Hoy en día, el esmog oscurece los cielos de todas las ciudades del mundo y el aire que respiramos está cada vez más contaminado con determinada materia y monóxido de carbono. Estos contaminantes son dañinos para la salud humana y ambiental. ¿Así que puedes limpiar el aire personalmente? Podría sorprenderte saber lo mucho que puedes contribuir. Lee el paso 1 para conocer las acciones que podrías tomar para reducir la contaminación.

Método 1
Método 1 de 4:
Reconsiderar el transporte público

  1. 1
    Cuestiona la cultura de los autos. Las prácticas de la producción industrial son la primera causa por la cual el aire de la Tierra está contaminado[1] , pero la contaminación relacionada a los automóviles es la siguiente causa en la lista de culpables. La producción de autos, de carreteras, de gasolina y las emisiones ocasionadas por la quema de combustible juegan un gran papel en este problema[2] . Debido a que muchas ciudades están distribuidas de tal manera que conducir se vuelve casi una necesidad, puede ser difícil determinar la mejor manera para combatir este problema. Sin importar dónde vivas, puedes tomar medidas al buscar formas creativas para ser menos dependiente de los autos.
    • Es posible que no sea del todo práctico dejar por completo tu auto, pero aun así puedes tomar medidas al reducir su uso. Por ejemplo, en lugar de ir conduciendo al supermercado cada dos días, ve solamente una vez a la semana o cada diez días y compra todo lo que necesites de una sola vez.
    • Ir a tu destino compartiendo el auto con tus vecinos o inscribirte en un programa para compartir los viajes con otra persona son también formas excelentes para reducir el uso de tu auto.
  2. 2
    Toma el autobús, el metro o el tren. Si vives en la ciudad de Nueva York, probablemente ya estés acostumbrado a tomar el transporte público para ir a todo lugar, pero las ciudades grandes no son los únicos lugares que ofrecen transporte público. Familiarízate con las rutas de tren o de autobús de tu ciudad y empieza a ir al trabajo con el autobús en lugar del auto por lo menos una vez a la semana. Haz lo que puedas para usar el transporte público lo más frecuentemente posible, sólo usa tu auto cuando no tengas una buena alternativa.
    • Tomar el autobús o el tren para ir al trabajo, a la escuela o para ir a hacer cualquier otra actividad tiene muchas ventajas. Aparte de ser tu contribución para reducir la contaminación del aire, tendrás más tiempo para leer, tejer, hacer crucigramas o mirar a la gente. Tomar el transporte público es más seguro que conducir y probablemente te ayudará a disminuir tus niveles de ansiedad, ya que no tendrás que lidiar con el tráfico de las horas punta.
  3. 3
    Trata de caminar o ir en bicicleta. Aún mejor que el transporte público es usar tu propia energía para llevarte a donde quieras ir. Probablemente, puedas ir caminando a los lugares donde llegas en cinco minutos con el auto desde tu casa; y si eres aventurero y tienes el tiempo, podrías caminar mucho más. Si eres tan afortunado que vives en un lugar con buenas carreteras para los ciclistas, empieza a usarlas. En los lugares con demasiado tráfico, ir en bicicleta será la forma más rápida de llegar a tu destino.
  4. 4
    Pero si conduces, mantén tu auto en buenas condiciones. Haz que lo afinen con frecuencia para asegurarte de que pases con éxito tu prueba de smog de la ciudad. Existen unas cuantas cosas que podrías hacer para ayudar a que tu auto produzca el menor daño posible:
    • Utiliza la calidad de aceite de motor que conserve la energía.[3]
    • Llena el tanque de gasolina temprano en la mañana o en las últimas horas de la tarde, cuando el clima esté fresco. Esto te ayudará a evitar que gran parte de la gasolina se evapore con el calor del día.
    • Cuando llenes tu tanque, cuida de que la gasolina no se derrame.
    • En vez de que tu auto esté paralizado en las largas colas de los autoservicios de los restaurantes de comida rápida y los bancos, estaciona tu auto y entra caminando.
    • Ponle aire a los neumáticos de tu auto según la presión recomendada. Así facilitarás que tu auto tenga el mejor desempeño y reducirás el uso de combustible.

