Si bien es cierto que estudiar puede diferir entre diferentes grupos de edades, muchas de las cosas que se interponen en el camino son las mismas. Es fácil que las cosas te desalienten y eviten que termines tus tareas, ya sea que se traten de tu entorno o tus habilidades para gestionar tu tiempo. Terminar tus tareas se puede volver posible con un poco de organización y ayuda.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Gestionar tu tiempo

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    Separa un tiempo específico para hacer tus tareas.[1] Hacer tu tarea a la misma hora todos los días te ayudará a desarrollar una rutina regular.[2] Por ejemplo, trata de reservar el tiempo que sepas que es el indicado para trabajar bien, como una o dos horas antes de la cena o después de ella si eres un trasnochador. Asegúrate de que sea un tiempo en el que estés alerta y motivado.
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    Trabaja en bloques de tiempo y unos descansos entre cada bloque. Los estudios sugieren que los estudiantes y los trabajadores más productivos son los que suelen tomar descansos ya que les ayuda a descansar el cerebro.[3] Trabaja en bloques de una hora, con 50 minutos estudiando y 10 minutos tomando un descanso.[4]
    • De igual forma, puede ser útil movilizarte cuando tomes un descanso, en especial si trabajaste ante una pantalla.[5]
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    Prioriza las labores. Saber qué deberes son más importantes y cuáles tomarán más tiempo te ayudará a gestionar tu tiempo efectivamente. No olvides incluir un tiempo para revisiones, correcciones y otras partes adicionales de un deber (como ir a la biblioteca o a la tienda por unos materiales).[6]
    • Identifica qué deberes valen la mayoría de los puntos para cada clase. Es muy probable que estos sean los que tomen más tiempo de concluir.[7]
    • Considera cuánto tiempo tienes para hacer cada proyecto y, dentro de lo posible, fíjate cuándo se da el deber. Con frecuencia, las clases de la escuela primaria y secundaria no tienen un sílabo, así que podría ser más difícil planificar todo un término académico. Sin embargo, si estás en la universidad, podrías contar con un sílabo con al menos un programa parcial de los cursos. Saber cuánto tiempo tienes para concluir un deber te ayudará a priorizar qué deberes hacer primero. De igual forma, puedes preguntarle al profesor cuánto tiempo tienes para concluir un deber.[8]
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    Crea un horario. Asegúrate de que tu horario muestre efectivamente las fechas de presentación de los deberes, otras obligaciones y los tiempos específicos en bloques para concluir los deberes. Esto te ayudará a visualizar tu horario y te ayudará a recordar tus tareas. Asimismo, puede ayudarte a priorizar tus deberes.[9]
    • Utiliza resaltadores o calcomanías para diferenciar qué deberes son más importantes.
    • Si utilizas un horario en línea o móvil, crea alertas o notificaciones para los proyectos y pasos cronometrados para dichos proyectos.
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    Asegúrate de concluir los primeros deberes más urgentes.[10] Es posible que sea más fácil hacer todas tus pruebas de 5 puntos ahora para una clase en línea que tomes, pero postergar ocuparte de un principal trabajo de investigación escrito y que se presentará pronto podría tener un efecto negativo en tus calificaciones. Además, será más fácil concluir otros deberes cuando te hayas ocupado de los más difíciles. Sin embargo, también es importante no dejar que un gran proyecto eclipse los deberes más pequeños que tienes que concluir.
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    Divide los proyectos más grandes en labores manejables. Esto puede significar dividir un paquete de problemas matemáticos en secciones separadas en las que te ocuparás en momentos diferentes. Para un trabajo de investigación escrito, esto puede significar dividir el deber en etapas de planificación, investigación, redacción y revisión.[11] Es posible que incluso crees un esquema de los pasos para visualizar las labores necesarias de modo que realices el deber.
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    No hagas varias cosas a la vez. Si bien es cierto que hacer varias cosas a la vez se ve como si te ahorrara tiempo, suele causar que te tomes más tiempo para realizarlas. Asimismo, disminuye el desempeño de las labores cognitivas.[12] Por ello, no solo no debes hacer varias cosas a la vez cuando haces tus deberes, sino que debes evitarlas mientras ves la televisión o los medios sociales.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Crear un ambiente laboral productivo

