Este artículo fue coescrito por Melissa Nelson, DVM, PhD. La Dra. Nelson es una veterinaria que se especializa en Medicina de Animales de Compañía y Animales Grandes en Minnesota, donde tiene más de 18 años de experiencia como veterinaria en una clínica rural. Recibió su título de médica veterinaria en la Universidad de Minnesota en 1998.
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Incluso después de la muerte, el amor que sentimos por nuestras mascotas especiales no muere. Sin embargo, la muerte, incluso en lo que respecta a los perros, es una realidad que todos debemos enfrentar. Durante los días finales de tu amigo y compañero leal, conocer los signos que indican que su muerte está próxima te puede dar a ti y a tu familia el tiempo suficiente para prepararse emocionalmente. Estar al tanto de la condición de tu perro te puede ayudar a alistarte para que él tenga una partida digna, pacífica y cómoda. Sigue los pasos a continuación para estar seguro de que tu perro sienta la menor cantidad de dolor posible.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Reconocer las señales mortales
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1Presta atención a los síntomas respiratorios. Conforme se acerque a la muerte, que puede ser cuestión de días u horas, te darás cuenta de que la respiración de tu perro se vuelve menos profunda y que los intervalos se vuelven mayores. La velocidad de respiración normal en descanso de 22 respiraciones por minuto puede bajar a solo 10 respiraciones por minuto.
- Inmediatamente antes de morir, el perro exhalará profundamente. Podrías sentir cómo se desinfla conforme sus pulmones colapsan.
- El ritmo cardiaco del perro se reducirá de los 100 a 130 latidos por minuto normales hasta unos 60 u 80 latidos por minuto, con un pulso muy débil.
- En las horas finales observarás que tu perro respira con menor fuerza y que dejará de moverse. En la mayoría de los casos, tu perro se echará en un rincón oscuro o escondido de tu casa.
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2Reconoce las señales digestivas. Si tu perro está muriendo, mostrará una evidente pérdida del apetito. No tendrá casi ningún interés por comer ni beber agua. Conforme se acerque la muerte, sus órganos como el hígado y los riñones empezarán a fallar, haciendo que pierda funciones digestivas.
- Podrás notar que su boca está seca y pegajosa debido a la deshidratación general.
- También podrías observar vómitos. Por lo general, los vómitos no contendrán comida, solo ácido espumoso a veces amarillento o verdoso debido a la bilis. Esto también es resultado de la pérdida de apetito.
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3Observa qué tal funcionan sus músculos. Los temblores o espasmos musculares involuntarios aparecen debido a la pérdida de glucosa. También habrá una disminución de la respuesta al dolor y de otros actos reflejos.
- Cuando tu perro trate de pararse o caminar, notarás descoordinación y tambaleo en su andar. Quizás simplemente no pueda caminar. Tu perro podría entrar en coma o perder la consciencia inmediatamente antes de la muerte.
- Los perros próximos a la muerte y que han sufrido una enfermedad crónica o prolongada se ven muy escuálidos. Sus músculos se consumen, volviéndose muy pequeños y también se atrofian.
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4Préstale atención a sus hábitos en el baño. Otro signo es una vejiga incontrolable y pérdida del control de los esfínteres anales. Cuando se acerque la muerte, tu perro orinará y defecará sin control. Incluso los perros más disciplinados y entrenados podrían experimentar estos síntomas.
- La micción será incontrolable y con poco volumen.
- Cuando esté cercano a la muerte el perro sufrirá de diarrea líquida, a veces de un olor espantoso o con un poco de sangre.
- Después de morir, tu perro orinará y defecará una última vez debido a la pérdida total de control muscular.
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5Observa la condición de su piel. La piel estará seca y no regresará a su lugar original cuando la pellizques, esto se debe a la deshidratación. Las membranas mucosas como las encías y los labios estarán pálidas. Cuando las presiones no regresarán a su color rosado normal incluso después de un largo tiempo (lo normal es que las encías regresen a su color original después de 1 segundo).Anuncio
Parte 2
Parte 2 de 3:Reconocer la vejez
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1Observa cuán veloz es tu perro. Cuando tu perro empiece a volverse más lento en sus movimientos, pero aún pueda comer, beber, caminar, pararse por sí solo y responder a tus llamadas es una señal de simple vejez. No está sufriendo ningún dolor particular, simplemente está volviéndose viejo.
