Las manchas de orina pueden dejar su marca en las prendas incluso después del lavado. Si bien a veces parece que este mal olor es una nueva característica permanente de la ropa, existen muchas opciones naturales y químicas para dejar la tela oliendo como nueva. Si tienes una prenda que huele mal luego del lavado y secado, considera la posibilidad de sumergirla en lejía o lavarla nuevamente con un detergente enzimático. Por otro lado, si la ropa todavía está sucia y huele mal, puedes tratar de lavarla o remojarla en vinagre.

Método 1
Método 1 de 3:
Remojar en lejía

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    Combina agua y lejía con cloro o blanqueador para remojar la ropa. Vierte 60 ml (¼ de taza) de lejía con cloro en una cubeta o recipiente con 4 l (1 galón) de agua. Revuelve el líquido hasta que todo quede bien mezclado. Usa la misma proporción para tratar ropa de colores, pero emplea lejía sin cloro.[1]
    • Considera usar guantes de jebe cuando trabajes con lejía.
    • Antes de añadir alguna prenda que huele mal, asegúrate de que la lejía que emplees tenga cloro.
    • Es importante que utilices lejía sin cloro para lavar ropa de colores, ya que así evitarás que el color se destiña.
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    Deja las prendas olorosas remojando en la cubeta por 3 a 4 horas o de un día para otro. Coloca la ropa en la solución de lejía y sumérgela por completo. Si quieres lavar ropa blanca, déjala remojando toda la noche. En el caso de la ropa de colores, espera por lo menos 3 horas antes de retirarla del líquido.[2]
    • Trata de mantener la solución de lejía en un lugar fuera del alcance de las mascotas o los niños pequeños.
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    Lava la ropa blanca con detergente y lejía. Coloca las prendas remojadas en la lavadora y añade 250 ml (1 taza) de detergente y 250 ml (1 taza) de lejía. Elige el ciclo de lavado normal con el agua a la temperatura que prefieras. Luego, permite que la lejía haga el trabajo.
    • Asegúrate de lavar las prendas de colores con lejía sin cloro.
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    Permite que las prendas se sequen al aire libre o bajo el sol. Retira la ropa de la lavadora una vez que el ciclo termine. Cuando esté lista, cuelga cada prenda en un área abierta. Coloca las prendas más grandes estiradas en un cordel.[3]
    • Repite este método según sea necesario o hasta que el olor a orina desaparezca.
    • Ten cuidado al colgar las prendas de colores al sol, ya que la luz del sol podría hacer que se decoloren.

Método 2
Método 2 de 3:
Usar un detergente enzimático

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    Consigue un detergente enzimático que quite las manchas creadas por proteínas. Puedes buscar este producto en Internet o en la sección de artículos de limpieza de una tienda de abarrotes. Revisa bien el empaque para asegurarte de que funcione en manchas a base de proteínas, como las que dejan la orina, la sangre y las heces. No importa si tienes un detergente líquido o en polvo, siempre y cuando puedas usarlo en la lavadora.[4]
    • Dado que vas a tratar artículos que ya lavaste, el detergente es la mejor opción para deshacerte del mal olor que quedó.
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    Mide el detergente enzimático en el recipiente de la lavadora. Revisa el empaque del producto para determinar la cantidad que necesitas para una tanda. Si ya has lavado las prendas con mal olor, puedes lavarlas solas o junto con otras prendas. Sin embargo, ten en cuenta que toda la ropa que coloques en la lavadora se limpiará con el detergente enzimático.[5]
    • Si vas a emplear un detergente en polvo, asegúrate de colocarlo en el compartimiento correcto de la lavadora.
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    Lava la ropa en un ciclo normal con agua caliente. Elige un ciclo de lavado normal y con el agua a una temperatura alta. Asegúrate de que las condiciones de lavado coincidan con el cuidado necesario para las prendas que vas a colocar. Si requieren un lavado con agua fría, entonces utiliza agua fría.[6]
    • Repite el proceso hasta que el olor desaparezca.
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    Permite que la ropa se seque con el aire en un espacio abierto. Cuelga las prendas húmedas en la lavandería o en un área al aire libre. Espera un día o más, y revisa la ropa cada cierto tiempo para ver si ya está seca. Si te parece más fácil, puedes colgar la ropa afuera de la casa.[7]

Método 3
Método 3 de 3:
Lavar con vinagre

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    Coloca las prendas manchadas en la lavadora con vinagre blanco. Pon la ropa olorosa en la lavadora. Una vez que estén listas, vierte 250 ml (1 taza) de vinagre blanco en el compartimiento de detergente líquido de la lavadora. Dado que solo usarás vinagre en este ciclo, asegúrate de colocar solo las prendas que quieres desodorizar.[8]
    • El vinagre puede quitar el ácido úrico de la tela sin necesidad de aplicar otros químicos, lo que ayudará a quitar el mal olor.
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    Lava la ropa remojada con agua caliente. Coloca la lavadora en un ciclo de lavado normal y el agua en la temperatura más caliente. No te preocupes por elegir un ciclo más complejo para esta parte. Lo importante es que la mayoría de las prendas queden empapadas de vinagre.[9]
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    Remoja las manchas secas en agua con vinagre de un día para otro. En una cubeta con agua del grifo, echa 250 ml (1 taza) de vinagre blanco. Una vez que la solución esté bien mezclada, coloca la ropa olorosa previamente lavada en el interior. Asegúrate de que cada prenda quede completamente empapada y permite que se remojen en la solución de vinagre toda la noche.[10]
    • Si tienes que lavar muchas prendas, considera usar un lavadero o tina grande para remojarlas.
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    Espera a que la ropa se seque y repite el proceso si fuera necesario. Permite que las prendas se sequen con el aire en un espacio abierto durante todo un día. Una vez que estén lista, fíjate si sientes algún mal olor en la tela. Si el olor a orina persiste, trata de lavar y remojar las prendas nuevamente.[11]

Cosas que necesitarás

Remojar en lejía

  • cubeta
  • agua
  • lejía (con y sin cloro)
  • detergente de ropa

Usar un detergente enzimático

  • detergente de ropa enzimático

Lavar con vinagre

  • vinagre blanco
  • agua
  • cubeta

Acerca de este wikiHow

Susan Stocker
Coescrito por:
Experta en limpieza ecológica
Este artículo fue coescrito por Susan Stocker. Susan Stocker es la directora y propietaria de Susan’s Green Cleaning, la empresa de limpieza ecológica número 1 en Seattle. Susan es conocida en la región por sus excelentes protocolos de servicio al cliente, obteniendo el premio Better Business Torch en el 2017 por su ética e integridad, y por su enérgico apoyo a las prácticas de limpieza ecológicas. Este artículo ha sido visto 2789 veces.