Los labradores son una de las razas de perro más populares en la actualidad. Estos son sociables, amigables y extrovertidos. Al igual que con toda raza de perro, reproducir labradores posa desafíos únicos. Para reproducirlos con éxito, debes verificar la salud del perro y su pedigrí, comprar el equipo necesario, e informarte sobre el proceso de reproducción. Si te comprometes a realizar una reproducción segura y responsable, tus labradores tendrán muy buenas probabilidades de generar cachorros saludables, y podrías ganar la reputación de criador confiable.

Parte 1
Parte 1 de 5:
Verificar la salud de tus labradores

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    No reproduzcas labradores con problemas de salud hereditarios. Si sabes que uno de tus perros tiene algún tipo de problema médico que puede transmitirse a sus crías, no deberás reproducirlo. Si reproduces a un perro con problemas de salud, esto garantizará que estas afecciones sigan causando problemas a los labradores y sus dueños en el futuro. Estos son algunos problemas de salud comunes en estos perros:[1]
    • problemas de articulaciones, como la displasia de cadera o de codo
    • atrofia retinal progresiva (un trastorno que causa ceguera)
    • cáncer
    • Incluso si no sabes si tu perro tiene algún problema médico, aun así será una buena idea que lo sometas a exámenes.
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    Somete a tus labradores a exámenes para detectar las enfermedades hereditarias. Si bien tu perro puede ser de raza pura, esto no siempre significa que es el mejor ejemplar para reproducir. Esto se debe a que podría tener problemas de salud graves que puede pasar a sus crías. Para verificar si es un buen candidato para la reproducción y si no tiene problemas hereditarios importantes, puedes someterlo a una prueba genética. Estas son algunas compañías y organizaciones que realizan pruebas a labradores:
    • Orthopedic Foundation for Animals, la cual hace exámenes de displasia
    • Companion Animal Eye Registry, la cual evalúa los problemas oculares hereditarios
    • OptiGen, la cual hace pruebas para diversos trastornos genéticos
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    Lleva a tus labradores al veterinario para que los examinen antes de reproducirlos. Dile al veterinario que planeas aparearlos. Menciónale que te gustaría que los revise para identificar todo posible problema de salud que pueda poner en peligro el embarazo o generar complicaciones, y que necesitas que tus labradores estén al día con sus vacunas. Pídele que les haga un análisis de sangre para verificar sus niveles de azúcar en la sangre, su conteo de glóbulos, entre otros valores. De esta manera, podrá descartar los trastornos problemáticos, como la diabetes y la enfermedad de Cushing.[2]
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    Conversa con el veterinario si tu perra ha tenido complicaciones en el embarazo anteriormente. Si tu perra ha tenido complicaciones con un embarazo anterior, el veterinario y tú tendrán que evaluar los riesgos de los embarazos futuros, los cuales pueden comprender a lesiones mortales y otros embarazos fallidos. Tendrán que hacerlo en especial si la perra ha tenido partos prematuros o un aborto espontáneo, o si ha tenido una hemorragia prolongada luego de un embarazo exitoso.[3]

Parte 2
Parte 2 de 5:
Verificar el pedigrí

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    Obtén el pedigrí de tu perro o sus documentos del kennel club (o un ente similar en tu región). Si has adoptado o comprado a tu labrador, el criador o rescatista podría haberte dado documentos de registro para el animal. Estos documentos deben incluir los nombres de sus padres y sus ancestros. Los documentos de registro son una de las maneras más eficaces de verificar que tu perro sea de raza pura y un buen candidato para la reproducción.[4]
    • Si no tienes documentos de registro, pero crees que tu labrador es de raza pura, puedes hacerle un examen de ADN para confirmarlo. Los exámenes de ADN para perros suelen costar entre $50 y $100. Pregúntale al veterinario si puede recomendarte una compañía que analice el ADN de tu perro.
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    Elige perros que tengan un temperamento que represente a la raza. Los labradores suelen ser amigables y extrovertidos. Además, tienen mucha energía y son fáciles de entrenar. Si tu perro no tiene estos atributos, no será un buen candidato para la reproducción.[5]
    • Los labradores no deben ser agresivos con las personas ni con otros animales.
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    Verifica que tus perros cumplan con los estándares físicos de la raza. Solo los perros que representen el estándar de la raza deben reproducirse. Si un perro no representa este estándar, no deberás reproducirlo.[6]
    • Los labradores son de color negro, chocolate o amarillo. En ocasiones, estos tienen marcas blancas. Estos perros suelen tener camadas mixtas con cachorros negros, de color chocolate y amarillos.
    • Su pelaje debe ser corto, denso y sentirse duro al tacto.
    • Las hembras adultas deben medir entre 55 y 60 cm (21 y 23 pulgadas) de alto en el área entre los omóplatos. Los machos deben medir entre 57 y 62 cm (22 y 24 pulgadas) de alto en dicho punto.
    • Los labradores no deben lucir como si tuvieran patas cortas o largas.
    • Las hembras adultas deben pesar entre 25 y 32 kg (55 y 70 lb). Los machos adultos deben pesar entre 29 y 36 kg (65 y 80 lb).

