Las tres luces rojas; la peor pesadilla de todo usuario de Xbox 360 y algo que puede sucederle a cualquiera. Puede parecer que tu 360 no tiene esperanza alguna, pero siempre existe la forma de hacerla funcionar nuevamente, sobre todo si estás dispuesto a ensuciarte un poco las manos. Sigue esta guía para aprender cómo.

Método 1
Método 1 de 3:
Repara tu Xbox por tu cuenta

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    Revisa el código de luces. Existen cinco diferentes códigos de luces que se muestran alrededor del botón de encendido de cada Xbox 360. Cada código representa un error diferente.
    • Luces verdes. Las luces verdes indican que la consola está encendida y que funciona correctamente. La cantidad de luces verdes indica el número de controles conectados.
    • Una luz roja. Este código indica un error de hardware. Usualmente va acompañada del código “E74” o uno similar en pantalla. Se produce por una falla en el chip de escalado.
    • Dos luces rojas. Este código indica un error por sobrecalentamiento. Si la consola alcanza una temperatura demasiado alta, se apagará y mostrará este código de luces. Los ventiladores seguirán funcionando hasta que la consola se haya enfriado.
    • Tres luces rojas. Este código indica una falla general de hardware. También se le conoce como el anillo rojo de la muerte. Quiere decir que dos o más componentes han fallado y que el sistema no puede operar. Ningún código de error se mostrará en pantalla.
    • Cuatro luces rojas. Este código indica que el cable AV no está correctamente conectado. Revisa la conexión de la consola al televisor. Esto código no se mostrará para conexiones HDMI.
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    Compra un kit de reparación en línea. Si bien no existe una reparación rápida y sencilla, algunos kits de reparación pueden encontrarse por mucho menos de lo que cuesta un juego. Por lo general, estos kits incluyen una herramienta para abrir tu Xbox 360, pasta térmica nueva, disipadores nuevos y tuercas nuevas. Algunos también incluirán los destornilladores necesarios. Hacer esto por ti mismo puede ser complicado, pero puede solucionar la mayoría de casos de tres luces rojas.
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    Abre tu Xbox 360. Una herramienta para abrir Xbox 360, incluida en la mayoría de kits de reparación, hará el proceso mucho más sencillo. Abrir la consola es la parte más complicada de la reparación.
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    Retira la unidad DVD. Desconecta los cables de la parte trasera de la unidad DVD. Tira hacia arriba y hacia afuera cuando los cables estén desconectados.
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    Retira los ventiladores de refrigeración. Retira la cubierta plástica presionando los lados y tirando. Desconecta el cable del ventilador de la placa. Retira los ventiladores de la carcasa.
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    Desconecta la placa de alimentación. Haz palanca para retirar la cubierta de plástico de la placa de circuitos frontal. Retira los tres tornillos que conectan la placa a la carcasa. Necesitarás un destornillador T6.
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    Retira la placa base de la carcasa. Cuando hayas abierto la carcasa por completo, podrás retirar la placa base deslizándola fuera de esta. Colócala sobre una superficie protegida para evitar daños o estática.
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    Haz palanca para levantar los seguros de la parte trasera de la placa base. Puedes hacer palanca para retirar los seguros utilizando un destornillador plano. Procede lentamente para no dañar la placa base con el destornillador.
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    Retira los disipadores de calor del CPU y el GPU. Quita los disipadores de calor directamente de la placa una vez que los seguros hayan sido retirados. Quizás tengas que usar un poco de fuerza para jalar los disipadores de la pasta térmica.
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    Raspa para retirar la pasta térmica vieja y aplica una nueva capa. Quizás tengas que usar acetona o algún quitaesmalte para retirar la pasta térmica vieja completamente.
    • No es necesario aplicar demasiada pasta térmica. Si la pasta se rebalsa al colocar los nuevos disipadores de calor quiere decir que hay demasiada. Retira el disipador nuevamente y limpia el exceso de pasta térmica.
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    Retira las almohadillas térmicas debilitadas. Reemplázalas con los repuestos de tu kit de reparación. Las nuevas aplicarán mayor presión en la placa y evitarán que la RAM se desmonte.
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    Monta tu Xbox. Asegúrate de que todo está bien atornillado. Conecta tu Xbox e intenta encenderlo.
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Método 2
Método 2 de 3:
Envía tu Xbox a reparar