- Tu perro aún puede hacer las cosas que disfruta, como caminar, ser acariciado, jugar o socializar con otros perros, aunque en menor frecuencia e intensidad.
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2Observa cuánto come. A medida que los perros envejecen, probablemente comenzarán a comer menos de lo habitual. Los perros más viejos por lo general gastan menos calorías y necesitan menos comida que los más jóvenes y enérgicos. No es nada por lo cual asustarse; simplemente es una parte normal del proceso de envejecimiento.
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3Préstale atención a cuánto duerme. Un perro viejo duerme más y más, pero aún puede pararse, moverse y comer luego. Un perro que duerme y no se mueve ni come está enfermo. Un perro que duerme mucho y aun así come y parece sociable está envejeciendo.
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4Préstale atención a cómo actúa alrededor de otros perros. A medida que los perros envejecen, podrían mostrar menos interés en jugar y socializar con otros perros. Podrías descubrir que tu perro se siente abrumado o irritable en entornos sociales con más facilidad que antes.
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5Observa cómo se ve. Una serie de cosas aparecerán conforme envejece. Busca lo siguiente:
- Aparecen canas en su pelaje, sobre todo en la cara de tu perro.
- Las partes del cuerpo donde hay fricción pierden pelo. Podrías notar esto particularmente en los codos, la zona pélvica y el trasero.
- Aparecen problemas dentales, tales como debilitamiento o manchado de los dientes. Algunos de los dientes de tu perro podrían caerse o es probable que necesiten extraerse.
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6Mantén a tu perro cómodo. Si tu perro ya es anciano, asegura su comodidad haciendo lo siguiente:
- Ponlo en un cuarto bien ventilado y cálido.
- Provéele algún tipo de cama para apoyar sus articulaciones y que no sienta dolor.
- Dale comida y agua, pero no lo obligues a comer.
- Pasa tiempo con él a diario, háblale y acaríciale la cabeza todos los días.
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Parte 3
Parte 3 de 3:Poner a dormir a tu perro
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1Infórmate sobre el propósito de la eutanasia. La eutanasia, o el acto de poner a dormir a un perro, es un método delicado y humano de terminar con la vida de un animal que está sufriendo. Los veterinarios realizan este procedimiento al inyectarle al animal una dosis alta de un anestésico que gradualmente reducirá y detendrá los latidos cardiacos. Existen 3 objetivos principales de la eutanasia:
- El alivio del dolor y sufrimiento del animal.
- Minimizar el dolor, angustia, miedo y ansiedad que el animal experimenta antes de perder la conciencia.
- Proporcionar una muerte indolora y libre de complicaciones.
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2Piensa durante largo tiempo sobre ponerlo a dormir. Cuando te encuentres en una situación en la que debas decidir si la eutanasia es lo correcto, el bienestar de tu mascota siempre debería ser lo primero. Trata de desprenderte de tu apego, emoción y orgullo. Nunca prolongues su vida para tu propio beneficio o bienestar. Es más humano y es tu deber como dueño darle a tu perro una muerte humana y sin angustia. Hazte las siguientes preguntas:[1]
- ¿Se ha vuelto imposible tratar la condición de mi perro?
- ¿Está mi perro pasando por un dolor y sufrimiento que no es posible aliviar con drogas o calmantes?
- ¿Está sufriendo mi perro de heridas severas y dolorosas de las que podría nunca recuperarse, como la amputación de un miembro, trauma craneano severo y sangrado severo?
- ¿La enfermedad terminal ha reducido la calidad de vida de mi perro hasta el punto en que no puede comer, beber, moverse o defecar solo?
- ¿Tiene mi perro un defecto de nacimiento que le dará una pobre calidad de vida?
- ¿Está mi perro sufriendo de una enfermedad contagiosa, como la rabia, que puede presentar un riesgo a la vida de otros animales y humanos?