Parte 3
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Obtener una licencia y comprar suministros

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    Obtén una licencia si es necesario. Según las leyes de tu área, podrías tener que postular para obtener una licencia por parte del gobierno local. Para determinar si necesitas una, consulta con las fuerzas del orden o la oficina de control animal de tu localidad.[7]
    • En algunas ciudades o estados, todo criador con más de 5 a 10 hembras sin esterilizar y que venda cachorros necesitará una licencia.
    • En muchos lugares, los criadores de perros de caza están exentos de las licencias.
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    Compra una caja grande para la camada. Esta es una caja grande en la que la perra dará a luz y dará de lactar a sus cachorros. Esta caja debe medir 60 cm (2 pies) de alto, 120 cm (4 pies) de largo y 120 cm (4 pies) de ancho. La hembra y sus cachorros pasarán las primeras tres semanas luego del nacimiento en la caja. Luego los cachorros y la madre podrán pasar a una jaula o una casa similar.[8]
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    Consigue jaulas para alojar a los perros. Además de una caja para la camada, necesitarás jaulas para albergar a los perros crecidos, los jóvenes y cualquier otro que planees tener como candidatos para la reproducción. Los perros crecidos necesitarán jaulas que midan 107 cm (42 pulgadas) de largo y 76 cm (30 pulgadas) de alto. Los perros jóvenes y más pequeños entrarán en jaulas más pequeñas, pero asegúrate de llevarlos a jaulas grandes cuando alcancen la madurez.[9]
    • Los perros deben ser capaces de pararse, darse la vuelta y estirarse con facilidad en sus jaulas. Si no pueden hacerlo, las jaulas son demasiado pequeñas.
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    Usa toallas y sábanas viejas como ropa de cama. Recolecta toallas y sábanas de amigos o familiares. Si no puedes conseguir suficientes, puedes comprar toallas o sábanas nuevas para usarlas como ropa de cama. Luego extiéndelas en la caja y las jaulas. Esto hará que la caja y la jaula sean lugares cómodos para los perros.[10]
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    Coloca una cerca en las áreas de tu patio. Además de las jaulas, los perros (tanto maduros como jóvenes) necesitarán acceso a un espacio abierto. Como resultado, deberás crear en tu patio dos o tres áreas cercadas que midan como mínimo 6 x 12 m (20 x 40 pies). De esta manera, podrás tener perros de diferente sexo y edad al aire libre al mismo tiempo.[11]
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    Lleva a los cachorros al veterinario para que los vacunen. Cuando tus cachorros tengan de 6 a 8 semanas de edad, tendrás que llevarlos al veterinario para que los examinen y para que reciban su primer grupo de vacunas. Si no los llevas para que los vacunen, podrías ponerlos en riesgo de que contraigan enfermedades peligrosas. Básicamente, un criador responsable se mantendrá en contacto con el veterinario a lo largo del proceso de reproducción.[12]

