El término "violencia doméstica" se usa para describir a las relaciones íntimas en las que una persona impone su autoridad y dominio sobre otra mediante el comportamiento abusivo. Las mujeres son víctimas con una mayor frecuencia que los hombres (de 5 a 1) y, solo en los EE.UU., 1 de cada 4 mujeres ha sido víctima de abuso físico por parte de su pareja por lo menos una vez.[1] Con frecuencia, no se reporta la violencia doméstica a las autoridades, por lo que se cree que estas cifras son significativamente más bajas que la incidencia real. Es importante comprender la violencia doméstica y la forma de enfrentarla si tú o alguien a quien ames es víctima de ella.

Método 1
Método 1 de 4:
Comprender la violencia doméstica

  1. 1
    Conoce qué es lo que se considera violencia doméstica. El Departamento de Justicia de los EE.UU. define a la violencia doméstica (VD) como algo que tiene diversas manifestaciones posibles, y todas ellas constituyen patrones de violencia de los que una persona se vale para obtener poder sobre otra y conservarlo mediante acciones o amenazas de acciones que asustan, obligan, coaccionan, lastiman o avergüenzan a otra persona.[2] Puedes visitar este sitio web para aprender más sobre los tipos específicos de violencia doméstica según la clasificación del gobierno de los EE.UU. Estos incluyen los siguientes:
    • Abuso físico: este es un tipo de abuso doméstico en el que una persona lastima o amenaza con lastimar a otra. Puede abarcar desde el comportamiento abusivo aparentemente obvio, como los puñetazos, hasta el comportamiento más sutil, como los empujones, los tirones, obligar a alguien a beber o consumir drogas, o la negación del acceso a los medicamentos que una persona necesite. El abuso físico también puede abarcar cualquier otro comportamiento que lastime el cuerpo de una persona.
    • Abuso sexual: este tipo de abuso doméstico ocurre cuando una persona fuerza o intenta forzar o coaccionar el comportamiento o el contacto sexual con otra persona, lo cual podría abarcar el contacto no deseado con los genitales o los senos, el sexo no deseado de todo tipo (anal, oral o vaginal, ya sea que ocurra dentro de un matrimonio o no) o la humillación o degradación sexual de otra persona.
    • Abuso emocional: este es un tipo de abuso doméstico en el que una persona menosprecia a otra haciendo daño a su autoestima o su sentido del valor. Este tipo de abuso existe en diversas formas, aunque entre las más comunes se encuentran el hablar de otra persona de una forma denigrante (ya sea que estén a solas o en público), las críticas constantes de los esfuerzos de alguien, los insultos o las malas palabras dirigidas a otra persona, o los intentos deliberados de hacer que la familia, los amigos o los hijos de una persona se pongan en su contra.
    • Abuso económico: en este tipo de abuso doméstico, una persona intenta hacer que otra se torne financieramente dependiente de ella. Para ello, podría negarle el acceso al dinero o a sus cuentas bancarias, evitar compartir con ella información sobre las finanzas o prohibir que asista a la escuela o al trabajo para que así no pueda ser autosuficiente.
    • Abuso psicológico: este es un tipo de abuso doméstico en el que una persona trata de controlar a otra mediante el miedo, la intimidación o las amenazas. El abuso psicológico puede conllevar el aislamiento de una persona de su familia y amigos, las amenazas con la autolesión o con lastimar a los demás, la destrucción de la propiedad o de las mascotas (sobre todo aquello que ame la persona que sea víctima del abuso) y la "luz de gas", la cual es un proceso mediante el cual se convence a la víctima de manera gradual que está loca y merece ser abusada.
  2. 2
    Comprende las razones por las que se perpetra el abuso. El abuso tiene relación con el poder y el control sobre la víctima,[3] y con frecuencia se manifiesta cuando el abusador siente que no tiene poder en otras áreas de su vida o quiere despojar a la víctima de su poder.[4] [5] El abuso surge de distintas formas y por diversas razones, pero siempre se pueden encontrar algunas características comunes:
    • Nunca es justificado. Los abusadores siempre tienen una excusa o una razón para todo lo que hacen. Sin embargo, independientemente de lo que diga, nunca habrá una razón válida para abusar de una persona.
