Podar el peral una vez al año favorece su crecimiento y capacidad de producir frutos, además de protegerlo contra cualquier infección. Debes hacerlo en invierno y eliminar las ramas más viejas. Dale una forma agradable y eficaz para mantenerlo feliz y saludable.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Eliminar las ramas viejas

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    Poda cualquier rama muerta o dañada. Es necesario retirar el leño muerto, dañado o enfermo desde el punto de origen del daño, lo que podría implicar cortar toda una zona grande si está dañada o muerta por completo. Sabrás que esto es así si la zona carece de hojas durante el periodo vegetativo cuando el resto del árbol está en pleno florecimiento.[1]
    • Eliminar las ramas dañadas o muertas es una de las pocas veces en que es correcto podar el peral en primavera o verano.
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    Corta los brotes provenientes de la base del tronco. Si hay brotes creciendo cerca de la parte inferior del tronco principal, se les llama “chupones” y forman parte del sistema radicular, no del sistema frutal de la parte superior. No cumplen ninguna función en el peral.[2]
    • Poda esos brotes en su punto de origen, en oposición al tronco.
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    Retira los brotes verticales y rectos que provienen de las ramas principales. Si notas algún brote vertical recto que sale de una rama del árbol, se trata de un "brote de agua". Su aspecto es distinto al de las demás ramas, puesto que surge en las ramas principales, no presenta curvas, es algo corto y crece derecho hacia arriba.[3]
    • Los brotes de agua no cumplen ninguna función en el árbol y debes cortarlos en su punto de origen en la rama principal de donde provienen.
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    Evita cortar las lamburdas en la mayoría de los casos. Las lamburdas crecen en las ramas que han surgido dos años antes, así que no debes preocuparte por ellas en los perales muy jóvenes. Lucen como ramas curvadas pequeñas que salen de una rama principal, con formas pequeñas similares a yemas o yemas frutales en la punta.[4]
    • Por lo general, las lamburdas demoran 1 o 2 años en dar frutos. En el año posterior a la fructificación, surgirán 1 o 2 yemas frutales más en esa zona.
    • Al cabo de 6 o 7 años, las lamburdas se saturan con yemas frutales. En este punto, puedes podarlas para permitir el crecimiento de nuevas yemas frutales en otra parte. La otra única razón para cortarlas es cuando la rama está muerta o dañada.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Realizar cortes en el peral

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    Poda durante el invierno en un día seco. Es mejor podar el peral durante su temporada de inactividad antes de que retome su crecimiento activo en primavera, puesto que el peral dedicará más energía a desarrollarse donde lo has podado. Podar durante este periodo, cuando el árbol carece de hojas, también te permite una mejor visión de tu trabajo.[5]
    • También debes elegir un día seco para podar el peral. Si llueve o nieva cuando cortes el árbol, es muy probable que los cortes húmedos contraigan una infección.
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    Ten una sierra de poda o tijeras de podar limpias y afiladas. Si tu sierra o tijeras de podar están viejas y no sabes si están afiladas, puedes afilarlas tú mismo o llevarlas a afilar a una ferretería por un bajo costo. Para limpiar estas herramientas, sumerge las cuchillas en alcohol isopropílico por 30 segundos para desinfectarlas y luego sécalas con una toalla limpia.[6]
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    Haz cortes inclinados que estén alineados con las ramas. Los cortes con una ligera inclinación impiden que el corte absorba el agua y que la rama se infecte. También debes realizar cortes contra la rama más grande de donde procede la rama que vas a retirar.[7]
    • Evita dejar trozos pequeños de ramas al realizar los cortes. Haz un corte limpio e inclinado contra la rama más grande.
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    Corta de 10 al 20 % del peral cada año. Si el árbol está saludable, trata de retirar de 10 al 20 % de toda la copa en un año. Esto implica más para los árboles más viejos y no mucho para los más jóvenes. Si te excedes con la poda, el peral podría producir las ramas vigorosas y verticales conocidas como brotes de agua que empezarán a saturarlo.[8]
    • Si la pila de poda empieza a verse un poco grande o supera el 10 al 20 % del árbol, debes detenerte de inmediato. Continúa con la poda el próximo año.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Darle forma al peral

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    Trata de darle la forma de una copa de vino con las ramas separadas de manera uniforme. En general, el peral debe tener la forma de una copa de vino, con el tronco como el fuste y las ramas en un crecimiento uniforme, extendido hacia afuera. Deja de 15 a 30 cm (6 a 12 pulgadas) de espacio entre las ramas saludables para permitir que el aire circule adecuadamente y disminuir el riesgo de infecciones fúngicas.[9]
    • Párate lejos del árbol de vez en cuando para mirar su forma mientras lo podas. Así te asegurarás de lograr la forma adecuada y de despejar con eficacia las zonas congestionadas.
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    Quita las ramas que crecen hacia abajo. Las ramas del peral deben crecer hacia afuera y ligeramente hacia arriba. Si observas ramas creciendo hacia abajo, pódalas en su punto de origen en la rama más grande.[10]
    • El objetivo general es dejar el árbol con ramas separadas de manera uniforme que se extiendan en un patrón visual agradable desde el centro.
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    Poda las ramas que crecen hacia el centro del peral. Las ramas que crecen en sentido contrario al flujo principal de las ramas orientadas hacia afuera y hacia arriba saturarán a las demás ramas y le darán un aspecto caótico al árbol. Poda dichas ramas en su punto de origen donde se encuentran con una rama más grande.[11]
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    Entresaca las ramas que compiten entre sí. Si encuentras más de dos ramas surgiendo de un solo espacio en un ángulo estrecho o desde puntos distintos en forma paralela y que están una sobre la otra, elige la rama que se vea más sana para conservarla y poda el resto.[12]
    • La rama que conserves también debe tener el mejor ángulo en su punto de origen: un ángulo de las 2 en punto o de las 10 en punto desde el centro del árbol. Las ramas con ángulos más amplios pueden romperse con facilidad cuando producen frutos.

Advertencias

  • Sigue todas las instrucciones y precauciones de seguridad al momento de utilizar una sierra de poda. No olvides protegerte con equipo de seguridad, como protectores oculares, botas, pantalones largos y mangas largas.

Cosas que necesitarás

  • una sierra y tijeras de podar limpias y afiladas
  • una escalera portátil

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 80 016 veces.
Categorías: Cultivo de árboles