Una separación matrimonial nunca es sencilla. Tanto tú como tu esposa sentirán emociones intensas, y es posible que lloren y se enojen demasiado. No obstante, deberás estar comprometido a fondo con la separación para lograrlo exitosamente. Al igual que en cualquier separación, deberán empezar a separar su situación financiera y conversar sobre la custodia de sus hijos.

Parte 1
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Decirle a tu esposa que quieres separarte

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    Toma la decisión de separarte. Debes estar seguro de que quieres separarte antes de informarle a tu esposa. Es probable que sea una conversación sensible. Por esta razón, tal vez quieras retractarte. Antes de incluso mencionar la separación, debes estar seguro de que esto es lo que realmente quieres.
    • Recuerda que la separación no significa un divorcio automáticamente. En su lugar, una separación podría ser una forma en la que ambos pueden tener otra perspectiva de su relación.
    • También pueden “separarse legalmente”. Una separación legal es un tipo de separación a largo plazo donde siguen estando casado. Sin embargo, tú y tu esposa ya no serán responsables conjuntamente de las finanzas y de las deudas. A todos los efectos, vivirán como una pareja divorciada.
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    Piensa en los detalles de la separación. Separarse no es tan fácil como salir por la puerta. Debes pensar exactamente en qué pasará antes de darle la noticia a tu esposa. Por ejemplo, debes considerar lo siguiente:[1]
    • ¿Quieres quedarte en la casa o quieres que tu esposa se vaya? Si te vas, ¿a dónde irás? ¿Tiene un lugar a dónde ir si le pides que se vaya?
    • ¿Quieres que la separación sea temporal o permanente?
    • ¿Tienes acceso a la información y documentos importantes, como constancia de nacimiento, información de su cuenta financiera, entre otros? Debes tener esta información primero.
    • ¿Quieres quedarte con tus hijos? Si es así, no debes irte de la casa. Por lo general, uno necesita una orden del juez para que pueda llevarse a sus hijos de la casa.[2]
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    Redacta algo que puedas usar. Probablemente te sentirás nervioso cuando le digas a tu esposa que quieres separarte. Por esta razón, debes tener un guion donde le digas a tu cónyuge por qué te vas y también lo que esperas de la separación.
    • Enfócate en usar enunciados en primera persona en lugar de en segunda persona. Por ejemplo, decir “Creo que he cambiado” es mejor que decir “No eres la mujer que creí que eras”.
    • Enfócate en por qué su matrimonio no funciona para ti y por qué te marchas.[3] Por ejemplo, podrías decirle “He estado casado desde que tuve 22 años y creo que debo descubrir qué quiero en realidad. Creo que eso solo pasará si paso tiempo por mi propia cuenta”.
    • Evita tratar de convencerla de que también es una buena idea para ella. No puedes hablar por ella. Por esta razón, evita decirle “Debes tomar este tiempo para descubrir si eres feliz”. En su lugar, enfócate en tus motivos para separarte.
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    Programa un tiempo para hablar. Es mejor programar un momento específico para hablar de la separación en lugar de soltarle de golpe que quieres separarte en medio de una pelea.[4] Debes decirle “Necesitamos hablar de algo importante. ¿Es este un buen momento para hacerlo?”. Si no es así, pídele que programe un tiempo para hablar.[5]
    • Si temes que tu esposa te ataque físicamente, es mejor que programen una conversación en público. La gente suele controlarse mejor si hay más personas a su alrededor.
    • Debes tener en cuenta que tal vez le tome mucho tiempo procesar lo que digas. Por esta razón, es probable que deban hablar más de una vez para lidiar con los detalles de su separación.
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    Dale la noticia. Trata de no ponerte a la defensiva o ser agresivo cuando le cuentes que quieres separarte. En su lugar, recuerda seguir el guion lentamente y haz una pausa para evaluar su reacción. Es posible que entre en un estado de shock y no escuche en verdad lo que digas.
    • Por ejemplo, podrías decirle “María, necesito tiempo para descubrir cómo me siento con respecto a nuestro matrimonio. Creo que una separación me permitirá tener otra perspectiva de nuestra relación y de lo que quiero. Quizás si vivimos separados por un tiempo, podremos solucionar las cosas”.[6]
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    No la interrumpas. Debes escuchar lo que te diga como respuesta a tu solicitud.[7] Si debe desahogarse, deja que lo haga. Asimismo, si crees que reprime lo que siente, podrías decirle “Estoy dispuesto a escuchar cualquier cosa que quieras decir”.
    • Si interrumpes a alguien, estarás invalidando lo que siente. El resentimiento de tu esposa podría empeorar si siente que tratas de silenciarla. Deja que hable y haz contacto visual con ella cuando lo haga.
    • Recuerda que separarse es un proceso (probablemente verás a tu esposa con frecuencia en los siguientes meses y años, incluso si no tienen hijos). Es mejor que intentes ser comprensivo para que la separación se dé con tanta calma como se pueda.
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    Cuéntaselo a tus hijos. Varias parejas nunca les dicen a sus hijos que se están separando, sobre todo si son muy jóvenes. No obstante, debes contárselo a los tuyos. Recuerda seguir las siguientes reglas:[8]
    • No le eches la culpa a nadie. No debes culpar a tu esposa por la separación. No les digas “Su madre ha hecho que me sea imposible quedarme”. En su lugar, podrías decirles “Debo irme por un tiempo para pensar en las cosas”.
    • No les des demasiados detalles. Tus hijos no tienen que saber los detalles de por qué su matrimonio no funciona. De hecho, mientras más cosas sepan, más daño sufrirán.
    • Evita preguntarles con quién se quieren quedar.
    • Diles que los amas y que te mantendrás en contacto con ellos. Diles dónde te vas a quedar y que esperas verlos pronto.
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    Márchate, al menos temporalmente. Probablemente sea más fácil ser quien se marche de la casa. Después de hablar sobre por qué quieres separarte, debes irte. Dale a tu esposa tu número telefónico para que pueda hablar contigo.[9]
    • Asegúrate de no irte con algo que les pertenezca a ambos. Es posible que crea que tratas de privarla de ello permanentemente si lo haces.
    • En su lugar, empaca tu ropa y artículos personales, como artículos de aseo personal o lo que sea que vayas a necesitar por una semana.
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    Planifica ir a terapia si es necesario. Debido al daño emocional que puede causar una separación en una familia, debes considerar ir a terapia antes, durante o después de la separación. La terapia puede ayudar a la familia a lidiar con el sentimiento de culpa, depresión y ansiedad.[10] También debes considerar ir a terapia como una alternativa para la separación.
    • Puedes obtener referencias de algún terapeuta familiar o de parejas al preguntarle a tu doctor.
    • Algunos sitios web, como Psychology Today, cuentan con buscadores que puedes utilizar. Escribe tu ciudad o código postal para saber qué terapeutas hay en tu zona.[11]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Manejar las finanzas