    • Nunca es culpa de la víctima. En muchos casos, los abusadores afirman que la víctima "se lo buscó" o que había que castigar su comportamiento. Sin embargo, estas son solo excusas para lo que hacen y son falsas, ya que nadie merece el abuso.
    • El abuso puede ocurrirle a cualquier persona. No existe una sola demografía que perpetre el abuso o que sea víctima de él. Puede haber abusadores, así como también víctimas, de todas las razas, religiones, géneros, orientaciones sexuales o estados socioeconómicos.
    • Debes tener en cuenta que, si bien la gran mayoría de las víctimas de la violencia doméstica son mujeres, esto también puede ocurrirles a los hombres.[6] Sin embargo, esto último no es tan común, por lo que el lenguaje de la legislación suele asumir que todas las víctimas son mujeres.
  3. 3
    Infórmate sobre la legislación en el lugar en donde vivas. En los EE.UU., por ejemplo, las víctimas de violencia doméstica están protegidas por la legislación federal. Asimismo, en la mayoría de los estados, existen leyes y estatutos adicionales que rigen lo que se considera violencia doméstica y la forma como se debe procesar.
    • Si vives en los EE.UU., existen dos leyes federales específicas que abordan la violencia doméstica: la Ley sobre Violencia contra la Mujer y la Ley de Servicios y Prevención de la Violencia Familiar. La primera ley proporciona asistencia legal y financiamiento para la reubicación de las víctimas de violencia doméstica, mientras que la segunda proporciona a los estados subvenciones basadas en fórmulas para ayudar a las víctimas, así como también estableció la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica.
    • En este sitio web, puedes visualizar un mapa interactivo de los EE.UU. en donde encontrarás un resumen de la legislación por estado específica para la violencia en las relaciones de pareja no matrimoniales (como el acoso, los derechos de las víctimas, el procedimiento para las violaciones, etc.).
  4. 4
    Familiarízate con los recursos locales a tu disposición. Según el lugar en donde vivas, habrá diferentes recursos disponibles para ayudar a las víctimas a escapar de una pareja violenta, presentar cargos, conseguir alojamiento temporal o incluso reubicarse.
    • Si vives en los EE.UU., puedes empezar dirigiéndote a este sitio web y haciendo clic en el estado en donde vivas.
    • Asimismo, puedes llamar a la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica al 1-800-799-7233 o al 1-800-787-3224 (hay dispositivos de telecomunicación disponibles para sordos). Esta línea directa funciona las 24 horas y puede ayudarte a encontrar recursos en el lugar en donde vivas y aconsejarte en cuanto a un plan de seguridad.
    • En los EE.UU., en casi todas las ciudades grandes se pueden encontrar albergues para las víctimas de violencia doméstica.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 4:
Lidiar con una pareja violenta

  1. 1
    Determina si lo que experimentas es violencia doméstica. Ten en cuenta que el abuso doméstico puede ser emocional, mental, físico o sexual, así como también una combinación de cualquiera de estos tipos.
    • Es posible que pase mucho tiempo entre los episodios de abuso y que, cuando los abusadores no se comporten de esta forma, sean cariñosos y atentos. Es por esta razón que algunas víctimas podrían sentirse inseguras en cuanto a si lo que experimentan realmente es VD. Independientemente de la frecuencia con la que alguien te haga sentir miedo o sentir que estás en peligro, de todas formas te encuentras en una relación abusiva si es que así es como te hace sentir.[7]
    • Ten en cuenta que no todas las relaciones abusivas inician de esa forma. En algunos casos, pueden pasar meses o años para que un abusador empiece a manifestar su comportamiento violento. A veces, el desarrollo del comportamiento controlador y manipulador es tan gradual que la víctima quizás no pueda determinar en qué momento la relación empeoró y se tornó "violenta".
