Cómo limpiar madera pintada

Es posible que tengas madera pintada en muchos objetos, como un gabinete, un zócalo o en otro objeto de la casa. Aunque estos artículos no necesitan mucho mantenimiento, es importante que les des a estas superficies una limpieza adecuada cada pocos meses. Para limpiar estas superficies, prepara una mezcla con jabón para platos y agua tibia, y luego, limpia la superficie de madera pintada. Si prefieres usar otra opción de limpieza, puedes usar vinagre o amoniaco. Con un poco de cariño y cuidado, ¡los accesorios de madera pintada quedarán impecables enseguida!

Método 1

Método 1 de 2:
Usar agua con jabón

1
Aspira el exceso de polvo que haya en torno al área. Usa el accesorio de tubo de la aspiradora para quitar la suciedad, el polvo y la mugre que sean evidentes en el borde de la madera pintada. Si no tienes una aspiradora o una extensión de la aspiradora, puedes barrer el polvo notorio con una escoba.^{[1]
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Fuente de investigación}
- El proceso de limpieza puede ser mucho más profundo si no tienes que preocuparte por el polvo después.
Consejo: Si la superficie de madera pintada no tiene mucho polvo, no tienes que preocuparte por usar la aspiradora ni la escoba. En lugar de eso, limpia el polvo evidente con una toallita húmeda.^{[2]
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2
Vierte el jabón para platos en una cubeta de agua tibia. Llena un cuenco o una cubeta de plástico de tamaño mediano con 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de agua tibia. Toma una botella de jabón para platos y vierte una pequeña cantidad en el recipiente, o espera hasta que empiece a formarse espuma de forma activa. No uses un detergente lavavajillas porque será demasiado fuerte para las superficies de madera pintada.^{[3]
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3
Sumerge un paño de microfibra en la mezcla y exprímelo. Sumerge un paño suave y delicado en la mezcla de agua con jabón. Asegúrate de empapar bien toda la tela antes de sacarla de la espuma. Por último, exprime el paño de microfibra hasta que ya no gotee.^{[4]
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- La tela debe quedar húmeda, no empapada.
- Nunca limpies una superficie pintada con lana de acero ni ninguna otra cosa abrasiva.
4
Limpia la madera con movimientos circulares suaves. Frota el paño húmedo en la madera pintada, tratando de alcanzar también los bordes y las esquinas. Haz pequeños movimientos circulares con el paño para quitar el polvo notorio de la superficie. Puedes hacerlo de izquierda a derecha para asegurarte de limpiar la superficie completa.^{[5]
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Consejo: Sumerge un hisopo limpio en la mezcla de agua con jabón, y úsalo para limpiar los rincones y las grietas, como la parte superior delgada del zócalo.^{[6]
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Humedece otro paño y exprime el exceso de agua. Coloca otro paño de microfibra bajo el grifo de agua fría. Satura el paño por completo y luego exprímelo sobre el fregadero. El material debe quedar húmedo, pero sin gotear.^{[7]
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6
Frota los gabinetes con el paño húmedo para quitar la solución de limpieza. Toma el paño de microfibra húmedo y concéntrate en limpiar el exceso de espuma. Limpia de izquierda a derecha mientras avanzas hacia abajo por la superficie hasta quitar todos los restos de jabón.^{[8]
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- Si no limpias la solución jabonosa, las superficies de madera pintada quedarán pegajosas.
7
Seca la superficie con un paño de microfibra seco. Toma un tercer paño o trapo y pásalo con movimientos circulares largos por la superficie que lavaste. Sigue haciéndolo de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo hasta que el objeto se sienta seco cuando lo toques. Para realizar este proceso, asegúrate de usar paños limpios para evitar esparcir más suciedad y mugre en la superficie de madera pintada.

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Método 2

Método 2 de 2:
Probar otros agentes limpiadores

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Usa vinagre o un limpiador multiusos en lugar de jabón para platos. Llena un recipiente mediano con 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas) de agua tibia. Si no tienes a la mano un jabón para platos o prefieres usar un agente de limpieza diferente, puedes mezclar en un recipiente 2 a 4 cucharadas de vinagre blanco o un limpiador multiusos. Si usas cualquiera de estos ingredientes, revísalos para asegurarte de que estén diluidos.^{[9]
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- Evita aplicar el vinagre o el limpiador multiusos directamente sobre la madera pintada.
2
Usa una mezcla de amoniaco diluido para quitar las manchas. En un recipiente pequeño, mezcla 1 parte de amoniaco con 8 partes de agua y revuelve los ingredientes hasta combinarlos por completo.^{[10]
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Fuente de investigación} Sumerge un paño de microfibra o un trapo de cocina en la mezcla de amoniaco, en lugar de usar el paño impregnado en la solución de limpieza. Haz movimientos circulares pequeños y concentrados para quitar las manchas de grasa y limpiar otras áreas donde haya mugre y suciedad.^{[11]
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- Si prefieres no usar amoniaco, puedes usar en su lugar una pasta de bicarbonato de sodio.
3
Limpia los zócalos con una toallita suavizante para la secadora. En lugar de usar un paño de microfibra seco, usa una toallita suavizante limpia y pásala en la superficie del zócalo. Sigue pasándola en la superficie pintada hasta limpiar todo el zócalo.^{[12]
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¿Sabías que…? Las molduras no necesitan un mantenimiento intensivo. Usa un plumero extensible para eliminar la suciedad y la mugre evidentes, y limpia la superficie pintada con una toallita húmeda.^{[13]
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