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    Haz un presupuesto. Separarse de un cónyuge casi siempre reduce los ingresos y aumenta los gastos. Por consiguiente, deberás crear un presupuesto, preferiblemente antes de separarte. Puedes hacer uno con tu esposa. No obstante, ya que vivirás solo, debes tomar el control de las decisiones financieras por tu cuenta.
    • Revisa todas las fuentes de ingreso. Si vas a quedarte con tus hijos, es seguro que tendrán una pensión alimenticia por parte de tu esposa. No obstante, es posible que se necesite un tiempo para establecerse. Asimismo, debes lograr mantenerte a ti mismo lo mejor que puedas sin depender de tu cónyuge.
    • Examina cuidadosamente tus gastos. Si solían dividirse los gastos del seguro vehicular, la comida y las actividades de entretenimiento, ahora serás el completo responsable de ello. Tus gastos individuales podrían aumentar como resultado.
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    Ahorra dinero. Necesitarás tener ahorros para adaptarte a tu vida de soltero. Lo ideal es que ahorres al menos tres meses de tus gastos. Esta cantidad te dará tiempo para establecerte en tu nueva vida.
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    Cancela cualquier tarjeta de crédito que tengas en conjunto con tu esposa. El saldo en este tipo de tarjetas suele ser responsabilidad de ambos. Debes asegurarte de que no se agreguen gastos a ninguna tarjeta. Llama a tu compañía y solicita que no se permita realizar ningún cargo nuevo. Si es necesario, puedes cancelar las que tengan.
    • Intenta conseguir una tarjeta de crédito a tu propio nombre. No uses ninguna tarjeta a nombre de ambos después de separarte.
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    Cierra las cuentas bancarias conjuntas. Una vez que hayas decidido separarte, es mejor que tu esposa no vacíe la cuenta bancaria conjunta que tienen. Por esta razón, debes cerrar rápidamente la cuenta o solicitar que ambas personas den su firma para poder retirar dinero.
    • Llama al banco y pregunta cómo puedes limitar los retiros. Asimismo, cancela las líneas de reserva o las líneas de crédito.
    • Asegúrate de transferir cualquier depósito directo a una nueva cuenta bancaria. Es posible que esto tome un tiempo, así que empieza tan pronto como puedas.
    • Si necesitas que tu esposa esté de acuerdo para cerrar la cuenta, debes encontrar un buen momento para hablar y conversar sobre el problema con ella. Podrías decirle “Ya que estamos viviendo separados, creo que sería mejor para ambos tener nuestra propia cuenta bancaria. De esta forma, tendremos una mejor idea de nuestros gastos. He hablado con el banco y se necesita que ambos firmemos un formulario”.

