Los conejos tienden a sufrir infecciones causadas por unos ácaros pequeños y ovalados llamados psoroptes cuniculi, los cuales prefieren estar en las orejas. Estos animales pueden contagiarse al estar en contacto con los huevos que hay en su lecho de heno, paja o astillas de madera.[1] Si bien estos ácaros viven en las orejas, cuando el problema no se trata, la infección puede esparcirse a otras partes el cuerpo, como las patas, la cabeza, el cuello, el abdomen o alrededor del ano.[2] Por ello, es importante aprender a tratar esta sarna a fin de mantener saludable a tu mascota.

Método 1
Método 1 de 3:
Tratar la sarna en las orejas

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    Limpia todo lo que el conejo haya tocado. La sarna de este tipo es muy contagiosa. Por ello, todo lo que haya tenido contacto con el animal debe limpiarse y desinfectarse en caso de que los ácaros o sus huevos se hayan transferido allí.[3]
    • Deshazte de todo el material de lecho y cámbialo a diario hasta que elimines los ácaros por completo.
    • Restriega y desinfecta su hábitat y corral. Asegúrate de limpiarlo seguido mientras el conejo tenga la infección.
    • Los ácaros de este tipo son altamente infecciosos para otros conejos, y pueden contagiarse por el contacto directo. Por lo tanto, si tienes más de uno, será mejor que todos lleven el tratamiento.
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    Permite que las heridas sanen por sí solas. En los casos más graves de infección, pueden aparecer costras o escamas y secreciones en las orejas. No trates de quitarlas por la fuerza, ya que podrías dañar la piel o hasta causarle dolor y sangrado al animal. Es mejor esperar hasta que la infección haya pasado, ya que en el transcurso de un par de semanas la piel muerta y otros residuos se saldrán por sí solos.[4]
    • Una vez que el proceso se inicie, si notas que algunas partes no se limpian, puedes echar un par de gotas de aceite mineral en las orejas del animal.
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    Administra medicamentos para matar los ácaros. Los que contienen ivermectina son bastante efectivos para esta tarea, aunque no matan los huevos. Es necesario seguir un plan de tratamiento de modo que cada generación de ácaros muera conforme aparezca y antes de que puedan colocar más huevos. El ciclo de vida de estos bichos es de tres semanas, así que administra los medicamentos en tres dosis, una cada dos semanas, lo cual suele ser suficiente para detener cualquier infección.[5]
    • El medicamento debe ayudar a deshacerse de los ácaros siempre y cuando el conejo no vuelva a infectarse por el contacto con su ambiente.
    • Las opciones de tratamiento incluyen gotas con ivermectina, que se aplican directamente a la piel de la parte superior de los hombros. El ingrediente activo ingresa al torrente sanguíneo, desde donde empieza a matar a los ácaros. Se administran tres dosis: una cada 15 días. Es importante conocer el peso del animal y seguir las instrucciones de dosificación a fin de no darle más de lo necesario. En algunos países puedes conseguir el medicamento Xeno, que está aprobado para uso en conejos y se recomienda como tratamiento principal. Existen otros productos efectivos pero no aprobados para este uso específico, lo que significa que no se han sometido a las mismas pruebas rigurosas para comprobar su efecto en estos animales.
    • También es posible que el veterinario le recete tres dosis de ivermectina, una cada dos semanas, a administrarse mediante inyección o por vía oral.
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    Evita usar medicamentos de venta sin receta médica. Estos productos no son apropiados para tratar a tu mascota. Los conejos son extremadamente sensibles a muchos insecticidas, incluidos los derivados de los piretroides y las piretrinas, que son los ingredientes activos en muchos de los productos comerciales para matar ácaros.[6]
    • En algunos casos, los conejos pueden metabolizarlo como una sustancia tóxica, mostrando síntomas neurológicos como la pérdida de coordinación, convulsiones, coma y hasta la muerte.
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    Trata cualquier infección secundaria. Si tu conejo tiene otra infección bacteriana debido a los ácaros, es posible que el veterinario le recete un ciclo de antibióticos, como Baytril, para combatir este problema.[7]
    • El veterinario puede recetar analgésicos no esteroideos para aliviar el malestar durante el tratamiento.

Método 2
Método 2 de 3:
Reconocer los síntomas de la sarna en las orejas

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    Fíjate si se rasca las orejas. Una de las señales más comunes de una infección de este tipo es cuando el conejo se rasca la oreja afectada. Esto se debe a que los ácaros pueden causar irritación. El animal puede rascarse con las patas o tratar de frotar sus orejas contra el piso.[8] [9]
    • También es posible que sacuda la cabeza o la incline hacia un lado.
    • Tal vez notes que la piel de las orejas esta roja o inflamada.
    • La irritación causada por las heces y la saliva de los ácaros puede provocar picazón extrema, por lo que los conejos tienden a rascarse y lastimarse la oreja.
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    Observa si hay secreciones en las orejas. Una infección grave causada por estos ácaros suele producir residuos de un color gris amarillento y piel escamosa que se acumulan en el canal auditivo. Los residuos y las secreciones se adhieren a la piel, por lo que tratar de quitarlas le causará dolor al conejo.[10]
    • Asimismo, tratar de eliminar las secreciones puede quitar la capa superior de la piel y dejar una úlcera grande.
    • En las primeras etapas de la infección, si miras de cerca, notarás que hay algunas escamas muy atoradas en el canal auditivo.
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    Presta atención a las orejas caídas. Si los ácaros no se tratan a tiempo, el peso de los residuos acumulados en las orejas puede hacer que estas se caigan. Asimismo, el conejo podría desarrollar una segunda infección bacteriana en la piel dañada, lo que a su vez podría esparcirse hacia el oído medio e interno, afectando su equilibrio y haciendo que incline la cabeza hacia un lado.[11]

Método 3
Método 3 de 3:
Diagnosticar la sarna

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    Lleva a tu mascota a la veterinaria. Siempre que notes alguna señal de fastidio en las orejas del conejo, deberás llevarlo donde un veterinario inmediatamente. Estos problemas pueden causarle mucho dolor e indicar la presencia de infecciones graves.[12]
    • Debes mencionarle todos los síntomas que has observado. Asegúrate de proporcionarle tantos detalles como puedas. No olvides comentarle cualquier comportamiento extraño que hayas notado.
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    Es necesario tomar una muestra de la oreja. El veterinario realizará un examen para ver si hay algo inusual. La mejor manera de diagnosticar la sarna en las orejas es pasando un hisopo para recoger la cerilla.[13]
    • La idea es colocar la muestra en un portaobjetos y analizarla bajo el microscopio.
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    Haz que le revisen la oreja con un otoscopio. Si la infección es bastante grave, es posible que el veterinario no pueda tomar una muestra. En estos casos, él podrá ver los cuerpos de los ácaros con la ayuda de un otoscopio.[14]
    • Un otoscopio es un instrumento diseñado para observar el interior de las orejas. Este tiene una luz y un lente de aumento.

Acerca de este wikiHow

Pippa Elliott, MRCVS
Coescrito por:
Veterinaria del Colegio Real de Cirujanos Veterinarios
Este artículo fue coescrito por Pippa Elliott, MRCVS. La Dra. Elliott es una veterinaria con más de 30 años de experiencia. Se graduó en la Universidad de Glasgow en 1987, y ha trabajado como cirujana veterinaria durante 7 años. Después, la Dra. Elliott trabajó como veterinaria en una clínica de animales durante más de una década. Este artículo ha sido visto 40 626 veces.
Categorías: Salud de conejos