A veces, sin importar lo cercano que seas con alguien, tu amigo puede decir o hacer algo que te lastime. Por lo regular, no es intencional (aunque puede ser deliberado), pero suele empeorar por el hecho de que la persona es tu amiga. Aprender a controlar tu reacción y comunicarte con tu amigo puede ayudarte a reparar la amistad y superar lo que podría haber pasado entre ustedes.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Controlar tu reacción

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    Mantén la calma. Es posible que no puedas controlar la forma en que te sientes, pero sí puedes controlar la forma en que respondes. Controlar lo que dices y haces en un momento de tensión puede ayudarte a minimizar las posibilidades de que se produzca una verdadera pelea.[1]
    • Reconoce tu ira. Es importante que reconozcas cómo te sientes si esperas superar esos sentimientos.[2]
    • Al hablar o actuar con ira, es muy probable que digas o hagas algo que lastime de igual forma a tu amigo. Estar consciente de tus pensamientos y sentimientos puede ayudarte a evitar una discusión muy fuerte.
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    Aléjate de la situación. Si puedes salir de la situación, aunque sea de forma temporal, quizás sea lo mejor. Salir a caminar puede ayudarte a despejar tu mente y te dará el tiempo para calmarte. También puede darle a tu amigo el tiempo para calmarse y pensar sobre la forma en que podría haberte lastimado.[3]
    • Hablar o actuar con ira también puede causar peleas perjudiciales. Recuerda que no puedes borrar lo dicho en un momento de ira, pero sí puedes decidir si quieres hablar o no en ese momento.
    • Hazle saber a tu amigo que saldrás a caminar para tranquilizarte, pero regresarás. De lo contrario, tu amigo podría pensar que simplemente te irás de repente y podría preocuparse.
    • Sal a caminar únicamente si es seguro hacerlo. Por ejemplo, no trates de caminar cerca de una autopista o en cualquier lugar que no tenga una acera o camino para los peatones.
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    Usa algunos métodos tranquilizantes. Si puedes salir a caminar o simplemente necesitas salir de la habitación durante unos minutos, debes usar ese tiempo para concentrarte en las estrategias de relajación. Resiste a la tentación de tener pensamientos obsesivos sobre la forma en que tu amigo te lastimó y en lugar de eso, concéntrate en tranquilizarte lo antes posible.
    • Usa la respiración profunda. Respira de forma profunda a través del diafragma (debajo de las costillas) en lugar de respirar de forma superficial a través del pecho, para establecer un patrón de respiración más lento y más relajante.[4]
    • Piensa en algo relajante o agradable para alejar la atención de los sentimientos de frustración.
    • Repite algunas frases relajantes en tu mente, como "La respiración me calmará" o "Esto no tendrá importancia dentro de seis meses", para ayudarte a alejarte de los sentimientos de ira y resentimiento.[5]
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Abordar el comportamiento de tu amigo

