Las familias reconstituidas son complicadas, y ser una madrastra conlleva retos especiales. Las madrastras suelen ocuparse del hogar más que los padrastros y con frecuencia se sienten más presionadas a crear una familia grande y feliz. Aunque no hay una solución mágica para crear la familia reconstituida perfecta, las madrastras pueden ayudar a promover un ambiente familiar saludable de apoyo manteniendo una comunicación abierta y pasando tiempo de calidad con sus hijastros.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Comunicarte con tus hijastros

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    Dales tiempo a tus hijastros. Las mujeres son más propensas que los hombres a sentirse responsables por tener una familia reconstituida perfecta. Sin embargo, recuerda que la mayoría de los hijastros necesitan tiempo para adecuarse. Algunos podrían mostrarse abiertos desde el inicio, mientras que otros podrían ser más reacios.[1]
    • Reconoce que la transición es difícil para ellos. Sé paciente. Algunos niños se podrían demorar 2 años o más en sentirse cómodos.[2]
    • Si es un niño tímido o si es mayor, especialmente si es adolescente, podría demorarse más tiempo en abrirse contigo.
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    No esperes ocupar el rol de madre. Si bien tu rol podría avanzar a uno “maternal” a medida que pase el tiempo, no lo esperes desde el inicio. A veces, las madrastras asumen más un rol de orientación, especialmente para los adolescentes.[3]
    • Lo que importa es que la relación sea saludable, y satisfactoria para ti y para tu hijastro.
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    Establece algunos límites. Los niños necesitan reglas. Aunque podrías verte tentado a pasar por alto todas las reglas en un intento por ganarte a tus hijastros, esto solo creará más problemas. Debes ser firme, pero amable, más o menos como un consejero de campamento. No debes ser la principal persona que imparta disciplina, pues esto podría causar tensiones en una relación que ya es sensible. Deja que tu pareja asuma ese rol.[4]
    • Di algo como “En nuestra casa, no nos portamos así”.
    • Habla con calma y evita gritar.
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    Crea un ambiente sin críticas. Hazles saber a tus hijastros que pueden comunicarse con honestidad y abiertamente contigo sin miedo a que los juzgues. Esto fortalecerá su relación.[5]
    • Di algo como “Me importas y quiero que me digas cómo te sientes”.
    • Da el ejemplo comunicándote abiertamente. Podrías decir “Cuando no me escuchas, haces que sienta como que no valoras mi opinión y eso me lastima”.
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    Cumple tu palabra. El divorcio puede hacer que los niños se vuelvan reacios a confiar en los adultos de sus vidas. Tus hijastros tendrán que sentirse seguros y protegidos. Cumple tus promesas y apóyalos siempre. [6]
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    No te tomes las cosas de forma muy personal. Es probable que a tus hijastros les cueste adecuarse y su lealtad podría dividirse. Aunque no debes tolerar groserías, no esperes gratitud o afecto de inmediato. Todo eso podría venir más adelante. Mientras tanto, sigue dando lo mejor de ti y sé paciente.[7]

Parte 2
Parte 2 de 4:
Vincularte con tus hijastros

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    Pasa tiempo a solas con tus hijastros. Llega a conocerlos pasando tiempo a solas con cada hijastro. Pregúntales cómo les ha ido ese día y sobre sus intereses o pasatiempos. Muéstrales que los valoras a ellos y a sus ideas escuchándolos atentamente.[8]
    • Si vives con tus hijastros, encuentra un poco de tiempo a solas cada día. Tal vez quieras empezar un proyecto juntos, como una colección de rock o una artesanía.
    • Si no vives con tus hijastros, jueguen algo en línea o llévalos a su tienda o restaurante favoritos.
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    Respeta las tradiciones familiares a la vez que creas otras nuevas. Las tradiciones familiares son importantes y debes respetar las que estaban establecidas antes de tu llegada. Sin embargo, no debes tener miedo de crear otras nuevas. Las rutinas y los rituales familiares pueden ser herramientas eficaces para vincularte con tus hijastros. Crea al menos uno nuevo. Escoge algo que todos en la familia puedan disfrutar.[9]
    • Podrías planificar una salida semanal a la playa, un juego nocturno o cenas familiares cada dos semanas.
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    Asiste a los eventos o actividades de tus hijastros. Quizás un hijastro tenga un partido de fútbol y otro protagonice una obra de la escuela. Asiste a estas actividades con entusiasmo: eso demostrará que te importan.[10]
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    No tengas favoritos. Si tienes hijos biológicos asegúrate de no mostrar favoritismo. Haz todo lo posible por mostrar que valoras a cada uno de tus hijos, ya sea biológico o no.[11]
    • Al mismo tiempo, ten cuidado con compensar demasiado mostrándoles a tus hijastros más afecto que a tus hijos biológicos. Pasa tiempo a solas con tus hijos biológicos cada día.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Comunicarte con tu pareja y su ex

