Las rastas son un peinado que se originó en los países de África y del Caribe y se ha esparcido al resto del mundo al aumentar su popularidad. Se forman cuando algunas secciones del cabello se enredan y forman mechones largos que parecen cuerdas. Con frecuencia, se dice injustamente que las rastas son sucias y descuidadas, pero en realidad son bastante fáciles de mantener limpias, siempre y cuando la persona esté dispuesta a lavarlas y a darles un mantenimiento frecuente. Las rastas pueden limpiarse con algunos productos acondicionadores diseñados específicamente para lavarlas, algunas mezclas caseras de limpieza o incluso con un champú normal.

Método 1
Método 1 de 3:
Aplicar champú en las rastas

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    Moja las rastas. Empieza por dejar caer un poco de agua sobre las rastas en la ducha. No es necesario que las satures por completo, ya que cuanta más agua absorban, más difícil será que el champú penetre. Para lograr mejores resultados, usa agua tibia (no muy caliente).
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    Aplica un poquito de champú. Aplica una cantidad moderada de champú sobre la palma de tu mano. Es mejor que uses un poco de champú a la vez para poder controlar la cantidad de jabón que les aplicarás a las rastas; luego puedes usar más si no es suficiente. Si usas una barra sólida de champú, frótala entre las manos hasta formar bastante espuma.[1]
    • Usa siempre un champú que no te deje residuos de ningún tipo. Las rastas suelen mantenerse con geles, ceras y otros productos, por lo que un champú que deje residuos solo los acumulará más, en lugar de lavarlos.
    • Busca algún tipo de champú orgánico y natural que no contenga químicos y que ayude a suavizar y a estilizar el cabello.
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    Aplica la espuma en el cuero cabelludo. Presiona ambas manos en el cuero cabelludo y distribuye el champú en los espacios que están entre las raíces de las rastas. Usa las yemas de los dedos para frotar bien el cuero cabelludo. El cabello que está cerca del cuero cabelludo produce muchos aceites que pueden acumularse en las rastas y causar un mal olor, así que es importante lavarlo lo mejor posible.[2]
    • No olvides limpiar y cuidar las raíces. Debido a que las rastas se sujetan de las raíces, estas deben estar fuertes y saludables.
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    Aplica el champú en las rastas. Deja que el champú repose por 1 o 2 minutos. Luego, inclina la cabeza hacia abajo para que la espuma pase por las rastas al enjuagar. Aprieta con suavidad la espuma del champú en las rastas. Asegúrate de que no te queden residuos de champú en el cabello al terminar de lavarlo.[3]
    • Si quieres, puedes usar un poco más de champú para retocar cada rasta de forma individual, pero no exageres porque te llevará más tiempo enjuagarlo y hará que el cabello se encrespe.
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    Sécate bien. Al salir de la ducha, debes asegurarte de dejar que las rastas se sequen por completo. Presiona cada una con una toalla para extraer el agua que absorbieron. Deja que se sequen al aire o usa un secador de cabello a temperatura baja para acelerar el proceso y asegurarte de que no queden húmedas. Si te queda mucha humedad en las rastas, podrían empezar a deshacerse y a oler mal o incluso podrían llegar a tener moho.[4]
    • Se dice que las rastas están “podridas” cuando la humedad se queda atrapada en el cabello enmarañado durante tanto tiempo que empieza a crecer el moho.
    • A medida que las rastas sigan formándose y tensándose, quizás tengas que empezar a usar el secador de cabello con mayor frecuencia después de lavarlas para asegurarte de que el cabello interior quede seco.[5]

Método 2
Método 2 de 3:
Enjuagar las rastas con agua, vinagre y bicarbonato de sodio

