Solo una de cada 600 000 personas alguna vez ganará en realidad una postulación al congreso.[1] Se necesita un tipo específico de persona que siquiera quiera postularse y, de esta cantidad, el número de personas que en realidad pueden ganar una postulación es minúsculo. En su mayoría, los candidatos tienen una buena educación, buena dicción y buenas conexiones, trabajan duro y son inteligentes, pero las características personales únicamente llevan a un candidato hasta cierto punto. Un candidato exitoso tendrá financiamiento, personal, apoyo del partido y un entorno político favorable además de las fortalezas personales que aporte a una postulación.

Método 1
Método 1 de 4:
Postularte al congreso: conceptos básicos

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    Cumple con requisitos federales y estatales. Los candidatos al congreso deben cumplir con determinadas condiciones que exigen los gobiernos federal y estatal. Estos requisitos figuran, en su nivel más básico, en la Constitución de los EE.UU., las constituciones estatales y las leyes electorales federales y estatales.
    • Todos los candidatos al congreso deben tener 25 años de edad, haber tenido la ciudadanía por 7 años y vivir en el estado al que representarán.
    • En algunos estados, es obligatorio que los candidatos recolecten una cantidad determinada de firmas. Por ejemplo, Florida exige que los candidatos recolecten 2298 firmas.
    • En todos los estados, es obligatorio que los candidatos paguen una tarifa de presentación de algún tipo. La tarifa estatal promedio para postularse a la Cámara de Representantes es de $1465. Esta tarifa oscila desde los $100 en estados como Alaska hasta los $10 440 en estados como Florida. Es posible que el partido político de un candidato sea responsable por el pago de su tarifa de presentación.[2]
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    Llena el papeleo importante. Todo candidato y su campaña deben llenar y presentar una variedad de papeleo a diversas autoridades gubernamentales. Este papeleo resuelve las legalidades y formalidades asociadas a la postulación al congreso. El papeleo más importante abarca lo siguiente:
    • Registrarte con un partido político. En caso de que tengas la intención de postularte sin estar afiliado a ningún partido en estados como Florida, debes presentar el papeleo adecuado e informar a la comisión electoral del estado.
    • Proporcionar firmas y otro papeleo obligatorio al estado en el cual tengas la intención de postularte y que vayas a representar.
    • Informar sobre tus finanzas a la Comisión de Elecciones Federales (FEC, por sus siglas en inglés) después de recaudar $5000 para tu campaña.
    • Registrarte con la FEC en el espacio de 15 días después de recaudar $5000 y hacer una campaña formal. Asimismo, debes nombrar un tesorero para tu campaña.
    • Proporcionar informes financieros a la FEC cada trimestre y antes de las elecciones primarias y generales.[3]
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    Recauda dinero. Una vez que hayas verificado que cumples con los requisitos básicos para postularte al congreso, es necesario que recaudes el dinero necesario para financiar tu campaña. Si no recaudas dinero, tu campaña nunca alzará vuelo y es probable que tengas un fracaso electoral. Si quieres recaudar dinero, haz lo siguiente:
    • Establece un comité de recaudación de fondos para tu campaña. Este comité puede ser grande o pequeño, pero es necesario que tenga un tesorero designado.
    • Utiliza el correo directo para recaudar fondos. Por ejemplo, crea un volante que anuncie tu candidatura y solicite donaciones y envíaselo por correo a posibles partidarios.
    • Lleva a cabo recaudaciones de fondos, como cenas benéficas. Por ejemplo, puedes cobrar $100 por persona para cenar en un banquete al que vayas a asistir.
    • Recauda fondos usando internet. Crea un sitio web, utiliza las redes sociales y solicita apoyo financiero mediante correos electrónicos.
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    Toma posición sobre los asuntos importantes. Antes de hacer campaña, será necesario que tomes una posición sobre los asuntos que sean importantes para las personas que vivan en tu distrito congresal. Esto es importante debido a que tus oponentes, la prensa y los votantes querrán saber cuál es tu posición. Cada distrito tiene asuntos clave que son de extrema importancia para los votantes de ese lugar, pero hay muchos asuntos que trascienden los distritos. Algunos de ellos son los siguientes:
    • Los impuestos: ¿apoyas mayores o menores impuestos o consideras que deberían permanecer iguales?
    • La política exterior: ¿apoyas la intervención en conflictos globales?
    • Los asuntos sociales: los asuntos clave como el aborto, los asuntos de género y la legalización de la marihuana podrían interesarles a tus electores.
