Si quieres ahorrar para la jubilación o una compra importante (por ejemplo, una casa), una forma de hacer que tu dinero trabaje es invertirlo en el mercado de valores. Cualquier inversión siempre involucra cierto riesgo pero, si tomas decisiones cuidadosas y planificas con sensatez, puedes ganar más con tu dinero que si tan solo lo depositaras en una cuenta de ahorros. Una cartera de inversiones diversificada que tenga una mezcla amplia de activos puede mantenerte en la cima incluso durante los periodos volátiles (por ejemplo, el mercado durante el coronavirus).[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Determinar tu estrategia de inversión

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    Haz una lista de tus motivos para invertir. En su mayoría, las personas invierten para acumular dinero para su jubilación. Sin embargo, hay otros motivos para invertir que son igual de válidos. Si conoces cuáles son tus motivos para invertir, puedes desarrollar tu estrategia de inversión con base en ellos.[2]
    • Por ejemplo, si eres una de las muchas personas que quiere invertir para la jubilación, debes determinar cuándo tienes la intención de jubilarte y la cantidad de dinero que quieras tener a tu disposición para ese momento.
    • Si tu motivo para invertir es querer comprar una casa (que es una inversión en sí misma), determina el tipo de casa que quieras comprar y el monto de la cuota inicial que quieras. Ten en cuenta que el mercado inmobiliario puede cambiar con rapidez.
    • Es posible que tu único motivo para invertir sea querer ser propietario de una parte de tu empresa favorita. De ser así, tan solo compra unas cuantas acciones en esa empresa y no te preocupes por nada más.
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    Identifica tus objetivos de inversión. Hasta cierto punto, tus objetivos y tus motivos son dos cosas distintas. Tu objetivo es el monto específico de dinero que quieres ganar mediante las actividades de inversión.[3]
    • Por ejemplo, quizás quieras tener $1 millón para jubilarte. Elegirías todas tus inversiones con miras a alcanzar ese objetivo.
    • Utiliza las inversiones para los objetivos grandes. Si tu objetivo es más pequeño, lo mejor es tan solo colocar el dinero en una cuenta de ahorros. Por ejemplo, si quieres ganar $10 000 para poder comprar un auto nuevo en 2 años, una cuenta de ahorros es una mejor opción que el mercado de valores.
    • Investiga las estrategias basadas en la evidencia que funcionen para determinar la estrategia que quieras usar. Después de comprender lo que tenga más sentido para ti como inversionista, puedes elegir el asesor o plataforma tecnológica de inversión que quieras usar.[4]
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    Calcula la cantidad de tiempo durante la cual tengas la intención de invertir. Por lo general, tus objetivos de inversión tendrán un límite de tiempo, al que también se le llama "horizonte temporal". Considera tus motivos para invertir y determina el tiempo que tengas que ahorrar para esos objetivos. Es posible que algunos de estos sean plazos autoimpuestos, en tanto que otros tendrán un límite específico de tiempo que no podrás controlar.[5]
    • Por ejemplo, si vas a invertir para pagar la educación universitaria de tu hijo y este actualmente tiene 4 años, tienes 14 años para alcanzar tu objetivo (asumiendo que empiece la universidad a los 18). Este es un horizonte temporal relativamente corto y, por ende, deberás elegir inversiones de menor riesgo para tener mayores posibilidades de alcanzar tu objetivo en ese tiempo.
    • Por otro lado, si tienes 25 años y vas a invertir para jubilarte a los 65, tienes 40 años. Esto te da un margen un poco mayor para experimentar con inversiones más arriesgadas, ya que podrás recuperar las pérdidas, de ser el caso.
    • Si necesitas dinero para un objetivo de corto plazo de 5 años o menos, el mercado de valores no es la mejor opción. Es poco probable que ganes el dinero necesario a partir de inversiones en el mercado de valores durante este tiempo.[6]
    • Ninguna inversión garantiza algún rendimiento. Sin embargo, si consideras los rendimientos promedio, puedes determinar la cantidad de tiempo que te tomará alcanzar los objetivos que hayas establecido.
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    Establece un presupuesto de inversión. Antes de comenzar a invertir, tómate un momento para comprender tu propia situación financiera. Si de por sí no lo tienes, elabora un presupuesto doméstico de forma que comprendas con exactitud la cantidad de ingresos que obtienes y a dónde va tu dinero todos los meses. Luego, determina la cantidad de tus ingresos que puedas adjudicar a los ahorros e inversiones.[7]
    • Tu presupuesto de inversión te será de ayuda para determinar la tasa de rendimiento que debes realizar si quieres alcanzar tu objetivo para el plazo que hayas establecido. Por ejemplo, imagina que quieres jubilarte en 40 años. Tienes un presupuesto de inversión de $500 al mes o $6000 al año, lo que significa que, en esos 40 años, habrás invertido $240 000. Necesitas una tasa de rendimiento de como mínimo 6 % para alcanzar tu objetivo, asumiendo que nunca incrementes las contribuciones.[8]
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    Crea una cartera de práctica para aprender cómo funciona el mercado. Si nunca has hecho inversiones, puedes usar un simulador del mercado de valores para perfeccionar tu estrategia antes de involucrar dinero de verdad. Existen muchos corredores en línea que tienen simuladores con los cuales puedes "invertir" con dinero falso de forma que puedas hacerte una idea en cuanto a cómo usar su plataforma, además de practicar negociar en la bolsa.[9]
    • Si de por sí tienes interés en un corredor en línea, fíjate si cuenta con un simulador. Esto permitirá que aprendas sobre el mercado a la vez que te haces una idea en cuanto a navegar por su sitio web.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Desarrollar tu cartera de inversiones

