Ser escurridizo es una es una característica muy útil que vale la pena desarrollar, ¡incluso si no eres un elegante espía internacional! Hacer cosas como preparar fiestas sorpresa o bromas pesadas se hacen más fáciles si eres algo escurridizo y astuto. Si tu nivel de malicia va más allá, puedes utilizar estas habilidades para conseguir lo que deseas cuando no puedas obtenerlo de la forma honesta, ya sea tener acceso a un club privado o ver una película para mayores de edad. Cultiva tu astucia y tu habilidad para escabullirte si quieres tener una vida cargada de emoción, suspenso y, lo más probable, ¡alguno que otro momento vergonzoso!

Parte 1
Parte 1 de 3:
Actúa como un estafador profesional

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    Aprende a mentir. Ser escurridizo no se trata solo de moverse sin hacer ruido y sin ser visto. También son importantes las habilidades “sociales” para engañar, habilidades que te ayudarán a obtener lo que quieras de la gente y a salir de problemas si alguna vez te atrapan merodeando por ahí. Las más importantes de estas habilidades son mentir rápido y decir mentiras convincentes. Tienes que ser capaz de dar una explicación lógica y convincente de tu comportamiento en todo momento.
    • Una buena forma de convertirte en un buen mentiroso es tomar clases de actuación o participar en una obra de teatro. De cierta forma, los actores son mentirosos profesionales. Los buenos actores usan su rostro, voz y cuerpo para contar una historia convincente.
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    Esconde tus verdaderas emociones. ¡Una simple cara de póquer puede llevarte muy lejos! Cuando actúes de forma astuta y engañosa, es esencial que parezcas serio sobre cualquier mentira que inventes, ¡por más descabellada que sea! “Vende” tus mentiras: Tu cara, tu voz y tu cuerpo deben de reforzar la idea de que todo lo que estás diciendo es verdad. Esto no significa que tengas que mantener un gesto severo todo el tiempo. Para sostener tus mentiras, tienes que practicar cómo expresar varias de tus emociones, como jubilo, tristeza, preocupación y ¡tantas emociones como puedas!
    • Por algo se llama “cara de póquer”. Para poder desarrollar un control absoluto de tus expresiones faciales, reúnete con tus amigos y juega Texas Hold'Em y otras variaciones del póquer, la mayoría de las cuales incentiva a que los jugadores escodan sus emociones.
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    Prepara una excusa de antemano. Cuando actúas de forma misteriosa, lo más probable o es que, al final, te atrapen. La forma en la que manejes esta situación puede hacer la diferencia entre si continúas espiando o que te expulsen de un lugar por hacer el ridículo. Inventa una excusa antes de empezar a espiar, una que sea lógica y funcione para el lugar en el que estás. Por ejemplo, si te atrapan cuando tratas de escabullirte al segundo piso mientras hay una fiesta en el primero, di que estás buscando el baño.
    • Si espías a personas que no te conocen, puedes prepara tu excusa con anticipación, al punto de tener un nombre falso y una historia. Apoya tu historia con un vestuario y una conducta apropiados. Si finges que eres un misionero religioso, por ejemplo, tal vez debas usar unos pantalones limpios, camisa con botones y una corbata (en el caso de que seas hombre). Además, debes llevar textos religiosos contigo.
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    Sé un encanto. Desde luego, a las personas agradables y simpáticas les resulta más fácil conseguir lo que quieren: si eres súper encantador, tendrás la oportunidad de hablar con otras personas y conseguir algo en lugar de pasar inadvertido. Mantén una conducta amigable y el interés por las otras personas: míralos a los ojos, bromea con ellos (si quieres establecer una conexión rápida, haz bromas sobre lo pesado y monótono de sus trabajos), haz como si estuvieras de acuerdo con ellos; agrádales. Recuerda: no tienes que ser su amigo después de conseguir lo que quieres, así que aprovecha cada oportunidad que tengas.
    • ¡No tengas miedo de coquetear! Si crees que tienes la “atención” de esa persona, ¡aprovecha la oportunidad! Por ejemplo, una buena selección de palabras de una mujer atractiva pueden convencer al de seguridad de que abra las puertas de una discoteca que ya está repleta.
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    Usa tu apariencia como palanca social. Las personas son superficiales. A menudo y por desgracia, la gente te juzgará por tu apariencia. Cuando trates de escabullirte, ¡usa esto como ventaja! Tal vez debas usar pantalones almidonados y una camiseta tipo polo para una apariencia pulcra y tranquila. Por el contrario, para una apariencia que intimide, tal vez tengas que rapar tu cabeza, perforarte la nariz y usar una chaqueta de cuero sucia. Utiliza el sentido común y pregúntate “¿qué tipo de persona tendría más oportunidad de superar los obstáculos en esta situación?”
    • Si eres muy valiente, puedes crear un disfraz y fingir ser alguien que no eres. Sin embargo, recuerda que suplantar a un policía, etc. ¡es un delito grave!
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    Utiliza el elemento sorpresa. Cuando quieras revelar los frutos de tu engaño a alguien, asegúrate de que no tengan la más mínima sospecha para que logres el mayor efecto posible. Haz que tu comportamiento y el ambiente parezcan lo más normal posible hasta el último momento. Por ejemplo, si planeas una fiesta sorpresa en la casa de alguien, mantén la casa tal y como estaba, excepto por la habitación donde todos los invitados están escondidos. Mientras llevas a la persona del cumpleaños a la habitación designada, utiliza la cara de póquer que ya has practicado para parecer lo más indiferente posible.
    • En el caso del ejemplo, asegúrate de mantener tu fachada ¡hasta después de sorprenderlo! Si te da por reír incluso unos cuantos segundos antes, podrías arruinar la sorpresa.
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Sé cauteloso

