¿Quieres saber cuál es la mejor forma de darle a una mujer una experiencia increíble en la cama? Para empezar, ¡pregúntale qué le gusta! Sin embargo, también puedes probar con algunas técnicas demostradas (por ejemplo, entrar en calor con el juego previo sensual, cambiar de posiciones o dejarse llevar con un poco de charla sucia).

Método 1
Método 1 de 10:
Háblale sobre le que le guste.

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    La comunicación es la clave para una buena vida sexual. Cada mujer es una persona individual con sus propias preferencias y, por ende, no debes tratar de adivinar qué le gusta en la cama a tu chica especial. Pregúntale qué le gusta, ya sean posiciones específicas, una determinada forma de tocarla o una fantasía particularmente picante que le guste.[1]
    • Por ejemplo, puedes decir "¿Cuál es tu posición favorita?" o "¿Te gustaría que te dé sexo oral?".
    • Asimismo, puedes hacerle preguntas durante el acto. Por ejemplo, di algo como "¿Esto se siente bien?" o "¿Debería ir más lento?". Como otra opción, pídele que te muestre lo que le gusta (por ejemplo, que te guíe la mano mientras la tocas).
    • No olvides que aquello para lo que esté de ánimo podría cambiar de una ocasión a otra. Aunque antes hayan tenido relaciones sexuales excelentes, no debes asumir que querrá hacer lo mismo que hizo la vez anterior.

Método 2
Método 2 de 10:
Nunca subestimes el poder del juego previo.

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    Un poco de calentamiento puede hacer que el sexo pase de soso a increíble. No es un secreto que muchas mujeres necesitan del juego previo para disfrutar de verdad del sexo. El juego previo del tipo adecuado depende de lo que le guste a ella. Podría ser cualquier cosa, desde una sesión intensa de besos o unos minutos de sexo oral hasta un masaje sensual o la masturbación mutua. Experimenta con distintos métodos para fijarte qué es lo que la excita mucho.[2]
    • No es necesario que el juego previo dure mucho. Incluso tan solo unos minutos pueden bastar para que ambos entren en calor y estén listos para empezar.
    • El juego previo ayuda a estimular la vagina para secretar un lubricante natural. Esto puede hacer que el sexo sea mucho más cómodo y placentero para los dos. Sin embargo, a veces no es suficiente. Pregúntale si quiere que uses un poco de lubricante. Puedes hacer que forme parte del juego previo.[3]

Método 3
Método 3 de 10:
Tómate el tiempo de conocer su cuerpo.

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    Determinar cuáles son sus zonas erógenas te facilitará más entrar en calor. Es probable que hayas oído que el clítoris es el principal centro de placer sexual para la mayor parte de las mujeres. Sin embargo, casi cualquier parte del cuerpo puede ser una zona erógena. Diviértete explorando el cuerpo de tu pareja con ella y descubriendo en dónde le gusta que la toques (y de qué forma). Te darás cuenta de que algunas partes son más sensibles que otras y que es posible que le guste que la toques de distintas formas en distintos lugares.[4]
    • Por ejemplo, quizás quiera que le toques los senos, le beses el cuello o le frotes los pies.
    • Experimenta con distintos tipos de contacto en distintas zonas. Por ejemplo, quizás le guste la presión firme en algunas partes y las caricias ligeras en otras.
    • No olvides seguir preguntándole qué es lo que le gusta y lo que no. Ella puede orientarte en la dirección correcta.

Método 4
Método 4 de 10:
Intenta excitarla con un poco de charla sucia.

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    Las palabras pícaras adecuadas pueden ser un afrodisíaco potente. A algunas mujeres les gusta un poco de conversación pícara en la cama. Pregúntale a tu chica si quiere que le digas cosas sucias mientras están ocupados en la cama.[5] Si te dice que sí, estas son algunas cosas con las que puedes probar:
    • Habla sobre lo que estés haciéndole en ese momento o lo que quieras hacer.
    • Elogia su cuerpo y dile lo hermosa y sexi que es.
    • Describe una fantasía pícara o habla sobre algunas relaciones sexuales memorables que hayan tenido anteriormente.

Método 5
Método 5 de 10:
Experimenta con distintas posiciones y ritmos.

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    Cambiar las cosas las mantiene emocionantes, y te será de ayuda para descubrir qué es lo que le gusta. La posición del misionero tiene su lugar, pero no les funciona a todas las mujeres todo el tiempo. Prueba con distintas posiciones con ella (por ejemplo, la posición de la vaquera, el perrito o la cucharita).[6]
    • Si una posición no te funciona, siempre puedes cambiarla. No es necesario quedarte en una posición por toda una sesión en la cama.
    • Di algo como "¿Quieres que sea tu turno de estar encima?" o "Intenta colocar las piernas sobre mis hombros".
    • Varía también el ritmo. Deja que ella te guíe en cuanto a lo que funcione en el momento. Puedes preguntarle "¿Te parece bien si voy un poco más rápido y con más fuerza?".
    • Asimismo, pueden hacer el intento de tener relaciones en distintos lugares. Háganlo en el sillón, en la ducha o incluso sobre un escritorio o una mesa.

Método 6
Método 6 de 10:
Mantengan las cosas interesantes probando con diversos actos sexuales.