    • En cada relación violenta, el abuso adquiere diferentes aspectos. En algunos casos, los abusadores no tocan a sus víctimas sino que las hacen sentir dependientes e inútiles mediante tácticas psicológicas.[8] Si sientes que eres víctima de abuso (y vives en los EE.UU.), llama a la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica al 1-800-799-7233 o al 1-800-787-3224 (hay dispositivos de telecomunicación disponibles para sordos) y comunícate con un consejero que pueda ayudarte a determinar si la situación en la que te encuentras es abusiva.
  2. 2
    Cuéntaselo a un amigo, pariente o profesional de confianza. En caso de que optes por no salir de la relación de inmediato, de todas formas es importante informarle a alguien que eres víctima de abuso en caso de una emergencia.
    • Podrías implementar una palabra de seguridad o palabra clave que puedas usar si es necesario que esta persona pida ayuda por ti. Por ejemplo, podrían determinar que esta persona debería llamar al número local de emergencias y enviarlo al lugar en donde te encuentres si es que le haces una llamada preguntando por su "tío Miguel".
  3. 3
    Documenta todos los actos de abuso que experimentes. Incluso si no informas a la policía sobre cada incidente, debes mantener un registro detallado para ti mismo en caso de que más adelante lo necesites. En algunos casos, si tienes evidencia de un patrón de abuso, esto podría ayudarte a obtener la custodia de un hijo o solicitar daños y perjuicios o el encarcelamiento del abusador. Asimismo, tener evidencia podría ayudarte a obtener una orden de restricción.[9]
    • Guarda toda la evidencia del abuso en un sobre grande de manila. Para evitar que tu pareja lo encuentre, puedes pedirle a tu amigo de confianza que te lo guarde en otro lugar. En caso de que no puedas dárselo a nadie, ten cuidado de guardar el sobre en un lugar en donde tu pareja no pueda encontrarlo.
    • Anota la fecha y la hora de todos los incidentes y también si involucraron abuso físico, sexual, emocional, financiero o de otro tipo. Especifica lo que haya ocurrido, incluyendo lo que hayan hecho tanto tú como tu pareja antes, durante y después del incidente y si este involucró a alguien más (como a una mascota, un hijo, otros miembros de la familia, etc.) o si alguien más lo presenció. Considera esto como un documento legal, así que trata de redactarlo de la forma más neutra posible sin incluir lenguaje emotivo.
    • Si eres víctima de abuso físico, toma fotografías de los moretones, cortes o marcas que te deje tu pareja o del daño que haga a tu propiedad o tu casa.
    • En caso de que te envíe mensajes de texto, correos electrónicos o notas escritas que sean amenazantes o coercitivos, debes guardarlos e incluirlos en el expediente.
  4. 4
    Debes estar consciente en todo momento de tu entorno cuando te encuentres con tu pareja. Debes tener en cuenta su humor y su tono de voz, ya que esto podría serte útil para determinar cuándo podría tener un episodio abusivo.[10]
    • En caso de que surja una discusión, ten cuidado de estar en un lugar que contenga una ruta de escape, como una puerta o una ventana de fácil acceso, y también de no estar cerca de cualquier cosa que tu pareja podría usar como arma. Evita los baños que tengan ventanas pequeñas, así como también la cocina u otro lugar en donde se guarden objetos domésticos peligrosos.
  5. 5
    Prepara un plan de seguridad. Este es un plan basado en tus circunstancias y el tipo de abuso del que seas víctima y que aborda lo que debes hacer si surge un ataque violento, así como también incluye un plan de largo plazo para salir de forma permanente de una situación de violencia.[11]
    • En caso de que tengas hijos o mascotas o estés embarazada, también debes incluir en el plan la forma de mantenerlos a salvo durante un episodio violento y cómo los protegerás si te vas.
    • Para obtener ayuda en cuanto a la elaboración de un plan de seguridad, dirígete a este sitio web o llama al 1-800-799-7233 (si vives en los EE.UU.). Un consejero de la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica podrá ayudarte a tomar en consideración todos los factores de tu situación particular al elaborar el plan.
