Los venados son criaturas majestuosas, pero puede ser muy molesto tratar de mantenerlos alejados de tu jardín. Nada arruina la belleza impresionante de estos animales del bosque tanto como verlos huir con un bocado de las vainitas que estabas guardando para la cena, o ver que han mordisqueado hasta el tallo las begonias que habías estado cuidando desde la primavera. Afortunadamente, existen algunas medidas sencillas que puedes adoptar para lograr que tu patio o jardín en crecimiento sea a prueba de venados. Esto varía desde colocar barreras físicas e implementar tácticas para asustar que empleen un elemento sorpresa, hasta elevar las plantas y rociar repelentes que sean lo suficientemente eficaces como para alejar a los venados.

Método 1
Método 1 de 3:
Modificar tus prácticas de plantación

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    Reduce la cantidad de plantas sabrosas que tengas en tu jardín. Los venados prefieren los alimentos ricos y altos en nutrientes como la lechuga, los frejoles, las arvejas y las fresas; así como las flores silvestres como los tulipanes y los pensamientos. Mientras menos de estas especies tengas en tu jardín en un momento determinado, menor será la probabilidad de que le brinden un festín exquisito a una manada de venados. Será más difícil si tienes una granja o un jardín de vegetales grande. Sin embargo, aun así podrás disminuir las probabilidades de que arrasen con tus cultivos si los plantas de forma rotativa y los cosechas tan pronto como maduren.[1]
    • Mantén tu jardín bien cuidado. Cosecha las frutas y los vegetales tan pronto como maduren, así disminuirás las probabilidades de que los devoren.
    • Investiga un poco sobre los tipos de cultivos que los venados prefieren y solo planta 1 o 2 de ellos a la vez.[2]
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    Planta cerca de tu casa. Los venados son animales cautelosos y no se acercarán más de lo necesario a tu casa. Saca provecho de ello y cultiva cerca de tu casa plantas atractivas y brillantes, y frutas y vegetales carnosos. Estos deben estar alejados del perímetro exterior de tu jardín, por donde sea más probable que los venados entren. Para llegar a estos cultivos, los venados tendrán que correr el riesgo de acercarse a la fuente de todo el ruido y la actividad que les da miedo.[3]
    • Los arbustos frondosos de rosas y tulipanes son adornos excelentes para el área exterior de tu casa, en donde estarán más seguros.
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    Oculta el olor de un alimento favorito de los venados con plantas de olor agrio. El olfato es el sentido más agudo de los venados, y el que emplean para ubicar las fuentes de comida. Confunde a los venados en busca de comida gratis ocultando el olor de las plantas que prefieran con los olores más notorios de las especies perennes y hierbas potentes. El ajo, las cebollas, la lavanda y la menta son opciones grandiosas para ocultar el olor de las plantas vulnerables y alejar a los vendados hambrientos.[4]
    • Por naturaleza, los olores y sabores agrios repelen a los venados.
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    Emplea jaulas de tomates para proteger tus cultivos. Coloca las jaulas de tomates de metal sobre las plantas grandes (como los tomates y los frejoles), así harás que los venados tengan más dificultades para llegar a ellas. Podrás conseguir jaulas de tomates ya listas en la mayoría de las tiendas de jardinería, o puedes elaborarlas tú mismo en casa usando materiales básicos poco costosos. Las aberturas de la jaula son demasiado pequeñas como para que los venados alcancen las plantas en su interior; no obstante, son lo suficientemente grandes como para permitirte regarlas, podarlas y recoger los frutos y vegetales a mano.
    • Se recomienda el uso de jaulas para las plantas comestibles que crecen a lo alto en tallos o cepas.[5]
    • Construye jaulas de tomates sencillas que sean adecuadas para tus propias especificaciones usando alambres para reforzar concreto.
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    Coloca un seto o una cerca. Una barrera vertical alta (como una cerca o un seto frondoso) puede ser una defensa eficaz contra los venados, aunque muchas personas las consideran antiestéticas y difíciles de cuidar. Tan solo cerciórate de que la cerca o el seto sean lo suficientemente largos como para evitar que los venados puedan ver lo que tienes en tu patio. Los venados son muy buenos saltadores, y podrán superar toda barrera que mida menos de aproximadamente 2 m (6 pies).[6] [7]
    • Para cultivar un seto y usarlo como protector, se requerirá paciencia y cuidados. Sin embargo, probablemente sea una opción más estética que cerrar tu hermoso paisaje con una estructura sólida.
    • Si el espacio lo permite, puedes colocar una cerca doble o un seto con una barrera interior y una exterior. Esto hará que los venados tengan más dificultad para llegar de un salto.
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Método 2
Método 2 de 3:
Emplear elementos disuasivos activos