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    Aborda el comportamiento de forma directa. Cuando estés tranquilo y puedas hablar sin ira, tendrás que sentarte con tu amigo para hablar de lo que sucedió. Recuerda que no debes ser hostil ni agresivo. Simplemente siéntate junto a tu amigo a solas y habla directamente sobre lo que sucedió.[6]
    • Asegúrate de estar completamente tranquilo cuando te sientes con tu amigo para discutir sobre el incidente.
    • Dile a tu amigo que te lastimó lo que te dijo.
    • No uses oraciones aseverativas ni absolutas. En lugar de eso, usa oraciones en primera persona, como "Me sentí muy insultado cuando dijiste eso sobre mí" o "Sentí como si hubieras sido muy irrespetuoso al decir eso".
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    Reconoce los patrones del comportamiento ofensivo. Es posible que no hayas podido notar que tu amigo tuviera un comportamiento ofensivo o perjudicial en el pasado. También es muy probable que tu amigo nunca lo haya notado ni esté consciente de ello. El comportamiento ofensivo puede presentarse de muchas formas, pero existen seis categorías principales que cubren algunos de los tipos más comunes que debes reconocer y tener en cuenta:
    • Asesinato de la reputación: son generalizaciones que se usan para describir o definir que una persona es mala o indeseable siempre.
    • Amenazas de abandono: se trata de usar declaraciones ofensivas o amenazantes para expresar el desinterés o el abandono para hacer que alguien más se sienta inútil.
    • Invalidaciones: son generalizaciones que se usan para invalidar los pensamientos, sentimientos o creencias de otra persona.
    • Amenazas de exilio: decirle a alguien de forma directa que no quieres que sea parte de tu vida (similar a las amenazas de abandono, pero incluso más perjudiciales u ofensivas).
    • Retos hostiles: se trata de cuestionar la capacidad de la otra persona de pensar, sentir o comportarse de una forma determinada (incluyendo el sarcasmo excesivo y frecuente).
    • Sermón: tratar de usar una fuente o jerarquía absoluta e incuestionable para probar una opinión y menospreciar a la otra persona.[7]
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    Confronta el comportamiento repetido. Ya sea que tu amigo te lastime repetidas veces con sus acciones o con palabras crueles y ofensivas, el resultado es el mismo: vergüenza, resentimiento y aislamiento. Si reconoces alguno de los patrones de comportamiento ofensivo en tu amigo, hazle saber la primera vez que suceda (o la primera vez que lo reconozcas como tal) que lo que hizo no está bien.
    • Evalúa los alrededores. Si existe una posibilidad de que tu amigo pudiera recurrir a la violencia física o si otras personas pudieran unirse a él en tu contra, no lo confrontes en ese momento.[8]
    • Reconoce que los incidentes repetidos del comportamiento ofensivo le causan cicatrices a la relación y si ocurren con más frecuencia, te sentirás peor hacia la otra persona.[9]
    • Pregúntale a tu amigo cómo se sentiría si alguien que aprecia (por ejemplo, sus padres, su líder espiritual, etc.) lo vieran comportándose de la forma que lo hace actualmente. ¿Sentiría vergüenza?
    • Señala las otras veces que tu amigo ha mostrado este comportamiento ofensivo, preferiblemente cuando se haya calmado. Hazle saber que lo ves como un patrón de mal comportamiento y que tiene que cambiarlo si quiere seguir siendo tu amigo.
    • Si sucede de nuevo, recuérdale a tu amigo que has hablado con él sobre su comportamiento. Hazle saber que no tolerarás de forma pasiva su comportamiento y dile que como su amigo, necesitas que aborde estos problemas.
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    Deja que tu amigo responda. El diálogo es importante en la resolución de conflictos. No puedes simplemente hablar con tu amigo sobre lo grosero que fue, al igual que no te gustaría que siguiera hablándote sin darte la oportunidad de responder.
    • Dale a tu amigo la oportunidad de dar una explicación y mantén una actitud abierta a lo que diga.
    • Quizás tu amigo habló por el dolor que sentía y probablemente no quiso decir lo que dijo. O es posible que haya sido un malentendido y que tu amigo no tuviera la intención de que sus palabras se interpretaran de esa forma, para empezar.
    • Deja que tu amigo procese lo que dijiste, te dé su propia respuesta y confía en que cambiará su comportamiento desde ese momento.[10]
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    Sigue siendo compasivo. Al abordar el comportamiento de tu amigo, es importante que mantengas la compasión lo mejor que puedas. Después de todo, sigue siendo tu amigo y es muy probable que tengan una larga historia juntos.[11]
    • Dale a tu amigo el beneficio de la duda y trata de no sentir ira hacia él.
    • No ignores sus acciones o comentarios ofensivos, sino abórdalos con tranquilidad y compasión.
    • Recuerda que muchas personas que lastiman a otras lo hacen porque se sienten lastimadas o asustadas. Si mantienes eso en perspectiva, será más fácil que sientas compasión por alguien que te ha lastimado.
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    Decide si la amistad puede continuar. Si alguien te ha lastimado, es posible que pienses en sacar a esa persona de tu vida por completo. Sin embargo, los expertos afirman que puede ser una reacción extrema a un incidente debido a los sentimientos lastimados.[12] Solo tú puedes decidir si puedes superar la ofensa, pero la mayoría de las personas se han dado cuenta de que con un poco de tiempo y paciencia todo se puede perdonar.
    • A menos que tu amigo haya hecho algo devastador o que te haya destruido la vida (como un acto de violencia física o un abuso emocional muy fuerte), es posible que quieras considerar reconciliarte con tu amigo.
    • Reconoce los síntomas del abuso emocional: si tu amigo te insulta, te grita, te intimida, te degrada, te amenaza o te controla, está cometiendo un abuso emocional. No debes soportar que nadie abuse emocionalmente de ti, sobre todo un amigo o tu pareja.[13]
    • Si tu amigo comete o te amenaza con actos de violencia, aléjate de él, ya que podría ser peligroso.
    • Si en verdad crees que tu amigo no podrá corregir su comportamiento y que seguirá lastimándote sin tener en cuenta tus sentimientos, es posible que tengas que terminar la amistad.
    • Dedica algún tiempo para tomar la decisión. De la misma forma en que evitaste hablar en el momento de enojo, debes tomar unos días antes de decir cualquier cosa si piensas en terminar la amistad.
    • Evitar a tu amigo durante unos días puede ser suficiente para que te des cuenta de que valoras su amistad y quieres hacer las paces. Toma un tiempo y habla sobre tu plan con un familiar o amigo de confianza antes de hablar con el amigo que te lastimó.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Dejar atrás los sentimientos lastimados

