Las macetas de terracota son objetos comunes ubicados en los jardines, al lado de alféizares o al frente de porches. Aunque, sin duda, son prácticas y accesibles, su color marrón-anaranjado no combina mucho con la decoración ni mucho menos se considera un objeto artístico. Estas macetas baratas y comunes, sin embargo, pueden transformarse en piezas únicas con solo un poco de pintura y algo de creatividad.

Parte 1
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Preparar la maceta

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    Extiende periódicos en el lugar de trabajo. Incluso los artesanos más cuidadosos derraman los materiales, así que asegúrate de proteger la mesa o el suelo en el que vayas a trabajar. Trabajarás con pintura acrílica, que es a base de agua y muy fácil de limpiar si la derramas.[1] Pero, ¿quién quiere limpiar?
    • Por lo tanto, es probable que debas usar ropa de trabajo también.
    • Es preferible que prepares el lugar de trabajo en algún lugar apartado, ya que te llevará varios días terminar completamente una maceta. Las imprimaciones, pinturas y los selladores necesitan muchas horas para secarse, así que prepara los materiales en algún lugar donde puedas dejarlos al menos durante 48 horas.
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    Pon la maceta en remojo en agua tibia durante media hora. Esto ayudará a quitarle las etiquetas de precios como también limpiarle cualquier marca.[2] Debido a que estas macetas se venden generalmente en tiendas de jardinería, pueden estar marcadas o sucias. Es importante que tengas un lienzo limpio de la terracota antes de comenzar a pintarla.
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    Seca y lija la maceta. Puedes secarla fácilmente al colocarla bajo el sol por un par de horas. Luego de que esté bien seca, toma una hoja de papel de lija y frota suavemente las áreas ásperas o con marcas en la maceta. El papel de lija también puede quitarle cualquier residuo que haya dejado la etiqueta o el sticker del precio. Si la maceta ya está limpia y suave luego de remojarla, saltea este paso si quieres.
    • Las impurezas en la superficie de la maceta se verán a través de la pintura, así que asegúrate de que esté lo más limpia y suave posible.
    • El color de la terracota te ayudará a saber si la maceta está seca. La maceta estará muy oscura si está húmeda, y clara si está seca.[3]
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    Dale una imprimación a la maceta. La terracota es una superficie porosa,[4] por lo tanto, darle una imprimación a la maceta es un paso importante. La imprimación evitará que la pintura burbujee o se vea moteada,[5] y le dará a la maceta una apariencia lisa y pulida. Hay varios tipos de imprimaciones con diferentes instrucciones, así que sigue las instrucciones del envase. Cubre todas las áreas de la maceta que vayas a pintar. Rocía las áreas que no vayas a pintar (como el interior y la base de la maceta) con sellador a prueba de agua. Asegúrate de que la imprimación y el sellador estén bien secos antes de comenzar a pintar.
    • La mayoría de las imprimaciones son de color blanco liso, pero sé libre de teñirlas con el color de la pintura de base si quieres. Teñirlas con un color más oscuro puede ser útil si quieres que la maceta sea oscura.[6]