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    Abre una cuenta de inversiones con una empresa de corretaje. En general, necesitarás un corredor para comprar acciones y otros productos de inversión. La forma más fácil de comenzar a invertir es que abras una cuenta en línea. Compara distintos corredores para encontrar el que mejor se adecúe a tus necesidades y tu presupuesto.[10]
    • Considera las tarifas de negociación para las transacciones y cualquier otra tarifa asociada a una cuenta. Asegúrate de comprender cuándo se te cobrará y cuánto tendrás que pagar. Es posible que distintos tipos de transacciones conlleven tarifas distintas.
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    Empieza a invertir en empresas que ya conozcas. Si de por sí estás familiarizado con una empresa, no es necesario que investigues tanto para saber si es una decisión sensata de inversión. Asimismo, si compras acciones en unas cuantas empresas que te interesen, esto te mantiene interesado en el desempeño de tu cartera.[11]
    • Por ejemplo, imagina que eres fanático de Apple. Todas tus computadoras y dispositivos electrónicos siempre han sido productos Apple, ves todos los discursos principales y siempre eres el primero en la fila para comprar la última actualización de un dispositivo. Invertir en acciones de Apple sería una buena forma de incursionar en el mercado.
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    Compra participaciones en fondos mutuos si quieres un crecimiento conservador y de largo plazo. Los fondos índice, los cuales tienen partes de todas las acciones incluidas en un índice en particular, ofrecen tasas de rendimiento sólidas y regulares. Otros fondos de inversiones cotizados invierten en cestas de otros activos (por ejemplo, bienes raíces o productos básicos).[12]
    • Los fondos mutuos no son tan atractivos como comprar acciones individuales y seguir los altibajos del mercado, pero ofrecen una estrategia sólida de inversión para los objetivos de largo plazo.
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    Haz crecer tu cartera a lo largo de varios años. La mejor forma de sacarle provecho al mercado es planificar tus inversiones para cuando tengan su mejor valor en lugar de comprar todo lo que quieras de una vez. Empieza por algo pequeño e incrementa tus inversiones gradualmente de una forma manejable.[13]
    • Comprar todo lo que quieras a la vez podría hacer que te pierdas de algunos de los mejores precios cuando el mercado caiga. En general, obtendrás una mejor rentabilidad sobre tus inversiones si contribuyes un poco al año en lugar de invertir todo tu dinero de una vez.
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    Deja un monto pequeño para las inversiones de alto riesgo. Las inversiones de alto riesgo suponen una oportunidad para obtener una gran rentabilidad sobre tu inversión. Al mismo tiempo, existe una probabilidad significativa de que pierdas todo lo que inviertas. Si quieres tener alguna inversión de alto riesgo en tu cartera, haz que la proporción permanezca relativamente pequeña en comparación con otras inversiones.[14]
    • Si eres un inversionista más joven que está desarrollando una cartera para financiar su jubilación, puedes tolerar un poco más de riesgo que un inversionista de mediana edad. Sin embargo, de todos modos debes tener cuidado de mantener una cartera equilibrada y no asumir demasiados riesgos.
    • Para las inversiones de alto riesgo se necesita una mayor cantidad de esfuerzo, ya que debes observar su desempeño con mayor frecuencia y estar preparado para vender si la pérdida se vuelve muy alta.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Mantener tu cartera de inversiones

