El vinagre es un limpiador natural excelente que puede servir para enfrentar muchos proyectos de limpieza, incluyendo las brochas de maquillaje. No te preocupes por el olor. El vinagre es un desodorante natural, así que cuando se seque, no olerá a nada. Puedes usarlo para quitar el maquillaje de las brochas o para desinfectarlas después de quitarles el maquillaje.

Método 1
Método 1 de 2:
Limpiar las brochas con vinagre

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    Prepara la solución. Coloca una taza de agua caliente o tibia en una jarra o en un frasco. Agrégale más o menos una cucharada de vinagre de sidra de manzana. Vierte 1/2 cucharadita de jabón para lavar platos. Mezcla bien para asegurarte de combinar los ingredientes de la solución.[1]
    • Puedes usar simplemente dos partes de vinagre con una parte de agua y omitir el jabón.
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    Gira las brochas en la solución. Agita cada brocha en la solución hasta que veas que luce limpia y luego, retírala para enjuagarla con agua fresca. Repite el procedimiento con cada brocha, lavando y enjuagando cada una por separado.[2]
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    Deja secar las brochas al aire durante toda la noche. Da unos cuantos toques con la brocha sobre una toalla de papel limpia para eliminar el exceso de agua. Estira las cerdas dobladas con los dedos para devolverle la forma a la brocha. Coloca las brochas de forma plana sobre la toalla de papel para que se sequen. Puedes dejarlas reposar durante toda la noche.[3]

Método 2
Método 2 de 2:
Usar el vinagre para desinfectar

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    Coloca la brocha bajo el grifo. Enjuaga primero la brocha con agua del grifo. Asegúrate de que la punta quede hacia abajo en el lavabo para escurrir el maquillaje. Además, trata de colocar solo las cerdas bajo el agua porque esta podría ablandar el pegamento y el acabado de la brocha.[4]
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    Frótale un poco de champú. Limpia la brocha con un poco de champú para bebé. Puedes usar cualquier otro champú, pero este es más suave. Frótalo en la brocha con los dedos o gira la brocha en la palma de tu mano. Enjuaga el champú hasta que el agua salga transparente.[5]
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    Prepara una solución con vinagre para desinfectar las brochas. Coloca una parte de agua y dos partes de vinagre (blanco o de sidra de manzana) en un tazón o en un frasco y revuelve para mezclar. Gira las brochas en la solución durante un minuto aproximadamente, tratando de llegar sobre todo a las cerdas. Cuando termines, vuelve a colocarlas bajo el grifo para retirar el vinagre.[6]
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    Deja secar las brochas durante toda la noche sobre una toalla de papel. Sécalas con toques suaves con una toalla de papel para retirarles el agua lo más que puedas. Vuelve a darles su forma correcta a las cerdas si están dobladas. Coloca las brochas sobre una toalla de papel para dejarlas secar durante toda la noche.[7]

Cosas que necesitarás

  • brochas sucias
  • vinagre blanco o de sidra de manzana
  • champú para bebé o jabón para lavar platos (opcional)
  • un frasco o un tazón
  • toallas de papel

Consejos

  • Entre cada limpieza, frota las brochas con suavidad en una toalla para mantenerlas limpias.
  • Trata de limpiar las brochas cada dos semanas. Puedes dejar pasar un mes si usas un limpiador de brochas de secado rápido entre las limpiezas profundas con vinagre.[8]

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