Jade es el nombre comúnmente dado a dos minerales distintos: nefrita y jadeíta. El cuidado general es el mimo para ambos materiales, y ambos son bastante resistentes y duraderos.[1] Limpia tu jade con agua jabonosa tibia y con un cepillo suave una vez por semana, o cada vez que se ensucie. Para eliminar suciedad impregnada, intenta usar un poco de amoniaco para hacer una solución limpiadora más fuerte. Luego de enjuagar y secar bien la pieza, púlela para que conserve su brillo. Puedes utilizar un paño para pulir joyería o tratar con un paño libre de pelusa mojado con aceite de canola.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Limpiar la suciedad superficial leve

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    Combina agua tibia con jabón suave. Llena un recipiente lo bastante grande como para cubrir tu pieza de jade con agua tibia. Agrega dos o tres gotas de jabón lavavajilla o de manos suave y libre de alcohol, luego mezcla hasta que el jabón se disuelva por completo.[2]
    • El agua jabonosa tibia es tu mejor opción. Evita el alcohol y químicos abrasivos.
    • Averigua si tu pieza de jade requiere un tratamiento especial. Son necesarios cuidados adicionales cuando se trata de limpiar jadeíta tratada. El uso de químicos o líquidos calientes puede dañar su apariencia.
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    Moja y cepilla suavemente el jade. Coloca la pieza de jade en el recipiente con la solución y déjala ahí por un minuto. Cepilla cuidadosamente la pieza con un cepillo suave o una toalla de microfibra. Haz pequeños movimientos circulares y evita presionar muy fuerte.[3]
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    Usa un cepillo de cerdas suaves para espacios pequeños. Si estás limpiando un anillo u otra pieza de joyería con espacios pequeños, puedes usar un cepillo de dientes para limpiar rincones y grietas. Moja el cepillo en la solución limpiadora y cepilla suavemente alrededor del sujetador de la joya.[4]
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    Enjuaga la pieza con agua tibia. Después de haber lavado tu pieza de jade, enjuágala bajo un chorro de agua tibia para quitar cualquier residuo de jabón. Procura que el agua del chorro tenga la misma temperatura que la solución limpiadora.[5]
    • Cuando limpies joyería en tu casa, debes evitar cambios bruscos de temperatura.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Quitar la suciedad impregnada

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    Mezcla jabón, agua y amoniaco. Diluye una pequeña cantidad de amoniaco en tu solución si es que necesitas quitar suciedad impregnada. Combina ocho partes de agua, una parte de jabón y una parte de amoniaco, luego mezcla la solución hasta que se disuelva por completo.[6]
    • Si estás limpiando una pieza de joyería, asegúrate de que el amoniaco no dañe las otras gemas o metales.
    • Asegúrate de que tu pieza de jade no haya sido tratada. Limpiar jade tratado con amoniaco puede dañar su apariencia.
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    Frota suavemente el jade. Usa un cepillo suave o una toalla de microfibra para frotar la pieza de jade. Recuerda usar pequeños movimientos circulares. Enjuaga la pieza con agua tibia luego de que hayas logrado quitar la mugre.[7]
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    Usa un palillo de dientes para recoger los residuos. A veces, en las pequeñas grietas se acumulan residuos y depósitos minerales. Si tienes problemas al limpiar en estas zonas con la solución limpiadora o el cepillo de dientes, intenta recogerlas cuidadosamente usando un palillo. Hazlo con calma e intenta no dañar ninguna punta o marco.[8]
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Secar y pulir el jade

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    Sacude el exceso de agua y seca suavemente con una toalla. Luego de enjuagar, sacude o sopla cualquier exceso de agua. Usa una toalla seca de microfibra, u otro paño que no suelte pelusa, para secar la pieza por completo. Evita usar trapos ásperos y no presiones demasiado fuerte mientras secas la pieza.[9]
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    Intenta cubrir una pieza de joyería con hojuelas de madera de arce. Secar un anillo o collar en hojuelas de madera de arce evitará que los líquidos manchen las partes de metal. Cubre la pieza con una capa de hojuelas de madera de arce, después, cuando la pieza esté completamente seca, sóplala para quitarlas.[10]
    • Este método de secado funciona mejor con piezas de joyería que con piedras grandes.
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    Pule la piedra cuando esté completamente seca. Una vez que la pieza se haya secado por completo, podrás pulirla con un paño especial para pulir joyas.[11] Como alternativa, puedes poner un poco de aceite de canola en un paño que no suelte pelusa y frotar la piedra con él. Deja que el aceite se asiente por unos cinco o diez minutos, luego límpialo con un paño limpio y seco.[12]
    • También puedes encerar tu pieza de jade con una vela blanca, como se hace tradicionalmente. La cera evitará que la grasa corporal, la suciedad y mugre entren en la superficie porosa. Usar aceite de canola hará que la suciedad se pegue más fácilmente en la superficie y requerirá una limpieza frecuente.
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Acerca de este wikiHow

Jerry Ehrenwald
Coescrito por:
Presidente del Instituto Gemológico Internacional y gemólogo graduado
Este artículo fue coescrito por Jerry Ehrenwald. Jerry Ehrenwald, presidente del Instituto Gemológico Internacional (IGI, por sus siglas en inglés), es un gemólogo graduado en la ciudad de Nueva York con una larga experiencia en la industria. Es el inventor de Laserscribe®, un medio para inscribir con láser una marca única en un diamante, como un DIN (número de identificación de diamante), patentado en Estados Unidos. Ehrenwald es responsable del laboratorio comercial de IGI y su división de evaluación. Tiene el honor distintivo de ser miembro principal de la Sociedad Americana de Tasadores (ASA, por sus siglas en inglés) y es miembro de Twenty-Four Karat Club de la ciudad de Nueva York, un club social limitado a 200 de las personas más exitosas en el negocio de la joyería. Este artículo ha sido visto 12 958 veces.
Categorías: Joyas y relojes
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