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    Mezcla el agua, el bicarbonato de sodio y el vinagre. En el lavabo, combina ¾ de taza de bicarbonato de sodio y un chorro de vinagre blanco o vinagre de sidra de manzana en un poco de agua tibia. De esta forma, crearás una solución casera de limpieza que te limpiará las rastas, restaurará el brillo y eliminará el mal olor. Es completamente segura de usar en el cabello y en el cuero cabelludo.[6]
    • Si te gusta usar aceites esenciales, puedes agregarle alguno a la solución de limpieza en este paso.
    • Se recomienda que uses este método para limpiar las rastas únicamente una vez cada dos semanas, porque la combinación de ingredientes puede hacer que el cabello se reseque y se quiebre con el tiempo. Para lavarlo con mayor frecuencia, usa un champú que no deje residuos.
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    Remoja las rastas de 5 a 10 minutos. Sumerge las rastas en la solución de bicarbonato de sodio hasta las raíces. Remójalas hasta por 10 minutos o más si quieres hacerte una limpieza profunda. Al remojar las rastas, el bicarbonato de sodio y el vinagre les quitarán la suciedad, el aceite, los residuos y demás acumulaciones.[7]
    • El bicarbonato de sodio es un astringente; el vinagre es un solvente suave. Ambos ingredientes juntos son excelentes para limpiar el cabello sin dañar su superficie delicada.
    • Si no tienes el tiempo o el espacio necesario para remojar las rastas, puedes mezclar la solución y verterla directamente sobre tu cabeza para hacer una limpieza rápida.[8]
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    Enjuágalas con agua fría. Saca las rastas de la mezcla de bicarbonato de sodio y exprime el exceso de la solución. Enciende el grifo o métete en la ducha y enjuaga rápidamente tus rastas para eliminar cualquier resto de la solución de bicarbonato de sodio o cualquier materia exterior. Enjuágalas hasta que el agua luzca transparente. También asegúrate de exponer directamente el cuero cabelludo al agua.[9]
    • La suciedad, el aceite, la piel muerta y demás residuos que se han eliminado del cabello quedarán visibles en la decoloración del agua. ¡Quizás te sorprendas por lo limpias que sentirás las rastas después!
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    Sécalas con una toalla o al aire. Dales a las rastas el tiempo suficiente para que se sequen. Si tienes prisa, usa un secador de cabello en las puntas y en los tallos pilosos de las rastas y deja que las raíces terminen de secarse al aire. Las rastas deben estar secas antes de cubrirlas con un sombrero, gorro o bufanda. De lo contrario, estos accesorios atraparán la humedad restante en las rastas y harán que sea más difícil que se escape.[10]
    • Exprime toda el agua que puedas de las rastas antes de dejar que se sequen al aire o de probar otros métodos para secarlas.
    • Al enrollar las rastas con una toalla seca podrás extraer el agua más rápido.[11]