Método 2
Método 2 de 4:
Cambiar tus hábitos de compra

  1. 1
    Sé un productor. Emplear ingredientes crudos o materias primas para preparar la mayor cantidad posible de cosas, en lugar de comprarlas en la tienda es excelente para ayudar a reducir la contaminación del aire. Esto se debe a que la práctica de la producción masiva de productos, su empaquetado y su transporte para que estén listos para los consumidores es directamente responsable de las emisiones industriales que contaminan el aire. Observa tu casa y analiza qué productos podrías fabricar en lugar de comprarlos. A continuación, te presentaremos algunas ideas:
    • La comida, por supuesto. Si tiendes a comprar muchísima comida empaquetada, entonces preparar tus alimentos desde cero será un buen primer paso. Eliminar los alimentos ya preparados y crear nuevos platillos con ingredientes crudos será mucho más sano y favorable para el medio ambiente. Por ejemplo, si te encanta el espagueti, prepara tu propia salsa con tomates crudos y ajo en vez de comprar una lata de salsa ya preparada. ¡También podrías hacer tu propia pasta!
    • ¿Sabías que puedes elaborar tus propios productos de limpieza? En vez de comprar líquido lavavajillas, detergente para la ropa y un limpiador de baños, elabóralos tú mismo con ingredientes no-tóxicos. Almacena tus preparados en envases de vidrio.
    • Lo mismo va para el champú, crema dental, desodorante y bálsamo de labios hechos en casa.
    • La ropa es un poco más difícil de hacerla tú solo, pero si te sientes deseoso y quieres intentarlo, empieza con las prendas básicas, tales como camisetas y pantalones.
    • Si te interesa ser un productor a tiempo completo, considera el arte de cultivar. Pronto, estarás cultivando los tomates y el ajo que necesitas para preparar esa salsa para el espagueti.
  2. 2
    Compra productos locales. Cuando necesites comprar algo en lugar de fabricarlo, trata de comprar los productos que se vendan dentro de tu localidad. Podrías tener más suerte en las tiendas pequeñas, en lugar de las tiendas comerciales, las cuales tienden a importar todos sus productos, con lo cual estarás contribuyendo significativamente con la contaminación del aire. A continuación, te presentaremos algunas estrategias para comprar productos locales:
    • Haz tus compras en los mercados de productores. Esta es la mejor manera de comprar alimentos cultivados y comercializados dentro de tu localidad.
    • Verifica las etiquetas de la ropa. Trata de comprar prendas manufacturadas cerca de donde vivas. Aunque podría ser bastante costoso, considera comprar prendas hechas a mano por alguien que viva cerca de ti. Si no es posible, comprar ropa de segunda mano es otra manera excelente de reducir el consumo.
    • No compres cosas por Internet. Comprar un libro o una prenda de ropa por Internet es extremadamente fácil para el consumidor, pero piensa en los botes, aviones y camiones que se necesitan para dejar ese artículo en tu puerta. Sólo deberás hacerlo esporádicamente.
  3. 3
    Opta por menos embalaje. El plástico, el papel aluminio y el cartón que se usan para embalar están elaborados con prácticas que impactan negativamente la calidad del aire. Sea lo que sea que compres, trata de elegir productos que tengan menos embalaje. Por ejemplo, en lugar de escoger una caja de barras de granola empaquetadas individualmente, trata de prepararlas tú mismo en casa o comprarlas en la panadería, en donde no las empaquetan con papel aluminio. Si no te es posible, opta por los productos que vengan empaquetados con material reciclable.
    • Lleva tu propia bolsa de compras hecha de tela a la tienda en lugar de pedir bolsas de plástico o de papel.
    • Compra en la sección de alimentos al por mayor en vez de comprar productos empaquetados individualmente.
    • Compra productos vegetales frescos y sueltos en lugar de los enlatados y congelados.
    • Compra envases extra grandes de los productos que uses a menudo para que no tengas que comprar muchos envases pequeños.
  4. 4
    Reutiliza, recicla, y haz abono. Manejar la basura de tu casa es otra manera efectiva de reducir la contaminación del aire. Reusar, reciclar y hacer abono podría impactar significativamente tu producción de basura, lo que significa que menos basura iría a los vertederos, los cuales son grandes causantes de la contaminación del aire[4] .
    • Trata de comprar los productos que vengan en envases de vidrio para que los puedas reutilizar una y otra vez. El plástico también se puede utilizar de nuevo, pero evita reutilizarlo demasiadas veces para guardar alimentos, ya que con el tiempo los químicos podrían filtrarse del plástico a los alimentos.
    • Recicla el plástico, el papel, el aluminio y otros materiales reciclables según las pautas de tu ciudad.
    • Haz una pila de composta en tu jardín, en la cual puedas arrojar cáscaras de vegetales y otros residuos de alimentos. Después de que te hayas ocupado de la pila durante algunos meses, tendrás un abono negro y amontonado, el cual podrás usar para abonar tu jardín.
  5. 5
    Usa pinturas y productos de limpieza seguros para el medio ambiente cuando te sea posible. Este tipo de pinturas y productos de limpieza emite menos partículas generadoras de esmog en el aire, además es mejor para tu salud respiratoria.
    • Sigue las recomendaciones del fabricante para usar y tapar adecuadamente los productos de limpieza, las pinturas y demás químicos. Seguir las instrucciones al pie de la letra asegurará que los químicos generadores de esmog no puedan evaporarse.

