Toma bastante tiempo prepararse para un paseo por la tarde en la granja. El caballo necesita estar bien acicalado para estar listo para que lo montes. Incluso luego de que termines de montar, aún no estás libre, ya que el caballo necesita más cuidados. Aquí te presentamos los pasos que necesitarás realizar cada vez que montes.

Método 1
Método 1 de 2:
Antes de montar

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    Ata al caballo y acicálalo.
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    Cepilla a tu caballo con un cepillo de almohaza de caucho (no de metal, lee las advertencias). Muévelo en pequeños círculos para retirar cualquier pelo suelto o suciedad en la piel, además de masajear los músculos del caballo. Presiona con más fuerza en los músculos principales, tales como los cuartos traseros. NUNCA uses un cepillo de almohaza en las patas del caballo, a menos que tengan lodo o suciedad incrustada. Tampoco utilices este cepillo en la cabeza del caballo.
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    Utiliza el cepillo de cerdas duras. Muévelo en la dirección del pelo con movimientos largos que terminen en un giro rápido del cepillo. Este cepillo retira el polvo y el pelo que el cepillo de almohaza de caucho sacó a la superficie. Nuevamente, úsalo suavemente en las áreas huesudas. Podrías usar este cepillo de forma suave en las patas, en caso sea necesario. Tampoco uses este cepillo en la cabeza, ya que sería muy tosco.
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    Ahora utiliza el cepillo suave. Cepilla en dirección del pelo con movimientos largos. Utiliza el cepillo suave a lo largo de todo el cuerpo y cara del caballo. Este cepillo captura toda la suciedad y pelo que el cepillo duro no pudo sacar.
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    Limpia los cascos del caballo. Para ello, toma el casco del caballo y saca la suciedad, estiércol y piedras de los lados de la ranilla. ¡No hagas esto si no tienes experiencia! Si eres experimentado, probablemente ya sabes qué hacer. Si no lo eres, pídele ayuda a una persona con experiencia en caballos varias veces hasta que sepas qué debes hacer.
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    Utiliza un peine de crin y cola para desenredar con suavidad cualquier nudo y matas en la crin y cola del caballo. Empieza por la parte final del pelo y lentamente sube hasta arriba. Es posible que tengas que usar un desenredante de crin y cola. No te pares directamente detrás del caballo cuando trabajes en su cola, ya que así el caballo no puede verte. Toma la cola y llévala hacia el costado. Permanece en cualquier costado de los cuartos traseros del caballo mientras trabajas.
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    Mientras cepillabas, es probable que hayas notado hinchazones o cortes. Solo para estar seguro, retrocede y observa al caballo desde todos los ángulos. Si hay alguna hinchazón en las patas o en el lugar donde va la montura o la brida, entonces no montes al caballo. Tampoco montes si observas un corte grande en tu caballo o un corte en las patas o en el lugar donde va la montura o la brida. Si solo ves un corte o hinchazón menor en alguna otra parte del caballo, sí puedes montar y tratar el corte o hinchazón luego.
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    Luego, échale una mirada rápida a los arreos del caballo. Si están raídos o dañados severamente, no los uses y monta luego de que el caballo tengo nuevos arreos.
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    Ensilla y prepara a tu caballo.
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    Toma las riendas y vuelve a colocarlas detrás de la cabeza del caballo. Guía al caballo por unos minutos para que libere el aire que había aguantado y expanda su barriga. Luego, ajusta la cincha de modo que entren apenas uno o dos dedos entre la cincha y el caballo. Debes revisar la cincha con cuidado antes de montar y ajustarla como corresponde. ¡Ahora monta y cabalga!
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Método 2
Método 2 de 2:
Después de montar

