Las almohadas, como el resto de objetos hechos de tela en nuestros hogares, necesitan limpiarse de cuando en cuando para retirar el polvo, sudor o grasa que se acumula. Aunque parezca más sencillo comprar unas nuevas, lavar tus viejas almohadas es facilísimo. Si tus almohadas están amarillentas o no las has lavado por más de 6 meses, usa uno de estos métodos para limpiarlas rápidamente. Dormirás más feliz sabiendo que vas a descansar sobre una almohada limpia.

Método 1
Método 1 de 2:
Lava almohadas de algodón, de plumas o sintéticas

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    Retira la funda. Si tu almohada está dentro de algún forro o funda, sácala. Algunas almohadas vienen con forros adicionales con cierre que también se deben retirar y lavarse separados del cuerpo de la almohada.
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    Coloca tus almohadas en la lavadora. No te preocupes, es totalmente seguro lavar almohadas en la lavadora (incluso las de plumas). Intenta lavar al menos dos almohadas a la vez, de modo que el peso este balanceado y la lavadora no las sacuda demasiado.
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    Agrega el detergente. Para una carga mediana, añade una taza o medida del detergente de tu preferencia. Si deseas blanquear tus almohadas aún más, añade lo siguiente: 1 taza de detergente para lavar platos, 1 taza de cloro o blanqueador y ½ taza de bórax.[1]
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    Inicia el ciclo de lavado. Configura el ciclo de tu lavadora para que lave con agua caliente y realice un segundo enjuague. ¡Listo, deja que haga la magia!
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    Coloca las almohadas en la secadora. Pon las almohadas en la secadora y configúrala. Si tus almohadas son de plumas, sécalas con la configuración de ‘air’ (solo aire). Para almohadas sintéticas, utiliza ‘low heat’ (calor suave).
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    Seca tus almohadas. Toma dos pelotas de ténis y colócalas por separado en un par de medias blancas. Colócalas dentro de la secadora con las almohadas para esponjarlas y reducir el tiempo de secado. ¡Ya puedes iniciar la secadora!
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    Revisa tus almohadas. Cuando se acabe el ciclo de secado, retira las almohadas y tócalas para comprobar que no estén húmedas aún. Además, huele las almohadas para comprobar que no haya humedad en el medio. Si las almohadas no están suficientemente secas, repite el proceso de secado y revísalas una segunda vez. De lo contrario, si ya están secas, tus almohadas están limpias y listas. [2]

Método 2
Método 2 de 2:
Lava almohadas de espuma viscoelástica (memory foam)

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    Retira la funda. Si tu almohada está dentro de algún forro o funda, sácala antes de lavarla. La mayoría de almohadas de este material tienen un forro con cierre que se debe retirar. Estas fundas pueden lavarse también en la lavadora por separado.
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    Llena una tina con agua. Las lavadoras son demasiado duras para algo tan delicado como la espuma viscoelástica, así que las almohadas de este material tienen que lavarse a mano. Llena una tina (o el lavadero) con agua tibia. Solo necesitas el agua suficiente como para cubrir la almohada.
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    Añade el detergente. Por cada almohada añade una cucharita de detergente liquido para lavar ropa; luego, mézclalo con tus manos para formar un poco de espuma y distribuirlo de modo uniforme en el agua.
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    Lava la almohada. Coloca la almohada en el agua y muévela un poco para ayudar a que el detergente penetre en ella. Refriega y aprieta la almohada con tus manos para ayudar a que la suciedad salga incluso desde la parte interior.
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    Enjuaga la almohada. Pasa la almohada por agua limpia. Es importante que intentes retirar la mayor parte del detergente; para esto, observa si aún hay espuma en el agua que sale de la almohada. Enjuagar la almohada puede tomar mucho más tiempo que lavarla.
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    Seca la almohada. El calor intenso puede arruinar la espuma viscoelástica y hacer que se desintegre, por lo cual este tipo de almohada no debe colocarse en la secadora. En lugar de eso, colócala sobre una toalla blanca y limpia en un área seca; y, si es posible, déjala secar al sol.
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    Revisa la almohada. La espuma viscoelástica tiende a retener agua por mucho tiempo, ya que está hecha de un material absorbente similar a las esponjas. Asegúrate de que con cuidado no quede agua en el material antes de usarla nuevamente; de otro modo, empezara a cultivar moho y hongos.[3]

Consejos

  • Los almohadones decorativos de sala pueden lavarse del mismo modo que los del dormitorio. Solo asegúrate de que has retirado sus fundas (cuando sea posible) para cuidarlas.
  • Las almohadas deben lavarse de 2 a 3 veces al año para quitar el sudor, la grasa corporal, la caspa y el polvo que pueda haberse acumulado.
  • Revisa tus almohadas para decidir si necesitas cambiarlas. Si doblas una almohada a la mitad y se queda así, significa que está demasiado vieja y necesitas comprar una nueva. Si, en cambio, tu almohada regresa a su forma normal, significa que aún está en buenas condiciones y solo necesita una lavada. Por lo general, deberías cambiar tus almohadas cada dos años.

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Resumen del artículoX

Antes de lavar las almohadas sintéticas, de algodón o de plumas, asegúrate de quitarles las fundas. Cuando estés listo para lavar las almohadas, colócalas en la lavadora y vierte aproximadamente una cucharada de detergente estándar. Luego, lava las almohadas con agua caliente en el ciclo de “artículos voluminosos o grandes”. Cuando estén limpias, sécalas en la secadora. Para aprender a lavar las almohadas de espuma viscoelástica, ¡sigue leyendo!