- ¿Podrá mi perro seguir haciendo las cosas que disfruta incluso si hay un tratamiento disponible?
- Si las respuestas a las preguntas arriba son afirmativas, entonces es tiempo de poner a dormir al perro de la manera más humana posible.
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3Habla con el veterinario sobre si la eutanasia es la mejor elección. Él podrá determinar apropiadamente la situación de tu perro a través de exámenes y tendrán la autoridad de decirte si la condición es tratable, si tu perro se acerca al final de su vida. El veterinario podría darte una idea del tipo de calidad de vida que puedes esperar que tenga tu perro si eliges continuar con el tratamiento.
- Sin Si bien el veterinario puede darte algunos consejos, la decisión de poner a dormir a tu perro es puramente tuya.
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4Investiga las afecciones médicas que ameritan la eutanasia. En general, cualquier afección que cause dolor y sufrimiento que no pueda curarse o controlarse con facilidad, agudo o crónico, es una razón humana para poner a dormir a un perro. Aquí hay algunos ejemplos:[2]
- Trauma grave a causa de accidentes vehiculares.
- Enfermedades graves que sean difíciles de tratar, como una enfermedad hepática grave o diabetes no controlada.
- Falla renal en la última etapa, falla hepática y tumores muy invasivos o malignos.
- Enfermedades contagiosas que son incurables y presentan una amenaza a la vida de otros animales y humanos (por ejemplo, la rabia).
- Problemas de comportamiento serios, como agresión extrema que no puede corregirse con terapia de comportamiento, que pueden ser un riesgo para otros animales, gente y el medio ambiente.
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5Presta atención a las señales de que tu perro está listo para la eutanasia. Si observas estas señales en tu perro, llama al veterinario inmediatamente y lleva a tu perro para que le realicen un examen. La eutanasia podría ser necesaria en los siguientes casos:[3]
- El perro no puede comer, beber, pararse o caminar y ha perdido completamente el interés y el esfuerzo por estas actividades.
- El perro ya está desmejorado y orina o defeca incontrolablemente.
- Cuando el perro tiene problemas respiratorios, la respiración se vuelve trabajosa y él no responde a los procedimientos y drogas de emergencia.
- Si hay señales de dolor como llorar o quejarse continuamente debido a una enfermedad terminal.
- El perro no puede levantar la cabeza y ya se encuentra echado en el piso.
- Si puedes sentir las temperaturas extremadamente bajas en la piel de tu perro. Eso es señal de que sus órganos ya están fallando.
- El perro tiene tumores grandes que son inoperables y que ya están causando dolor e inmovilización.
- Las membranas mucosas como las encías ya se han puesto grises y deshidratadas.
- Un pulso muy lento y débil.
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Consejos
- Si bien la decisión de practicarle la eutanasia a nuestro perro es muy dolorosa, es una responsabilidad que debemos enfrentar. Al final, lo que importa es que le proporcionamos una partida indolora y decente. Es en el mejor interés y beneficio del perro que su dueño decida sobre su dolor y sufrimiento.
- Despedirte de una mascota querida es una de las cosas más difíciles de hacer. Solo recuerda que terminarás con el dolor y sufrimiento de tu perro. Cuando llegue el momento de decir adiós, quédate a su lado hasta el último momento. Dile que lo amas y dale tu despedida final. Simplemente recuerda que, si mantienes a tu perro cerca de tu corazón, nunca estarás solo.
Referencias
- ↑ http://www.dogbreedinfo.com/timetoletgo.htm
- ↑ http://www.ifaw.org/sites/default/files/ICAM%20Euthanasia%20Protocol.pdf
- ↑ http://dogtime.com/when-to-say-good-bye.html
- The Merck Veterinary Manual, novena edición (2005). Merck and Co. Inc. Whitehouse Station, N.J. Estados unidos de américa.
- PVET (Philippine Veterinary Drug Directory, décimo cuarta edición (2012). Medicom Pacific Inc.
- AVMA Guidelines for the Euthanasia of Animals, edición 2013.