Has comenzado una nueva relación con alguien y las cosas van muy bien: la química es excelente, la conversación fluye con naturalidad y todo sale a pedir de boca. Es entonces que se dan el primer beso y te das cuenta de que tu pareja besa terriblemente. Para muchas personas, esto puede ser un poco desalentador. Después de todo, los besos suelen ser el primer paso para la intimidad física, así como un buen indicador de lo que puedes esperar en el futuro. Por suerte, en la mayoría de los casos, este hecho es más un obstáculo que un callejón sin salida. Para lidiar con una persona que besa mal, necesitarás comprender el problema, expresar tus preferencias y ser proactivo.

Método 1
Método 1 de 3:
Tratar el problema

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    Establece una atmósfera relajada. Esto es particularmente importante si solo se han dado un beso. ¿Hubo algo sobre la situación que puede haber impedido que ambos dieran lo mejor de sí? Esto puede haber ocurrido si ambos estaban ebrios, tenían poco tiempo o se encontraban en medio de una situación particularmente incómoda. La próxima vez que se beses, prepárense con anticipación.[1]
    • Asegúrate de que ambos se sientan cómodos, como al estar echados sobre un sofá confortable o una cama.
    • Atenúa las luces para crear la atmósfera indicada.
    • Enciende velas y pon música romántica.
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    Da el primer paso. La próxima vez que te veces con tu pareja, adopta una actitud proactiva y dale señales acerca de cómo te gustaría que te bese. Esto es muy importante en las primeras etapas, pues puede evitar malos hábitos. Da a conocer tu etilo de besar y, con suerte, tu pareja lo imitará. Si no tiene tanta experiencia como tú, esto podrá ayudarle a desarrollar su habilidad de besar.[2]
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    Enséñale una lección divertida. Puedes convertir una conversación potencialmente incómoda en una demostración juguetona. Enfócate en los estilos específicos para besar que te gustaría que tu pareja imite. Descríbelos verbalmente y luego demuéstraselo.[3]
    • Comienza diciéndole “Este es el tipo de beso que me gusta” y luego demuéstraselo.
    • Un ejemplo de algo específico que puedes hacer y corregir sería decirle “Así es como me gusta usar mi lengua” y luego demostrárselo.
    • Por ejemplo, si prefieres que te acaricien de cierta manera durante un beso, demuéstraselo a tu pareja.
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    Utiliza el método de las tres oportunidades. SI hay algo específico que te molesta que tu pareja haga, utiliza este método para indicárselo. La primera vez que le digas que no e gusta algo contará como la primera oportunidad. Si debes pasar por este proceso dos veces más, contarían como otras dos oportunidades. Al llegar a la tercera oportunidad, es momento de hablar con tu pareja sobre lo que ocurre.[4] Por ejemplo, si utiliza mucho su lengua, aléjate y dile “Así es cómo prefiero que me besen” luego de la primera oportunidad y luego reanuda la sesión de besos.
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    Practica con frecuencia. La mejor forma de asegurarte de sacarle el máximo provecho a una sesión de besos es practicar activamente. Reserva un tiempo durante cada cita especialmente dedicado a los besos con tu pareja. Esto te dará mucho tiempo para dejar pistas, mientras que la práctica podría ayudarle a tu pareja a notar los hábitos que no te resultan muy agradables.[5]
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Método 2
Método 2 de 3:
Solucionar problemas específicos

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    Determina exactamente lo que no te gusta. Si esperas resolver el problema, es importante que no te quedes únicamente con la idea de que tu pareja no sabe besar bien. Piensa en las cosas específicas que hace tu pareja y que pueden molestarte de modo que puedas solucionarlas. Estas son algunas cosas que pueden salir mal durante un beso.[6]
    • Un uso excesivo de dientes. El choque de dientes definitivamente puede ser desalentador.
    • Demasiada salivación. Lo último que querrás decir con respecto a un eso es que es baboso.
    • Mal aliento.
    • Uso excesivo o escaso de la lengua.
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    Redirige la ubicación de las manos. Probablemente necesites hacerlo debido a que aún no deseas tener ese tipo de contacto o porque las manos de tu pareja no son muy suaves. Simplemente toma sus manos y redirígelas hacia un lugar donde te sientas a gusto.[7] Por ejemplo, puedes llevar la mano de tu pareja hacia tu cintura o quizás hacia tu cara.
    • Después de redireccionar sus manos, puedes indicarle que te gusta que te acaricie en ese lugar.
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    Enséñale a usar menos dientes. Por lo general, los dientes chocan cuando ambos se entusiasman demasiado.[8] ¡Eso no tiene nada de malo! No obstante, a menos que este hecho te excite, quizás quieras hacer las cosas con más lentitud. Si tu pareja no capta la pista, puedes tomar su cabeza con las manos y decirle cuidadosamente que tome las cosas con un poco más de calma.
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    Evita que tu pareja babee. El uso excesivo de la lengua y la falta de movimiento de los labios puede dar lugar a una gran cantidad de saliva. Procura enfocarte en besar los labios de tu pareja de una manera suave, disminuyendo un poco las cosas.[9] Si te sigue el paso, no tendrás muchos problemas con la saliva.
    • Si, por el contrario, no sigue tus movimientos, procura alejarte un poco. Por lo general, esa señal es más que suficiente para desacelerar las cosas.
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    Controla su uso excesivo de la lengua. Ten en cuenta que la cantidad de lengua aceptable durante un beso es algo muy subjetivo. Si tu pareja no la usa mucho, deberás guiarla. Si te aseguras de usar la lengua antes que tu pareja, lo más probable es que ella te siga.[10]
    • Si el problema es que tu pareja usa demasiado la lengua, tienes un par de opciones: la primera es alejarte de una manera notoria.
    • Te entenderá y desacelerará sus movimientos, o seguirá manteniendo su intensidad.
    • Si hace esto último, puedes detenerte y decirle cortésmente que disminuya su ritmo.[11]
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Método 3
Método 3 de 3:
Hablar al respecto

