Muchas personas les temen a los caballos, ya sea por una mala experiencia montando o por el tamaño de estos gigantes amables. Sin embargo, es posible superar el miedo a los caballos con suficiente dedicación y paciencia. Si le temes a estar cerca de ellos, sigue un proceso de desensibilización que consiste en mirar videos, estar cerca de ellos desde cierta distancia y por último, desarrollar el coraje para acariciar uno. Si le temes a montarlos, trabaja con un instructor de equitación de tu confianza, practica ejercicios para sentirte más cómodo en la montura y avanza en pasos pequeños y manejables.

Método 1
Método 1 de 2:
Desensibilizarte a los caballos

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    Mira fotos o videos de caballos para empezar la desensibilización. Empieza con pasos pequeños y factibles para seguir un proceso de desensibilización gradual hacia los caballos. Elige un método que te haga sentir un poco incómodo pero que puedas manejar. Podrías mirar libros con fotos de caballos, ver videos de caballos en Internet o elegir una película que los incluya. No te apresures y solo trabaja a un ritmo con el que te sientas cómodo.[1]
    • Si le temes a un tipo específico de caballo, orienta la desensibilización hacia él. Por ejemplo, es posible que tengas miedo de los ponis pequeños si uno te mordió cuando eras niño o tal vez te da miedo los caballos grandes después de haber sufrido una caída traumática.
    • Existen muchas formas distintas de empezar el proceso de desensibilización. Podrías hacer dibujos de caballos, mirar caballos de peluche o mirar obras de arte con temas de caballos.[2]
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    Observa un caballo desde cierta distancia. Una vez que te sientas cómodo con la idea de los caballos sin estar físicamente cerca de uno, pasa a estar en la misma zona que uno pero a distancia. Por ejemplo, podrías mirar un caballo pastando en un prado, visitar a un amigo que tiene un caballo u observar uno en un establo o espectáculo local. Mantén tu distancia del caballo al principio y no te acerques más de lo que te sientas cómodo.[3]
    • Llama a un establo local y pregunta si puedes recorrer las instalaciones y mira a las personas montar a caballo durante el horario laboral del establo.[4]
    • Puedes empezar a acercarte al caballo de forma gradual, a medida que te sientas más seguro. Debes estar en compañía del dueño del caballo y verificar que este sea tranquilo y confiable. Primero, dedica cierto tiempo a observar cómo se comporta el animal. Luego, empieza a acercarte cuando te sientas listo. Según tu nivel de miedo, esto podría significar acercarte unos pasos a la vez o acercarte al caballo si te sientes cómodo.
    • Mientras lo observas, con suerte sentirás que empiezas a relajarte. Pasa el tiempo simplemente observando su conducta, asimilando el ambiente y notando cómo te sientes. El simple hecho de estar cerca del caballo todo el tiempo que lo necesites puede ser de una enorme ayuda.
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    Acaricia a un caballo tranquilo y amable cuando te sientas listo. A medida que empiezas a sentirte más seguro estando dentro de la misma zona que los caballos, empezarás a sentirte más cómodo con la idea de tocar uno. Asegúrate de estar con una persona que conozca al caballo y que entienda tu miedo, ya que puede guiarte durante todo el proceso. Primero deja que el caballo olfatee tu mano. Luego, colócala suavemente en el costado del cuello del animal.[5]
    • Si te sientes muy ansioso o incómodo en algún momento, solo aléjate. Regresa a un punto del proceso de desensibilización en el que te hayas sentido cómodo y vuelve a trabajar desde allí. Puedes volver al caballo en una etapa posterior cuando te sientas listo.
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    Busca la ayuda de un terapeuta si te cuesta superar tu miedo. A algunas personas les resulta muy difícil superar el miedo a los caballos por sí solas y un poco de ayuda puede hacer mucho. Un consejero profesional, un psicólogo deportivo o un psicoterapeuta podrán trabajar contigo para superar tu miedo a estar cerca de los caballos. Pueden enseñarte ejercicios o sugerir un tipo específico de terapia, como la terapia cognitiva conductual (TCC).[6]
    • La TCC puede brindarte muchas herramientas eficaces, como la terapia de exposición, para ayudarte a afrontar y superar gradualmente tu miedo a los caballos.[7]
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Método 2
Método 2 de 2:
Superar el miedo a montar