Método 3
Método 3 de 3:
Mantener saludables el cabello y el cuero cabelludo

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    Lávate las rastas con frecuencia. Contrario a lo que suele creerse, las rastas deben lavarse tanto como los demás peinados. Debes tratar de lavarlas con champú y enrollarlas cada tres o cuatro días cuando estén recién hechas. Después de que se hayan formado por completo, puedes lavarlas una vez a la semana o más, según tu tipo de cabello y la cantidad de aceite que tiende a producir tu cuero cabelludo.[12]
    • La mayoría de las personas que tienen rastas, las lavan al menos una vez por semana. Si tienes el cabello muy grasoso o si haces ejercicio, trabajas en el exterior, te ensucias o sudas mucho, quizás sea mejor que las laves con mayor frecuencia.[13]
    • Puedes bañarte con frecuencia entre cada lavado sin tener que aplicarte champú en las rastas.
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    Cuida el cuero cabelludo. Las rastas le agregan mucho peso al cuero cabelludo a medida que se vuelven más pesadas y tiran del mismo. Es importante mantener el cuero cabelludo limpio y humectado, además de las rastas en sí. Cuando te laves las rastas, dedica unos momentos para masajearte bien el cuero cabelludo con las yemas de los dedos. Esto fomentará la circulación adecuada de la sangre y fortalecerá los folículos, por lo cual no tendrás que preocuparte de que las rastas se vuelvan quebradizas o se caigan.[14]
    • La comezón y el malestar pueden indicar que las raíces o el cuero cabelludo están en mal estado.
    • A medida que el cabello crezca, mantén las rastas enceradas y gíralas para tensar el crecimiento nuevo cerca del cuero cabelludo.[15]
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    Refresca las rastas con aceites esenciales. Usa un par de gotas de aceite de árbol de té, de menta o de romero junto con el champú o trata las rastas por separado con los aceites. Los aceites esenciales humectan, reducen la comezón y la irritación en el cuero cabelludo, y dejan un olor agradable en el cabello. Son mucho mejores que los perfumes, las fragancias en aerosol y los limpiadores con aroma, ya que no dañan las rastas ni dejan residuos.[16]
    • Un poco de un aceite esencial puede combatir el olor a “cabello sucio” que se acumula de forma natural en las rastas gruesas.
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    Evita los acondicionadores y otros productos similares. Los acondicionadores están diseñados para suavizar y desenredar el cabello, que es lo último que querrás si tienes la cabeza llena de rastas. En general, no tendrás ninguna razón para acondicionar las rastas. También debes tener cuidado con cualquier otro producto que contenga aceites, ceras o agentes para desenredar. Al usar con frecuencia estos productos, la estructura de las rastas podría dañarse y hacer que sea mucho más difícil mantenerlas.[17]
    • Un buen champú que no deje residuos y un gel, una cera u otro producto para tensarlas será lo único que necesitarás para mantener las rastas limpias y con muy buen aspecto.

Consejos

  • A pesar de las ideas erróneas que suelen tenerse, en verdad es bueno lavar las rastas. Al lavarlas con champú no solo se mantendrán limpias, sino también eliminarás el aceite del cabello, lo cual puede ayudar a tensarlas más.
  • Si te lleva mucho tiempo lavarte las rastas, puedes invertir en un gorro para lavarlas. Estos gorros están diseñados para colocarlos sobre las rastas y dejar que el champú forme espuma para cubrir con mayor facilidad el cabello y penetrarlo.
  • Protege las rastas al cubrirlas con un gorro cuando duermas o cambia la funda de la almohada por una de seda o de satén.
  • Busca algunos productos hechos específicamente para limpiar y estilizar las rastas.
  • Las rastas pueden lavarse sin riesgo dos veces por semana, pero ten cuidado de no lavarlas con mucha frecuencia. Los químicos del champú junto con la fricción al restregar podrían hacer que se aflojen con el tiempo.
  • Gira las rastas entre las palmas de las manos (con un poco de cera, si quieres) para mantenerlas lisas y hacer que se tensen más. Gira las raíces hacia la derecha para tensarlas cerca del cuero cabelludo.

Advertencias

  • Quizás sea casi imposible quitar el exceso de acumulación en el interior y en el exterior de las rastas. Revisa siempre que los productos para el cabello no dejen residuos antes de usarlos.
  • Si las rastas no se mantienen secas pueden llegar a tener moho y un olor repulsivo.
  • Es posible que se produzca una pequeña reacción química al mezclar el vinagre con el bicarbonato de sodio. Diluye el vinagre con agua antes de agregarle el bicarbonato de sodio. Si se produce una reacción, espera que cese antes de usar la solución para enjuagarte el cabello.
  • Solía pensarse que era muy difícil lavar las rastas, lo cual es completamente erróneo. Las rastas deben mantenerse limpias por varias razones. Por un lado, el aspecto y el olor de las rastas descuidadas pueden ser desagradables. Además, no es saludable para el cuero cabelludo. Si no te lavas las rastas con frecuencia, podrías llegar a tener comezón e irritación, e incluso perder el cabello con el tiempo.

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Categorías: Trenzas y rastas