Método 3
Método 3 de 4:
Ahorrar energía

  1. 1
    No uses la luz ni los electrodomésticos mucho tiempo. Ya te lo dijeron un millón de veces: apaga la luz cuando salgas de una habitación y ¡no dejes la televisión prendida todo el día! Estas pequeñas acciones son más importantes que nunca cuando hablamos de reducir la contaminación del aire, ya que la electricidad que consumen las luces y los aparatos eléctricos es generada por plantas de gas natural o carbón que generan emisiones. Aquí te presentaremos algunas ideas más para reducir la energía que empleas en tu casa diariamente:
    • Aprovecha la luz natural. Coloca tu área de estudio o de trabajo cerca de una ventana que tenga luz clara todo el día, para que no tengas que encender la luz.
    • Haz que una de las habitaciones de la casa sea la “habitación iluminada” durante la noche, en vez de encender todas las luces de la casa todo el tiempo. Tu familia podría reunirse en la habitación más iluminada para leer, estudiar o mirar una película antes de irse a dormir, en vez de que esté dispersa por toda la casa.
    • Desenchufa los aparatos eléctricos cuando no los estés usando. Lo mismo va para los aparatos grandes como para los pequeños: televisores, computadoras, tostadoras, cafeteras, etc. Incluso un cargador de celular enchufado podría consumir energía todo el día.
    • Reemplaza los aparatos eléctricos grandes y antiguos por modelos diseñados para ahorrar energía.
    • Compra la electricidad de instalaciones que no contaminen nada o casi nada. Estudia las opciones disponibles en tu área.[5]
  2. 2
    Reconsidera tus hábitos de uso de la calefacción y del aire acondicionado. Trata de permitir que tu cuerpo se aclimate a los cambios de estación en lugar de usar la calefacción y el aire acondicionado para mantener una misma temperatura todo el año. Abusar de la calefacción y del aire acondicionado provoca un gran consumo de energía, así que usa tus manos como abanicos o ponte suéteres abrigadores para que te ayuden a adaptarte a los cambios de clima en lugar de depender de tu termostato.
    • Cuando estés en el trabajo o lejos en un viaje de fin de semana, asegúrate de graduar tu termostato para que no esté emitiendo aire frío o caliente durante toda tu ausencia[6] .
  3. 3
    No tomes baños ni duchas de agua caliente muy largos. Calentar el agua requiere muchísima energía, así que ser considerado con cuánta agua caliente uses debe ser una práctica importante. Podrías empezar tomando duchas más cortas y omitiendo los baños, ya que ambos requieren abundante agua caliente.
    • Baja el calentador de agua a 50 °C (120 °F), para que el agua nunca se caliente a una temperatura mayor.
    • Usa la opción de agua fría en tu lavadora.