    • El medio ambiente: es posible que, dependiendo de tu distrito, debas tomar una posición sobre el cambio climático y la regulación gubernamental que proteja al medio ambiente.[4]
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    Trabaja con otras personas para administrar tu campaña. Si no tienes una campaña organizada, no podrás correr la voz acerca de tu candidatura y, por tanto, es necesario que dediques tiempo, esfuerzo y dinero a armar una organización y aparato de campaña con los que puedas obtener votos y propagar tu mensaje.
    • Establece una oficina central de tu campaña. Aquí es en donde tú, tu personal, los voluntarios y otros se reunirán para planificar y ejecutar tu campaña. Es probable que debas alquilar un espacio de oficina de algún tipo.
    • Recluta voluntarios y contrata personal. Es posible que, dependiendo de la elección y tus recursos, necesites docenas o incluso cientos de voluntarios y personal remunerado. Los voluntarios, entre ellos los pasantes, pueden ayudar con tareas de oficina (por ejemplo, copiar memorándums o ir de puerta en puerta informando a los votantes acerca de tu candidatura).
    • Consigue expertos, empresas encuestadoras y otros que puedan brindar asesoría importante acerca de postularte a una elección en tu comunidad.
    • Elige a personas que dirijan, lideren y administren tu campaña.[5]
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    Haz campaña de manera activa. Hacer campaña es quizás la parte más importante de postularte al congreso. Sin embargo, esto requiere una gran cantidad de trabajo debido a que deberás visitar distintos grupos de electores en tu distrito. A fin de cuentas, las campañas activas que pueden llegar a muchas personas son las que tienen mayores probabilidades de tener éxito.
    • Visita iglesias, sinagogas y otros lugares de adoración.
    • Conversa con grupos cívicos (por ejemplo, el Club Rotario, la Liga de Mujeres Votantes, el Club de Leones, etc.).
    • Lleva a cabo reuniones municipales en las que los votantes puedan hacerte preguntas acerca de tus posiciones sobre las políticas.
    • Ve de puerta en puerta presentándote a los votantes.
    • Pídeles a tus voluntarios y personal que coloquen letreros de tu campaña y compren tiempo de publicidad en la radio y la televisión.
    • Convence a los líderes cívicos y políticos locales que respalden tu candidatura.[6]
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Método 2
Método 2 de 4:
Abrirte paso

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    Obtén una educación. No hay un prerrequisito educativo específico para servir ya sea en la Cámara de Representantes o en el senado, pero ambas cámaras del congreso participan en la escritura de leyes y la creación de políticas públicas. Las acciones de estos legisladores tienen consecuencias en tiempo real para una gran cantidad de personas, y muchas de las habilidades que se requieren de los legisladores son demasiado importantes como para aprenderlas en el trabajo.[7]
    • En 2015, casi todos los 535 miembros del congreso tenían un título de bachiller. Un poco menos de la mitad de ellos tenían títulos en Derecho. Alrededor de 100 de ellos tenían títulos de maestría y otros 20 tenían títulos de doctorado. No existe un solo camino educativo hacia el congreso pero, en su mayoría, los congresistas tienen títulos avanzados.
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    Cumple con los requisitos federales mínimos. Hay tres requisitos ordenados constitucionalmente para servir en la Cámara de Representantes o en el senado, y son las calificaciones exclusivas para el puesto. Son los siguientes:[8]
    • Edad: un representante debe tener por lo menos 25 años, en tanto que un senador debe tener por lo menos 30.
    • Ciudadanía: un representante debe haber sido ciudadano de los EE.UU. por lo menos por 7 años, en tanto que un senador debe haber sido ciudadano por lo menos por 9 años.
    • Residencia: tanto los representantes como los senadores deben ser residentes de los estados a los que representen.
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    Elige el distrito (o estado) adecuado. En realidad no importa lo carismático, atractivo o bien financiado que seas si es que no vas a postularte en una zona en la que puedas tener éxito. Existen algunas zonas (distritos o estados) muy partidistas, algunas que se inclinan hacia un partido u otro, y otras que pueden ir hacia cualquier extremo. La lealtad partidista de una zona puede medirse mediante el Índice de Votantes Partidistas (PVI, por sus siglas en inglés). El PVI de una jurisdicción indica cuánto más partidista es en comparación con el país en su totalidad.
    • Por ejemplo, si los EE.UU. tiene una identificación partidaria de 55 % Demócrata y 45 % Republicana pero tu distrito votó por el candidato Republicano en un 55 % en los dos últimos ciclos, el PVI de tu distrito es de R+10, lo que significa que tu distrito es 10 puntos más Republicano que el país en su totalidad.
