Considerada desde la antigüedad como una joya de gran valor, tanto así que se cuenta que el general romano Vitelio vendió los pendientes de perlas de su madre para financiar una campaña militar, aún en nuestros días las perlas conservan su encanto como pieza distintiva de joyería, especialmente si se presentan en forma de collar o de gargantilla.

Para mantener la belleza de las perlas, es necesario saber cómo cuidarlas apropiadamente. A pesar de que su estructura cristalina y compacta las hace duraderas, las perlas son suaves por naturaleza y esta realidad no puede pasar inadvertida. Es muy fácil rayar las perlas y su solo contacto diario con los aceites propios de la piel pueden deteriorarla. Por lo tanto, una limpieza diaria y meticulosa debe ser parte de la rutina de todo dueño de un collar de perlas.

Pasos

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    Busca un paño de tela muy suave. Elige un paño para joyería o cualquier paño limpio, de preferencia hecho de algodón o de bambú.
    • Jamás utilices productos abrasivos para limpiar las perlas como cepillos de dientes o esponjas de plástico. El único producto que debes emplear para limpiar las perlas es un paño de tela suave.
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    Cada vez que te saques tu collar de perlas, límpialas suavemente para eliminar cualquier aceite natural del cuerpo o la transpiración. Humedece ligeramente un paño y limpia cada perla una por una.
    • Nunca apliques limpiadores comerciales para joyería en tus perlas. Generalmente, dichos productos contienen una elevada cantidad de amoníaco, el cual podría dañar las perlas.
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    Por cada quinta lavada, tus perlas necesitarán algo más fuerte que un simple paño humedecido. Sumerge un paño suave en agua tibia ligeramente jabonosa. No utilices detergente líquido. Usa un jabón muy suave como el jabón de Castilla sin fragancia o sin colorantes.
    • Limpia tus perlas con un paño limpio humedecido para quitar cualquier residuo de jabón.
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    Si debes limpiar el broche, utiliza un hisopo humedecido con un limpiador para joyería (asegúrate de que sea compatible con el metal del broche) o si está hecho de un metal duro (excepto el oro) sin piedras preciosas, puedes utilizar una pequeña cantidad de pasta dental. Cualquiera que sea el producto que elijas, evita que entre en contacto con las perlas, pues podrían dañarlas.
    • La pasta dental es adecuada para usarla en plata quemada.
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    Listo.
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Consejos

  • El collar de perlas está hecho con un hilo de seda que sirve para enhebrar las perlas y, si dicho hilo se estira o se afloja, se puede romper en cualquier momento. Incluso si no utilizas tu collar de perlas muy seguido, es recomendable que reemplaces el hilo cada 5 años.
  • Los aceites de la piel (elementos ácidos), los perfumes, las lacas para el cabello e incluso el maquillaje son las causas más comunes del deterioro de las perlas. Antes de ponerte tu collar de perlas, debes esperar a que el perfume o la laca se hayan disipado.
  • Protege tu collar de perlas de los golpes bruscos, de las rayaduras, de los químicos, de la luz solar y de las altas o bajas temperaturas. Guarda tu collar de perlas en una caja o estuche forrado con tela suave como la seda, el satén o el terciopelo. Nunca lo guardes en estuches hechos de plástico, ya que lograrás que se reseque y se agriete.
  • Si alguno de los nudos se afloja, mándalo a un joyero para que lo ajuste o hazlo tú misma. Haz un nudo para cada perla y, utilizando una aguja, guía el nudo hacia la perla antes de ajustarlo.
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Advertencias

  • Evita que tu collar de perlas entre en contacto con ciertas sustancias como el amoníaco, los blanqueadores a base de cloro o de cualquier otro tipo, las tintas, los quita esmalte, los perfumes, las lacas o las colonias.
  • No guardes tus perlas en lugares excesivamente secos. Conserva tu joyería de perlas en estuches separados para evitar que su superficie se raye debido a puntas o bordes metálicos afilados, o piedras preciosas más duras.
  • Jamás utilices limpiadores ultrasónicos o limpiadores que contengan amoníaco, vinagre u otros elementos abrasivos.
  • Antes de hacer ejercicios de alto impacto o de realizar arduas labores, debes quitarte tus perlas. Nunca vayas a nadar con tus perlas puestas.
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Cosas que necesitarás

  • Paño limpio de tela suave
  • Agua

Referencias

  1. http://www.bobijou.com/pearls-dossier/pearl-jewellery-care.html BoBijou Pearl – fuente de información
  2. Francesca Beauman, The Woman's Book: Everything But the Kitchen Sink, p. 27, (2007), ISBN 978-0-297-85271-1 – fuente de información

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