El mastín napolitano es una raza de origen italiano que pertenece al grupo de trabajo.[1] Se remonta a la antigua Roma, donde se utilizaba como perro guardián y gladiador.[2] Aunque tiene un aspecto bastante distintivo, comparte rasgos con otras razas de molosos o mastines. Este artículo te enseñará todo lo que necesitas saber para identificarlo.

Método 1
Método 1 de 3:
Inspeccionar la estructura corporal

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    Ten en cuenta su tamaño. El mastín napolitano se encuentra entre los perros más grandes del mundo.[3] El macho mide de 66 a 79 cm (26 a 31 pulgadas) y pesa cerca de 68 kg (150 libras), mientras que la hembra mide de 61 a 74 cm (24 a 29 pulgadas) con un peso aproximado de 50 kg (110 libras), siendo un poco más pequeña.[4]
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    Inspecciona la cabeza. Su cabeza es enorme y con muchas arrugas. Es ligeramente arqueada con un tope bien definido en forma de ángulo de 90 grados, aunque plana entre las orejas.[5]
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    Presta atención a las orejas. Las orejas del mastín napolitano son triangulares y están ubicadas por encima de los pómulos. Pueden ser cortadas o sin cortar, aunque es más frecuente cortarlas por el bien de la salud del perro. Sin embargo, las orejas sin cortar son medianas y caen cerca de las mejillas.[6]
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    Mira sus ojos. El mastín napolitano tiene ojos marrones, que varían desde el ámbar hasta cualquier tono de marrón correlacionado con el color del pelaje. Presentan bordes que combinan con el color del pelaje y cejas bien desarrolladas. Los ojos están hundidos y tienen párpados caídos que muestran el tercer párpado y casi ocultan los ojos. Le dan al perro una expresión intimidante (cuando se siente alerta) y melancólica (cuando está quieto) y crean una mirada penetrante.[7]
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    Inspecciona el hocico. El hocico tiene la misma anchura y longitud y constituye 1/3 del largo total de la cabeza. Es bastante profundo y cuadrado, junto con arrugas gruesas. La nariz grande presenta fosas nasales abiertas y combina con el color del pelaje. Los labios son muy largos y gruesos, con belfos. El labio superior aparece como una V invertida debajo de la nariz. El perro puede tener una mordida en tijera, en pinza o apenas sobresaliente en la parte inferior.[8]
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    Examina las patas. El mastín napolitano tiene patas muy grandes y redondeadas, siento las traseras un poco más pequeñas que las delanteras. Las uñas, que suelen ser oscuras, forman curvas pronunciadas y los dedos están arqueados. Las patas delanteras tienden a doblarse hacia afuera muy ligeramente. Los espolones delanteros casi nunca se extirpan, mientras que los traseros casi siempre se extraen.[9]
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    Observa la cola. La cola está ubicada un poco más abajo del nivel de la espalda. Por lo general, se corta 1/3 de esta y es ancha y gruesa en la base, estrechándose hacia la punta. Con el perro en movimiento, está al nivel de la espalda o ligeramente por encima. En reposo, cuelga, ya sea recta o en forma de S.[10]
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    Fíjate en la constitución general del perro. El mastín napolitano es muy huesudo, rectangular, fornido, macizo y lleno de arrugas. Tiene un cuello relativamente corto, hombros largos e inclinados, un pecho profundo pero ancho, una espalda ancha, costillas largas de buena elasticidad y piernas musculosas. Su andar es muy lento, por lo general, rodante y pesado.[11]

    ¿Lo sabías? El mastín napolitano se describe como “bestial” y es popular por ser la raza que representa al perro llamado Fang en la saga de Harry Potter.[12]

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Método 2
Método 2 de 3:
Observar el pelaje

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    Examina el aspecto y la textura del pelaje. El pelaje del mastín napolitano es corto y uniforme, sin exceder los 2,5 cm (1 pulgada). Está compuesto de pelos lisos y suaves al tacto.[13]
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    Presta atención al color del pelaje. Puede ser negro, gris, azul, caoba o leonado, variando desde oscuros a claros. El perro puede ser de un solo color o presentar algunas marcas blancas en los dedos, las muñecas, la parte inferior, el pecho y la garganta.[14]
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    Fíjate en el patrón atigrado. Al margen del color del pelaje, el atigrado puede o no estar presente. Si lo está, es en forma de atigrado inverso y de color canela.[15]
    • El atigrado inverso suele estar donde el atigrado se encuentra en una concentración tan alta que el color base apenas se nota.[16]
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Método 3
Método 3 de 3:
Comprender el temperamento

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    Presta atención a una posible actitud agresiva. El mastín napolitano fue criado para ser un guardián rudo y lleva consigo muchos de los rasgos de personalidad necesarios para realizar este trabajo. Puede ser agresivo con otros perros, sobre todo con los del mismo sexo, los extraños o puede perseguir a otros animales. Es necesario socializarlo de forma frecuente para garantizar una conducta amistosa en un perro de esta raza.[17]
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    Espera una conducta dominante. El mastín napolitano es independiente, obstinado y puede intentar ejercer dominio en el hogar. Para evitarlo, su dueño debe establecerse como el líder de la familia.[18]
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    Observa si el perro necesita ejercicio moderado. Como miembro del grupo de trabajo, el mastín napolitano requiero ejercicio diario para mantenerse en forma. Sin embargo, evita ejercitarlo tanto como a otras razas, puesto que su hocico corto puede hacerlo propenso a sobrecalentarse. Por lo tanto, trotar o correr no son actividades ideales para ellos, pero otras pueden ser suficientes.[19]
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    Busca conductas protectoras. Dado que fue criado para proteger, el mastín napolitano es un perro protector y valiente por naturaleza. No dudará en ponerle fin a una pelea y defender a su familia.[20]
    • Necesita mucha socialización para evitar que se vuelva demasiado protector con cualquier persona desconocida.[21]
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    Fíjate si el perro desarrolla un vínculo estrecho con una persona. El mastín napolitano es un perro amigable si se socializa de forma adecuada y necesita la atención de su familia. Sin embargo, tiende a desarrollar un vínculo más estrecho con un miembro de la familia como si se apegara a esta persona.[22]
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    Presta atención a la adiestrabilidad. A pesar de su terquedad, el mastín napolitano es una raza muy adiestrable. Si su dueño tiene una buena personalidad para contrarrestar su independencia, es capaz de ser un perro increíblemente obediente y leal.[23]
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    Observa una conducta tranquila. Si se le trata bien, el mastín napolitano es conocido por ser un perro muy relajado que hace poco ruido aparte de los típicos de una raza de cara chata. Es muy tranquilo a menos que se le provoque.[24]
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Consejos

  • Si deseas conocer la raza de tu perro, hazle un examen de ADN. Así confirmarás si se trata de un mastín napolitano.
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Advertencias

  • Ten presente que el mastín napolitano puede estar prohibido en algunas zonas debido a su historial y aspecto intimidante.[25] Verifica las prohibiciones de perros en tu zona.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Perros
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