Si la pintura de tu techo metálico está empezando a descascararse o si ya no te gusta el color, posiblemente sea tiempo de dar unos retoques. Pintar el techo puede ser una tarea bastante difícil que demanda gran cantidad de tiempo, por lo que es conveniente contratar pintores profesionales. No obstante, si estás preparado para el desafío, debes abastecerte del tipo de pintura correcta, limpiar el techo y aplicar varias capas. Todo esfuerzo valdrá la pena si finalmente tu techo luce como nuevo.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Remover la pintura vieja

  1. 1
    Usa una espátula o un raspador para quitar pintura vieja. Raspa la pintura, pero asegúrate de no dañar el metal debajo. En los lugares en que la pintura se encuentra en buen estado, no es necesario deshacerse de la pintura vieja.[1]
  2. 2
    Quita las manchas de óxido. A medida que raspes la pintura vieja, tendrás una mejor vista del techo. Algunos techos metálicos tienen manchas de óxido. Puedes intentar sacarlas con una espátula si son pequeñas. Si el óxido persiste, prueba a quitarlas con vinagre u otra receta casera.[2]
  3. 3
    Lava el techo con una hidrolavadora. Esta máquina te permitirá remover pintura vieja que hayas pasado por alto. También limpiará el techo para la próxima capa de pintura. Alquila una hidrolavadora en la ferretería. Rocía el techo moviéndote de lado a lado para cubrir toda la superficie.[3]
    • Si no consigues una hidrolavadora, utiliza la manguera de tu patio en su mayor potencia. No es igual de efectivo, pero al menos limpiará el techo.
  4. 4
    Espera una hora a que el techo se seque completamente. El tiempo de secado dependerá de la temperatura ambiente y de qué tan soleado esté el día. Después de una hora, revisa el área que lavaste por último. Si continua mojada, revisa cada 15 minutos. El techo necesita estar completamente seco antes de continuar.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Aplicar la pintura nueva

  1. 1
    Elige un día de buen clima. Evita pintar bajo la lluvia, ya que esto podría lavar la pintura. De ser posible, trata de hacerlo durante la primavera o el otoño. Los techos metálicos provocan altas temperaturas en verano, lo que dificulta el trabajo.
  2. 2
    Aplica una capa de sellador a todo el techo utilizando una brocha o un rodillo para esparcirlo. Necesitarás únicamente una sola capa, pero debe ser gruesa. Recuerda siempre utilizar la escalera cuando sea posible. Con cuidado, acércate desde el techo hasta los lugares que no alcanzas desde la escalera. Compra en la ferretería un rodillo de mango largo para que puedas llegar más lejos desde la escalera.[4]
  3. 3
    Espera al menos una hora a que seque el sellador. Generalmente, tarda este tiempo en secar, aunque también depende en gran medida del clima. Fíjate en el envase para ver el tiempo de secado. El último lugar en que aplicaste sellador debe estar completamente seco antes de continuar con el trabajo.[5]
  4. 4
    Pasa una primera capa de pintura al techo. Enjuaga la brocha o el rodillo que usaste con el sellador o consiga unos nuevos. Aplica una cantidad generosa de pintura. Recuerda trabajar desde la escalera siempre que sea posible.[6]
  5. 5
    Espera al menos una hora a que la pintura se seque. En el envase se indica el tiempo de secado que es generalmente de alrededor de una hora.
  6. 6
    Pasa al menos dos manos de pintura. Esto ayudará a proteger tu techo, así que no escatimes. Trata de cambiar de posición al pasar la segunda mano de pintura, para así alcanzar lugares que no pintaste antes. Después de la segunda capa, tu techo debería estar bien protegido y lucir un lindo color. Si el color no es lo suficientemente oscuro o no queda del todo bien, pasa una tercera capa de pintura.[7]
    • Siempre espera que seque la capa previa antes de aplicar la siguiente.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Elegir la pintura correcta

  1. 1
    Consulta con la inmobiliaria sobre posibles regulaciones concernientes a la fachada de la casa. Algunas asociaciones permiten colores específicos para pintar casas. Averigua con el representante de tu junta vecinal por posibles restricciones que debieras tener en cuenta antes de empezar.
  2. 2
    Elige una pintura que sea adecuada para el techo de metal. Algunas casas antiguas tienen techos de metal muy compactos y necesitan pintarse con pintura a base de aceite.[8] En cambio, los techos galvanizados, generalmente llevan pintura acrílica.[9] En la pinturería local, encontrarás todo tipo de pinturas ya sea a base de aceite o acrílicas.
    • Consulta con un profesional para asegurarte de qué material está hecho el techo y qué tipo de pintura es la adecuada.
  3. 3
    Elige un color que combine con la casa. Procura que no sea el mismo color de las paredes. En cambio, elige un color neutral que complemente los lados, o uno un poco más claro para resaltar más tu casa. Si la casa es de ladrillo o laja, es importante que el color del techo combine con estos materiales, ya que no podrás cambiarlos.[10]
  4. 4
    Adquiere un sellador para techos metálicos. Conseguirás selladores en la ferretería o pinturería de su barrio. Asesórate con un empleado si tienes problemas para encontrar lo que necesitas.[11]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Medidas de seguridad para trabajar sobre el techo

  1. 1
    Trabaja desde una escalera en lugar de subir al techo si es posible. Frecuentemente, es más seguro hacerlo de esta manera. Apoya la escalera contra la pared, lejos de los cables de corriente. No la coloques en frente de ninguna puerta, ya que alguien podría entrar y empujarte.[12]
    • Mantén firmemente los pies en el peldaño de la escalera y sostente por los costados con tu mano libre.[13]
    • No trates de alcanzar lugares que estén demasiado alejados desde la escalera. Esto podría hacerte perder el equilibrio y provocar tu caída.
    • En su lugar, use un rodillo de mango largo para llegar a pintar las manchas más alejadas.
  2. 2
    Cuando estés en el techo, es recomendable que te sujetes a un arnés con cuerda de seguridad. Podrás conseguirlas en tu ferretería local. Amarra la cuerda a un sostén estable de su casa o a un árbol. Coloca el arnés y ajusta la cuerda. Esto te prevendrá de posibles caídas en caso de que pierdas el equilibrio.[14]
  3. 3
    Para mayor seguridad, trabaja en compañía de alguien más. Es importante trabajar con cuidado cuando se está en el techo, entonces lo mejor es estar acompañado. Lo ideal es que alguien sostenga la escalera desde atrás para mantenerla estable. Esta misma persona puede auxiliarte en caso de un accidente.

Consejos

  • Trabaja durante la primavera o el otoño preferentemente. Los techos de metal pueden alcanzar altas temperaturas durante el verano, lo que dificulta trabajar en ellos.
  • Protege las canaletas de que caiga pintura fresca en ellas. Consigue un cubrecanaletas en la ferretería.
  • Si te subes al techo, utiliza calzado de buen agarre y mantente lejos de los bordes cuando sea posible.

Advertencias

  • Caer del techo puede ser muy peligroso. Siempre que sea posible, trabaja desde una escalera. Cuando necesites subir al techo, sujétate con un arnés así no corres el riesgo de caer al piso.
  • Busca a alguien que te sostenga la escalera mientras trabajas. Esto te ayudará a mantener la estabilidad y prevenir accidentes.

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 3817 veces.
Categorías: Proyectos DIY