¿Piensas comprar alguna joya con perlas? ¿Tienes una reliquia familiar hecha de perlas? Con unas cuantas pruebas simples, podrás determinar si tu joya de perlas es falsa o real en cuestión de minutos. Aprende a observar y sentir las señales que indican que una perla es real y nunca más necesitarás preocuparte por comprar alguna imitación.

Método 1
Método 1 de 4:
Pruebas visuales

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    Busca imperfecciones menores. Como se indicó anteriormente, las perlas reales rara vez son “perfectas”. Por lo general, tendrán defectos o irregularidades pequeñas en su forma.[1] Su capa externa de nácar también puede reflejar la luz de manera distinta en diferentes partes de la perla. Las perlas de imitación casi siempre son “demasiado perfectas”. Lucen perfectamente esféricas, tienen la misma cantidad de brillo en cada parte de la superficie y no muestran marcas o imperfecciones.

    Consejo:Si bien es existen las perlas reales perfectamente redondas, un collar casi nunca estará hecho únicamente de perlas de este tipo. Un collar hecho en su totalidad con perlas que parezcan tener exactamente la misma forma suave y redonda es casi con seguridad una falsificación.[2]

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    Revisa si hay un brillo nítido y saludable. El brillo es una manera en que los joyeros describen el tipo de luz que se refleja de una piedra preciosa. El brillo de una perla es parte de lo que la hace tan hermosa. Las perlas de buena calidad deben tener un brillo claro y radiante que las hace brillar al recibir luz. Si miras de cerca, deberías ver tu propio reflejo en su superficie.[3]
    • Un problema con esta prueba es que las perlas reales y baja calidad (las que normalmente tienen un brillo opaco y blanquecino) pueden ser similares a las falsas. Verifica tus resultados con algunas de las otras pruebas señaladas en este artículo.[4]
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    Verifica si hay algún matiz. A menudo las perlas de buena calidad son apreciadas por sus matices; es decir, el color sutil que es visible en su superficie externa cuando se las ilumina. Las perlas falsas generalmente no tendrán este efecto, el cual es difícil de duplicar. Por lo tanto, si la perla parece tener un matiz de color muy ligero cuando se la ilumina, existe una gran probabilidad de que sea real. El color rosa y marfil son dos de los matices más deseados en las perlas blancas, aunque es posible encontrar una variedad de colores amplia, sobre todo en las perlas oscuras.[5]
    • Dado que algunas perlas reales no tienen un matiz visible, si no ves ninguno en una de tus perlas, no necesariamente significa que sea falsa.
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    Busca señales alrededor del agujero de perforación. Las perlas que están en un collar generalmente tendrán agujeros perforados para que pase el hilo. Si examinas este hilo con atención, podrás saber si la perla es real o no. Las características que deberás buscar son:[6]
    • Bordes bien definidos en el agujero. Por lo general, las perlas reales tienen agujeros de perforación con bordes afilados (como un cilindro hueco). Las perlas falsas a manudo tienen bordes ásperos o redondeados. Sin embargo, las perlas reales viejas y usadas también pueden tener este tipo de bordes en sus agujeros. Asimismo, las perlas falsas también podrían inclinarse hacia afuera en la superficie en lugar de ser perfectamente cilíndricas.[7]
    • La pintura o el recubrimiento astillado alrededor del agujero. A medida que las perlas falsas se frotan entre sí a causa del uso continuo, si recubrimiento artificial puede desgastarse alrededor de los agujeros. También podrías ver astillas de vidrio o plástico por debajo. Esta es una señal segura de una falsificación.
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    Busca en el agujero una línea entre el nácar y el núcleo. Una perla real casi siempre tendrá una capa de nácar exterior clara mientras que una falsa tiene capas delgadas de nácar artificial o sencillamente no tiene ninguna. Si la perla tiene un agujero de perforación, podrás revisar el nácar con una lupa. Las perlas reales generalmente (aunque no siempre) tendrán una línea notoria que separe el nácar del núcleo (la parte interna de la perla).
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Método 2
Método 2 de 4:
Pruebas de tacto