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    Si el caballo tiene calor y suda, afloja la cincha un poco y ten cuidado de que no se deslice por el ombligo del caballo, luego hazlo caminar hasta que esté fresco y seco. Una manera fácil de comprobar si está ya está fresco es colocar tu mano en su pecho. Si está caliente, continúa la caminata de tu caballo. Tu caballo podría enfermarse si no lo haces.
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    Luego, quita los arreos del caballo y empieza por la brida. Coloca las riendas por encima de la cabeza del caballo. Retira la banda de la nariz y desabrocha los pasadores de la garganta, levanta la parte superior de la brida y mantenla ahí por un momento hasta que puedas bajarla sin golpear los dientes del caballo. Si el caballo no la suelta, coloca tu dedo en la esquina de su boca. Luego, coloca el cabestro, toma las riendas por sobre su cabeza y vuélvelo a atar. Ahora retira la montura. Primero debes quitar la cincha y acomodarla encima de la parte posterior de la montura. Luego, retira los aseguradores de las correas y levanta la montura del lomo del caballo. Si se trata de una montura inglesa, usa primero tus estribos.
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    Cepilla al caballo con el cepillo de almohaza en el lugar donde estuvieron la montura y la cincha.
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    Si tu caballo presenta una mancha de sudor en el lugar donde estaba la montura, enjuaga a tu caballo con una manguera. Haz caminar a tu caballo hasta que se seque y solo enjuaga con agua a tu caballo si el clima exterior está cálido. Si hace frío, no le hagas hacer mucho ejercicio para que no sude tanto. Cuando termines de montar, no extiendas mucho la caminata. En lugar de eso, regresa tu caballo a su establo con un ventilador durante una hora o dos.
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    Si tu caballo trabajó bastante, no dejes que beba mucha agua. Ofrécele un trago de agua luego de terminar su caminata y otro trago después de que le quites los arreos. Luego no le des agua hasta después de 15 a 20 minutos dependiendo de cuánto haya trabajado.
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    Regresa tu caballo a su establo o pastizal.
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Consejos

  • Presta mucha atención cuando retires barro de la parte inferior de las patas para evitar la fiebre del fango, la cual se produce cuando el barro y la suciedad bloquean los poros de la parte inferior de las patas.
  • Cuando enjuagues al caballo, utiliza un raspador de caucho para retirar el exceso de agua.
  • Siempre asegúrate de que tu casco esté seguro antes de montar y usa un protector corporal adecuado para tu cuerpo si vas a hacer saltos, de modo que puedas prevenir heridas mayores en caso de que te caigas.
  • Siempre es necesario que cepilles a tu caballo antes de montar. Si no tienes tiempo para esto, entonces no tienes tiempo para un caballo.
  • Limpiar los arreos después de cada montada es una buena idea, solo límpialos con una toalla ligeramente húmeda. Esto hará que tus arreos estén en buenas condiciones y que duren más.
  • Solo dale una estocada a tu caballo antes de montar si realmente es necesario. Darle una estocada estresa las articulaciones del caballo y no debería hacerse con frecuencia.
  • Asegúrate de que tus arreos estén en orden y de que tu caballo o poni esté listo.
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Advertencias

  • Nunca uses una navaja de muda en un caballo que ya mudó su pelaje de invierno, ya que podrías herirlo. Solo usa esta herramienta para su fin específico y retira el pelaje de invierno.
  • Siempre debes usar un casco al montar, es vital. Puedes creer que conoces a tu caballo, pero una sorpresa repentina como la aparición de un conejo puede asustar a tu caballo y es posible que termines en el hospital.
  • No regreses un caballo que no se haya refrescado y esté seco al establo a menos que el caballo se haya esforzado demasiado.
  • No te coloques directamente detrás de un caballo, ya que podría asustarse y patearte debido a que no te puede ver.
  • No es necesario que tengas un caballo para poder ir al Pony Club. Si tienes un amigo generoso es posible que te deje usar su caballo para ir al Pony Club, ¡solo pregúntales a tus padres!
  • Si haces saltos, no uses nunca un chaleco de salto y/o guantes a menos que se recomiende.
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Cosas que necesitarás

  • Cepillo de almohaza
  • Cepillo corporal
  • Caballo
  • Pala
  • Contenedor
  • Arreos

Acerca de este wikiHow

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