  6. 6
    Practica tu plan de seguridad y las posibles rutas de escape. Si estás preparado, esto podría reducir el pánico durante una situación por lo demás aterradora. Debes conocer todas tus opciones para salir de una situación abusiva sin que esto provoque más violencia.[12]
    • En caso de que tengas hijos, debes practicar también con ellos el plan de seguridad y de escape. Enséñales a llamar al número local de emergencias, a ir corriendo a la casa de algún vecino o a llamar a un amigo de la familia si sienten miedo.[13]
    • Es posible que no quieras que tus hijos pequeños sepan todo sobre tu plan de seguridad, ya que podrían contárselo a tu pareja, lo cual podría ocasionar un altercado aún peor debido a que desafiaste su autoridad. Suele ser común que los abusadores traten de usar a los hijos de la víctima en su contra.
  7. 7
    Recolecta los documentos importantes y guárdalos en un lugar seguro. Entre estos documentos se encuentran las tarjetas del seguro social (si vives en los EE.UU.), las partidas de nacimiento, los certificados de matrimonio y cualquier otro documento legal en el que figure tu nombre.[14]
    • Si hay niños involucrados, debes incluir también su información personal, como sus partidas de nacimiento, tarjetas del seguro social (si vives en los EE.UU.), tarjetas de identificación tribal (si aplica), historias clínicas y de vacunación, expedientes escolares, etc. En caso de que no te sea posible guardar los originales, podrías hacerles copias y guardarlas.
    • Una vez que le hayas informado a un amigo de confianza que eres víctima de abuso, dale una copia de estos documentos para que te los guarde. Luego, si debes irte de la casa repentinamente, él podrá dártelos en otro momento.
  8. 8
    Prepara una maleta. Esta debe contener documentos vitales y cosas de tu casa que podrías necesitar en caso de una emergencia o de que debas irte de allí de inmediato. También puedes guardar tus documentos en esta maleta.[15]
    • Entre las cosas que puedes incluir se encuentran varios cambios de ropa, suministros de medicamentos esenciales para varios días, información de contacto de albergues y recursos locales, tarjetas de crédito y dinero en efectivo y una copia de tus llaves.
    • Debes guardar esta maleta fuera de casa, de preferencia en casa de una persona de confianza. En caso de que no tengas a nadie de confianza a quien dejarle la maleta, puedes guardarla en un casillero de almacenamiento en un lugar neutro o en el maletero de tu auto como un último recurso. Lo importante es que la guardes en algún lugar en donde tu pareja no pueda encontrarla.
  9. 9
    Compra un teléfono celular solo para emergencias. En casi todos los casos, los teléfonos celulares tienen acceso a los servicios de emergencia incluso si no tienes un plan de telefonía.[16]
    • Este teléfono debe permanecer cargado y listo en caso de que sea necesario que llames a las autoridades y no puedas usar el teléfono de tu casa. De ser posible, mantenlo en una zona segura y conectado a un cargador que tu pareja no pueda ver fácilmente.
  10. 10
    Abre una cuenta bancaria propia. Debes tener una cuenta en donde pueda haber fondos a tu disposición inmediata. Oculta toda evidencia de esta cuenta de tu pareja pidiéndole a tu amigo de confianza que te guarde los documentos importantes.
    • Ten cuidado de pedir que los estados bancarios se envíen a la casa de tu amigo y no a la tuya. Puedes decirle al representante del banco que para ti es muy importante que la persona con quien vives no se entere que creaste la cuenta.
    • Esto podría serte difícil si no trabajas fuera de casa, en cuyo caso podría serte posible obtener ayuda financiera por parte de organizaciones gubernamentales apenas te vayas de tu casa de forma permanente.
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 4:
Ayudar a un amigo

  1. 1
    Investiga. El abuso puede manifestarse de diversas formas, y debes aprender cuáles son las señales de alarma en cuanto al abuso y los tipos de abuso, así como también sobre la creación de un plan de seguridad y cómo salir de una relación abusiva. Podrás ayudar a tu amigo si sabes lo que ocurre, comprendes las implicancias legales y buscas recursos a su disposición.[17]
    • Para empezar, puedes visitar sitios web gubernamentales, como estos, en donde podrás encontrar información actualizada y válida sobre la violencia doméstica.