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    Encuentra un lugar cómodo, pero que no lo sea tanto, para trabajar. Los ambientes pueden ayudar o dañar tu productividad. Deberás tener un lugar que sea silencioso y no muy atareado, pero también deberás evitar los lugares donde podrías quedarte dormido fácilmente. Si tienes un escritorio o una mesa, podría ser el mueble apropiado para trabajar, en vez del sofá o la cama.[13]
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    Restringe las distracciones sociales. Si bien es cierto que trabajar en grupos puede ser de ayuda algunas veces, en especial con las asignaturas difíciles como física y cálculo, también puede ser una distracción y evitar concluir el trabajo. Para incrementar el tiempo de estudio cuando estés a solas, tendrás que desconectarte para aprovechar dicho tiempo. A pesar de que podrías seguir sintiendo la tentación de socializar, debería ser más fácil evitarla cuando restringes las distracciones sociales.
    • Apaga tu teléfono o ponlo en silencio (no en vibrador). Es posible que sea preferible ocultar tu teléfono celular o colocarlo en otra habitación mientras trabajas ya que la tentación de enviar un mensaje de texto o ingresar a los medios sociales puede ser una distracción como si lo hicieras realmente.[14]
    • Utiliza una aplicación que bloquee los medios sociales. Existen muchas aplicaciones que pueden ayudar a bloquear los medios sociales y otras páginas web causantes de distracción (como las páginas web de compras o de videojuegos).[15]
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    Reduce los sonidos. Estos se pueden relacionar con el desempeño disminuido y los niveles de estrés incrementados en las personas, los cuales son malos para hacer las tareas.[16] Si bien es cierto que ciertos tipos de sonidos, como los de una cafetería o la música, podrían ayudar a concentrarse a algunas personas, se pueden convertir fácilmente en una distracción, como en el caso de un grupo ruidoso de personas que de repente ingresa en la cafetería. Para obtener mejores resultados, encuentra una manera de estudiar en silencio.
    • Utiliza una aplicación de ruido uniforme para bloquear los sonidos.[17]
    • Utiliza unos tapones para el oído o unas orejeras que bloquean los ruidos.[18]
    • Trabaja en un lugar silencioso, como una biblioteca o la oficina de la casa, si tienes una.
    • Evita escuchar música mientras estudias. Los estudios han demostrado que, a pesar de que escuchar música mientras se estudia disminuye el desempeño general, esto no afecta de igual forma a todas las personas.[19] Sin embargo, escuchar música antes de estudiar ha demostrado mejorar el desempeño en las labores cognitivas.[20]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Utilizar tus recursos

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    Pídeles ayuda a tus padres o semejantes. La participación de los padres en las tareas ha demostrado ayudar a la realización de las tareas y al desempeño académico mejorado.[21] Los semejantes son también un recurso valioso en el aprendizaje. Pedirle ayuda a un amigo para comprender un concepto o un deber puede contribuir en gran medida a ayudarte a concluir tus tareas a tiempo.[22]
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    Pídele una ayuda o aclaración a tu profesor. Si bien es cierto que puede percibirse como intimidante pedirle ayuda a un profesor en un deber o una aclaración sobre un deber, su objetivo es ayudarte a comprender lo que enseña. Es muy probable que se alegre de que hayas acudido a él en busca de ayuda y se esforzará por dártela. [23] Si tienes mucho miedo de pedirle ayuda durante la clase, fíjate si puedes quedarte hasta el final para hacerle algunas preguntas.
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    Encuentra un tutor (si está disponible). Algunas veces, un tutor puede ser un recurso excelente para mejorar la comprensión que tienes acerca de un tema.[24] Los tutores son un recurso excelente ya que tienes el conocimiento de tu asignatura, y la instrucción personal puede ayudarte a comprender el material educativo de una manera que una discusión en clase podría no haber logrado. Con frecuencia, también es más fácil hacerle preguntas al tutor que hacerlas en frente de toda la clase.
    • Primero, comunícate con tu escuela para ver si hay programas de clases particulares después de la escuela. Si bien es cierto que no todas las escuelas primarias y secundarias ofrecen clases particulares, sí lo hacen la gran mayoría de las universidades. Si tu institución educativa no las ofrece, podría conocer otros recursos con los que te puedes comunicar.
    • Luego, comunícate con la biblioteca para ver si ofrece clases particulares.[25]
    • En algunas áreas, también podría haber unos programas de clases particulares a la comunidad de manera gratuita. Comunícate con tu centro de la comunidad local para mayor información.
    • De igual forma, hay muchos tutores privados, pero pueden ser muy costosos (al cobrar entre $10 y $40 la hora).[26] Puedes encontrar tutores en línea por medio de varias páginas web, como Craigslist y Angie's list.
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    Ve a la biblioteca. Además de tener libros y materiales útiles para las tareas, muchas bibliotecas ofrecen lugares silenciosos para estudiar. Asimismo, muchas de ellas ofrecen otros recursos académicos, como clases particulares, bibliotecarios de referencia, y muchas bibliotecas académicas ofrecen bibliotecarios de asignaturas específicas. Si tienes que trabajar en una biblioteca después de la escuela, pregúntales a tus padres la dirección de la biblioteca local o búscala en Internet.[27]

Consejos

  • Mantén una dieta saludable.
  • Asegúrate de dormir lo suficiente.

Advertencias

  • Si tienes menos de trece años, es posible que tengas que obtener el permiso de tus padres antes de descargar aplicaciones en la computadora.
  • Algunas personas podrían necesitar una ayuda adicional para enfocarse en sus tareas y terminarlas. Si tienes dificultades en la escuela, pregúntales a tus padres o profesores acerca de los recursos que estén disponibles y busca una ayuda profesional o pídeles a tus padres que lo hagan, si es necesario.
  • El tiempo recomendado para hacer las tareas varía según la edad. La Asociación de Padres y Profesores de Estados Unidos recomienda aproximadamente 10 minutos por grado por noche (es decir, 30 minutos por noche para los estudiantes de tercer grado).[28]

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Categorías: Adolescentes