Cada vez que conduces tu automóvil, compras comida que no se ha cultivado localmente o dejas las luces encendidas cuando no estás en casa, incrementas tu huella de carbono. La huella de carbono se refiere a tus actividades que incrementan la producción de gases como el dióxido de carbono y metano que quedan en la atmósfera. Estos gases, también conocidos como gases del efecto invernadero, están afectando la vida como la conocemos creando un cambio climático. Reducir tu huella de carbono puede parecer una tarea enorme, pero es importante recordar que realmente vale la pena el esfuerzo. Afortunadamente, wikiHow está aquí para ayudarte a reducir tu huella de carbono de forma más fácil. Avanza al paso 1 y empieza a poner de tu parte.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Mejoras en el hogar para un uso eficiente de la energía

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    Reemplaza los focos estándar por focos fluorescentes compactos. Los focos fluorescentes compactos ahorran más de dos tercios de la cantidad de energía que utilizan los focos estándares. Puedes reducir la huella de carbono de tu hogar cambiándolos por focos ahorradores. Sin embargo, es importante recordar que algunos focos fluorescentes contienen mercurio, así que, cuando compres los focos, busca los que tengan una etiqueta que indique que tienen bajo contenido de mercurio.[1]
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    Impermeabiliza tu casa. Otra forma genial de ahorrar energía es minimizar las cantidades de fuga de aire de tu hogar. Asegúrate de que tus paredes estén aisladas. También puedes ponerle doble vidrio a tus ventanas, aunque esto pueda ser más caro. No obstante, te permitirá ahorrar dinero a largo plazo para calentar o enfriar la temperatura en tu hogar.
    • También puedes calafatear o colocar burletes en ventanas y puertas. Esto ayudará a eliminar corrientes de aire, haciendo que tus sistemas de calefacción o enfriamiento utilicen de forma más eficiente su energía.
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    Sé consciente de tus aparatos electrónicos. Esto significa tanto comprar dispositivos electrónicos con un buen uso de energía, como asegurarte de desenchufarlos cuando no los uses. Busca una etiqueta de “Energy Star” en cualquier electrodoméstico que pienses comprar. “Energy Star” es una certificación que el gobierno de los Estados Unidos le otorga a las compañías de electrodomésticos. Significa que dicho electrodoméstico tiene un consumo eficiente de electricidad. Sin importar qué tan eficiente sea el consumo de electricidad de tus electrodomésticos, siempre es bueno desenchufarlos cuando no los usas.[2]
    • Si se te hace difícil recordar desenchufar tus aparatos electrónicos, considera comprar una regleta. Puedes enchufar varios dispositivos en ella y cortar el suministro de electricidad a todos solo con presionar el botón de apagado de la regleta.
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    Considera formas alternativas de energía. La energía solar, hidráulica y eólica son excelentes formas de energía alternativa. Algunas empresas de servicios públicos te dan la opción de escoger energía ecológica mediante el uso de paneles solares o energía eólica. Si tu empresa de servicios públicos no te ofrece una opción ecológica, ¡no te rindas! Puedes armar tu propio panel solar e incluso construir un aerogenerador.
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    Pon a secar tu ropa al aire libre. En lugar de encender la secadora por cada carga ropa lavada, considera colgar tu ropa para secarla al sol. Aprende cómo hacer tu propio tendedero.

Parte 2
Parte 2 de 5:
Hábitos alimenticios para un uso eficiente de la energía

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    Compra productos locales. Uno de los mayores emisores de CO2 es la industria alimentaria. Si realmente deseas reducir tu huella de carbono, asegúrate de comprar productos que no tengan que transportarse desde muy lejos. Compra en mercados de granjeros y tiendas de comida natural cuya mercadería provenga de productores locales.
    • También deberás comprar solamente productos en temporada. Si vives en el hemisferio norte y tienes antojo de arándanos a mitad del invierno, reflexiona sobre el hecho de que los únicos arándanos disponibles son traídos desde Chile. En lugar de eso, intenta comprar productos en temporada.
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    Empieza tu propio huerto. Es difícil encontrar algo más local que tu propio patio. Si dispones del tiempo y del espacio para hacerlo, considera plantar un huerto. Piensa en cultivar productos que sabes que vas a comer. Si consumes mucha albahaca, ¿por qué no cultivarla? Si cosechas comida adicional, puedes donarla a la caridad.
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    No comas mucha carne roja. Debes evitar especialmente la carne de res que se trae desde muy lejos. Por más disparatado que suene, la industria ganadera es responsable del 18% de las emisiones de gases del efecto invernadero. Particularmente, el metano es un gran problema al criar ganado. Esto no significa que debas dejar de comer carne de res por completo, pero sí que debes considerar hacerlo solo en ocasiones especiales. Cuando comas carne de res, asegúrate de que lo hayan alimentado por hierba al pastoreo, pues es como se producen menos emisiones y además, es mejor para el animal.[3]
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    Compra la comida que tenga menos empacado. Hacer esto ayudará a reducir la cantidad de desechos que dejarás luego de comer. Si puedes escoger entre comprar varias manzanas empaquetadas en una envoltura de plástico y simplemente seleccionar manzanas sueltas que pondrás en una bolsa reutilizable, escoge la segunda opción.[4]