    • En caso de que el PVI de tu distrito o estado esté considerablemente en desacuerdo con tu propia inclinación política, es muy poco probable que ganes. Si estás intentando postularte para "hacer una declaración" o "enviar un mensaje", eso es asunto tuyo, pero postularte a un puesto en el congreso es un trabajo muy duro. Tensa las relaciones personales y familiares, exige innumerables horas y puede exponerte a todo tipo de vergüenza, humillación y antagonismo. Piensa muy bien si quieres emprender una misión infructuosa.
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    Obtén el apoyo de tu partido. Los partidos políticos ofrecen apoyo con la recaudación de fondos, los esfuerzos por incrementar la participación electoral, los voluntarios y una red rica de personas que pueden ayudarte a ganar la postulación. Las ocasiones en las que una persona que no sea titular se haya postulado contra su propio partido y haya ganado son muy pequeñas, y es casi seguro que el candidato tenía una cualidad especial (por ejemplo, la celebridad) que le brindó una ventaja.[9]
    • En caso de que consideres que tienes ese factor "especial", los líderes del partido sean débiles y no les agraden a las personas de tu zona, y además vayas a postularte a un puesto vacante, es posible que tengas una oportunidad de obtener la victoria. Sin embargo, de todos modos sería una batalla difícil.
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    No te postules contra un titular. Un titular es una persona que actualmente tiene un puesto. Quien esté ocupando actualmente el puesto al que estés considerando postularte es el titular. Cuando un titular se jubila, es impugnado, es asignado a otro puesto, muere o va a la cárcel, el puesto se desocupa. Esto hace que sea un "puesto vacante".[10]
    • Es mucho más fácil ganar un puesto vacante que uno que ocupe un titular. Los titulares se reeligen el 85 % de las veces. Cuando no es así, se les suele derrotar después de su primer periodo.
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Método 3
Método 3 de 4:
Empezar tu campaña

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    Recauda dinero. En la mayor parte de los estados (27), deberás pagar algo para ser siquiera un candidato legítimo, además de que las tarifas de presentación apenas constituyen el principio de una variedad de gastos. La postulación promedio a la Cámara de Representantes tuvo un costo de más de $1,6 millones en 2012. Al extenderlo a lo largo del transcurso de una temporada regular de elecciones, esto constituye alrededor de $2000 al día. Si de verdad te tomas en serio postularte al congreso, es necesario que consideres recaudar fondos antes de prácticamente cualquier otra cosa. Es hora de ponerte a llamar por teléfono.[11]
    • Al empezar a recaudar fondos, recurre primero a tus amigos y parientes. Si bien quizás te incomode, aquí es en donde empieza toda operación de recaudación de fondos y, la mayor parte del tiempo, estarán felices por ti y donarán con gusto. Tan solo diles por qué vas a postularte y el tipo de esfuerzo que se necesita y pídeles que colaboren. Te sorprenderá lo que lograrás. Puedes decir algo como "Oigan, voy a postularme al congreso por estas razones… Necesitaré empezar a recaudar fondos de inmediato, y quería saber si podrían contribuir con $100 para empezar".
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    Obtén las firmas obligatorias. En muchos estados (27), será necesario que obtengas una determinada cantidad de firmas que respalden tu postulación para poder presentarte como candidato. Fíjate aquí para saber cuál es la cantidad que necesitarás.
    • Puedes pagarles a los solicitadores de votos para que recolecten firmas por ti o bien puedes depender de ti mismo y unos cuantos voluntarios (que es probable que sean de tu familia) para conseguirlas. Está claro que pagarles a los solicitadores de votos cuesta más, pero es mucho más rápido. Independientemente de lo que hagas, apunta a un 150 % más de firmas de las que exija la ley, ya que esto ayudará a compensar por las firmas inválidas.[12]
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    Paga la tarifa estatal de presentación. Después de conseguir las firmas necesarias (en caso de que vivas en un estado que las requiera), regístrate como candidato en la junta electoral de tu estado. Paga la tarifa de presentación que debas pagar para registrarte formalmente. Estas tarifas estatales de presentación varían en gran medida en cuanto al costo, pero pueden ser considerables en algunos estados.[13]
    • Por ejemplo, en Florida, deberás pagar $10 440 para presentarte como candidato para la Cámara de Representantes o el senado con un partido principal (aunque Florida es un caso aparte en cuanto al costo).
