Siempre es una buena idea tener a la mano un kit de primeros auxilios abastecido, pero a veces hay situaciones en las que no tienes vendajes preelaborados. Si estás en la naturaleza o no tienes acceso a atención médica, puedes usar lo que tengas a la mano para improvisar vendajes para las heridas pequeñas.

Método 1
Método 1 de 4:
Limpiar la herida

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    Aplícate presión en la herida con un paño. Puedes usar un paño, una toalla, una camiseta o cualquier otra tela que tengas a la mano. Esto ayudará a que la herida se coagule y deje de sangrar. También puedes elevarla por encima de la cabeza para ralentizar la hemorragia.
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    Limpia la herida. Es importante que te cerciores de que la herida esté limpia antes de colocarte el vendaje; de lo contrario, corres el riesgo de desarrollar una infección. Elimina la tierra del área lesionada con agua limpia, pero no la frotes. Moja la herida con un movimiento circular desde el centro hasta los bordes. Quita toda tierra u objeto visible.
    • El agua debe estar limpia. El agua de grifo, la embotellada o la hervida y enfriada son las mejores opciones. Sin embargo, también puedes usar agua corriente limpia, como la de un arroyo, si es necesario. No limpies la herida con agua estancada o turbia.
    • No extraigas ningún objeto que haya penetrado profundamente la piel. Este podría estar deteniendo la hemorragia, y si lo quitas, corres el riesgo de lesionarte más. Asimismo, si no eliminas el objeto de la herida con facilidad, no lo sostengas para extraerlo; tan solo déjalo allí.
    • A diferencia de lo que las personas creen, la orina no está esterilizada cuando sale del cuerpo. Si no tienes acceso a agua, no debes orinar en la herida. Retira toda tierra de la herida con cuidado usando los dedos, y deja que las propiedades de coagulación naturales se encarguen. Los glóbulos blancos del cuerpo eliminarán a las bacterias con más eficacia.[1]
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    Desinfecta la herida. Si no tienes acceso a antibióticos tópicos (como la bacitracina), hay muchos substitutos que matan a las bacterias alrededor de la herida y evitan el ingreso de gérmenes.
    • Puedes aplicar petrolato (también conocido como vaselina) sobre la herida para evitar que las bacterias ingresen al corte.[2]
    • La savia de pino, la miel y el azúcar pueden ayudar a sellar la herida.[3] También puedes usar una solución de agua con sal.
    • Usa alcoholes y antisépticos fuertes con moderación, como el alcohol isopropílico, un licor fuerte (como el whisky común o el americano, etc.), el yodo o el peróxido de hidrógeno. Hay evidencia contradictoria con respecto a si estos productos ayudan o perjudican la curación, pero si tienes una herida sucia, podrían desinfectarla al principio.[4]

Método 2
Método 2 de 4:
Aplicarte un vendaje de tela con cinta adhesiva

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    Seca el área afectada con toques suaves después de limpiarla. Esto hará que el pegamento se adhiera. Sé cuidadoso alrededor del área lesionada para evitar que la herida vuelva a abrirse.
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    Cubre el área afectada con un paño de tela. Este paño no solo debe cubrir la herida, sino también el área que la rodea. Lo ideal es usar gasa o una tela de tejido abierto, pero si no las tienes a la mano, puedes improvisar con algún paño limpio, incluidas camisetas, bufandas o toallas. Los materiales ideales no deben estar hechos de elementos ásperos o esponjosos.
    • Si no tienes una tela o prenda limpia, pero sí acceso a una fuente de calor (como una fogata de campamento), hierve y seca tu ropa.
    • Si no tienes acceso a tela limpia ni una manera de hervir la ropa, evalúa el grado de la herida. Si está en un área que es propensa a infectarse (como las manos o los pies), lo mejor es vendarla lo mejor que puedas hasta recibir atención médica. De lo contrario, puedes usar la tela para contener la hemorragia, pero dejar la herida sin vendar.
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    Asegura la gasa. Si tienes cinta o un material adhesivo similar (como una calcomanía), colócalos con cuidado sobre la tela. Lo ideal es que la cinta sea lo suficientemente larga como para estirarse sobre la tela. Asegúrate de que el adhesivo no toque la herida. Si no tienes cinta, puedes usar una tira, como un pedazo largo de tela, cinta o cable. Átala sobre el paño de vendaje para aplicar una presión leve en el acolchado.
    • No debes restringir la circulación. La cinta y las envolturas deben estar lo suficientemente ajustadas como para mantener el vendaje en su lugar, pero no tanto como para que la piel se vuelva azul.
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    Observa la herida con atención y cámbiate el vendaje cada 12 horas. Podrías tener que cambiarte el vendaje con más frecuencia si se humedece o se ensucia. Revisa la herida todos los días para asegurarte de que no haya signos de infección. Puedes quitarte el vendaje cuando la herida se cure.

