Tu tía abuela te tejió el suéter más feo del mundo. Tu amigo te consiguió un CD de una banda que detestas. Tus hijos esperan con expectación que les digas que te encanta tu nueva corbata con lunares rosados y verdes. Tu viejo vecino Derek te regaló el décimo par de calcetines verdes que te dan picazón. Casi todos algún día recibirán un regalo malo, pero eso no significa que tengas que hacer sentir mal a la persona que te haya dado ese regalo.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Decir lo correcto

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    Di “gracias”. Cualquier regalo merece un agradecimiento. Mira a los ojos a la persona que te haya dado el regalo y sé tan directo como con cualquier otra muestra de gratitud.[1]
    • Podrías decir: “¡Gracias! Lo aprecio mucho”.
    • Podrías comentar acerca de la bondad y generosidad del regalo: “¡Qué generoso regalo!” o “¡Qué amable de tu parte!”.
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    Reacciona a la intención del regalo. Si te cuesta sonreír para mostrar gratitud por algo que nunca usarás o por algo que nunca quisiste, trata de apreciar la intención detrás del regalo. Siempre es posible ofrecer unas palabras de agradecimiento por la intención que hayan puesto en dicho regalo.
    • “¡Muchas gracias! ¡Qué considerado regalo!”.
    • “¡Aprecio mucho que hayas pensado en mí!”.
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    Aprecia el propósito. Piensa en el porqué del regalo y agradécele por esa razón. Incluso si la persona eligió mal el regalo, probablemente tuvo al menos una buena razón.
    • “¡Debes haber recordado que me gusta el chocolate!”.
    • “Gracias por estos calcetines coloridos; sabes que me gusta mantener mis pies abrigados”.
    • “¡Gracias por el CD! Siempre busco expandir mi colección”.
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    Haz preguntas. Pregúntale a dicha persona acerca del regalo y cómo pensó en él. Esta es una buena distracción para evitar que te pregunte si lo usarás, con cuánta frecuencia, etc. Pregúntale dónde lo compró, si también tiene uno o cuál es la mejor manera de usarlo (si fuera el caso). En general, al reaccionar ante un regalo que no te gusta, concentra la conversación en la persona que te lo haya dado y no en ti.[2]
    • “¿También tienes este CD? ¿Cuál es tu pista favorita?”.
    • “Creo que nunca he visto calcetines como estos; ¿en dónde los compraste? ¿También tienes un par?”.
    • “Definitivamente no tengo un suéter como este; ¿cuánto tiempo te tomó tejerlo? ¿Desde cuándo tejes?”.
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    Miente si te sientes cómodo haciéndolo. Si no tienes un problema moral con decir mentiras pequeñas para no herir los sentimientos de las personas con buenas intenciones, di que te gusta. La mayoría de las personas consideran que es cortés decir mentiras pequeñas acerca de los regalos en lugar de decir que estás decepcionado.
    • Sin embargo, debes evitar decir una mentira grande. Di que te gusta el regalo, pero no digas que es el mejor regalo del mundo ni prometas usarlo todos los días.
    • Si no mientes, solo evita decir que odias el regalo.
    • “¡Gracias! Es un buen regalo.”
    • “Esto es maravilloso, ¡gracias! ¿Dónde lo encontraste?”.
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    Di la verdad si tienen una relación cercana. Si la persona que te haya dado el regalo es alguien a quien conoces bien, alguien con quien tienes una buena relación, solo dile la verdad si insiste. Pueden reírse juntos al respecto.
    • Un regalo malo no es gran cosa, pero mentir podría darle más importancia.
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    Aplaza las preguntas. Si la persona que te haya dado el regalo siente que no te gusta, podría comenzar a hacerte preguntas acerca de si “realmente” te gusta o cuándo lo usarás. Di una mentira pequeña o contrarresta sus preguntas con más preguntas de tal manera que no tengas que responder las suyas.
    • Si puedes, convéncela de ofrecer una sugerencia acerca de cómo o cuándo hacer uso de todo tu regalo. Luego dile: “Me aseguraré de hacer eso” y cambia de tema.
    • En el caso de un regalo claramente mezquino, es aceptable tirar por la ventana cualquier elegancia y respeto. No tengas miedo de decirle que puede quedárselo.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Reaccionar emocionalmente