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    Regístrate con la FEC. Después de recibir o gastar como mínimo $5000 para tu campaña, debes registrarte como candidato en la Comisión de Elecciones Federales o FEC. El proceso de registro tiene dos pasos. En primer lugar, presentas una declaración de candidatura y luego presentas una declaración de organización. La primera te autoriza para formar un comité principal de campaña (el cual técnicamente será el que recaude y gaste donaciones, en lugar de que lo hagas tú), en tanto que la segunda le informa a la FEC acerca de los detalles relevantes del comité.[14]
    • Deberás presentar la declaración de candidatura en el espacio de 15 días después de alcanzar la meta de $5000. La declaración de candidatura es un formulario simple que debes llenar, pero será necesario que sepas con exactitud el distrito y el puesto para los cuales vayas a postularte. En caso de que nunca lo hayas hecho antes, deja en blanco el espacio para el Número de Elecciones Federales. Después de presentar la declaración de candidatura, debes abrir una cuenta bancaria en nombre del comité.
    • Presenta la declaración de organización en el espacio de 10 días después de presentar la declaración de candidatura. La declaración de organización es un poco más compleja, ya que será necesario que incluyas el número de la cuenta bancaria de tu comité y designes a un tesorero y tesorero adjunto del comité. Estos son los únicos puestos fundamentales en un comité de campaña debido a que el comité no puede recibir ni gastar fondos sin la autorización del tesorero.
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    Recauda más dinero. Después de presentar las solicitudes principales, es probable que debas redoblar tus esfuerzos de recaudación de fondos, ya que a la mayor parte de los candidatos les es muy difícil cumplir con sus objetivos de recaudación de fondos al inicio de la campaña. Después de todo, deberás contratar personal lo más pronto posible, y al personal le gusta que le paguen.[15]
    • En caso de que de por sí hayas recurrido a tu círculo de amigos cercanos y familia, pasa a tus conocidos, amigos de amigos y donantes que hayas conocido a través del partido. Es importante que te concentres en recolectar una cantidad suficiente de dinero como para financiar al personal durante las próximas semanas.
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    Contrata personal. El candidato es la parte más importante de una campaña, pero es posible que el personal como una entidad colectiva sea igual de importante. Un buen personal ha ensalzado a malos candidatos, y un mal personal ha hundido a buenos candidatos. El personal de una campaña se divide en las siguientes categorías: recaudación de fondos, comunicaciones, datos, política, campo y operaciones, y los supervisa un director de campaña.[16]
    • Los de comunicaciones redactan mensajes, escriben discursos y lidian con los medios.
    • Los de datos monitorean la información de los votantes (por ejemplo, antecedentes de contactos, partidismo de los vecindarios y niveles de ingresos).
    • Los de política reúnen respaldos de personas e instituciones importantes (por ejemplo, dirigentes sindicales, periódicos y otros candidatos) y lidian con las figuras del partido, como los presidentes locales, para conseguir sustitutos, ayuda voluntaria o pistas sobre donantes.
    • Los del campo se encargan de interactuar de manera directa con los votantes por teléfono, en sus puertas y en espacios públicos.
    • Los de operaciones mantienen las luces encendidas, el papel en la oficina, los bolígrafos sobre las mesas, y suelen balancear las cuentas y emitir nóminas.
    • Existe un debate en cuanto a los papeles que son más importantes. Sin embargo, en su mayoría, las personas deben contratar primero a un director de campaña o recaudador de fondos. En caso de que el candidato sea nuevo del todo en la política electoral, es probable que el director de campaña deba ser la primera persona que se contrate y el recaudador de fondos la segunda. Si es que el candidato no es nuevo en la política electoral, quizás deba contratar al recaudador de fondos antes que a nadie.
  7. 7
    Compra software de gestión de votantes. El software de gestión de votantes es una herramienta clave en el mundo político de hoy en día. Permite que aísles los hogares por ingresos, postulación probable, afiliación a partidos, frecuencia de votación y mucho más. Asimismo, monitorea los números telefónicos, las direcciones y los antecedentes de contactos de la campaña al votante.[17]
    • Tanto los Demócratas como los Republicanos tienen tipos separados de software que los partidos usan: NGP VAN en el caso de los Demócratas y Votes Data Center en el caso de los Republicanos. Los nominados de los partidos y los candidatos a puestos vacantes en las elecciones primarias pueden acceder a las bases de datos a un gran descuento.
    • Existen otros tipos de software aparte de los que los partidos utilizan exclusivamente, y algunos de ellos son bastante buenos, incluso mejores que VAN y rVotes (y más costosos). De ellos, Aristotle se considera el estándar de oro.[18]
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Método 4
Método 4 de 4:
Dirigir tu campaña

  1. 1
    Define los asuntos. Debes ser quien defina los asuntos en todo momento. Si respondes de manera constante a tus oponentes, esta constituye una forma rápida de pasar a un segundo plano y parecer de menor talla que ellos.
