Cómo lavarte el cabello en el lavabo

Existen muchas razones por las que no quieras lavarte el cabello en la ducha. Tal vez sea porque tienes prisa, tal vez acabas de hacerte un tatuaje nuevo o, quizá tengas extensiones de cabello. Cualquiera que sea la razón, lavarte el cabello en el lavabo puede ser una alternativa fácil y rápida.

Parte 1

Parte 1 de 3:
Prepararte para lavarlo

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Elige un champú y un acondicionador adecuados para tu cabello. Diferentes tipos de cabello necesitan diferentes champús o acondicionadores.^{[1]
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Fuente de especialista

Courtney Foster
Cosmetóloga licenciada
Entrevista a especialista. 9 December 2019.}
- Si tu cabello es rizado u ondulado, necesitarás un champú y acondicionador hidratantes
- Si tienes el cabello lacio, deberás comprar un champú y un acondicionador para dar volumen y evitar que se vea aplanado.
- Si tu cabello es grueso, ensortijado o está dañado, usa un champú y un acondicionador que traten el daño, desenreden y suavicen.
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Reúne los artículos. Necesitarás champú, acondicionador, una toalla, un cepillo y una taza. También necesitarás un lavabo y, posiblemente, un banquillo con peldaños. Siempre es una buena idea tener más toallas.
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Remángate la camisa. Prepárate para lavarte el cabello remangándote la camisa o, incluso, quitándotela.^{[2]
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Fuente de investigación} Colócate también una toalla alrededor del cuello.
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Elige el mejor lavabo. Elige uno que sea lo suficientemente grande para que quepa tu cabeza bajo el grifo. También uno que tenga buena altura para que te inclines (un lavabo que se sitúe a la altura de tu ombligo es perfecto.) Si el lavabo tiene un rociador, es un beneficio añadido.
- Usa un banquillo con peldaños si el lavabo está demasiado alto.
- Los lavabos de la cocina normalmente son más grandes y tienen rociadores. Por esta razón, estos funcionan mejor.
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Abre el agua del grifo. Deja salir el agua hasta que se vuelva tibia. Esta debe estar a temperatura agradable, pero no demasiado caliente.^{[3]
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Fuente de investigación}

Parte 2

Parte 2 de 3:
Lavar el cabello con champú

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Moja la parte posterior del cabello. Inclínate sobre el lavabo. Dale la vuelta al cabello para que la parte posterior de la nuca quede expuesta. Coloca la cabeza bajo el agua del grifo lo más cerca que puedas. Después, con el rociador o con la taza, vierte más agua hasta que la parte posterior quede completamente mojada. El agua tibia es la mejor opción en este paso.^{[4]
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Fuente de investigación}
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Moja los costados del cabello. Voltea la cara de un lado a otro y coloca cada lado de la cabeza bajo el agua del grifo. Después, con el rociador o con la taza vierte más agua en los costados de la cabeza hasta que queden completamente mojados.
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Moja la parte de enfrente del cabello. Coloca las manos bajo el agua corriente y rocía agua sobre el cabello arriba de la frente. Ahora todo el cabello debe estar mojado.
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Aplica el champú. Dependiendo del largo de tu cabello, vierte un poco de champú en la palma de la mano. Frótate las manos para hacer espuma. Después comienza con la parte de enfrente (arriba de la frente), aplica el champú en las raíces del cabello.^{[5]
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Fuente de investigación}.
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Esparce el champú dando un masaje en el cuero cabelludo. Concéntrate bien en limpiar el cabello pegado al cuero cabelludo. Aquí es donde este se pone más grasoso y necesita más limpieza.^{[6]
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Fuente de investigación} Una vez que el cuero cabelludo esté limpio, puedes ir llevando el champú a las puntas del cabello.
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Enjuaga el champú. Sigue el mismo método que al mojar el cabello, comienza a enjuagar el champú. Ten cuidado para que no te caiga en los ojos.^{[7]
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Fuente de especialista

Courtney Foster
Cosmetóloga licenciada
Entrevista a especialista. 9 December 2019.}
- Moja la parte trasera del cuello, después los costados y finalmente el frente.
- Continúa enjuagando hasta que el agua salga clara.

Parte 3

Parte 3 de 3:
Usar acondicionador en el cabello

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Aplica acondicionador. Dependiendo de lo largo del cabello, vierte un poco de acondicionador en la palma de la mano. Frótate las manos y aplica el acondicionador en el cabello de las orejas hacia abajo. Esto es muy importante. No lo apliques directamente en el cuero cabelludo.^{[8]
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Fuente de investigación}
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Cepíllate con los dedos. Una vez que el cabello de las orejas hacia abajo esté humectado, puedes pasarte las manos y el acondicionador restante a través del cabello de las raíces a las puntas.^{[9]
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Fuente de investigación}
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Déjalo ahí. Deja el acondicionador en el cabello de uno a cinco minutos. Esto le dará tiempo al producto para humectar el cabello de manera apropiada.^{[10]
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Fuente de investigación}
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Enjuaga con agua fría. Sigue el mismo método que al mojarte el cabello, comienza a enjuagar todo el acondicionador.^{[11]
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Fuente de investigación}
- Moja la parte posterior del cuello, después los costados y finalmente el frente.
- Sigue enjuagando hasta que el agua salga limpia.
- El agua fresca o fría es la mejor opción para este paso.^{[12]
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  Fuente de investigación}
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Sécate con una toalla. Usa una toalla para secarte el cabello. Usa la toalla de manera suave para no dañar el cabello. Este es especialmente delicado cuando está mojado.^{[13]
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Fuente de investigación}
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Péinalo como siempre. Comienza a cepillarte el cabello con un peine de dientes anchos. Después, continúa con tu rutina de peinado normal.

Consejos

También puedes usar este método para lavarle el cabello a alguien más. Puedes tirar del cabello hacia arriba, a la orilla del lavabo (como en el salón de belleza) o, si la persona es pequeña, puede recostarse en el mostrador de la cocina.
Asegúrate de fregar y enjuagar todo el champú del cabello. Si eres descuidado al hacer esto, se notará. El champú seco se desprende en forma de escamas blancas y parecerá que tienes caspa.
No es necesario usar una toalla, pero facilita mucho el trabajo.

Advertencias

No te quedes inclinado durante mucho tiempo.
Trata de no golpearte la cabeza con el grifo o el rociador.
Si tu cuello comienza a ponerse rígido, toma un descanso por un minuto.
Ten cuidado de que no te entre champú en los ojos. Usa una variedad de champú sin lágrimas o mantén los ojos cerrados.