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    Usa un repelente en aerosol. Rocía las plantas vulnerables de tu jardín con frecuencia usando un repelente de venados casero o de venta comercial. Por lo general, estos repelentes tienen componentes como el azufre, sales de amoníaco y capsaicina, los cuales desagradan a los venados. Incluso las variedades de las tiendas se fabrican con ingredientes naturales y no emplean químicos fuertes que podrían perjudicar el crecimiento de tus plantas. Tan solo rocía tu jardín en intervalos de un par de días.[8]
    • Si no estás dispuesto a gastar dinero en un repelente de venta comercial, puedes preparar el tuyo con huevos, ajo, amoníaco, o salsa picante mezclada con agua.[9]
    • Ten cuidado al usar repelentes en los cultivos que planees cosechar y comer. Los compuestos como la capsaicina no son peligrosos; no obstante, pueden afectar el sabor de las plantas comestibles.
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    Instala rociadores activados por movimiento. Los venados son animales muy quisquillosos y pueden asustarse con mucha facilidad si se brinda el estímulo correcto. Una estrategia muy eficaz es instalar un par de rociadores activados por movimiento en los extremos de tu jardín o en el lugar en el que los venados suelan entrar sigilosamente. Al acercarse, recibirán de forma súbita un chorro inesperado de agua desde el rociador, lo que hará que corran.[10]
    • La instalación de un sistema rociador activado por movimiento es una opción más costosa; sin embargo, se garantiza que logrará su cometido varias veces.
    • Además de sus beneficios disuasivos, un rociador también es una manera conveniente de cerciorarte de que tu jardín o patio reciba suficiente agua.
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    Produce ruido para asustar al venado. Los ruidos fuertes y espontáneos son una manera segura de deshacerse de un venado curioso. Puedes recurrir al generador de ruido electrónico de un cronómetro, un juego de campanillas de viento estridentes o un simple aplauso oportuno; en cualquier caso, el venado no correrá ningún riesgo con lo que genera el ruido. Incluso dejar la puerta trasera abierta para que salgan los sonidos de la actividad en casa puede bastar para disuadir a un venado y lograr que no se acerque.[11]
    • Los generadores de ruido electrónicos pueden programarse para emitir tonos frecuentes que ahuyentarán al venado sin molestar a los vecinos.
    • Puedes crear un juego de campanillas de viento no armónicas con latas de aluminio o pedazos de madera hueca.[12]
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    Coloca algunas luces automáticas. Los venados suelen viajar en manada durante la noche para buscar comida, aparearse y jugar. Esto significa que podrían toparse con las golosinas exquisitas de tu jardín a altas horas de la madrugada, cuando nadie está cerca para repelerlos. Afortunadamente, si montas un reflector automático en el exterior de tu casa o algún otro tipo de estructura cerca de tu jardín, este podrá encargarse del trabajo mientras duermes. Cuando los venados empiecen a acercarse a tu parra de calabacín o arbusto de begonias, el reflector se activará y los intrusos correrán para ocultarse.[13] [14]
    • La mayor parte de los reflectores funcionan en un rango y ángulo determinados. Al instalar un reflector, cerciórate de que esté calibrado de forma apropiada para activarse cuando detecte el movimiento en el área de las plantas que corran peligro.
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Método 3
Método 3 de 3:
Implementar otras medidas

