Tal vez tengas un mueble viejo o un piso de madera que te gustaría actualizar con un color o tinte nuevo. Pero primero, tendrás que quitarle el barniz resistente. Por fortuna, tienes varias opciones que puedes usar. Para comenzar, prepara el área de trabajo y luego líjala si estás dispuesto a esforzarte o usa un disolvente químico para quitar el barniz si no te preocupan los vapores.

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar el área y la superficie

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    Crea una buena ventilación. Sea que vayas a lijar o usar un disolvente químico, será mejor que la ventilación sea buena. Abre ventanas y usa ventiladores para generar una ventilación entrecruzada si estás en el interior. Si puedes, lleva la pieza afuera o a un área bien ventilada para trabajar.[1]
    • A fin de crear una ventilación entrecruzada, coloca un ventilador de modo que uno eche aire hacia el área y otro hacia afuera de la ventana.[2]
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    Protege el área del barniz y el polvo. Si tienes que trabajar en el área con otros muebles, protégelos con cubiertas protectoras de plástico. Además, extiende cubiertas para proteger el suelo si no vas a sacar el barniz del piso.[3]
    • Si vas a trabajar con pisos, quítales todos los muebles para que tengas espacio para trabajar.
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    Usa visores de seguridad, máscara y guantes para protegerte. Usa visores de seguridad. Si vas a usar un disolvente, ponte guantes de goma, ropa larga y una mascarilla de respiración. Si solo vas a lijar, una máscara antipolvo y unos guantes bastarán.[4]
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    Retira las partes desprendibles. Si vas a quitarle el barniz a un mueble, quítale todas las partes desmontables que puedas. Destornilla las perillas y quita los goznes de las puertas de un gabinete. Ponlos en un lugar seguro para que puedas encontrarlos más adelante.[5]
    • Si vas a quitar muchas partes desmontables, ponlas en bolsas de plástico aparte y etiquétalas con un marcador permanente para que sea más fácil colocarlas de vuelta otra vez.
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Método 2
Método 2 de 3:
Lijar el barniz

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    Comienza con una lija de grano 150. Si quieres que te sea más fácil, usa una lijadora orbital si vas a trabajar una superficie plana. Si no es plana, usa un bloque de lijar o un papel lija en la mano. Siempre hazlo en el sentido de la veta de la madera, no en contra, y asegúrate de llegar a todas las rendijas.[6]
    • Pasa a la siguiente etapa cuando hayas quitado la mayor parte del barniz y tengas que emparejar la superficie.
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    Pasa a usar un papel de lija grano 220. Después de que hayas pasado toda la pieza con el papel lija de grano 150, escoge el de 220. Pasa todo el mueble o el piso con este papel de lija, con la ayuda de una lijadora orbital o un bloque de lijar. Detente cuando hayas quitado todo el barniz.[7]
    • Las rendijas serán más difíciles, así que préstales más atención. Lo más probable es que tengas que llegar a esas áreas con el bloque de lijar o solo con el papel de lija en la mano.
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    Limpia el polvo que tuviera. Cuando termines, usa un paño adherente húmedo para pasar toda el área. No dejes polvo en el mueble, pues se pegará al tinte o la pintura. Deja que el área se seque antes de pasar al siguiente paso.[8]
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Método 3
Método 3 de 3:
Quitar el barniz con disolventes

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    Escoge un disolvente a base de agua o un decapante de pintura tradicional. Si eres sensible a los vapores, prueba un producto a base de agua como Safest Stripper o Citristrip Pick. No funcionan tan rápido como los disolventes más fuertes, pero son un poco más suaves.[9] De lo contrario, el disolvente tradicional que se puede aplicar con brocha funcionará. Normalmente, a estos disolventes se les nombra "decapante de pintura".[10]
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    Lija el área con papel de lija grueso. Aunque uses un disolvente para quitar el barniz, será bueno lijarlo un poco primero. El lijado permitirá que el disolvente penetre mejor. Pasa toda la pieza al menos durante 10 minutos si vas a trabajar un mueble, en el mismo sentido de la veta. Si vas a trabajar el piso, dale una buena refregada rápida a todas partes.[11]
    • Prueba con un grano en el rango de 40 a 70.
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    Aplica el disolvente. Aplica generosamente un disolvente que le quite el barniz a toda el área. Échalo en una capa gruesa, pues para retirar el barniz tiene que ser denso. Asegúrate de llegar a todas las rendijas de modo que pueda hacer efecto en todas partes.[12]
    • Asegúrate de tener mucha ventilación en este paso.
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    Deja el disolvente en el área. Tendrás que dejar que el barniz remoje para que haga efecto. El tiempo que lo dejes remojar dependerá del producto. Con algunos de ellos, será hasta 2 horas.[13] Con otros, podría ser tan poco como 20 minutos. Lee la parte posterior de la botella para saber cuánto tiempo debe reposar.[14]
    • Si tienes que dejarlo más tiempo que una o dos horas, cúbrelo con un pedazo de lona de modo que el disolvente se mantenga húmedo.
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    Frota el área con lana de acero para quitarle el barniz. Usa una lana de acero fina (#0000) para restregar el área. No olvides hacer movimientos en el mismo sentido de la veta y no en contra. La lana de acero quitará el barniz de los muebles con la ayuda del disolvente.[15]
    • Si se trata de un barniz muy grueso, es posible que tengas que usar un raspador de metal o un cepillo.[16]
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    Aplica el neutralizante que se recomienda en el empaque. Después de usar el disolvente, por lo general tendrás que limpiarlo con alguna sustancia para neutralizarlo, que podría ser agua o alcoholes minerales. Lee el empaque para averiguar lo que necesitas. Sin importar el que uses, puedes aplicarlo con un papel toalla en el mismo sentido de la veta de la madera.[17]
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    Limpia con papel de lija fino. Cuando hayas quitado casi todo, usa un papel de lija de grano 150 para quitar los pedazos de barniz que vieras que han quedado. También puedes uniformizar cualquier área áspera al mismo tiempo. Pásale un paño húmedo para quitar los residuos.[18]
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Advertencias

  • Toma en cuenta que deberás leer las regulaciones sobre desechos de la jurisdicción donde vives. Con frecuencia no se pueden echar trapos empapados de disolvente o residuos de barniz directamente en el basurero.[19]
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Cosas que necesitarás

  • papeles de lija de diferentes granos
  • un disolvente
  • un neutralizante
  • lana de acero fina
  • raspador o cepillo de metal, opcional
  • una lijadora eléctrica
  • unos visores protectores
  • una máscara antipolvo o un respirador
  • unos guantes de goma

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Categorías: Carpintería
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