Parte 3
Parte 3 de 5:
Viajes con uso eficiente de energía

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    Encuentra medios de transporte ecológicos. Cuando puedas, considera usar transporte público o compartir el vehículo con tus compañeros de trabajo. Si vas a ir a un lugar cerca a casa, piensa en ir en bicicleta (además, ¡te pondrás en forma!) o incluso camina si tienes suficiente tiempo para hacerlo así.
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    Conduce menos. Sin importar si usas otro medio de transporte o si omites los viajes al hacer negocios en línea o por teléfono, es probable que puedas encontrar maneras de usar menos tu vehículo.
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    Reduce tu huella de carbono al conducir tu automóvil. Puedes no saberlo, pero algunos hábitos de conducción realmente afectan mucho la cantidad de CO2 que emite tu automóvil. Acelerar suave y lentamente, mantener una velocidad constante mientras conduces y anticipar tus paradas y arranques, realmente ayudará a ahorrar una tonelada de CO2 en un año.[5]
    • Si sabes que vas a conducir bastante y tienes los recursos para hacerlo, considera comprar un automóvil ecológico. Automóviles como el Prius C, Chevrolet Spark y el Buick Encore han recibido calificaciones ecológicas excelentes.[6]
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    Lleva tu automóvil al taller regularmente. Esto es para asegurarte de que los filtros de combustible, aire y aceite sean reemplazados cuando sea necesario. Cuando tu carro funciona eficientemente, los sistemas de control de emisiones funcionan óptimamente.[7]
    • Para maximizar el ahorro de combustible por kilómetro, asegúrate de que las llantas estén bien infladas.
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    Viaja en tren o bus cada vez que puedas. Si vas a viajar por una distancia relativamente larga y dispones de tiempo, viaja en tren o bus en lugar de en avión. Los aviones emiten una enorme cantidad de CO2. Puedes reducir tu huella de carbono probando otros medios de transporte para distancias largas.
    • Si tienes que tomar un avión, intenta encontrar un vuelo directo en lugar de uno con escalas. Esto no solo reduce tu huella de carbono al viajar en avión, sino que es mucho más conveniente para ti.