Método 4
Método 4 de 4:
Involucrarte

  1. 1
    Infórmate sobre la contaminación del aire. Diversas regiones tienen diferentes problemas de contaminación del aire. Quizá pueda haber una fábrica cerca que esté contaminando el aire de tu ciudad o quizá el vertedero local sea el mayor culpable en la ciudad donde vivas. Para comprender cuáles serían las mejores medidas que puedes tomar en tu área, infórmate para averiguar cuáles son las fuentes más significativas.
    • Busca en Internet, lee el periódico y pide información. Si estás en la escuela, tus profesores podrían indicarte la dirección correcta a tomar.
    • Empieza a hablar sobre la contaminación del aire con la gente a quienes conozcas, en lugar de restarle importancia. Hablar del tema podría darte ideas o acciones brillantes que no se te hubieran ocurrido solo.
  2. 2
    Siembra árboles. Los árboles reducen la contaminación del aire y sembrarlos es una de las acciones más satisfactorias y concretas que puedes tomar para contribuir a la mejora de la calidad del aire en tu región[7] . Los árboles generan oxígeno y absorben el dióxido de carbono, el cual sintetizan en alimento. Averigua qué tipos de árboles son los mejores para plantar en tu área y ¡ponte en marcha!
    • Muchas ciudades tienen programas destinados a plantar árboles, tales como el MillionTreesNYC de la ciudad de Nueva York[8] . Averigua si en tu ciudad tienen un programa similar.
  3. 3
    Únete a un grupo que se dedique a combatir la contaminación del aire. Todos pueden contribuir a reducir la contaminación en su vida diaria, pero la solución más importante implicará que haya un cambio en las políticas gubernamentales respecto a las emisiones industriales. Si te apasiona ponerte en acción para disminuir la contaminación del aire, considera unirte a una organización, cuyo objetivo sea exactamente ése. Aprenderás más sobre el tipo de educación y la experiencia que necesitarás para ayudar a producir cambios duraderos y reducir la contaminación del aire en tu ciudad.

Consejos

  • El ozono es uno de los principales componentes del esmog. El ozono a nivel del suelo se forma cuando dos tipos de contaminantes reaccionan ante la presencia de luz solar. Estos contaminantes se conocen como compuestos orgánicos volátiles y óxidos de nitrógeno. Se encuentran en las emisiones de:
    • Vehículos automotores (automóviles, camiones, buses, aeronaves y trenes)
    • Equipos de construcción
    • Equipos de jardinería
    • Fuentes que consumen combustibles fósiles, como las grandes fábricas
    • Industrias pequeñas como las gasolineras y las imprentas
    • Ciertos productos de consumo, como algunas pinturas y limpiadores

Cosas que necesitarás

  • Bicicleta
  • Vehículo compartido
  • Transporte público
  • Revisiones regulares del automóvil o vehículo
  • Productos de limpieza y pinturas seguras para el ambiente

Acerca de este wikiHow

wikiHow es un "wiki", lo que significa que muchos de nuestros artículos están escritos por varios autores. Para crear este artículo, autores voluntarios han trabajado para editarlo y mejorarlo con el tiempo. Este artículo ha sido visto 247 962 veces.
Categorías: Conciencia ambiental