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    Cubre tus plantas y cultivos con malla. Si en verdad te preocupa que los venados lleguen a las plantas que has cultivado durante muchas largas semanas, puedes cercar la parcela con hilo de pescar o malla de plástico. Introduce 3 o 4 palos en el suelo alrededor del cultivo, y envuelve la malla en la parte exterior de los palos de arriba a abajo, dejando solo un par de centímetros (o pulgadas) entre cada tira. Esto no lucirá muy atractivo, pero cumplirá su función y será poco costoso. La idea se asemeja a mantener las plantas individuales inaccesibles con jaulas de tomates; no obstante, te permitirá cerrar un área mayor.[15]
    • El hilo de pescar es lo suficientemente delgado como para no lucir horrible o cubrir tus plantas, y bastará para disuadir a los venados y lograr que no intenten entrar.[16]
    • A pesar de que los venados son muy buenos corriendo y saltando, no son muy buenos entrando y saliendo de espacios apretados.
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    Consigue un perro. Los venados siempre son cautelosos con los depredadores, y si bien es poco probable que un perro casero promedio ataque a una cierva que esté pasando, si esta ve y oye a uno, esto podría bastar para mantener bajo control a un venado problemático. La orina del perro también funciona como un repelente natural, ya que el venado podrá diferenciar su olor del de la orina de otros herbívoros inofensivos, y le indicará que podría haber una competencia entre depredadores cerca. Saca a tu perro a hacer sus necesidades en las inmediaciones de tu jardín y deja que corretee por él, y observa cómo disminuyen los incidentes de desapariciones misteriosas de vegetación.[17]
    • Pasea a tu perro en el perímetro de tu patio o jardín a fin de que marque el lugar con su aroma.
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    Coloca una estatua como una táctica para asustar. Coloca un espantapájaros, una estatua u otra forma grande como un nuevo elemento de tu jardín. Estos no podrán moverse ni hacer ningún ruido, pero el miedo a lo desconocido evitará que los venados hagan algo. Mientras más realista luzca la estatua, mayor será la probabilidad de que sea convincente. Coloca la estatua en el borde exterior de tu propiedad a fin de disuadir a los venados y lograr que no avancen más.[18]
    • Si cubres la estatua con ropa vieja que se mueva con la brisa del viento, esto se puede asemejar al movimiento.
    • Los venados no son muy astutos, pero aprenden al observar el comportamiento. Nada garantiza que un elemento inmóvil en el jardín ahuyentará a los venados para siempre.
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    Pasa un tiempo en tu jardín. La presencia de personas es uno de los mejores elementos disuasivos para los venados que se comen los cultivos. Tan solo pasa un tiempo fuera de casa en tu jardín todos los días, y sal por unos minutos en la noche. Haz que puedan verte y oírte. Los venados son animales reactivos que pueden adaptarse. Cuando evalúen por instinto el peligro de un lugar con comida disponible, tus apariciones constantes pueden bastar para mantenerlos alejados.[19]
    • Cuando las personas hablan en voz alta, esto suele bastar para ahuyentar a los venados.
    • Debes dar una vuelta por tu jardín, lo más cerca posible del punto por donde los venados entren, así maximizarás tus probabilidades de que te detecten.
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Consejos

  • Algunas personas indican haber tenido éxito dejando recortes de cabello o barras de jabón o desodorante en su jardín. Los venados asocian estas apariencias y olores desconocidos con otras criaturas que podrían estar cerca.
  • Emplea los molinetes, las fuentes de agua de bambú japonesas y otros elementos pequeños de jardín como maneras de espantar a los venados antes de invertir dinero en soluciones más complejas.
  • Si no eres una persona pudorosa, de vez en cuando puedes hacer tus necesidades al aire libre, cerca del jardín. La orina humana también repele a los venados y los mantendrá alejados.
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Advertencias

  • No rocíes veneno en las flores o cultivos comestibles con el fin de evitar que los venados se los coman. Este no solo suele ser malo para las plantas, sino que también hace que tus seres queridos y tú corran el riesgo de enfermarse.
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Cosas que necesitarás

  • repelente en aerosol casero o de venta comercial
  • especies perennes de olor fuerte (para ocultar los olores de las plantas que los venados deseen)
  • rociadores activados por movimiento
  • reflectores automáticos
  • generadores de ruido
  • estatuas, espantapájaros u otros elementos de jardín
  • malla o hilo de pescar para proteger las plantas
  • orina de personas o animales
  • presencia física

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