La menopausia suele ocurrir a alrededor de entre los 40 y los 50 años de edad en las mujeres y presenta una serie de síntomas, entre ellos la sequedad vaginal debido a la disminución en el nivel de estrógeno en esta zona.[1] Esta sequedad se manifiesta a lo largo del mes y puede llegar a ser muy incómoda, pero puedes tratarla con lubricantes y humectantes vaginales, pequeñas dosis de estrógeno, cremas que no contengan hormonas y cambios a tu estilo de vida.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar lubricantes y humectantes vaginales

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    Utiliza lubricantes hechos a base de agua o de silicona. Estos tienden a ser menos irritantes para la vagina, a diferencia de los lubricantes a base de aceite. Particularmente debes evitar estos últimos si tu método anticonceptivo son los condones, ya que un lubricante de este tipo podría romperlos.[2]
    • Puedes conseguir lubricantes a base de agua en una farmacia local o en línea.
    • También puedes encontrar varias marcas de lubricantes a base de silicona.
    • Entre los lubricantes a base de aceite, puedes utilizar vaselina o aceite mineral si estás en un apuro y no puedes conseguir lubricantes a base de agua o de silicona. Sin embargo, ten en cuenta que podrían ocasionarte irritación.
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    Aplícate lubricante antes de tener relaciones sexuales. Por lo general, los lubricantes están diseñados para aplicarse antes de tener relaciones sexuales de forma que puedan combatir la sequedad vaginal, la cual puede ocasionar incomodidad y dolor durante el acto. También puedes usar los lubricantes a diario, pero debes tener en cuenta que son de corta duración, por lo que deberás volver a aplicártelos varias veces.[3]
    • Guarda el lubricante a la mano, como en tu mesa de noche o en el baño. Luego, coloca unas cuantas gotas en la palma de tu mano y frótatelas para calentarlo de forma que el contraste de temperatura con tu piel no sea tan extremo. Finalmente, aplícatelo en la vagina, asegurándote de que tus dedos estén limpios.[4]
    • También puedes calentar el lubricante llenando una taza con agua tibia y sumergiéndolo en ella. Sin embargo, evita que se caliente demasiado para no quemarte la piel al aplicártelo.
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    Utiliza un humectante vaginal todos los días. Esta puede ser una solución diaria para la sequedad vaginal, ya que los tejidos vaginales absorben los productos humectantes, además de que estos pueden imitar mejor las secreciones vaginales, a diferencia de los lubricantes, los cuales solo pueden ayudar a reducir la irritación a causa de la fricción. Asimismo, los productos humectantes mantienen el pH de la vagina a un nivel normal para que no se desarrollen infecciones bacterianas ni micóticas.[5]
    • También es recomendable aplicarte el humectante alrededor de dos horas antes de tener relaciones sexuales para reducir la irritación a causa de la fricción.[6] Puedes calentarlo con tus propias manos o sumergirlo en agua tibia y luego aplicártelo en la vagina asegurándote de tener las manos limpias.
    • Puedes conseguir humectantes vaginales en tu farmacia local.
    • También puedes usar el ungüento A + D para bebés como un humectante para la zona alrededor de la vulva.
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    Prueba los aceites naturales. Estos pueden ser muy efectivos para combatir la sequedad vaginal. Existen varias opciones, como el aceite de semillas de uva, el aceite de oliva, el aceite de almendras, el aceite de girasol o el aceite de coco. En cualquier caso, pueden aplicarse directamente en la vulva y la zona vaginal a lo largo del día o antes de tener relaciones sexuales, ya que funcionan como lubricantes naturales.[7]
    • Para utilizarlos, toma un trozo limpio de papel higiénico y coloca una cucharadita del aceite sobre él. Luego, aplícatelo en la vagina. También puedes exprimirlo directamente sobre la palma de tu mano (una cantidad de alrededor del tamaño de una moneda).
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    Utiliza supositorios vaginales de vitamina E. Esta es una buena alternativa a los productos con prescripción médica. Puedes aplicarte vitamina E en la vagina ya sea como un supositorio o cortando una tableta convencional de vitamina E por la mitad y aplicándote el contenido directamente en la vulva y la vagina.[8]
    • Sin embargo, ten cuidado de que la fuente de vitamina E que utilices sea natural. Puedes revisar la etiqueta del producto en cuestión para confirmar que solo contenga ingredientes naturales.