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    Elige una mezcla de activos que vayan a cumplir tus objetivos con un riesgo mínimo. Es probable que conozcas el dicho de que no debes poner todos tus huevos en la misma canasta. Esto también aplica para la inversión. Aunque quizás quieras invertir principalmente en el mercado de valores, es inteligente que incluyas otros activos en tu cartera (por ejemplo, bonos y productos básicos). Estos ayudan a protegerte contra el riesgo intrínseco del mercado de valores.[15]
    • Si únicamente vas a invertir en acciones por diversión o tan solo te interesa ser propietario de una parte de una empresa en particular, quizás no sea necesario que tengas una mezcla de activos en tu cartera. Sin embargo, si vas a ahorrar para un objetivo específico (por ejemplo, la jubilación o la universidad), una mezcla de activos ayudará a asegurar que cumplas con tu objetivo.
    • Si quieres aprender más sobre dónde invertir tu dinero, haz el intento de leer blogs sobre inversiones que agrupen información de artículos de investigación y libros blancos que se publiquen en revistas. Esta constituye una excelente forma de aprender más sobre la economía en su totalidad, además de las innovaciones en el mercado.[16]
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    Diversifica tus inversiones dentro de cada categoría de activos. Una cartera equilibrada y diversa no quiere decir tan solo tener una mezcla de activos. Invierte en distintas industrias o sectores para equilibrar cada activo que haya en tu cartera.[17]
    • Por ejemplo, podrías tener acciones en empresas de tecnología, manufactura y agricultura.
    • Los fondos índice están diversificados por naturaleza, ya que incluyen todas las acciones en ese índice en particular. Sin embargo, de todos modos puedes diversificarte si inviertes en varios fondos índice distintos. Observa el mercado y fíjate en el comportamiento de los distintos índices en comparación unos con otros. Por ejemplo, quizás te des cuenta de que un índice tiende a subir en tanto que otro cae. Si inviertes en ambos, esto contrarrestaría el riesgo.
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    Vuelve a equilibrar tu cartera como mínimo una vez al año. Revisa los informes de desempeño que genere tu corredor e identifica las acciones y otros activos que no tengan tan buen desempeño como deberían. Cambia tus inversiones de forma que conserves el equilibrio que quieras para lograr tus objetivos.[18]
    • Asimismo, es necesario que vuelvas a equilibrar cuando una acción o activo tenga un mejor desempeño que los demás, ya que esto también cambia el equilibrio. Vende partes de acciones u otros activos que estén teniendo un mayor desempeño e invierte ese dinero en otras cosas.
    • Conforme vaya acercándose tu horizonte temporal, quizás debas volver a equilibrar con mayor frecuencia. Por ejemplo, si tienes la intención de jubilarte en 2 años, quizás debas volver a equilibrar tu cartera de manera trimestral.
    • No olvides que vas a comprar un valor presente de flujos de efectivo futuros en una empresa. Debido a que el precio de mercado fluctúa, no debes prestar mucha atención al movimiento de un día a otro.[19]
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    Haz ajustes a tu distribución de activos conforme vaya acercándose tu horizonte temporal. El equilibrio con el que hayas empezado no funcionará para todo el tiempo durante el cual inviertas. Si empiezas por un objetivo de largo plazo, serás un inversionista de corto plazo al acercarte a tu horizonte temporal. Elimina las inversiones de alto riesgo y cambia a más activos que paguen dividendos, intereses u otros ingresos pasivos.[20]
    • Por ejemplo, si vas a invertir para jubilarte en 40 años, podrías comenzar por unas cuantas inversiones de alto riesgo. Sin embargo, una vez que hayas estado invirtiendo durante 35 años, será momento de vender esas acciones de alto riesgo en lugar de correr el riesgo de perder lo que hayas ganado.
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Consejos

  • Paga tus deudas, sobre todo las deudas que tengan un interés alto, antes de enfocarte en invertir en el mercado de valores.
  • Investiga con cuidado las empresas antes de invertir en acciones. Enfócate en su salud financiera en lugar de invertir en una empresa tan solo porque te guste su marca.
  • Revisa los estados financieros de cualquier empresa en el sitio web de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de los EE.UU. antes de invertir en ella. La SEC tiene recursos para principiantes que explican cómo leer e interpretar estos estados para así poder tomar las decisiones de inversión más responsables.[21]
  • Utiliza una estrategia de "comprar y conservar" para la mayor parte de tus inversiones a menos que tengan un desempeño muy malo. Si intentas negociar activamente en la bolsa, corres el riesgo de perder gran parte de tus ganancias en tarifas por transacciones.[22]
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Advertencias

  • En este artículo se habla sobre cómo invertir en el mercado de valores en los EE.UU. Si vives en otro país, es posible que el proceso difiera. Conversa con un corredor o asesor de inversiones local.
  • Nunca debes invertir más de lo que puedas perder.
  • Evita depender únicamente de la recomendación de un corredor. Haz tu propia investigación y determina si consideras que una inversión es adecuada para ti. Si no estás seguro, pídele una segunda opinión a un asesor financiero independiente.[23]
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Acerca de este wikiHow

Chad Seegers, CRPC®
Coescrito por:
Planificador financiero certificado y consejero de jubilación
Este artículo fue coescrito por Chad Seegers, CRPC®. Chad Seegers es un planificador financiero certificado (CFP®, por sus siglas en inglés) y un consejero certificado de planificación de jubilaciones (CRPC®, por sus siglas en inglés) de Insight Wealth Strategies, LLC en Houston, Texas. Antes de esto, Chad trabajó como asesor patrimonial privado para Sagemark Consulting durante más de diez años, donde se convirtió en un miembro selecto de sus servicios patrimoniales privados. Con más de 15 años de experiencia, Chad se especializa en la planificación de jubilaciones para empleados y ejecutivos de petróleo y gas, y en estrategias patrimoniales y de inversión. Chad es un miembro de apoyo del Consejo de Asuntos Mundiales y un líder emergente del Global Independence Center (GIC, por sus siglas en inglés). Este artículo ha sido visto 12 019 veces.
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