    • Para usar un ejemplo reciente, Donald Trump fue un maestro en esto. Independientemente de lo que hubiera en las noticias durante el ciclo de 2016 (bueno o malo), siempre trataba sobre Trump. A veces era que Trump atacaba, a veces era que Trump emitía una negación genérica a un ataque en su contra, otras veces era una discusión sobre una política que había propuesto. Pasara lo que pasara, hacía que la conversación se mantuviera enfocada en él, en su personaje, en su temperamento y en sus soluciones.
  2. 2
    Ataca sin ser negativo. Son muy pocas las personas que pueden atacar a sus oponentes de forma agresiva sin volverse desagradables en el proceso. Esto no quiere decir que no pueda suceder. En ocasiones, el comportamiento de alguien es tan odioso que la ira justificada es la única reacción. Sin embargo, esto es raro. Es mucho más seguro atacar a tu oponente mediante la insinuación que atacarlo abiertamente. Debes resaltar tus buenas cualidades a la vez que das a entender las malas cualidades de tu oponente.[19]
    • Por ejemplo, imagina que tú, un novato político, estás postulándote para un puesto vacante en medio de un escándalo de corrupción que ya lleva mucho tiempo en el partido de tu oponente. Tu oponente no se ha visto implicado y no querrías acusarlo de algo que no haya hecho. Sin embargo, podrías decir "El otro partido ha estado en el poder por mucho tiempo, y todo este año ha habido un escándalo tras otro. Dejemos atrás la política vieja. Necesitamos un nuevo comienzo para todos: en este distrito, en las presidencias del comité, en el liderazgo de la Cámara de Representantes. Lo que mi partido y yo representamos es ese nuevo comienzo…".
  3. 3
    Ponte en contacto con los medios. Los medios tienen una mayor influencia sobre las campañas que nunca antes, en comparación con la publicidad. El mejor tipo de exposición que puedes obtener es la cobertura positiva en las noticias (medios que has "ganado"). Da frutos forjar relaciones con reporteros en tu localidad a una etapa temprana y cultivarlas con frecuencia, ya que esto hace que sea más probable que "ganes" cobertura positiva en los medios. Dales acceso temprano a artículos, fíltrales algo de vez en cuando e invítales varias rondas de bebidas.[20]
    • Supleméntalo presentándote en eventos públicos, ya que esto les da una excusa a los reporteros (quienes, en teoría, deberían pensar en ti de forma positiva) para darte cobertura.
  4. 4
    Cultiva una base de voluntarios. Tener un ejército de voluntarios parece más típico de una campaña presidencial que de una campaña congresal, ya que las postulaciones al congreso tienen una menor cantidad de dinero y no suelen ser tan competitivas. Sin embargo, si una campaña congresal invierte en el tipo de operación de campo que puede reclutar a una gran cantidad de voluntarios, esta es una declaración poderosa por sí sola.[21]
    • Tu operación de campo (la cual, en gran medida, administra y recluta a los voluntarios para involucrarse con los votantes) es lo que realmente impulsa la concurrencia, por lo que una operación de campo bien desarrollada puede crear un tipo de atmósfera similar a un movimiento y un aire de inevitabilidad. Esto energiza tu base y deprime a tus oponentes.
    • Aun así, debes usar tu operación de campo con inteligencia. Utiliza tu software de gestión de votantes para enfocarte primero en los votantes más probables.
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    Paga por los medios. Después de hacer todo lo que puedas para formular el discurso, desarrollar tus operaciones de campo y establecer buenas relaciones con los medios, debes pasar a enfocarte en los medios pagos. Los medios pagos abarcan la publicidad en televisión y radio, los letreros de jardín, los correos directos, las vallas publicitarias y cualquier otro tipo de publicidad política.[22]
    • Hoy en día, la eficacia de todas las formas de medios pagos está menguando. La televisión y la radio siguen siendo más eficaces que las demás, pero la mayoría de los estudios demuestran que, en realidad, únicamente son eficaces en las últimas semanas antes de las elecciones. El impacto de cualquier otro tipo de medio pagado es dudoso.
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    Obtén los votos. Cuando llegue el día de las elecciones, es momento de hacer que los votantes vayan a las urnas. Los voluntarios que hayas reclutado durante la temporada de campaña deben tocar tantas puertas y hacer tantas llamadas telefónicas de último minuto como puedan para recordarles a las personas que voten.
    • En caso de que vivas en un estado en donde haya votación temprana, estimula a los votantes a hacerlo. Si bien un voto temprano no cuenta más que otro, recibir la confirmación del voto es importante en sí, ya que es una puerta menos que tocar o un número telefónico menos que llamar el día de las elecciones.
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