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    Define tu rol. Habla con tu pareja para que puedan comprender claramente tu rol en la familia. Hablen sobre lo que esperan el uno del otro en términos de su propio matrimonio y sus relaciones con los niños.[12]
    • Pregunta sobre cualquier límite que la ex de tu pareja quiera mantener con los niños. Esto es sumamente importante para las madrastras, que por lo general están más involucradas en la crianza que los padrastros.[13] El respeto de los límites creará un hogar más feliz y más funcional.
    • Por ejemplo, si la madre biológica siempre prepara los disfraces de Halloween, debes respetar esa costumbre.
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    Asegúrate de que tu pareja se involucre en disciplinar a los niños. Tu pareja podría sentirse culpable por el divorcio y, como consecuencia, ser más permisivo con la disciplina de los niños. Sin embargo, actuar como la única persona que imparte disciplina puede hacer que los niños se molesten contigo. Asegúrate de tomar turnos en la aplicación de las reglas.[14]
    • Podrías decirle a tu pareja “Necesito que me ayudes a disciplinar a los niños. Me cuesta esforzarme por vincularme con ellos cuando soy la única persona que aplica las reglas”.
    • Elabora un plan concreto con tu pareja. Dile “Hoy les diré a los niños que tiendan su cama. La próxima vez que se olviden de hacerlo, será tu turno”.
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    Nunca hables mal de la ex de tu pareja. Evita decir cosas negativas de la ex de tu pareja y asegúrate de que tu pareja haga lo mismo. Seguir peleando después de un divorcio puede lastimar a los hijos.[15]
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    Establece una buena relación con la ex de tu pareja, si es posible. Por lo general, los hijastros son reacios a desarrollar una relación con sus madrastras porque no quieren ser desleales. Es posible que tu hijastro se comporte así como un acto de solidaridad con la ex de tu pareja. Si estableces una relación cordial con la ex de tu pareja, podrás eliminar esta barrera, permitiéndote conectarte mejor con tu hijastro.[16]
    • Llama a la ex de tu pareja y programen una hora para reunirse.
    • Sé abierta con respecto a lo que la ex de tu pareja tenga que decir y no te pongas a la defensiva.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Cuidarte

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    Tómate un tiempo para recargarte. Hacer que una familia reconstituida funcione puede ser un proceso sumamente complicado. No podrás ayudar a la familia lo mejor posible si estás exhausta y agotada. Separa un poco de tiempo para ti cada día y comunícate con tus amigos para que te apoyen si es necesario.
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    Cultiva la relación con tu pareja. Aunque tal vez te des cuenta de que pones casi toda tu energía en desarrollar una buena relación con tus hijastros, es importante que no descuides tu matrimonio. Después de todo, tú y tu pareja deben ser el ejemplo de una relación saludable para los niños. Cuando tu relación es sólida, todos se benefician.[17]
    • Reserva tiempo durante la semana para ir a cenar, almorzar o a tomar un café sin los niños.
    • Evita discutir frente a los niños. Asegúrate de compartir la misma visión y de mostrar una pareja unida.
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    Habla con un terapeuta si es necesario. Las familias reconstituidas son complicadas y no debes echarte la culpa por los problemas familiares. Si sientes que la relación con tus hijastros es sumamente tensa, considera la posibilidad de acudir a una terapia familiar.[18]
    • También considera la posibilidad de acudir a algunas sesiones de terapia familiar preventiva cuando recién se forme la familia reconstituida, aunque no tengas muchos problemas al inicio. Esto puede prevenir problemas más adelante.

Consejos

  • Diferentes edades necesitan diferentes estrategias. Es posible que los adolescentes necesiten más ayuda con la transición.
  • Si vives junto con tu pareja, asegúrate de que los niños tengan su propio espacio.
  • Cuando tengas alguna duda, busca una madrastra que pueda ayudarte. Únete a un grupo local o a una comunidad en línea para que te proporcione apoyo.
  • Sé paciente.
  • Deja que tus hijastros amen a su madre. No trates de reemplazarla o de romper su relación. Muestra empatía y piensa en cómo te sentirías si alguien que admiras te dijera que tu mamá no te ama. Respalda las acciones disciplinarias de su madre y no las uses en contra de ella como una manera de hacer que sus hijos te amen y la odien. Si los amas, harás lo mejor para ellos, sean cuales sean tus sentimientos personales.

Advertencias

  • Si has tenido hijos antes de este matrimonio, tu esposo también será un padrastro y los niños ahora tendrán hermanastros. También debes ser paciente con esta adaptación.
  • Es mejor que esperes hasta que tu nueva familia haya establecido lazos para tener un hijo biológico con tu pareja. No supongas que un hijo en común resolverá todo.
  • No es poco común que tus hijastros te menosprecien al inicio. Por lo tanto, no pierdas las esperanzas.

Acerca de este wikiHow

Klare Heston, LCSW
Coescrito por:
Trabajadora social clínica
Este artículo fue coescrito por Klare Heston, LCSW. Klare Heston es una trabajadora social clínica independiente licenciada que reside en Cleveland, Ohio. Con experiencia en asesoría académica y supervisión clínica, Klare obtuvo su maestría en trabajo social en la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en 1983. También tiene un certificado de posgrado de 2 años del Instituto Gestalt de Cleveland, además de una certificación en terapia familiar, mediación, y recuperación y tratamiento de traumas (EMDR). Este artículo ha sido visto 30 009 veces.
Categorías: Vida familiar