Una sartén parrillera es una herramienta que te permite conseguir una experiencia similar a la de cocinar en una parrilla al aire libre. Esta puede ser particularmente útil para las personas que viven en un departamento. Sin embargo, es importante considerar que se usa de manera diferente a una sartén regular. Hay algunas cosas que debes hacer para asegurarte de que los alimentos se cocinen bien y de que tengan esas marcas particulares y el sabor parrillero. Básicamente, para aprovechar la sartén parrillera al máximo, debes aprender a preparar la sartén y la comida, seguir algunos pasos al cocinar, y curar y guardar la sartén correctamente.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Elegir una sartén parrillera

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    Escoge una sartén con líneas elevadas. Generalmente, las sartenes parrilleras con líneas muy levantadas funcionan mejor que las que tienen líneas con un relieve menos pronunciado. Mientras mayor sea la elevación, más se notarán las marcas. Además, mientras más grandes son las líneas, más parecido será el resultado a la comida preparada en una parrilla de verdad. Por lo tanto, procura conseguir una sartén parrillera con líneas con una elevación mayor a 0,5 cm (0,2 pulgadas).[1]
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    Elige una sartén de hierro forjado. Este material tiende a retener más calor que una sartén de superficie antiadherente. Además, puede dar un resultado más similar al de una parrilla real. Finalmente, te permite sellar los alimentos mejor que una sartén de superficie antiadherente.
    • Si bien la mayoría de las sartenes antiadherentes son más fáciles de limpiar, la comida no se cocina igual.[2]
    • Evita usar una sartén parrillera de hierro forjado si tienes una hornilla de cerámica.
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    Consigue una sartén parrillera de forma cuadrada. Las sartenes redondas también sirven, pero a diferencia de las cuadradas, no te permiten aprovechar toda la superficie. Con una sartén parrillera cuadrada, tendrás más espacio para cocinar tus carnes y vegetales preferidos.[3]
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    Compra una sartén con una plancha para crear marcas definidas. Algunas sartenes incluyen una plancha para presionar la comida mientras se cocina para que las líneas se marquen mejor. Puedes conseguir las marcas sin necesidad de usar una plancha, pero tal vez no queden tan definidas o uniformes.
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    Consigue una sartén con tapa si quieres que la comida tenga sabor a parrilla. Cuando usas una parrilla de verdad, debes cerrar la tapa para atrapar el calor, el humo y el sabor mientras la comida se cocina. Por lo tanto, si pones la tapa en la sartén mientras cocinas, conseguirás un efecto similar.

Parte 2
Parte 2 de 4:
Preparar la sartén y los alimentos

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    Enjuaga y seca la sartén. Antes de usar la sartén, enjuágala rápidamente con agua tibia. De esta manera, te asegurarás de eliminar cualquier residuo o el polvo que se haya acumulado mientras estaba guardada. Luego de enjuagarla, seca la sartén con un paño limpio.[4]
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    Corta los alimentos en rebanadas delgadas. La idea es replicar la experiencia de cocinar en una parrilla sin quemar la comida, por lo que tendrás que cortar los alimentos relativamente delgados. Así quedarán con las marcas y el sabor ahumado de la parrilla, pero no se quemarán mientras se cocina el interior. A continuación, encontrarás algunas ideas de alimentos que puedes preparar en una sartén parrillera:[5]
    • hamburguesas, filetes de pollo o de res delgados
    • tocino y huevos
    • vegetales en rodajas, como calabacín, papa, zanahoria, pimiento o cebolla
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    Aplica aceite a los alimentos. Antes de colocarla en la sartén, usa una brocha para aplicarle un poco de aceite directamente en la comida en lugar de en la sartén, para asegurarte de que esta no se pegue y que el aceite no se queme.[6]
    • Usa un aceite con un punto de humeo alto, como el aceite de maní, de canola, de aguacate (o palta) o de soja (o soya). Evita emplear aceite de oliva, que tiene un punto de humeo muy bajo.
    • No apliques aceite a toda la sartén, ya que podría quemarse.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Cocinar los alimentos