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    Reacciona inmediatamente. Una vez que hayas abierto el regalo, agradécele inmediatamente a la persona que te lo haya dado. Si lo abres y después te detienes, parecerás decepcionado.
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    Haz contacto visual. ¡Mira a los ojos a la persona que te haya dado el regalo y agradécele! Si no te gusta el regalo, probablemente no tendrás una cara apropiadamente admirativa mientras lo veas; pero siempre puedes mirar a la cara de la persona que te haya dado el regalo y apreciar su amabilidad.
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    Sonríe si puedes. Si eres un buen actor, sonríele a la persona que te haya dado el regalo. ¡Podría ser útil recordarte que trataba de hacerte feliz! Eso en sí es un regalo. Solo sonríe si puedes hacerlo sintiéndote relativamente natural al mismo tiempo.
    • ¡No fuerces una sonrisa! Solo se verá falsa.
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    Abraza a la persona para mostrar tu agradecimiento. Si eres un mal actor, una forma de esconder tu cara y tu decepción mostrando al mismo tiempo gratitud es darle un abrazo a la persona que te haya dado el regalo. Si sueles abrazarte con esta persona, hazlo inmediatamente después de abrir el regalo.
    • Un abrazo es verdadero; es una forma afectuosa de decirle que aprecias el cariño detrás del regalo.
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    Actúa naturalmente. No necesitas fingir emoción. En su lugar, evoca afecto por la amabilidad de la otra persona, que trata de complacerte dándote un regalo. Piensa: “Está tratando de complacerme al darme esto”.
    • Si puedes, sonríe. Si eres un mal actor, solo agradécele.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Lidiar con el regalo

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    Envía una tarjeta de agradecimiento. Aunque es un consejo sensato para cualquier regalo que recibas, la tarjeta de agradecimiento tiene una importancia adicional para aquellos regalos que no puedes soportar. Pondrá cierre a una parte (por no decir toda) de la preocupación que podría tener la otra persona acerca de tu actitud hacia el regalo (o de la persona que te lo haya dado). Envíala aproximadamente una semana después de haber recibido el regalo. Como sucede al recibirlo, menciona la intención detrás del regalo más que el regalo en sí. No seas específico con respecto a tu relación con el regalo después, posiblemente podrías decir nada más que: “Lo estoy disfrutando”.[3]
    • “Muchas gracias por venir y pasar tiempo conmigo. No puedo creer que pusieras todo ese esfuerzo en tejer algo para mí; gracias nuevamente”.
    • “Solo quería enviarte mi agradecimiento por venir la otra noche. Me alegra mucho que te hayas esforzado por darme un regalo, estoy feliz de tener otro CD para mi colección”.
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    Regálaselo a alguien más. Si de verdad quieres lidiar con el regalo rotundamente, siempre puedes dárselo a alguien más. Sin embargo, una advertencia: que no te atrapen haciéndolo. Incluso si has sido honesto acerca de tus sentimientos desde el principio, se considera de mal gusto y falso darle a alguien más un regalo que ya te hayan dado. Por lo menos, asegúrate de que la persona a quien se lo pasarás lo aprecie mucho. Tu única defensa en una situación como esta es insistir, honestamente, que se lo darás a alguien que realmente pueda disfrutarlo. Puedes hacer eso o donarlo a una beneficencia.[4]
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    Deja que el tiempo lo cure. Usualmente, la ansiedad y la incomodidad asociadas con el momento de dar regalos son exclusivas de ese momento. Con el tiempo la mayoría llega a apreciar el alcance del regalo y se da cuenta (como deberías) de que lo que de verdad cuenta es la intención. Así que si no fuiste sincero desde el principio, no temas hacerle saber tus sentimientos después del hecho si insiste con el tema.
    • Dile que probaste el regalo, pero no te gustó. Finge que esta fue una sorpresa tanto para ti como para la persona a quien se lo dirás.
    • Haz tu mejor esfuerzo por restarle importancia a la situación, pero nunca muestres que te arrepientes de recibir un regalo. Un regalo considerado pero no deseado siempre es mejor que no recibir nada.
    • Pregúntale si le gustaría que se lo regreses. Si es algo que él o ella ha deseado tener o lo ha usado, ofrécele dejar que se lo quede. La mayoría de las personas se negarán por cortesía y tendrás que aceptarlo. Nunca trates de presionar o parecerás irrespetuoso.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Evitar regalos malos repetidos