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    Reflexiona sobre la situación. Después de que hayas tomado un tiempo para relajarte y de que hayas hablado con tu amigo sobre la forma en que te lastimó, es posible que quieras reflexionar sobre todo lo que sucedió. Eso no significa que debas obsesionarte con los sentimientos lastimados ni repetir la situación en tu mente. En lugar de eso, debes reflexionar por un momento sobre todo lo que sucedió entre ustedes para tratar de entender mejor la situación.[14]
    • Piensa en los hechos objetivos de la situación. No tomes en cuenta tus sentimientos, solo piensa en lo que en realidad se dijo o se hizo y en cuáles podrían haber sido las intenciones de tu amigo.
    • Analiza la forma en que reaccionaste. ¿Manejaste bien la situación? ¿Controlaste tus sentimientos de la mejor forma posible y evitaste empeorar el conflicto?
    • Piensa en las formas en que el conflicto podría haber afectado tu vida, incluso tu sentido de autoestima y bienestar.
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    Decide dejar atrás los sentimientos lastimados. El primer paso para superar los sentimientos de dolor es tomar una decisión consciente. Tienes la opción de aferrarte a los sentimientos de ira y dolor o puedes decidir dejarlos atrás y seguir adelante con tu vida. Eso no significa que debas ignorar el dolor; simplemente significa que debes reconocer que te lastimaron y decidir no vivir en el pasado.[15]
    • Al tomar la decisión de dejar de revivir el pasado y repetir los detalles de tu dolor, podrás empezar a recuperarte de la experiencia dolorosa.
    • Al tomar la decisión consciente de dejar atrás los sentimientos lastimados, tendrás una sensación de control. Esto puede ayudarte a reconocer que tienes la decisión sobre lo que controla tu vida.
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    Deja de verte como víctima. Esto puede ser muy difícil de hacer, ya que los sentimientos lastimados persistirán incluso después de superar la ira o el resentimiento. Si tu amigo te lastima, podría parecer razonable verte como víctima, pero ese tipo de mentalidad solo mantiene el poder que tu amigo o la situación tienen sobre tu vida.[16]
    • Verte como víctima puede mantener tu condición de víctima. Tu amigo (o examigo, según sea el caso) seguirá siendo una presencia dominante en tu mente y en tu vida.
    • Cuando dejes de definir tu vida por la forma en que te lastimaron, empezarás a sentirte mejor con la situación y con tu vida en general. Por supuesto, esto puede llevar tiempo, pero vale la pena.
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    Perdona y sigue adelante. Quizás no sea fácil perdonar, sobre todo si te lastimaron de una forma significativa. Pero es una parte importante de superar las experiencias dolorosas y a la larga, te dará una mejor salud mental y felicidad.[17]
    • Perdonar no quiere decir que tengas que olvidar, sino que tienes que dejar de aferrarte a los sentimientos de ira y resentimiento.
    • El perdón es el siguiente paso lógico después de tomar la decisión de dejar atrás el dolor y el sentimiento de víctima. Sin el perdón, quizás nunca puedas superar el dolor del todo.
    • Para perdonar a tu amigo, también es necesario que te perdones. Si una parte del incidente fue tu responsabilidad o si dijiste algo a causa de la ira, también es necesario que dejes eso atrás.
    • Una vez que hayas perdonado a todos los involucrados, tendrás la libertad de seguir adelante. Sin importar si decidiste continuar con la amistad o no, con el tiempo superarás la experiencia dolorosa por completo.
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Consejos

  • Trata de reírte de los insultos menores. Si sucede de nuevo, es posible que quieras decirle a tu amigo con tranquilidad (pero con firmeza) que lo que dice lastima tus sentimientos.
  • Recuerda que son amigos por una razón. Trata de no dejar que un solo incidente arruine su amistad.
  • Sé honesto contigo mismo; si no es un buen amigo, deja que se aleje.
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Advertencias

  • No toleres el abuso. Sin importar si se trata de un abuso emocional o físico, no debes dejar que tu amigo siga lastimándote. Si sucede, quizás quieras pensar en terminar la amistad por tu propia seguridad.
  • Nunca hables ni actúes motivado por la ira.
  • Nunca recurras a la violencia ni a la agresión. Ni siquiera respondas con palabras de enojo. Tranquilízate y conversa sobre las cosas con un diálogo amistoso donde ambos participen.
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Acerca de este wikiHow

Moshe Ratson, MFT, PCC
Coescrito por:
Terapeuta matrimonial y familiar
Este artículo fue coescrito por Moshe Ratson, MFT, PCC. Moshe Ratson es el director ejecutivo de spiral2grow Marriage & Family Therapy, una clínica de terapia y coaching en la ciudad de Nueva York. Recibió su maestría en Terapia de Matrimonio y Familia en lona College y ha estado trabajando en terapia durante más de 10 años. Este artículo ha sido visto 9361 veces.
Categorías: Adolescentes
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