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    Observa tu entorno y a las personas a tu alrededor. Una persona de verdad cautelosa es consciente de su entorno, escucha y busca los obstáculos, ya sean animados (como una persona o un perro) o inanimados (como una cerca de alambre). Cuando trates de escabullirte, ¡mantén los ojos y oídos abiertos!
    • Si tienes la oportunidad, estudia el lugar en el que estarás merodeando y a las personas que encontrarás allí. Toma apuntes e incluso considera dibujar algunos mapas simples. Esto te ayudará a planear tu estrategia de cómo espiar en este lugar y evitar a las personas que estén ahí.
    • Busca patrones en el comportamiento de la gente. Por ejemplo, si observas que tu amigo llega a casa del trabajo a las 6 pm todos los días, entonces sabrás que tu broma pesada debe estar lista antes de esa hora.
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    Escucha a escondidas conversaciones importantes. Puedes enterarte de cosas que, se supone, no deberías si aprovechas las oportunidades para “escuchar de casualidad” conversaciones privadas. Si estas con un par de amigos en la casa de uno de ellos y crees que te jugarán una broma pesada, acércate a la puerta sigilosamente cuando ellos estén conversando en otra habitación. Entonces, escucha su conversación por el ojo de la cerradura o, con cautela, coloca un vaso sobre la superficie de la puerta para poder escuchar.
    • Si alguien está hablando por teléfono, intenta levantar el auricular de otro teléfono de la misma línea para escuchar la conversación desde otra parte de la casa con facilidad. Solo asegúrate de hacerlo de forma muy, muy silenciosa: no respires cerca del auricular.
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    No entres en el campo visual de los observadores. Lo fundamental de ser escurridizo y sigiloso es ¡que no te vean haciendo algo malo! Ya sea que robes algunas papas fritas del almuerzo de un amigo o que sales sin permiso muy tarde en la noche, no querrás que te vean haciéndolo. Siempre mantén algo, algún objeto, entre las personas que podrían verte y tú . Si es necesario, agáchate o intenta esconderte detrás de mostradores, árboles, pedazos muros delgados o cualquier otra cosa dentro del ambiente que puedas usar para mantenerte fuera del alcance visual de las otras personas.
    • Evita los lugares grandes y abiertos. Uno no puede ver en todas las direcciones a la vez y, por lo tanto, seguir a otras personas en estos lugares es más difícil. En consecuencia, es más fácil ser visto. Quédate cerca de las paredes cuando sea posible: sabes que nadie puede ver a través de las paredes, así que, mientras que estés protegido, puedes concentrarte en detectar los ángulos desde los cuales es más probable que seas visto.
    • Si es posible, memoriza los planos del edificio con anticipación. Incluso un conocimiento básico de la ubicación de la mayoría de habitaciones, ventanas y puertas puede ayudarte a tomar buenas decisiones sobre qué lugares evitar y dónde esconderte si la situación lo amerita.
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    Minimiza el sonido que haces al moverte. Incluso si no pueden verte, las personas pueden oírte. Por lo tanto, una de tus principales preocupaciones cuando espíes una casa debe ser no hacer nada de ruido. Utiliza las siguientes técnicas (tantas como puedas) para disminuir tu volumen y disminuir las probabilidades de que la gente te escuche ¡a kilómetros de distancia!
    • Camina con pasos delicados. Ten tus rodillas ligeramente dobladas mientras cambias tu peso despacio de un pie al otro. Camina “con un pie delante del otro” de forma suave.
    • Usa ropa silenciosa. No utilices ropa que haga ruido al arrugarse o cuando camines. Las telas ligeras son la mejor opción, los pantalones deportivos y otros tipos de ropa deportiva funcionan muy bien.
    • Utiliza calzado ligero. Si tienes que usa zapatos, usa unos que tengan suelas suaves para que no rechinen sobre las superficies mojadas. Las zapatillas (o pantuflas) son una muy buena opción y caminar solo con las medias puestas es mejor opción aún.
    • No toques superficies ruidosas. La mayoría de veces, uno hace menos ruido cuando camina sobre alfombras que cuando lo hace sobre pisos de madera, los cuales pueden rechinar con las zapatillas y amplificar el sonido de los pasos. También, evita chocar con vidrio o metal, o pisar las ramitas si estas fuera, al aire libre.
    • Si es posible, da grandes pasos o movimientos solo cuando haya otro ruido de fondo que sea más fuerte (por ejemplo, cuando un avión vuele sobre ustedes).
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    Pasa inadvertido entre la multitud. Si vas a andar a escondidas en lugares donde hay decenas de personas, lo más seguro es que te vean y escuchen. En lugar de evitar que te detecten, debes concentrarte en crear una impresión poco memorable en las personas que te miren. Compórtate y vístete de forma poco llamativa (normal) en esta situación. Actúa de forma amistosa y abierta, pero no hables con nadie a menos que sea necesario. Mientras menos personas te recuerden, mejor.
    • Cuando intentes evadir una conversación, aparenta que tienes algo que hacer. Camina con decisión, como si te dirigieras hacia algo importante y no puedes ser interrumpido por una conversación.
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    Sé hábil con las manos. Durante todas tus incursiones, a menudo tendrás que coger o quitarle algo a alguien sin que lo note. Las personas que tienen este tipo de destrezas tienen las manos firmes, ágiles, precisas y discretas. Practica trucos de magia simples para mejorar las técnicas básicas que te ayudarán a robar el botín.
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    Desvía la atención. Aprende a crear distracciones para desviar la atención de personas de las que, de otra forma, escabullirte sería muy difícil o imposible. Si intentas salir de tu casa cuando ya es de noche y tu papá está viendo la TV en la sala, con una vista perfecta hacia la única salida de la casa, ¡debes crear una distracción para que salga y que deje ese lugar! Por ejemplo, derriba una pala en su taller y trata de hacer el mayor ruido posible. Luego, escóndete rápido en algún lugar (con suerte, uno que ya hayas revisado con anterioridad) y espera a que tu papá empiece a investigar el ruido. Cuando lo haga, ¡escapa hacia la puerta!
    • Los carteristas desvían la atención de sus víctimas para robar sus carteras. Puedes usar este mismo principio para, en secreto, ¡fastidiar a tus amigos! Haz que tus amigos mantengan su atención en algo (por ejemplo, un vídeo divertido o un truco de magia) mientras retiras tu mano de su campo visual para coger lo que quieres.
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    Aumenta tu fuerza y flexibilidad. Los expertos en engañar a los demás utilizan su buena condición física a su favor: estar en forma puede hacer una gran diferencia al momento de saltar una cerca y escabullirte. De igual modo, ser flexible te permite entrar y esconderte en lugares pequeños con más facilidad que una persona torpe y sin flexibilidad. Inclusive hay beneficios de mejorar tu resistencia cardiovascular: si te atrapan y tienes que correr, ¡pues ahí lo tienes!
    • Si aún no lo has hecho, empieza una rutina de ejercicios equilibrada y comienza el camino para estar en forma.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Perfecciona tus habilidades para engañar