    • Ten en cuenta que posiblemente tu amigo no piense con claridad, por lo que es importante que lo ayudes a comprender cuáles son sus opciones durante todo el proceso.
  2. 2
    Haz preguntas. No tengas miedo de preguntarle a tu amigo si sospechas que es víctima de abuso. Si le preguntas cómo está o si su pareja lo lastima, esto no quiere decir que seas un amigo entrometido sino que demuestra que te importa.[18]
    • Hazle saber a tu amigo que entiendes que tenga miedo y se sienta vulnerable, pero que quieres darle apoyo y ayudarlo a superar esta situación.
    • En caso de que tu amigo insista que no es víctima de abuso, puedes decirle que lo apoyarás de todos modos y que, si en algún momento quiere hablar sobre algo que haya ocurrido, siempre estarás dispuesto a escucharlo.
  3. 3
    Apoya a tu amigo. Es probable que el abusador de tu amigo quiera hacerlo sentir aislado y que está solo, así que es necesario que tu amigo sepa que tú lo apoyas y lo comprendes y que no lo juzgarás.[19]
    • Dile a tu amigo que esto no es culpa suya y no le hagas preguntas ni comentarios sugerentes que podrían insinuar que consideras que podría ser culpa suya o que tu amigo podría ser parcialmente responsable (por ejemplo, si tu amiga es víctima de abuso sexual, no debes preguntarle con cuánta frecuencia tiene sexo consensual con su esposo).
    • Respeta las decisiones de tu amigo, incluso si él considera que debería permanecer en la relación.
  4. 4
    Ayuda a tu amigo a elaborar un plan. Es importante que las víctimas de violencia doméstica estén preparadas para actuar durante un episodio de abuso y tengan un plan a largo plazo para salir de esa situación. En ocasiones, cuando uno está en una relación abusiva, le es muy difícil pensar con claridad sobre los posibles resultados de las acciones.[20]
    • En este sitio web encontrarás una guía paso a paso para la creación de un plan de seguridad elaborada por la Línea Directa Nacional de Violencia Doméstica, la cual es un programa federal de los EE.UU. para la prevención de la violencia doméstica.
    • Asegúrate de que en el plan figure qué hacer para mantenerse a salvo durante un episodio de violencia, así como también cómo pedir ayuda en una emergencia, cómo salir de la relación (en caso de que tu amigo esté dispuesto a ello) y qué hacer después de salir de ella.
    Anuncio

Método 4
Método 4 de 4:
Abogar para ponerle fin a la violencia doméstica

  1. 1
    Apoya los esfuerzos para prevenir la violencia doméstica. Las iniciativas que den apoyo al desarrollo de relaciones saludables, el respeto en una pareja, la importancia del consentimiento sexual y las habilidades para las relaciones románticas podrían ayudar a reducir el índice de violencia doméstica.
    • Puedes llamar a congresistas o representantes locales para preguntarles qué harán para dar su apoyo a la prevención de la violencia doméstica.
  2. 2
    Educa a tus hijos. Para ponerle fin a la violencia doméstica, se debe empezar en casa enseñándoles a nuestros hijos todos los días cómo son las relaciones. Recuerda que, al enseñarle a tu hijo a formar parte de una relación saludable, le enseñas a no ser una víctima y también a no ser un abusador.[21]
    • Sé un modelo de una relación saludable. No es posible enseñarles a los niños a prevenir la violencia doméstica en sus propios hogares en el futuro a menos que tú seas un modelo de ese tipo de relación para ellos. En caso de que te encuentres en una relación violenta, elaborar un plan de seguridad e irte es de gran importancia, no solo para tu propia seguridad y la de tus hijos sino también para poder ser un modelo de una relación saludable para ellos.