Método 3
Método 3 de 4:
Hacer un vendaje de mariposa

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    Evalúa la herida. Si tienes una herida abierta o grande que debes cerrar, podrías necesitar un vendaje de mariposa. Este es ideal para cerrar las heridas abiertas y estrechas uniendo la piel para que se cure. Estos vendajes no deben usarse en heridas que midan más de 5 cm (2 pulgadas) de largo.[5]
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    Corta un pedazo de cinta adhesiva de 2,5 cm (1 pulgada). Lo mejor será usar esparadrapo o una cinta de tela similar. Las cintas de celulosa transparentes o las metálicas gruesas no son lo ideal, pero podrían servir en una emergencia.
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    Dobla la cinta hacia atrás a lo largo. Presiona los extremos de la cinta entre el dedo índice y el pulgar a medida que dobles. El lado pegajoso de la cinta debe apuntar hacia ti.
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    Corta cuatro triángulos pequeños cerca del centro de la cinta. Debe haber dos triángulos en ambos lados de la cinta. Deja un espacio del tamaño aproximado de un meñique entre los triángulos. Si lo haces de forma correcta, los triángulos formarán un espacio cuadrado pequeño. Esta será la parte no adhesiva del vendaje.
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    Dobla la cinta entre las muescas. El vendaje ahora debe lucir como una mariposa o una mancuerna. El centro doblado no debe tener pegamento en ambos lados. Esta es la parte que reposará directamente sobre la herida.
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    Aplícate el vendaje. Con los dedos limpios, sujeta la herida junta con firmeza y estira el vendaje sobre ella. El centro doblado sin pegamento debe estar directamente sobre ella. Ninguna parte del vendaje con pegamento debe tocar la herida.
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    Aplícate tantos vendajes como necesites. Debe haber 2,5 cm o una pulgada entre cada vendaje. El vendaje no debe cubrir toda la herida, siempre y cuando no esté sangrando.

Método 4
Método 4 de 4:
Convertir un calcetín en un vendaje para brazo o pierna

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    Consigue un calcetín largo lavado y limpio, u otro tipo de calcetín largo y elástico. Puedes usarlo como un vendaje de compresión para reducir la hinchazón o la hemorragia.[6] Necesitas un calcetín cuya altura esté como mínimo por encima del tobillo o a la mitad de la pantorrilla. Los calcetines hasta el tobillo o el talón, y los de corte de bajo perfil no funcionarán para este tipo de vendaje. La pierna del calcetín debe tener un elástico fuerte que no se haya estirado en exceso. Debe ser ajustada cuando la coloques sobre un brazo o una pierna.
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    Corta la pierna elástica del calcetín. Debes cortar justo por debajo del tobillo o a lo largo del área del pie del calcetín. Puedes desechar el resto del calcetín o reciclarlo.
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    Corta un agujero para el pulgar. Si vas a usar el vendaje para la mano o la muñeca, puedes necesitar un agujero para el pulgar. Reposa el calcetín a lo largo contra tu mano y marca en dónde irá el pulgar. Corta un círculo de aproximadamente 2,5 a 5 cm (1 o 2 pulgadas) de diámetro y pruébatelo para determinar si te queda.
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    Coloca el calcetín sobre una herida en el brazo o la pierna con cuidado. Evita que la tela roce la herida cuando lo hagas; podrías tener que estirar el calcetín con los dedos, para que no toque la herida hasta que esté en su posición.

Consejos

  • Todas las telas, las cintas y los vendajes usados para vendar una herida deben estar limpios. Si usas materiales sucios o antihigiénicos, esto puede aumentar las probabilidades de que sufras una infección. Si estás en la naturaleza y no tienes acceso a agua limpia o alguna manera de hervir el agua, debes considerar con cuidado si debes usar un vendaje. Debes vendar las heridas, perforaciones o mordeduras profundas, o las heridas en las manos o los pies, así como toda herida en áreas que rocen la ropa. Puedes dejar sin vendar los cortes leves o poco profundos que estén expuestos al aire.[7]
  • Supervisa la herida con cuidado hasta que se cure por completo. Si la herida no se cura en una a tres semanas, podrías tener que consultar con un doctor.
  • Cambia los vendajes y limpia la herida con frecuencia a fin de evitar las infecciones.
  • En el caso de los esguinces o las fracturas que necesiten un vendaje temporal hasta que la ayuda médica llegue, la ropa y las toallas (como las chaquetas, las sudaderas o los paños) pueden brindar un acolchado y soporte temporales.
  • Si vas a usar un vendaje de calcetín, puedes quemar el extremo cortado con un fósforo o un encendedor para hacer que se descosa más lento.

Advertencias

  • Si la herida es una perforación profunda y no has recibido una vacuna contra el tétano en los últimos cinco años, debes acudir al doctor para que te administre una.
  • Hay ciertas heridas más propensas a infectarse. Estas comprenden a las mordeduras (de animales y personas), las punciones, las heridas por aplastamiento y las que están en el pie.[8] Trátalas de inmediato y consulta con un doctor.
  • Solicita atención médica si la herida no deja de sangrar luego de aplicarte presión por 10 minutos. Asimismo, consulta con un doctor lo más pronto posible si notas una inflamación y sensibilidad excesivas alrededor de la herida, o si esta drena un líquido gris.[9]

Acerca de este wikiHow

Luba Lee, FNP-BC, MS
Coescrito por:
Junta de revisión médica
Este artículo fue coescrito por Luba Lee, FNP-BC, MS. Luba Lee es una enfermera profesional certificada en Tennessee. Recibió su maestría en Ciencias de Enfermería en la Universidad de Tennesee en 2006. Este artículo ha sido visto 1198 veces.