Parte 4
Parte 4 de 5:
Reutiliza y recicla

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    Compra cosas nuevas solo cuando realmente las necesites. Esto aplica para la ropa, comida, implementos para el hogar y cualquier cosa en general. Compra cosas nuevas solo cuando realmente las necesites. Cada vez que se fabrica una camisa de algodón o se transporta un cargamento de plátanos, se consume energía. Cuando tengas que comprar cosas nuevas, intenta comprar productos locales. Transportar productos incrementa tu huella de carbono: un paquete de 2,250 kg (5 libras) transportado por vía aérea a lo largo de los Estados Unidos producirá 5,440 kg (12 libras) de emisiones de CO2. Intenta encontrar objetos que se produzcan localmente la próxima vez que compres por internet.
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    Compra artículos duraderos. ¿Cuánto tiempo te durará un artículo? ¿Será obsoleto en dos o cinco años? ¿Ya no estará de moda? ¿Se romperá?
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    Reutiliza materiales y muebles viejos. En lugar de botar objetos que podrían terminar en un basurero, creando gas metano, reutiliza todo lo que puedas. Vuelve a tapizar sillas viejas en lugar de tirarlas a la basura. También puedes reutilizar ropa vieja o venderla.
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    Ten en cuenta el sistema de reciclaje de tu distrito. Es importante saber qué puedes reciclar y qué no. Esto varía según el municipio, así que deberás buscar en internet cómo funciona el sistema de reciclaje individual de tu distrito. Siempre recuerda lavar los objetos reciclables antes de ponerlos en el tacho de reciclaje. Recuerda reciclar vidrio, aluminio y papel.
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    Construye un contenedor de compost. Los desechos de la comida pueden usarse para abonar tu jardín. El compost enriquece la tierra y limpia la tierra contaminada. También reduce el uso de fertilizantes, pesticidas e incluso, agua.[8]
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    Aprende cómo desechar objetos como las baterías. Tu municipio debe tener una instalación para desechos peligrosos cerca de donde vives. Busca en internet para saber dónde se encuentra. En estas instalaciones se podrán desechar las baterías de un solo uso. Las baterías recargables pueden desecharse en diferentes lugares, incluyendo establecimientos de Staples y Radioshack, quienes lo llevarán por ti a lugares adecuados.[9]
    • También puedes desechar tus celulares junto con las baterías recargables. Varias tiendas de artículos electrónicos se han aliado con Call2Recycle, una organización de recolección de baterías recargables y celulares que recicla celulares viejos y baterías por ti.
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    Busca dónde desechar otros artículos electrónicos. Lamentablemente, los artículos electrónicos viejos no pueden colocarse en el mismo tacho de reciclaje que otros objetos reciclables. Sin embargo, puedes llevar tus artículos electrónicos a un centro de reciclaje cerca a ti. Busca en internet dónde puedes encontrar alguno en tu zona.[10]

Parte 5
Parte 5 de 5:
Reduce tu consumo de agua

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    Toma duchas más cortas. Las duchas cortas no solo ahorran agua, sino que también ahorran la energía que se necesita para calentarla. También ten en mente que los baños en tina consumen mucha más agua que las duchas cortas.
    • Incluso, puedes comprar duchas ahorradoras que dejarán pasar el agua solo cuando realmente lo necesites. Según National Geographic, si utilizas una ducha ahorradora, puedes ahorrar 57 litros (15 galones) de agua en una ducha de diez minutos.[11]
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    Utiliza la lavadora de ropas y el lavaplatos solo cuando estén llenos. Aproximadamente el 22% del consumo de agua de los hogares proviene del uso de la lavadora. Utiliza estos electrodomésticos solo cuando realmente tengas que hacerlo (es decir, cuando estén llenos). Asegúrate de siempre configurarlos adecuadamente: si vas a usar la lavadora antes de que esté completamente llena, asegúrate de activar la configuración para cargas ‘pequeñas’ o ‘medianas’.
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    Haz revisiones para detectar fugas regularmente. Mucha agua de la que consumimos en realidad se desperdicia debido a fugas. Haz un mantenimiento regular a tus tuberías para asegurarte de que no haya fugas. Si las hay, repáralas inmediatamente para evitar que se siga desperdiciando agua.
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    Adapta tu jardín al clima de tu zona. Es importante recordar que no todos los climas permiten tener pasto verde. Para realmente conservar agua, llena tu jardín con plantas que vivan en tu clima. Te darás cuenta que se reduce el trabajo que tienes que hacer para cuidar las plantas, lo que significa que ahorrarás tanto agua como energía.[12]
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    No laves tu automóvil tan seguido. Lavar un vehículo de tamaño estándar generalmente toma unos 568 litros (150 galones) de agua. Esta es mucha agua. Intenta reducir el número de veces que lavas tu automóvil. Considera llevar tu automóvil a un centro de lavado de automóviles; ellos generalmente utilizan menos agua que la que utiliza una persona en casa para lavar su automóvil en casa. A los centros de lavado de automóviles se les exige drenar el agua que utilizan en el sistema de aguas servidas (en lugar del desagüe), así que tienen un menor impacto en el agua de mar.[13]

Consejos

  • Calcula el nivel de tu huella de carbono. Para hacerlo, visita http://www.carbonfootprint.com/calculator.aspx y llena el formulario. Toma nota del resultado.
  • Hay otras cosas pequeñas que también puedes hacer, como usar bolsas reciclables para hacer las compras en lugar de bolsas de plástico. Sin embargo, ten en cuenta que si bien no usar bolsas de plástico es muy bueno para el medio ambiente, esto solo constituye una pequeña parte de tu huella de carbono.

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