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    Haz que un profesional repare la consola. Existen muchos establecimientos, tanto en línea como tradicionales, que ofrecen reparar consolas Xbox. Lo que esencialmente harán es seguir los pasos descritos más arriba. Quizás también hagan un reboleado de las soldaduras con una pistola de calor o una máquina de reflow. Estas reparaciones pueden resultar caras, pero tal vez sea más confiable que hacerlo tú mismo.
    • Asegúrate de elegir un establecimiento confiable. No envíes tu Xbox a la primera web que encuentres. Investiga y convéncete de su legitimidad.
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    Envía la consola a Microsoft. Microsoft reparará o reemplazará tu consola defectuosa si aún tienes garantía. Quizás tengas que pagar el costo de envío o algún cargo adicional dependiendo de los detalles de tu garantía. Si ya no tienes garantía, puedes pagarle a Microsoft para que repare tu consola. El precio será menor si te registras en línea a través de la página de reparación de Microsoft.
    • Microsoft podría reparar tu consola dentro de los tres años posteriores a la compra.
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Método 3
Método 3 de 3:
Prevén las tres luces rojas

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    Mantén tu sistema frío. El calor es la causa principal de los errores de hardware en Xbox 360. Esta consola necesita mantenerse lo más fría posible para funcionar correctamente. El sobrecalentamiento puede causar una variedad de problemas de hardware y provocar la falla de diversos componentes.
    • El calor excesivo desplaza la placa base, separándola del CPU y el GPU.
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    Mantén tu consola bien ventilada. No la coloques en un gabinete u otro espacio cerrado. Asegúrate de que no haya otros aparatos electrónicos cerca y de que ninguno de sus conductos de ventilación se encuentre obstruido. No coloques tu Xbox 360 sobre una superficie alfombrada, pues no podrá ventilarse por abajo.
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    Evita sesiones de juego largas. Operar tu Xbox de manera constante aumentará la cantidad de calor que genera. Toma pausas para permitir que se enfríe.
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    Mantén tu consola en posición horizontal. Hay mucha evidencia anecdótica que sugiere que colocar tu consola de manera vertical reduce su capacidad para disipar el calor y aumenta las probabilidades de que los discos se rayen. Coloca tu consola en posición horizontal y sobre una superficie dura y plana.
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    No coloques objetos sobre tu Xbox. Los objetos encima de la consola regresarán el calor. Mantén la parte superior de tu consola libre.
    • Incluso dejar unos cuantos juegos sobre tu Xbox puede aumentar significativamente su temperatura.
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    Limpia tu zona de juego. Asegúrate de desempolvar el área regularmente para evitar que partículas se acumulen en la consola. Desempolva los alrededores para reducir la cantidad de polvo en el aire.
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    Desempolva tu Xbox. Utiliza una aspiradora para succionar el polvo en los conductos de ventilación de la consola. En casos extremos, puedes abrir la carcasa y usar aire comprimido para quitar el polvo de los componentes.
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Consejos

  • NO envuelvas tu Xbox 360 en toallas para sobrecalentar el sistema y rebolear las soldaduras intencionalmente. Si bien esto puede hacer que la consola funcione unos minutos, el daño a largo plazo será mucho más severo, y además corres el riesgo de causar un incendio.
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Advertencias

  • Abrir tu Xbox 360 anulará la garantía. Si tu consola aún tiene garantía, envíala a Microsoft primero.
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Acerca de este wikiHow

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Categorías: Videojuegos
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