Parte 4
Parte 4 de 5:
Reproducir a los perros

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    Reproduce a tu perra entre los 8 meses y los 8 años de edad. Las perras de esta raza por lo general no pueden reproducirse hasta que tienen como mínimo 8 meses de edad. A esta edad, la perra experimentará su primer ciclo de “celo”. Este es el ciclo de fertilidad durante el cual la perra puede quedar preñada. Podrás reproducirla de forma segura hasta que cumpla los 8 años de edad.
    • Puedes reproducir a tu perra con un labrador macho de más de 12 meses de edad.[13]
    • El embarazo después de los 8 años ejercerá una tensión adicional en la perra, por lo que no debes reproducirla luego de dicha edad.
    • Nunca reproduzcas a una perra durante su primer celo, ya que esto podría aumentar la probabilidad de que tenga complicaciones relacionadas con el embarazo.[14]
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    Aparea a los perros entre el día 10 y el 14 del ciclo de celo. Estas perras tienen un ciclo de celo dos veces al año. El ciclo dura entre 2 y 3 semanas. La perra alcanzará su punto más fértil entre el día 10 y el 14 del ciclo de celo.
    • Luego del décimo día, deja que tus perros se apareen dejando un día por cuatro a seis días.[15]
    • Sabrás que la perra está iniciando el ciclo de celo cuando su vulva se hinche y tenga descargas vaginales con sangre.[16]
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    Reproduce a los perros en un lugar privado al aire libre. No dejes que más de dos personas estén presentes en el apareamiento; de lo contrario, los perros podrían abrumarse. Podría tomar varias horas para que los perros empiecen a aparearse, lo que dependerá de lo cómodos que se sientan. Si el macho parece no estar interesado y no monta a la hembra, podrías tener que esperar y volver a intentarlo al siguiente día.
    • Mientras esperas que se apareen, háblales de forma suave para que se sientan cómodos. No les grites ni les hables fuerte, ya que podrías alterarlos y prolongar el proceso.
    • Luego de que se apareen, lleva a la perra adentro por un mínimo de 15 minutos, de modo que no orine justo después de aparearse.
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    Haz que el veterinario examine a la hembra para confirmar el embarazo. El veterinario podrá confirmar el embarazo de 3 a 4 semanas después del apareamiento. En muchos casos, podrá confirmar el embarazo al identificar el aumento del peso de la perra y los factores relacionados (como el mayor apetito). Podrá hacerlo al revisar a la perra o hacerle un ultrasonido.[17]

Parte 5
Parte 5 de 5:
Ayudar con el embarazo

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    Alimenta a la perra con un 35 a 50 % más de comida durante las últimas 5 semanas de embarazo. Las perras preñadas necesitan más comida para nutrirse durante el final del embarazo. Debes incluir la comida adicional poco a poco, de modo que la perra no se enferme.[18]
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    Alista la caja para que la perra dé a luz en ella. Coloca la caja en un lugar cálido y tranquilo. Llena la caja con mantas, para que la perra esté cómoda, y haz que se acostumbre a entrar a la caja antes del parto.[19]
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    Supervisa el proceso de alumbramiento por si necesitas ayudar. Tu perra deberá estar bien dando a luz por su cuenta, pero podrías tener que intervenir si algo sale mal.[20]
    • Si tu perra no quita las membranas placentarias de sus cachorros, tendrás que quitarlas con las manos, para que los cachorros puedan respirar.
    • Si tu perra no corta los cordones umbilicales mientras limpia a sus cachorros, usa unas tijeras limpias para cortarlos entre 2,5 y 5 cm (1 y 2 pulgadas) lejos de los cachorros. Luego ata los extremos con hilo dental no encerado. Al terminar, limpia el estómago de los cachorros con yodo, de modo que los cordones umbilicales no se infecten.
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    Comunícate con el veterinario si ocurren complicaciones graves. Si ocurren complicaciones graves durante el proceso de alumbramiento, la perra necesita atención profesional. Estos son los signos de que algo podría andar mal con el embarazo:[21]
    • temblores o colapso
    • incomodidad extrema
    • más de 2 horas sin que nazca otro cachorro
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    Omite una temporada de celo entre los embarazos. Una vez que la hembra haya dado a luz, espera como mínimo una temporada antes de dejar que se aparee de nuevo. Esto es importante, ya que el cuerpo de tu perra necesitará recuperarse antes de otro embarazo. Si no esperas, el segundo embarazo podría ejercer tensión en su cuerpo, y podría generar complicaciones.[22]

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Categorías: Perros