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    Busca un instructor de equitación en quien confíes y que entienda tu miedo. Un instructor de equitación competente podrá guiarte por todo el proceso de montar y crear una experiencia positiva. Pasa tiempo con distintos instructores de equitación hasta encontrar uno con el que te sientas cómodo y que sientas que puede ayudarte adecuadamente a lograr el objetivo de superar tu miedo. El instructor de equitación también ayudará a ajustar tu forma de montar, ya que la ansiedad podría estar dificultando tu posición.[8]
    • El instructor de equitación también podrá emparejarte con un caballo adecuado para ayudarte a superar tu miedo. Encontrará un caballo confiable, seguro y experimentado. Aprenderás a disfrutar de nuevo de la equitación con el caballo y el instructor adecuados.[9]
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    Monta de forma gradual y establece metas pequeñas para cumplirlas. Cuando te sientas ansioso por montar, es mejor no forzarte y trabajar a un ritmo con el que te sientas cómodo. No te exijas demasiado durante las lecciones y fija metas pequeñas y realizables en las que puedas trabajar.[10]
    • Por ejemplo, dedica uno o dos meses a desarrollar la confianza para galopar en vez de lanzarte directamente a hacerlo. Como alternativa, primero practica con palos de trote si tienes miedo de saltar hasta que vuelvas a sentir plena confianza en ti y en la habilidad de tu caballo.
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    Desarrolla tu fuerza física para ayudarte a sentirte seguro al montar. Si te sientes más fuerte físicamente, te sentirás más seguro en la montura y en tu capacidad de montar. Practica ejercicios de equilibrio, fuerza y flexibilidad.[11]
    • Los jinetes que están en buena forma física tienen menos probabilidades de lesionarse si se caen.
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    Habla contigo mismo de forma positiva mientras cabalgas. Muchos jinetes son presa del diálogo interno negativo si se sienten ansiosos por montar, lo que dificulta su confianza y continúa el ciclo de miedo. Identifica las frases negativas que te dices a ti mismo mientras montas, como “Soy un mal jinete” o “Si intento saltar esa valla de nuevo, me caeré y me lastimaré”. Reemplaza estas afirmaciones negativas por otras positivas, como “Me siento ansioso ahora mismo, pero puedo seguir montando mientras experimento este sentimiento” o “Me siento más seguro en la montura cada día. Puedo hacerlo”.[12]
    • Cambiar el diálogo interno negativo por un diálogo interno positivo puede llevar cierto tiempo. Sin embargo, practícalo lo más seguido que puedas y con el tiempo, percibirás un aumento notable en tu confianza y una disminución en tu miedo.[13]
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    Visualízate respondiendo de forma positiva a situaciones de cabalgata difíciles. La visualización es una herramienta poderosa que puedes utilizar para crear una experiencia nueva y positiva para ti mientras montas a caballo. Crea un video mental de cómo te ves corrigiendo un problema en particular. Por ejemplo, tal vez en el pasado tu caballo se asustó y te caíste, lo que te hizo tener miedo de volver a caer. Visualízate permaneciendo relajado, confiado y estable en la montura para estar mejor preparado si tu caballo vuelve a asustarse.[14]
    • Mientras te visualizas montando a caballo de la manera que deseas, trata de relajar tu postura y sé consciente del momento. Puedes hacerlo tanto dentro como fuera de la montura.[15]
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    Practica técnicas de relajación para eliminar la tensión mientras montas a caballo. Cuando un jinete está nervioso o ansioso, su cuerpo se pondrá tenso y el caballo se sentirá tenso en respuesta, lo que solo aumenta el miedo del jinete. Practica un patrón de respiración profunda y constante que siga el ritmo de la zancada del caballo. Trata de relajar las partes del cuerpo que se sientan tensas.[16]
    • Respirar con calma y relajar el cuerpo en la montura no solo ayuda a reducir la ansiedad, sino que también te convertirá en un mejor jinete. Podrás sacar el máximo provecho de tus habilidades y destrezas cuando estés relajado. También podrás comunicarte de forma más eficaz con tu caballo.[17]
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Consejos

  • Superar el miedo a los caballos es un proceso largo. Practica de forma constante y gradual. Si te sientes abrumado en algún momento, regresa a una etapa en la que te hayas sentido más cómodo y trabaja desde allí nuevamente.
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Acerca de este wikiHow

Kate Jutagir
Coescrito por:
Especialista y entrenadora ecuestre
Este artículo fue coescrito por Kate Jutagir. Kate Jutagir es especialista en equitación, entrenadora de saltos y propietaria de Blackhound Equestrian, un establo de entrenamiento de primer nivel ubicado en 65 acres en Castro Valley, California. Originalmente diseñado para ser una escuela de equitación utilizada como trampolín para estudiantes dedicados a carreras en el deporte, Blackhound Equestrian se ha convertido en un programa de entrenamiento de saltos para todos los niveles, el cual se centra en proporcionar una base sólida necesaria para el avance personal en el deporte. Kate tiene más de 25 años de experiencia en entrenamiento e instrucción ecuestre. Su enfoque en el desarrollo de asociaciones de caballos y jinetes proporciona una educación ecuestre completa tanto para principiantes como para jinetes avanzados por igual. Este artículo ha sido visto 7772 veces.
Categorías: Caballos
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