    • Enséñales a tus hijos sobre el respeto y el consentimiento. Enséñales que, en las relaciones saludables, no es necesario involucrar la presión, la fuerza o la coacción y que alguien que los ame nunca intentará obligarlos a hacer algo con lo que no se sientan cómodos. Debes respetar sus límites desde una edad temprana. Por ejemplo, si tu hijo pequeño no quiere que su abuela lo abrace, no debes obligarlo, ya que, de esta forma, le enseñarás que no tiene el control sobre las personas a quienes pueda mostrar afecto.
    • Ayuda a que tus hijos desarrollen un nivel saludable de autoestima. Con frecuencia, los abusadores se comportan de esta forma porque quieren sentirse poderosos y sentir que tienen el control. Por tanto, menosprecian a sus víctimas y las despojan de su sentido de la autoestima. Para ayudar a que tus hijos desarrollen su autoestima, puedes establecer vínculos con ellos cuando sean más pequeños, pasar tiempo con ellos, elogiarlos por sus logros y estimular sus talentos, decirles con frecuencia que los amas y los valoras, e involucrarte con sus amistades de forma que te asegures de que estas no sean influencias equivocadas.[22]
    • Enséñales a tus hijos lo importante que es la igualdad. Si una relación está desequilibrada porque una persona tiene más poder que su pareja, es más probable que la relación se torne abusiva. En cambio, debes enseñarles a tus hijos que ambas personas (independientemente del género) deben tener la misma cantidad de poder en una relación basada en el amor y que deben tomar decisiones mediante el trabajo en equipo y las concesiones en lugar de presionar a la otra persona o de que una de ellas tome decisiones por la otra.
  3. 3
    Pon de tu parte. Puedes ayudar de diversas formas a ponerle fin a la violencia doméstica. Encuentra la forma que sea más adecuada para ti e involúcrate hoy mismo.[23]
    • Ofrécete como voluntario en un albergue local para mujeres o un centro de crisis o consulta por teléfono si aceptan donaciones de ropa, comida o productos domésticos. En muchos casos, los sobrevivientes deben irse de una situación peligrosa apenas con lo que llevan puesto.
    • Haz una donación a una organización que trabaje para ponerle fin a la violencia doméstica. Puedes encontrar una lista de organizaciones aquí.
    • Conviértete en mentor. Si vives en los EE.UU., existen organizaciones como Big Brothers Big Sisters ("Hermanos y Hermanas Mayores") mediante las cuales puedes convertirte en mentor de jóvenes y ayudarlos a desarrollar su autoestima y habilidades para las relaciones amorosas para así prevenir la violencia doméstica en el futuro. También puedes hacerlo a través de una iglesia o Asociación Cristiana de Jóvenes local.
    • Apoya la legislación que ayude a los sobrevivientes y castigue a los perpetradores. Ponte en contacto con un miembro del congreso y pídele que apoye la legislación y los servicios en contra de la violencia.
    Anuncio

Advertencias

  • No debes perpetrar tú mismo la violencia física hacia tu abusador. En caso de que surja una situación doméstica, debes comunicarte de inmediato con las autoridades.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Saul Jaeger, MS
Coescrito por:
Capitán de policía, Departamento de policía de Mountain View
Este artículo fue coescrito por Saul Jaeger, MS. Saul Jaeger es oficial de policía y capitán del Departamento de Policía de California (MVPD). Saul tiene más de 17 años de experiencia como oficial de patrulla, oficial de capacitación de campo, oficial de tráfico, detective, negociador de rehenes y como sargento de la unidad de tráfico y oficial de información pública para el MVPD. En el MVPD, además de dirigir la División de Operaciones de Campo, Saul también dirigió el Centro de Comunicaciones (despacho) y el Equipo de Negociación de Crisis. Obtuvo una maestría en Administración de Servicios de Emergencia en la Universidad Estatal de California, Long Beach en 2008 y una Licenciatura en Administración de Justicia en la Universidad de Phoenix en 2006. También obtuvo un Certificado LEAD de Innovación Corporativa en la Facultad de Negocios de la Universidad de Stanford en 2018. Este artículo ha sido visto 14 710 veces.
Categorías: Vida familiar
Anuncio