Método 2
Método 2 de 3:
Tomar una dosis baja de estrógeno

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    Pídele a tu ginecólogo o tu médico de cabecera que te prescriba una dosis baja de estrógeno. Este es un tratamiento efectivo que puede mejorar en gran medida tu problema de sequedad vaginal, así como también restaurar los tejidos vaginales.[9]
    • Sin embargo, ten en cuenta que esto también constituye una terapia hormonal, por lo que debes asegurarte de tomar solo la menor dosis posible y por un periodo de tiempo muy corto. Asimismo, tampoco tomes el estrógeno justo antes de tener relaciones sexuales, ya que es posible que tu pareja lo absorba.
    • Debes informarle a tu médico en caso de que hayas padecido algún cáncer que sea sensible a las hormonas, como el cáncer de mama o de ovario. Esto se debe a que estos problemas podrían tener interacciones negativas con el estrógeno. Por ejemplo, si tienes útero, también tendrás que tomar progesterona para prevenir el cáncer.
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    Aplícate estrógeno en la vagina con una crema o en píldoras. Otra forma de prescribirte estrógeno vaginal es por medio de una crema o de píldoras. En el caso de las cremas, lo recomendable es aplicarte entre 0,5 y 1 g por dosis dos o tres veces por semana. Entre las cremas de estrógeno más comunes se encuentran las marcas Estrace, Neo-Estrona y Premarin.[10]
    • Por otro lado, si quieres un método que ocasione un menor desorden, puedes aplicarte píldoras de estrógeno directamente en la vagina por medio de un aplicador, por lo general dos veces por semana.
    • Ten en cuenta que, a pesar de que el estrógeno contribuye al alivio de la sequedad vaginal, de todas formas es importante aplicarte un lubricante antes de tener relaciones sexuales para prevenir la irritación a causa de la fricción.
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    Usa un anillo de estrógeno. Otra forma de obtener estrógeno en dosis bajas es por medio de un anillo. Este por lo general es suave y flexible y el estrógeno se encuentra en el centro. Para colocarlo, debes introducirlo en la vagina, luego de lo cual el anillo liberará una dosis baja de estrógeno todos los días durante tres meses.[11]
    • En caso de que la sequedad vaginal que experimentes sea más seria y que esté acompañada de sofocos, podrías tener que utilizar un anillo que te proporcione una mayor dosis, como el anillo Femring.

Método 3
Método 3 de 3:
Hacer cambios a tu estilo de vida

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    Límpiate la vulva solo con agua. Esto se debe a que el jabón en sí puede irritar y secar aún más la vagina. Por tanto, solo debes lavártela con agua o con un jabón que contenga aceites de base vegetal, como un jabón de glicerina. Asimismo, debes enjuagarte la vulva con agua una vez al día al ducharte de forma que laves toda la zona genital.[12]
    • Usa papel higiénico blanco y sin olor para limpiarte la vulva después de ir al baño de forma que no se irrite cada vez que lo hagas.
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    Usa ropa interior de algodón. Esto permitirá que la zona genital respire un poco más, lo cual es particularmente importante si tiendes a sudar o si realizas actividades vigorosas. No es recomendable usar ropa interior de materiales sintéticos, como la seda, el nailon o el rayón.[13]
    • Lava tu ropa interior solo con detergentes que no contengan tintes ni aromas artificiales y sin usar productos adicionales, como los suavizantes de ropa o las hojas suavizantes para evitar la estática en la secadora de ropa.
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    No utilices desodorantes en aerosol ni productos para duchas vaginales. Este tipo de productos de aseo personal solo te ocasionará una mayor cantidad de irritación. Esto se debe a que la vagina de por sí contiene bacterias cuyo objetivo es mantenerla limpia y saludable, y estos productos lo único que hacen es alterar este equilibrio natural de bacterias en la vagina, lo cual puede desencadenar infecciones.[14]

Consejos

  • Consulta otras posibles opciones con tu médico. Actualmente, se están investigando y desarrollando otros posibles tratamientos para la sequedad vaginal, por lo que debes estar atento a otras opciones que podrían estar disponibles en el futuro.

Acerca de este wikiHow

Carrie Noriega, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Carrie Noriega, MD. La Dra. Noriega es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial, y escritora médica en Colorado. Se especializa en salud de la mujer, reumatología, neumología, enfermedades infecciosas y gastroenterología. Recibió su doctorado en la Creighton School of Medicine en Omaha, Nebraska, y completó su residencia en la Universidad de Missouri - Kansas City en 2005. Este artículo ha sido visto 22 606 veces.
Categorías: Menopausia