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    Frota las perlas contra tus dientes delanteros. Sostén una o dos perlas entre el pulgar y el índice, y presiónalas suavemente en el borde afilado de tus dientes delanteros. Frótalas contra los dientes realizando un movimiento de lado a lado. Por lo general, una perla real tendrá una textura ligeramente áspera o arenosa producto de imperfecciones diminutas similares a escamas en las capas externas de nácar. Las perlas falsas hechas de vidrio o plástico generalmente son casi perfectamente suaves.[8]
    • Es posible que quieras cepillarte los dientes antes de realizar esta prueba para asegurarte de que estén limpios. Los residuos de comida de una comida reciente pueden darte un resultado falso.
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    Frota las perlas entre sí. Sostén algunas perlas con los dedos y frótalas suavemente entre sí. Siente la ligera sensación de fricción. Las perlas reales normalmente generarán una pequeña fricción cuando se frotan entre sí debido a que sus capas externas de nácar no son perfectamente lisas.[9] Por otro lado, las perlas reales generalmente tienen revestimientos lisos y se deslizan entre sí cuando se frotan.
    • Después de realizar esta prueba, examina tus manos atentamente. Cuando dos perlas se frotan entre sí, sus capas externas a menudo erosionan una cantidad pequeña. Si notas un residuo pulverulento de color blanco después de frotar las perlas, lo más probable es que sea trae de nácar en polvo, señal de que son reales.[10]
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    Revisa si las perlas son perfectamente redondas. Debido a que son productos de la naturaleza, cada perla es ligeramente distinta, al igual que los copos de nieve o las huellas digitales. La mayoría de las perlas no serán esferas perfectas, sino que por lo general son ligeramente oblongas o tienen defectos menores. Si las perlas se ven perfectamente redondas, existe una gran probabilidad de que sean artificiales.
    • Es posible que las perlas reales sean perfectamente redondas. Sin embargo, estos ejemplares son muy raros y generalmente llegan a precios muy altos.[11]
    • ¿No estás seguro de si una perla es perfectamente redonda o no? Intenta hacerla rodar cuidadosamente sobre una superficie plana. Las perlas imperfectas no girarán de manera consistente en una línea recta.[12]
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    Siente lo frías que son al tacto. Para esta prueba, necesitarás unas cuantas perlas que no hayas estado utilizando últimamente. Sostenlas en tu mano y concéntrate en la forma en que se sienten sobre tu piel. Las perlas reales deben sentirse notoriamente frías durante algunos segundos antes de calentarse.[13] La sensación es similar a la que percibirías al pisar descalzo un piso de mármol.
    • Por otro lado, las perlas de plástico estarán a temperatura ambiente y se calentarán más rápido.[14]
    • Nota: las perlas de vidrio falsas pero de buena calidad podrían brindarte la sensación “fría”. Verifica tus resultados con otras pruebas en caso de que esta sea la primera que realices.
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    Siente el peso de la perla en tu mano. Haz rebotar cuidadosamente una o dos perlas en tu mano para tener una idea de cuánto pesan. La mayoría de las perlas reales se sentirán un poco pesadas para su tamaño. Por otro lado, las falsas (sobre todo las hechas de plástico) tendrán una sensación ligera e insustancial.
    • Por razones obvias, esta prueba no es perfecta, ya que juzgar el peso de algunas perlas pequeñas puede ser complicado. Para obtener mejores resultados, quizás debas compararlas con unas que sepas que son reales o falsas. Siempre verifica utilizando otra prueba sin importar lo seguro que estés del peso de una perla.
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Método 3
Método 3 de 4:
Pruebas avanzadas

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    Revisa si la superficie es “escamosa” utilizando un microscopio. Puedes utilizar una lupa de joyero de 30x, pero los microscopios con un poder de aumento de 64 o más son mejores para esta labor. Las superficies de las perlas reales tienen un patrón escamoso similar a un laberinto. Este patrón se parecerá un poco a un mapa topográfico. Es esta escala microscópica la que le da a las perlas su textura “arenosa”.
    • Por el contrario, las perlas falsas a menudo tendrán una superficie cubierta con bultos granulados y muy irregulares (similar a la superficie llena de cráteres de la luna).
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    Compara tus perlas con unas perlas reales certificadas. Todas las pruebas mencionadas anteriormente serán más sencillas si tienes algunas perlas que sepas que son reales para utilizarlas como fuente de comparación. Intenta ponerte en contacto con un joyero para consultarle acerca de la posibilidad de comparar tus perlas con unas que tengan la certificación de auténticas. También puedes tomar prestadas las perlas reales de un amigo o familiar para realizar las comparaciones.
    • Utiliza el sentido común acerca de los tipos de pruebas que realices con las perlas certificadas. Por ejemplo, no querrás realizar la prueba con los dientes o con la fricción en las piedras preciosas de otra persona.
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    Haz que un experto tase tus perlas. Si tienes dificultades para determinar la autenticidad de tus perlas, siempre puedes llevarlas donde un joyero o gemólogo respetable. Estos profesionales cuentan con herramientas, formación y ojos expertos para determinar si la perla es real (y, si lo es, para saber su costo). Sin embargo, estas alternativas generalmente no son baratas, pues una tasación básica puede costar fácilmente más de 100 dólares.
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    Solicita una prueba de rayos X. Esta prueba, que puede realizar un experto para determinar si las perlas son reales o no, utiliza una máquina de rayos X. Las perlas reales aparecerán como un colo gris semitransparente en los rayos X. Por otro lado, las falsas serán completamente blancas en los negativos y completamente negras en la impresión positiva.[15]
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    Solicita una prueba por medio de un refractómetro. Esta prueba avanzada mide la cantidad de luz que pasa a través de la perla con el fin de determinar su autenticidad. Por lo general, las perlas tienen una lectura de refractómetro (llamada “índice de refracción”) de entre 1,530 y 1,685. La diferencia entre estos dos valores (0,155) se conoce como birrefringencia de la perla, la cuela afecta a la manera en que se ve bajo la luz. Estas cualidades le indican a un experto que la perla probablemente sea real.[16]
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Método 4
Método 4 de 4:
Cosas a evitar