Parte 3
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Abordar las cuestiones legales

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    Consulta con un abogado de familia. Hay varios asuntos legales implicados en una separación. Se te aconsejará que te reúnas con un abogado de familia para que conversen sobre la separación. Cada separación es diferente, y solo un abogado calificado puede identificar y distinguir los asuntos legales.
    • Para encontrar a un abogado de familia, ponte en contacto con el colegio de abogados de tu localidad o estado, y pide que te den alguna referencia.
    • Una vez que tengas el nombre del abogado, debes llamar y pedir una cita. Pregunta con anticipación cuál es su tarifa.
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    Conversen sobre la custodia de los hijos. Tu esposa y tú deben conversar sobre quién cuidará a sus hijos. Por lo general, es mejor que el padre que se quede en casa cuide a los hijos, ya que es poco probable que haya una buena razón para sacar a los niños de un ambiente familiar.
    • Tal vez sea más fácil dejar la casa, pero quieras tener la custodia de los niños más adelante. En esta situación, debes estar cerca de ellos.
    • Asegúrate de visitarlos con regularidad y hacer que pasen una noche contigo con frecuencia. De hecho, tu esposa y tú deben tener un acuerdo de custodia temporal. No tiene que ser particularmente detallado, pero debe establecer cuándo cada padre tendrá la custodia de los niños.[12]
    • Tu esposa y tú también pueden acordar dividir su tiempo en la casa. Por ejemplo, ambos podrían alquilar un departamento en la ciudad. De lunes a jueves, tú podrías quedarte en el departamento mientras tu esposa se queda en la casa. De viernes a domingo, podrías quedarte en la casa mientras tu esposa está en el departamento.
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    Calcula los gastos de la pensión alimenticia. Si no vas a ser quien cuide a los niños, entonces debes darles una pensión alimenticia. Debes hacerlo aunque no estén divorciados.[13] No hay ninguna forma de evadir pagar una pensión alimenticia, así que puedes tratar de calcular cuánto tendrás que pagar cada mes.
    • Hay varias calculadoras en línea que puedes usar para calcular los gastos mensuales.[14] Deberás ingresar información sobre tu sueldo y la cantidad de hijos que tengas para que la calculadora estime los gastos.
    • Revisa cómo calcular una pensión alimenticia para obtener mayor información.
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    Consigue una orden de restricción si es necesario. Tal vez tu esposa te haya maltratado a ti o a tus hijos. En este caso, deberás conseguir una orden de restricción. Puedes conseguir una, también llamada orden preventiva, al ir al juzgado y pedir una solicitud.
    • Revisa cómo conseguir una orden de protección para obtener mayor información.
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    Decide si te separarás legalmente. A veces una separación es temporal, pero otras veces puede ser permanente. En algunos lugares, se puede conseguir una “separación legal”, que es como estar divorciados, aunque permanecen casados legalmente. Si te separas legalmente, se dividirán los bienes y las deudas como se hace en los divorcios. También se llega a un acuerdo sobre la custodia de los hijos.[15] Debes conversar sobre esta opción con tu abogado e identificar cuáles son tus razones para buscar una separación legal.
    • Tal vez quieran permanecer casados, pero estar legalmente separados si alguno de ustedes tiene alguna objeción religiosa para divorciarse.
    • Una separación legal también puede ser útil si alguno de ustedes necesita estar en el seguro de la otra persona o si alguno está cerca de calificar para obtener los beneficios del Seguro Social para el cónyuge.
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    Redacten un acuerdo de separación matrimonial. Pueden empezar el proceso de separación legal con un acuerdo de separación matrimonial, lo cual es como un acuerdo de divorcio. En él, tú y tu esposa estarán de acuerdo en la división de los bienes, las deudas, la pensión alimenticia de los niños y la manutención conyugal (pensión del cónyuge).[16] Si bien pueden crear un acuerdo de separación matrimonial si se van a separar temporalmente, es más común que la gente elija separarse permanentemente.
    • El cuerdo de separación matrimonial se convierte en un contrato entre ustedes. Si alguno lo incumple, la otra persona puede demandarlo ante los tribunales.
    • Cada uno debe hacer que su abogado redacte y revise el acuerdo.

Acerca de este wikiHow

Clinton M. Sandvick, JD, PhD
Coescrito por:
Abogado litigante retirado
Este artículo fue coescrito por Clinton M. Sandvick, JD, PhD. Clinton M. Sandvick trabajó como litigante civil en California durante más de 7 años. Recibió su doctorado en Derecho en la Universidad de Wisconsin-Madison en 1998 y su PhD en Historia Americana en la Universidad de Oregon en 2013. Este artículo ha sido visto 2000 veces.
Categorías: Matrimonio