Las berenjenas tienen un sabor bastante amargo que puede causar que algunas personas eviten utilizarlas en sus recetas o incluso comerlas. Este artículo proporciona algunas soluciones simples para garantizarte reducir el amargor de las berenjenas.

Pasos

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    Córtalas en rodajas o pequeños cubos, según lo recomendado en la receta que vayas a hacer.[1]
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    Espolvorea sal sobre las rodajas o los cubos de las berenjenas.[2]
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    Déjalas reposar durante media hora con la sal en la superficie.
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    Una vez que haya pasado la media hora, lava las berenjenas para quitarles la sal antes de cocinarlas.
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    Para evitar que estén muy amargas, compra berenjenas pequeñas. Cuando las semillas son del mismo color de la pulpa, las berenjenas no son amargas. En cambio, cuando las semillas son de color marrón, tendrán un sabor amargo.[3]
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Consejos

  • El amargor también puede reducirse al colocar, entre cinco y diez minutos, la berenjena cortada en un recipiente con agua fría y medio limón.[4]
  • Otra opción puede ser hacer recetas bien condimentadas con ingredientes que suavicen el amargor, tales como cocinar berenjenas a la parmesana.
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Cosas que necesitarás

  • sal
  • berenjenas
  • cuchillo y tabla para cortar

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Categorías: Comida y diversión | Recetas
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