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    Practica las habilidades básicas para engañar a los demás. Cuando recién empieces en esto, trata de ser sigiloso de una forma casi imperceptible. Si estas en un espacio pequeño (por ejemplo, si estas dentro de un automóvil), puedes concentrarte engañar sin tener que preocuparte de tu entorno.
    • Prueba este ejercicio: mientras estás en el asiento del copiloto, mira si hay algunas monedas en el posavasos. Lento pero seguro (en el transcurso del viaje), saca las monedas una por una. Asegúrate de que quien maneja no te mire y trata de no hacer ruido. Luego, intenta devolver todas las monedas al mismo lugar. Este ejercicio mejorará la firmeza de tus manos, tu habilidad de moverte sin hacer ruido y tu habilidad de ¡leer el lenguaje corporal de las personas a las que engañas!
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    Amplía tu práctica. Cuando estés seguro de poder ser engañoso en ambientes pequeños y bajo control, es tiempo de practicar en lugares más grandes y con mayor actividad. Cada persona adicional de tu entorno es una variable que tienes que tomar en cuenta. Ser capaz de tener en cuenta la posición y campo visual de las personas, aún cuando no las puedas ver y te guíes por pistas como el sonido de sus pasos, etc., es una habilidad vital que tienes que aprender si quieres engañar a otros.
    • Practica este ejercicio: en un evento social, por el rabillo del ojo vigila a alguien que tenga una bebida. Espera hasta que esté de espaldas, coge su bebida y ponla en otra habitación. Después de que hayas cambiado de lugar su bebida, regresa y observa cómo trata de recordar donde la puso. Asegúrate de que tu cara no te delate: no reveles que tuviste algo que ver. Este ejercicio mejora tu habilidad de pasar inadvertido en lugares repletos, así como tu habilidad para controlar tus emociones en frente de alguien a quien has engañado o timado.
    • Una buena forma de probar tu habilidad de moverte silenciosamente es quedarte despierto hasta tarde y desplazarte en silencio por toda la casa mientras todos duermen. Elige un lugar de la casa para merodear. Luego, regresa de forma sigilosa a tu habitación pasando por el mayor número de habitaciones posible. En la tranquilidad de la noche podrás escuchar hasta el más mínimo movimiento.
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    Mantén y mejora tus habilidades sociales. Lo que quieres es ser capaz de inventar mentiras, excusas e información personal sobre la marcha para poder deshacerte de personas molestas que interfieren con tu misión de espionaje. Practica tu habilidad para mentir y ser encantador con otros. Muy a menudo, esta es tan importante como tu habilidad de mover sin hacer ruido y sin ser visto.
    • Algunas personas reaccionan muy mal cuando descubren una de sus mentiras. Para superar esto, empieza por decir mentiras poco importantes e inofensivas. Cuando alguien te pregunte qué hora es, dile que es un minuto más tarde de lo que en realidad es. Así, trabajarás en tu renuencia con el tiempo y, si de forma gradual aumentas el nivel de tus mentiras, pronto serás capaz de decir mentiras “de verdad”, mentiras significativas, de una forma convincente.
    • Si eres osado, intenta convencer a otros para que te dejen entrar a un gimnasio o un club campestre privado como una evaluación de tus habilidades para engañar a los demás. Inventa de antemano una buena excusa, por ejemplo, que dejaste tu billetera en el casillero o tal vez que tus amigos te esperan adentro, pero no pueden ir para hacer que entres porque ellos están en la piscina, ¡muy lejos de sus celulares!
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Consejos