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    Ten una lista de deseos. Dada la ocasión apropiada, como tu cumpleaños o una de las vacaciones de invierno, considera tener una lista de deseos. No necesariamente tiene que ser una lista en sí, pero debes saber que quieres recibir. Para aquellos familiares o amigos que no pueden evitar dar regalos malos, exagera al decirles lo que realmente quieres de ellos. Si el deseo solo es evitar el regalo malo, sugiere algo barato y fácil de conseguir.
    • “Todavía estoy revisando el último CD que me diste. Pero estoy esperando con muchas ansias el próximo lanzamiento de (nombre del artista), que debe salir antes de navidad”.
    • “Me gustan estos calcetines que me diste, los uso en casa todo el tiempo. Pero he visto estos zapatos que anhelo mucho; creo que los venden en (nombre de tienda)”.
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    Haz un ejemplo de regalos buenos. Para la persona que siempre te da regalos malos en tu vida, esfuérzate por averiguar qué le gustaría. No tengas miedo de preguntar: “¿Qué te gustaría recibir?”. Si trata de ser modesta o responder con “cualquier cosa”, presiónala. Todos siempre tienen algo en mente, así que averigua lo que es. La esperanza aquí es que imite tu esfuerzo cuando se trate de darte un regalo.
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    Habla claramente. Si simplemente no se rinde, podría ser tiempo de decir algo antes de que tengas una habitación dedicada a regalos que nunca quisiste. Con suerte conocerás lo suficiente a esta persona para explicárselo sin ofenderla. Si no, prepárate para que se moleste incluso si no está justificado realmente. En algún momento después de que te hayan dado el regalo, llévala a un lado y dile honestamente: “No estoy muy seguro de que este regalo sea para mí”.
    • “Sabes que amo la música, pero este simplemente no es mi estilo. Me gusta más (estilo de música)”.
    • “No puedo agradecerte lo suficiente por tejer esto para mí, pero no estoy seguro de que combine con nada en mi armario”.
    • “Creo que necesito ser honesto: nunca encontré una forma de combinar ningún par de calcetines que me has regalado con mis prendas. No puedo agradecerte lo suficiente por el regalo, pero de nada me sirven más calcetines como estos”.

Advertencias

  • Si la persona que te haya dado el regalo es alguien muy cercano a ti o alguien a quien ves frecuentemente, probablemente será mejor ser honesto acerca de tu actitud hacia el regalo.
  • Si eliges regalárselo a alguien más, dáselo a alguien en otro círculo de amigos o en otra área de tu vida. Regálaselo a cualquiera que no tenga probabilidades de contactarse con la persona que te lo haya regalado originalmente.

Acerca de este wikiHow

Ashley Smith, PhD
Coescrito por:
Licenciada en psicología clínica
Este artículo fue coescrito por Ashley Smith, PhD. La Dra. Ashley Smith es licenciada en psicología clínica y la cofundadora de Peak Mind: The Center for Psychological Strength. Con más de una década de experiencia, se especializa en tratar la ansiedad y los trastornos del espectro obsesivo-compulsivo a través de la terapia cognitivo-conductual (TCC). Ha aparecido en diversas publicaciones de medios como The Washington Post y Thrive Global. También ha sido publicada en múltiples revistas revisadas por pares, como el Journal of Anxiety Disorders y The Behavior Therapist. La Dra. Smith tiene una licenciatura en psicología de la Universidad de Central Arkansas, así como una maestría y un doctorado en psicología clínica de la Universidad de Nebraska, Lincoln. Este artículo ha sido visto 46 597 veces.