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    Ten cuidado con utilizar solo una prueba para verificar la autenticidad de las perlas. Vale la pena repetirlo: una sola de las pruebas mencionadas anteriormente a veces puede producir resultados falsos. Para garantizar los resultados, realiza muchas pruebas diferentes.
    • Como simplemente un ejemplo de cómo las pruebas aisladas pueden ser engañosas, una fuente descubrió que las perlas reales que han sido especialmente pulidas pueden sentirse muy lisas en las pruebas con los dientes y la fricción.[17]
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    Evita realizar una prueba de “quemado”. Algunas fuentes podrían recomendar sostener las perlas sobre una llama abierta para determinar si son falsas o no. Según este rumor, las perlas falsas se quemarán o derretirán, mientras que las reales no se verán afectadas. La verdad es más complicada. Si bien la mayoría de las perlas falsas sufrirá un daño a causa del fuego, algunas perlas reales también lo harán. Las perlas reales que han sido procesadas con un revestimiento externo artificial son particularmente vulnerables a la llama y pueden acabar con manchas, agujeros de perforación deformados y un brillo arruinado al cabo de solo unos segundos de exposición al fuego.
    • Asimismo, vale la pena señalar que las perlas son buenas conductoras del calor y pueden calentarse mucho si se las expone a una llama abierta. Si realizas esta prueba, toma todas las precauciones necesarias para evitar quemaduras graves.
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    No caigas en la trampa de las perlas de imitación que se venden bajo nombres exóticos. Si una persona intenta venderte una perla por su nombre en lugar de por sus cualidades físicas, podrías ser víctima de una estafa. Por ejemplo, las perlas de “Mallorca”, las cuales reciben el nombre de la isla exótica del Mediterráneo llamada Mallorca pero su naturaleza es completamente una creación del hombre, se venden a veces a clientes desprevenidos.
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    No ignores tu instinto con respecto al precio de una perla. El precio de una perla real variará en gran medida de acuerdo a su tamaño, forma, matiz y otras características. Sin embargo, nunca será sumamente barata. Por ejemplo, un collar hecho con perlas de agua dulce (la variedad más barata de perlas reales) puede costar fácilmente varios cientos de dólares.[18] Si un vendedor te hace una oferta demasiado buena para ser verdad por un juego de perlas reales, probablemente sean falsas.
    • Como regla general, solo deberás comprar perlas donde joyeros y vendedores que sean licenciados y certificados. Comprar perlas donde vendedores callejeros o tiendas de empeños puede ser algo riesgoso. Si quieres tener consejos específicos, lee nuestra guía para comprar perlas.
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Consejos

  • Ten en cuenta que las perlas reales vienen en dos variedades: las perlas naturales, las cuales provienen de mariscos atrapados en la naturaleza, y las perlas cultivadas, las cuales provienen de granjas de crianza. Pueden existir algunas variaciones en color, nácar, brillo y forma entre las perlas cultivadas y las naturales. Estas últimas tienden a ser más raras y costosas que las primeras.
  • Si quieres limpiar tus perlas (reales), considera la posibilidad de solicitar la ayuda de un joyero experto. Algunos disolventes y limpiadores caseros pueden opacar el brillo de las perlas de manera permanente. Por suerte, algunos joyeros brindan servicios de limpieza gratuitos.[19]
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Advertencias

  • Ten cuidado cuando realices una prueba con los dientes en una sola perla. Mantén un agarre firme para evitar tragártela por accidente.
  • Si empleas la prueba de fricción o de los dientes, podrías notar rasguños ligeros en tus perlas. Frotarlas varias veces con el pulgar debe hacerlos desaparecer.
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Acerca de este wikiHow

Michael Arnoldi
Coescrito por:
Joyero
Este artículo fue coescrito por Michael Arnoldi. La familia de Michael Arnoldi es propietaria de Arnoldi Jewelers en California, una empresa familiar de joyería de tres generaciones que empezó en Italia y se trasladó a Estados Unidos. Michael tiene más de 10 años de experiencia en la industria de la joyería Este artículo ha sido visto 289 093 veces.
Categorías: Joyas y relojes
Resumen del artículoX

Para saber si una perla es real, primero mira si tiene imperfecciones o irregularidades menores, ya que las perlas reales no son perfectamente redondas ni lisas. Luego, busca tu reflejo en la perla, porque las reales tienen un brillo marcado y saludable. También puedes tratar de frotar suavemente 2 perlas sobre tus dientes delanteros con movimientos de lado a lado. Si son reales, se sentirán un poco ásperas o arenosas. Por último, sostén una en tu mano para que sientas si está fría o si es pesada para su tamaño, las cuales son características de las perlas reales. Si quieres más información de nuestro experto en joyería como consejos para que te tasen perlas, ¡sigue leyendo!

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