  • Cuando trates de espiar a alguien, haz varias cosas a la vez para que desvíes la atención de la actividad que en realidad haces.
  • Cuando camines sobre un piso de madera, asegúrate de permanecer cerca de las paredes, donde el piso tiene más soporte. Así, cuando camines por ahí, la madera no crujirá (o no lo hará mucho).
  • Siempre ten una excusa de ante mano cuando espíes.
  • Si te atrapan tomando algo que no es tuyo, piensa rápido y di: “¡Oh, perdón! Pensé que este era mi té” (o lo que sea que hayas cogido). Asegúrate de mostrar sorpresa y algo de vergüenza.
  • Sé sigiloso y no llames la atención, a menos de que estés seguro de que ya tienes lo que buscabas. Conversar puede ayudarte en algunas ocasiones (casi nadie entra en una habitación y luego se va sin decir una sola palabra).
  • Si te atrapan a mitad de la noche, di que ibas al baño o por un poco de agua, a menos que te atrapen fuera de la casa. Si este es el caso, di que escuchaste algo y luego añade que no querías despertar a nadie y que no querías que piensen que estás loco.
  • Si vas al baño, trata de hacer pis en la parte del inodoro que no tenga agua. De esta manera, no harás ningún sonido de chapoteo.
  • Recuerda: si puedes ver a alguien, es probable que él o ella también te vea.
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Advertencias

  • Si te atrapan durante alguno de los pasos, puedes parecer un tonto por eso utiliza esta habilidad con cuidado
  • Nunca espíes de noche centros de trabajo, a menos que estés seguro que hay pocas probabilidades de que te vean. De lo contrario, estarás en problemas.
  • Si te atrapan, puede que estés en problemas.
  • Nunca, pero nunca, espíes por establecimientos gubernamentales, militares, policiales o que pertenezcan a empresas muy importantes. Ese es un trabajo para espías con entrenamiento profesional. ¡No acabes en la cárcel por jugar a ser James Bond!
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Cosas que necesitarás

  • Manos hábiles y suaves
  • Una buena excusa
  • Un plan

Acerca de este wikiHow

Dan Klein
Coescrito por:
Coach de improvisación
Este artículo fue coescrito por Dan Klein. Dan Klein es un experto en improvisación que enseña en el Departamento de Teatro y Estudios de Interpretación de la Universidad de Stanford, así como en la Escuela de Postgrado de Negocios de Stanford. Dan ha enseñado improvisación, creatividad y narración de historias a estudiantes y organizaciones de todo el mundo durante más de 20 años. Recibió su licenciatura en artes en la Universidad de Stanford en 1991. Este artículo ha sido visto 14 031 veces.
Categorías: Trucos y bromas
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