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    El sexo puede tener muchos significados distintos. Hay muchos otros tipos de sexo aparte del coito básico. Quizás te des cuenta de que a tu chica le gustan tanto o más otras cosas. Estas son algunas cosas distintas que pueden probar:[7]
    • El sexo oral: ella quizás prefiera ya sea darlo o recibirlo. Si le gustan ambas cosas, hagan la posición del 69 para darle lo mejor de ambos mundos.
    • Tocarse mutuamente u observarse el uno al otro masturbarse: el sexo de este tipo puede involucrar el contacto externo (por ejemplo, frotarle el clítoris o tocarle la parte exterior de la vagina) o interno (por ejemplo, introducirle los dedos o un juguete en la vagina o el ano).
    • Usen consoladores, vibradores u otros juguetes.
    • Frótense el uno contra el otro (a veces se le conoce como frottage) con o sin ropa.

Método 7
Método 7 de 10:
Lleven un poco de fantasía al dormitorio.

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    Usar la imaginación constituye una excelente forma de hacer que las cosas se pongan calientes. Intenten hablar sobre una fantasía que les guste a los dos o incluso representarla. Si se sienten muy ambiciosos, incluso podrían incorporar utilería o disfraces.[8]
    • En lo que respecta a las fantasías, el único límite es su imaginación. Es una oportunidad para probar con escenarios tabú que quizás no harían en la vida real (por ejemplo, seducir a un desconocido en un bar o tener relaciones frente a otras personas).
    • A algunas mujeres les gusta ver pornografía con su pareja antes o durante el sexo. Esto puede ayudar a estimular su imaginación y hacer que la fantasía parezca más real.[9]

Método 8
Método 8 de 10:
Jueguen con juguetes en la cama si a ella le interesa.

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    Los juguetes sexuales añaden un elemento de diversión y pueden brindar tipos singulares de estimulación. Si tú y tu pareja quieren un poco de ayuda adicional, los juguetes sexuales son una excelente opción. Habla con ella sobre probar con distintos juguetes para realzar su experiencia (por ejemplo, los consoladores, los vibradores, los consoladores con arnés o los tapones o cuentas anales).[10]
    • Si bien los juguetes sexuales son seguros si se usan de la forma correcta, la buena higiene es importante. Siempre debes lavarlos con jabón y agua tibia antes y después de usarlos. Si tienes la intención de introducir un juguete en el cuerpo de tu pareja (o en el tuyo), también puedes reducir el riesgo de infecciones si le colocas primero un condón.

Método 9
Método 9 de 10:
Acurrúcate con ella al terminar, si le gusta.

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    Lo que ocurra después del sexo puede ser tan importante como el sexo en sí. Cuando hayan terminado, no debes apresurarte demasiado a entrar en la ducha y vestirte. A muchas mujeres les gusta relajarse y acurrucarse después de estar ocupadas en la cama. Si tienes tiempo, invítala a que se acurruque contigo y conversen o tomen una siesta por unos minutos antes de regresar a la rutina.[11]
    • Como otra alternativa, los dos pueden entrar en la ducha juntos. Limpiarse juntos es una forma divertida e íntima de relajarse después del sexo, e incluso podría conducir a que tengan más sexo.

Método 10
Método 10 de 10:
Tengan relaciones sexuales picantes por teléfono o por video si no pueden verse en persona.

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    De todos modos pueden divertirse juntos aunque no estén en la misma habitación. Ya sea que estén manteniendo distancia social o intentando hacer que funcione una relación de larga distancia, de todos modos puedes tener intimidad con tu pareja. Llámala por teléfono o programa una videollamada y luego háblale sobre todas las formas en las que te involucrarías con ella si estuvieran juntos.[12]
    • Si no pueden verse, establezcan el ambiente con sus palabras y tono de voz. Por ejemplo, podrías describir lo que lleves puesto, lo que estés haciendo y la forma como la tocarías si estuviera allí contigo. No dudes en suspirar, gemir o respirar con fuerza.
    • En el caso de las videollamadas, trátalo como si fuera una cita en persona: ordena el espacio que ella vaya a ver en la pantalla, enciende un poco de iluminación suave de ambiente y vístete (o desvístete) para impresionar.
    • Si van a hacer un videochat, cíñanse a una aplicación encriptada (por ejemplo, Signal o FaceTime) de forma que nadie más pueda ver o escuchar lo que hagan sin que ustedes lo sepan.[13]

Consejos

  • La seguridad es una parte importante de cualquier experiencia sexual divertida y satisfactoria. Siempre debes usar la protección adecuada (por ejemplo, condones, protectores dentales u otras barreras) para evitar las enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados.[14]
  • Siempre debes respetar los deseos de tu pareja durante el sexo. Detén lo que estés haciendo si ella te lo pide y no intentes presionarla para hacer algo con lo que no se sienta cómoda. Tampoco temas pronunciarte sobre tus propias necesidades, deseos y límites.[15]
  • En el caso de algunas personas, el buen cálculo del tiempo constituye una parte importante del sexo satisfactorio. Si tu pareja es madrugadora, quizás tenga más energía para el sexo matutino. Si es noctámbula, apunta a hacerlo en cambio por las noches.[16]

Acerca de este wikiHow

Moshe Ratson, MFT, PCC
Coescrito por:
Terapeuta de relaciones en pareja
Este artículo fue coescrito por Moshe Ratson, MFT, PCC. Moshe Ratson es el director ejecutivo de spiral2grow Marriage & Family Therapy, una clínica de terapia y coaching en la ciudad de Nueva York. Moshe es un entrenador certificado profesional acreditado por la Federación Internacional de Coaching (TCF, por sus siglas en inglés). Recibió su maestría en Terapia de Matrimonio y Familia en lona College. Moshe es miembro clínico de la Asociación Americana de Terapia de Matrimonio y Familia (AAMFT, por sus siglas en inglés), y miembro de la Federación Internacional de Coaching. Este artículo ha sido visto 115 496 veces.
Categorías: Sexualidad