo fue coescrito por Maggie Moran. Maggie Moran es profesional en jardinería en Pensilvania. Este artículo ha sido visto 21 538 veces.
Categorías: Manualidades