Parte 2
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Pintar la maceta

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    Aplícale el color (o los colores) de base primero. Si quieres usar muchos colores para la base, es mejor que coloques cinta en las secciones antes de empezar. Coloca la cinta donde quieras que termine un color de pintura. Puedes pintarla con el color y luego quitarle la cinta; de esta manera, quedará una línea perfecta y pareja. Deja que la base se seque, preferiblemente durante la noche.[7]
    • Necesitarás aplicarle varias capas de pintura, particularmente si vas a usar colores claros. Luego de que la primera capa esté bien seca, puedes decidir si aplicarle una o dos más. Siempre deja que una capa se seque por completo antes de aplicarle otra.
    • Si las dejas secar en el sol, el proceso se acelerará y se ventilará el olor de la pintura.
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    Pinta sobre la base. Una vez que la capa de la pintura de base esté bien seca, puedes comenzar a pintar arriba. Las posibilidades son ilimitadas. Puedes usar esténciles, crear diseños con cinta o incluso probar suerte y dibujar algo a mano alzada. Estampar la maceta de terracota con sellos crea un diseño interesante. [8] ¡Solo sé creativo! Una vez que hayas terminado, deja que la maceta se seque bien.
    • Este paso, por supuesto, es opcional. Siempre puedes dejar la maceta de un color sólido, según el aspecto que desees darle.
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    Sella tu obra. Este es un paso crucial, ya que las macetas se pueden descascarar, desteñir y quebrar si no sellas la pintura correctamente. Asegúrate de que estés en un lugar con buena ventilación y rocía la maceta cuidadosamente con sellador acrílico. El sellador es transparente, así que no arruinará la pintura.[9] Rocíala hasta que creas que hayas cubierto toda la superficie de la maceta y luego rocíala de nuevo. Asegúrate de no dejar ni un milímetro (pulgada) sin rociar, ni siquiera las áreas que no hayas pintado. Las áreas sin pintar aún son vulnerables a la humedad y el daño en estas áreas puede afectar a las áreas pintadas. El sellador se seca bastante rápido, pero debes dejar a la maceta reposar por un par de días antes de exponerla a la humedad. Esto asegurará de que todo esté bien sellado y protegido.[10]

Parte 3
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Ser más creativo

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    Lleva la maceta a otro nivel pintándola con pintura en aerosol. Esto te ahorrará tiempo y le dará a la maceta un aspecto realmente único. Prueba la distancia entre la maceta y el aerosol y mira los distintos patrones de aerosol y las intensidades que puedes crear. Usa pintura acrílica en aerosol y asegúrate de hacer esto en un área bien ventilada.
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    Haz esténciles para crear diseños complejos. Lo mejor es usar un material como cartulina para crear los esténciles, para que sean lo suficientemente gruesos y maleables para curvarlos sobre la superficie de la maceta. Puedes crear un esténcil de lo que quieras siempre y cuando tengas los materiales adecuados.
    • Imprime cualquier imagen que quieras usar como esténcil. Puede ser una imagen, una letra, un diseño, etc. Pega con cinta la impresión a la cartulina y usa una cuchilla X-Acto u otra navaja para cortarla.[11]
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    Usa adhesivo para agregarle decoración 3D a la maceta. Con pegamento para madera puedes pegarle lo que quieras. Para lograr un aspecto rústico, puedes añadirle ramitas, piedras, cordel, hojas de plástico y cualquier otra cosa que se te ocurra. Para lograr un aspecto más llamativo, prueba con gemas u otros objetos brillosos.[12]
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    Deja secciones sin pintar para que contraste. Una maceta toda pintada luce genial, pero si dejas secciones de terracota sin pintar puede brindarle un contraste prolijo. Se notará que es una maceta común y ordinaria de terracota, pero con un poco de chispa adicional. Esto se ve genial cuando la maceta se ubica junto con macetas de terracota sin pintar, ya que une bien el arreglo.
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    Prueba hacer diseños geométricos, patrones orgánicos e incluso trata de combinar ambos. Puedes usar cinta adhesiva para crear diseños atrevidos y de bordes rectos y también puedes usar la pintura con total libertad para crear patrones suaves y fluidos. Puedes crear una maceta única al usar ambos tipos de diseños en una sola maceta.

Consejos

  • Las macetas de terracota pintadas a mano son regalos excelentes. No te costará mucho dinero hacerlas, pero le demostrará a la persona que dedicaste tiempo y esfuerzo en su regalo.
  • Trata de crear un arreglo de macetas pintadas de distintos tamaños y colores. Emparejar estrechamente macetas pintadas con macetas de colores sólidos luce vanguardista y puede animar cualquier espacio.

Cosas que necesitarás

  • macetas de terracota
  • periódicos
  • agua tibia y recipiente
  • papel de lija
  • imprimación de superficies
  • pinturas acrílicas a base de agua
  • brochas para pintar
  • sellador (líquido o en rociador)
  • opcional: cinta, esponjas, materiales para esténcil, pegamento para madera, decoraciones

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