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    Precalienta la sartén a fuego medio alto. Permite que se caliente por lo menos durante 5 minutos. De esta manera, te asegurarás de que toda la superficie alcance la misma temperatura. Esto permitirá que los alimentos se cocinen de forma pareja. Además, te ayudará a conseguir las marcas de la parrilla.[7]
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    Coloca los alimentos en la sartén. Una vez que alcance la temperatura deseada, tendrás que poner los alimentos en la sartén con cuidado. Puedes usar una pinza u otros implementos similares. Deja aproximadamente 1 cm (1/2 pulgada) de espacio entre los pedazos grandes (como los filetes de pollo o de res). Coloca los alimentos en orientación perpendicular a las líneas para conseguir buenas marcas de la parrilla.[8]
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    Tapa la sartén. Si bien las sartenes parrilleras rara vez tienen tapa, cubrirlas podría incrementar la velocidad de cocción. Además, puede ayudar a incrementar el sabor ahumado o a carbón. Para hacerlo, coloca una tapa o un tazón de metal de cabeza sobre la sartén con cuidado.[9]
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    Evita mover la comida durante el primer minuto. Una vez que coloques los alimentos en la sartén parrillera, deberás evitar moverlos o darles la vuelta por alrededor de un minuto. De esta manera, permitirás que se creen las marcas o líneas que le dan esa característica particular de la cocción en una parrilla.[10]
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    Rota o mueve los alimentos luego de uno o dos minutos si fuera necesario. Si crees que los alimentos se van a quemar o no se van a cocinar de manera uniforme, puedes usar una pinza para rotarlos ligeramente. Dependiendo del alimento, de la sartén y de la hornilla, tal vez tengas que experimentar unas cuantas veces para determinar cuán a menudo debes rotar o mover la comida.[11]
    • Ten en cuenta que, si rotas los alimentos, las marcas crearán un patrón de diamantes, en lugar de líneas rectas.
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    Dale la vuelta a los alimentos. Una vez que los hayas rotado y dejado reposar por varios minutos, tendrás que darles la vuelta. Este paso es importante para obtener una cocción uniforme. Además, cuando le das la vuelta a los alimentos, evitas que se quemen.
    • Si vas a preparar un filete de res de alrededor de 2,5 cm (1 pulgada) de grosor, permite que se cocine de 3 a 5 minutos por cada lado antes de moverlo o darle la vuelta.
    • Si vas a preparar un filete de pollo de alrededor de 2,5 cm (1 pulgada) de grosor, permite que se cocine de 5 a 10 minutos por cada lado.
    • Permite que el cerdo se cocine de 6 a 7 minutos antes de darle la vuelta.
    • Voltea las hamburguesas luego de 3 minutos.
    • Cocina las salchichas por 5 minutos antes de darles la vuelta.
    • Permite que los camarones se cocinen de 2 a 3 minutos por cada lado.
    • Deja los vegetales cocinarse de 3 a 4 minutos antes de darles la vuelta.
    • Si notas que los alimentos se queman o se carbonizan, dales la vuelta más a menudo. Si continúan quemándose, reduce el fuego.[12]
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    Toma la temperatura de los alimentos. Si vas a preparar carnes, tendrás que tomar su temperatura antes de retirarlas de la sartén. De esta manera, te asegurarás de que el interior alcance la temperatura necesaria para que sea segura de consumir. De lo contrario, no tendrás la certeza de que están listas y solo podrás estimar su nivel de cocción.
    • Los mariscos deben cocinarse a 60 °C (145 °F).
    • Las aves deben cocinarse a 75 °C (165 °F).
    • La res, el cerdo, la ternera y el cordero deben cocinarse a 60 °C (145 °F).
    • La carne molida debe cocinarse a 70 °C (160 °F).[13]

Parte 4
Parte 4 de 4:
Limpiar y guardar la sartén parrillera

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    Limpia la sartén con agua caliente. Una vez que se enfríe, enjuaga bien la sartén con agua caliente. Luego, toma un paño limpio, remójalo en agua caliente y limpia la sartén con cuidado. Concéntrate en las hendiduras que hay entre las líneas levantadas. Para asegurarte de alcanzar los lugares difíciles, cubre un dedo con el paño y pásalo a lo largo de las hendiduras. Enjuaga el paño con frecuencia mientras limpias.
    • Luego de limpiar la sartén, sécala bien con una toalla. Si dejas que se seque con el aire, es más probable que se oxide.[14]
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    Cura una sartén de hierro forjado. Antes de guardar una sartén de hierro forjado, tendrás que aplicar una capa ligera de aceite vegetal y frotarla con un pedazo de papel absorbente. Luego, tendrás que colocarla en la bandeja central del horno y calentarlo a 190 °C (375 °F). Deja la sartén adentro por 1 hora y luego permite que se enfríe.
    • Curar la sartén luego de cada uso mejorará su efectividad al cocinar y prolongará su durabilidad.[15]
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    Guarda la sartén en un lugar seco. Cuando elijas dónde guardar una sartén parrillera de hierro forjado, asegúrate de que sea un lugar seco. Si la pones en un área húmeda, como en un almacén al aire libre, podría oxidarse. Lo ideal es guardarla en una alacena u otro lugar fresco y seco.

Consejos

  • Si la sartén se oxida, puedes restregarla con una esponja de lana de acero para repararla.

Cosas que necesitarás

  • sartén parrillera
  • agua
  • esponja para restregar
  • aceite vegetal
  • papel absorbente
  • toalla
  • comida para preparar

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Categorías: Comida y diversión