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    Pregúntale a tu pareja las cosas que le gustan. Si no has podido cambiar la actitud de tu pareja por medio de las pistas, quizás necesites hablar con ella acerca de sus preferencias. Durante un beso, no eres la única persona involucrada, pues a tu pareja podría gustarle cosas ligeramente distintas a las que tú acostumbras. Estas son un par de preguntas que puedes hacerle:
    • “¿Te gusta la forma en que uso mi lengua?”. Podrías descubrir que sus expectativas no encajan a la perfección.
    • “¿Hay algo que quieres que haga?”. Si bien es posible que estés haciendo todo bien, podría haber algo más que a tu pareja le gustaría hacer.
    • “¿Hay algo que no te guste de mis besos?”. Esta pregunta es un poco más abierta, pero da lugar a la honestidad.
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    Analiza tus gustos. Tu pareja no puede adivinar tus preferencias. Las pistas son algo sutil y no lastimarán los sentimientos de nadie, pero a veces son demasiado sutiles. Si no has podido cambiar el comportamiento de tu pareja, probablemente necesites expresar tus deseos con mayor claridad.[12]
    • Brinda información específica como, por ejemplo, al mencionar lo apasionados que esperas que sean los besos. De lo contrario, puede sentirse muy forzado.
    • Es importante que abordes este tipo de tema sensible con mucho tacto. Evita tener una actitud demasiado crítica, y procura reforzar las conductas positivas de tu pareja.
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    Ten en cuenta los ultimátum. En el peor escenario, tendrás dos opciones: reducir tus estándares o terminar la relación con tu pareja. Si estás con una persona que es maravillosa en todos los otros aspectos y los besos no son tan importantes para ti, simplemente acostúmbrate. Por el contrario, si en verdad necesitas estar con alguien que bese bien, opta por terminar la relación.
    • Si intentas expresar tus necesidades con anticipación y la persona aún no se adapta, probablemente tampoco sea receptiva a tus necesidades en otros aspectos ni sea una pareja a largo plazo.
    • Es difícil terminar la relación con alguien, pero recuerda que estarás mejor de esa manera y, con suerte, esa persona también comprenderá las pistas y se convertirá en una mejor pareja para alguien más en el futuro.
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Consejos

  • El primer beso puede dejar una gran impresión, y algunas personas no están dispuestas a siquiera tratar de iniciar una relación con alguien que besa mal. Si eres una de estas personas, ten en cuenta que besar mal no debe ser una aflicción permanente si tienes la disposición de ayudar a tu pareja. Si rechazas a alguien solo porque no te gustó un beso, podrías perderte de una gran relación. No obstante, en ocasiones, un mal beso podría indicar que una persona no es receptiva ni atenta, y que podría ser igual de mala en otras cosas. Considera la experiencia para besar que tiene la otra persona. Si puedes adjudicar el mal beso a la inexperiencia, probablemente haya esperanzas, pero si la persona ha tenido varias relaciones duraderas, probablemente estés en un callejón sin salida.
  • Una buena manera de habilitar la comunicación es preguntarle a tu pareja si hay algo que puedas hacer o algo que le gustaría probar. Quizás aprendas algo y tu pareja podría imitarte al hacer la misma pregunta. Incluso si no lo hace, las personas generalmente son un poco más receptivas cuando no tienes un aire de superiordad. Dile “Adoro cuando haces esto... pero no sé cómo me siento acerca de…”.
  • Darle a tu pareja una versión exagerada de su estilo de besar podría ayudarle a darse cuenta de lo que hace mal además de darles a ambos una razón para reír. Esto puede dar lugar a un momento íntimo, un recuerdoagradable y un medio para aliviar la tensión de aprender de sus preferencias o desagrados.
  • ¡Actúa con honestidad! No trates a tu pareja como si fuera un proyecto que debes desarrollar.
  • Ten una actitud proactiva. No esperes meses o años para abordar el problema de los besos. Cuanto más tiempo esperes, más difícil te será sacarlo a colación y más le costará a tu pareja cambiar su estilo.
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Advertencias

  • Cuando le digas a alguien las cosas que te gustan y las que no sobre sus besos, siempre hazlo con tacto y amabilidad. Este puede ser un tema muy sensible, y tu pareja puede sentirse ansiosa, amenazada o herida, en ocasiones hasta el punto de querer romper la relación contigo.
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Acerca de este wikiHow

Imad Jbara
Coescrito por:
Coach de citas
Este artículo fue coescrito por Imad Jbara. Imad Jbara es coach de citas para NYC Wingwoman LLC, un servicio de coaching de relaciones con sede en la ciudad de Nueva York. 'NYC Wingwoman' ofrece servicios de búsqueda de parejas y de acompañantes, coaching personal e intensos campamentos de fin de semana. Imad presta servicios a más de 100 clientes, hombres y mujeres, para mejorar sus vidas en cuanto a citas a través de habilidades de comunicación auténticas. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de Massachusetts Dartmouth. Este artículo ha sido visto 208 388 veces.
Categorías: Artículos destacados | Besos
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