Asar a la parrilla es una forma sabrosa y divertida de preparar comida durante todo el año. Las parrillas a carbón no son tan fáciles de usar como las parrillas a gas, pero le dan a los alimentos mucho más sabor. Facilita las cosas empezando con una chimenea de carbón, luego coloca las brasas preparadas en la parrilla. Los alimentos que se cocinan rápidamente, como los perros calientes, las hamburguesas y muchas verduras, se pueden cocinar en una parrilla abierta. Si vas a trabajar con alimentos de cocción lenta, como el pollo o asados a la parrilla, cúbrelos y revísalos de vez en cuando.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Preparar el carbón

  1. 1
    Coloca briquetas en una chimenea de carbón. Unos 1,5 kg (3 libras) serán suficientes para llenar la mayoría de las chimeneas y parrillas. La chimenea también puede tener una línea de llenado. Si es así, úsala para guiarte.[1]
    • Una chimenea de carbón es básicamente un cilindro de metal con una rejilla en la parte inferior, agujeros y una manija en el costado. Coloca el carbón adentro y enciéndelo de manera segura yeficiente, luego, esparce las briquetas en la parrilla cuando estén listas.
    • El líquido encendedor puede ser peligroso y no es necesario si usas una chimenea de carbón.
  2. 2
    Prepara el material inflamable. Toma un trozo de periódico y enróllalo. Sumérgelo en aceite vegetal y colócalo en el fondo de la chimenea, debajo de la rejilla.
  3. 3
    Enciende la chimenea. Colócala sobre una superficie plana y segura contra incendios, como una acera de concreto o la rejilla de la parrilla. Toma una cerilla larga o un encendedor y mételo en uno de los orificios laterales para encender el periódico. Deja que las llamas recorran las brasas y ardan hasta que se vuelvan cenizas. Esto debería demorar unos 20 minutos.[2]
    • Vigila la chimenea mientras esperas.
  4. 4
    Coloca una capa uniforme de carbón para los alimentos de cocción rápida. Levanta la rejilla de la parrilla y esparce suavemente las brasas en la parrilla. Los alimentos como los perros calientes, las hamburguesas y las verduras se cocinan rápidamente y necesitarán una capa de carbones repartida uniformemente por toda la parrilla.[3]
  5. 5
    Alternativamente, crea dos zonas de calor para alimentos de cocción lenta. El pollo con hueso, los asados, el lomo de cerdo y similares tardan más tiempo en cocinarse. Vierte las brasas en la parrilla, luego muévelas hacia un lado. Esto creará una zona de calor indirecto para que los alimentos se cocinen completamente sin quemarse.[4]
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar la parrilla para la comida

  1. 1
    Limpia la rejilla de la parrilla. Toma un trapo limpio y envuélvelo bien alrededor de un extremo de un palo, espátula o una cuchara larga de metal para que forme una bola. Sumérgelo en agua y luego pásalo hacia adelante y hacia atrás sobre la rejilla caliente de la parrilla para eliminar la grasa, comida vieja u otros desechos. Sigue sumergiendo el palo en agua si es necesario para mantenerlo mojado.[5]
    • Algunas personas recomiendan limpiar la parrilla con un cepillo de alambre rígido antes de calentarla. Sin embargo, esto puede causar que las partículas de metal terminen en los alimentos.
    • La limpieza con un trapo mojado es segura y la suciedad se desprenderá de la rejilla de la parrilla más fácilmente ya que los carbones la han calentado.
  2. 2
    Agrega astillas de madera para añadir un toque de sabor ahumado. Vierte uno o dos puñados de astillas de madera en las brasas justo antes de colocar la comida. Esto le dará a la comida un mayor tiempo de contacto con el humo, ayudándote a obtener ese rico sabor que deseas.[6]
    • Utiliza solamente astillas de madera aptas para uso alimenticio. Puedes encontrarlas en cualquier lugar donde se venden productos para asar.
    • El pacano, el mezquite y el manzano son variedades populares de astillas de madera para asar a la parrilla.
    • Remojar las virutas de madera en agua corriente durante 20 minutos antes de cocinar a la parrilla hará que se quemen más lento, aumentando el sabor que le añadirán a la comida.
  3. 3
    Coloca la comida en la parrilla cuando esté caliente. Espera un minuto antes de colocar la comida en la rejilla de la parrilla para garantizar una buena cocción y evitar que se pegue. Coloca los alimentos de cocción rápida directamente encima de las brasas. Los alimentos que tardan más en cocinarse deben colocarse a un lado de estas para que reciban calor indirecto.[7]
    • Vierte un poco de aceite en la superficie de la parrilla antes de colocarle la comida. Esto también ayudará a evitar que se pegue.
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Cocinar la comida

  1. 1
    Cubre la parrilla, de ser necesario. Los perros calientes, las hamburguesas y otros alimentos de cocción rápida se pueden asar destapados. Si tienes alimentos que se cocinan más lentamente, como el pollo sin hueso o lomo de cerdo, coloca una tapa sobre la parrilla. Esto aumentará la cantidad de calor indirecto ayudando a que los alimentos se cocinen bien.[8]
    • Agrega nuevas brasas cada 30 o 60 minutos si tienes alimentos que tarden mucho tiempo en cocinarse.
    • No abras la tapa con demasiada frecuencia para revisar la comida ya que esto hará que el calor se disipe.
  2. 2
    Ajusta la toma de aire de la parrilla para controlar el calor. Abre la toma si deseas aumentar el calor, como para dorar un bistec. Ciérrala si deseas cocinar algo a una temperatura más baja, como asar un lomo de cerdo o verduras.[9]
    • Al abrir las tomas de aire, las brasas se quemarán más, ya que recibirán más oxígeno. Al cerrarlas lograrás el efecto contrario.
  3. 3
    Verifica la temperatura de la comida. Utiliza un termómetro digital de lectura instantánea para verificar la temperatura interna de los alimentos. Saca la comida de la parrilla solo cuando alcance la temperatura correcta. De esta forma, puedes asegurarte de que se cocine bien y que sea seguro comerla. Por ejemplo, puedes cocinar:[10]
    • el cerdo a 71 °C (160 °F);
    • una ternera bien hecha a 77°C (170 °F);
    • las piezas de pollo a 74 °C (165 °F).
  4. 4
    Cierra la parrilla y desecha las cenizas. Una vez que hayas terminado de cocinar, cubre la parrilla y deja que todo se enfríe. Cuando la parrilla esté fría al tacto, retira las cenizas y colócalas en un cubo o recipiente de metal. Ponlas en agua durante la noche, luego deséchalas.[11]
    Anuncio

Acerca de este wikiHow

Fabricio Ferraz
Coescrito por:
Experto en limpieza de parrillas
Este artículo fue coescrito por Fabricio Ferraz. Fabricio Ferraz es el copropietario y operador de Hire a Cleaning. Esta es una empresa familiar que ha brindado servicios a hogares de San Francisco, California durante más de 10 años. Este artículo ha sido visto 5995 veces.
Categorías: Comida y diversión
Anuncio